Kadomoto: “Un período infame de terrorismo de Estado”

El abogado de Mauricio Capandeguy y Patricio Manzanel, empresarios de Esquel, aseguró que sus clientes fueron víctimas de “un modo asqueroso de amenazar y extorsionar”. Afirmó que el gobernador Das Neves lideró el esquema y que se usó un acto en Esquel para reunir y presionar empresarios.

Discusiones. Las defensas pidieron que las nuevas evidencias no se tengan en cuenta en el juicio oral ya que es prueba que no tuvo el control de todas las partes y los puede perjudicar.
27 NOV 2019 - 20:57 | Actualizado

Javier Kadomoto, defensor de Mauricio Capandeguy y Patricio Manzanel, dueños en Esquel de Capman SRL, aseguró que durante la gestión del gobernador Mario Das Neves hubo “terrorismo de Estado” y funcionó una “modalidad asquerosa para amenazar y extorsionar a las empresas” de obra pública.

El abogado pidió el sobreseimiento de sus clientes al considerarlos “víctimas” de la presión de la presunta asociación ilícita para cobrar retornos. El Ministerio Público Fiscal lo aceptó. Resta el visto bueno del juez Sergio Piñeda. Les imputan cohecho activo.

Kadomoto aseguró que pese a más de 200 testimonios, horas de escuchas y documentos, Fiscalía no probó el cohecho activo. Y que en el juicio por El Embrujo “se acreditó cómo fue este plan criminal. El jefe era el propio gobernador, seguido por funcionarios de alto rango que no dejaban nada librado al azar, todo estaba acordado y resuelto”. La cúpula de aquella gestión “acordó cómo ahogar al empresario y cómo usar esta presión. Todo conduce a lo mismo: la única manera de cobrar era que paguen coima; fue un período infame”.

En lo que definió como “una crueldad”, sostuvo que en febrero de 2017 se usó el acto por el 111º aniversario de Esquel para que Correa pudiera organizar una reunión para coimear empresarios. Proyectó un video de aquel acto donde se lo ve al exgobernador con su mano derecha. “Mientras festejaban, a los 20 minutos Correa estaba reunido con mis clientes y otros empresarios extorsionándolos y amenazándolos. Fue inescrupuloso, era la Biblia y el calefón”.

Sugirió que “los eslavizaban endeudándolos, tenían que arrodillarse frente al funcionario y pagarle porque le tenían miedo al poder público. Así doblaban su moral; ninguna persona en su sano juicio ofrece voluntariamente dinero a un funcionario para que le paguen por su trabajo”.

Kadomoto definió a Das Neves como “un caudillo y un patriarca con capacidad para estar al frente de esas situaciones. Preguntarse por qué no lo denunciaron es rasgarse las vestiduras y cae mal porque hay que entender lugar y momento”. Por esta pesquisa, sus clientes tuvieron depresión. Capandeguy sufre hipertensión y está medicado de por vida. “¿Qué garantías podían tener para presentarse a un fiscal para denunciar que les estaban pidiendo plata?”.

Manzanel y Capandeguy aportaron informes contables y 5 entrevistas. Uno es el testimonio del empresario de Esquel José Walter Parada. Relató la reunión con Correa tras el acto. “Nos puso la soga al cuello”, definió. “Los amenazó para pagar, sino que se olvidaran de cobrar”. También aportó el informe de un contador, quién por la “situación desesperante” de la empresa sugirió discontinuar las obras con Provincia. “Me dijeron que estaban obligados a seguir”, leyó Kadomoto. “En 2015 comenzó un alto grado de dependencia con las obras de Provincia. La deuda equivalía al 988% para el ejercicio 2018”.

El fiscal Napóli explicó que aceptó el sobreseimiento ya que los nuevos datos “nos hicieron ver que realmente la empresa tenía ahogo financiero. Las declaraciones son elocuentes. No somos tozudos, abrimos oídos y ojos y analizamos lo que nos alcanzaron porque hicieron un trabajo exhaustivo”. Concluyó que los empresarios no delinquieron. “Desde el Estado lamento el daño que provocamos en su salud y con su familia”.

El resto de los defensores no objetó el sobreseimiento pero pidió que las evidencias que recolectó Kadomoto no se acepten en el juicio, ya que no las conocen y aunque benefician a dos empresarios, pueden dañar al resto. “Son delatores premiados”, los definió Fabián Gabalachis. El reclamo fue que esas pruebas sólo sirvan para Manzanel y Capandeguy y, una vez ellos fuera del proceso, se archiven.

Emilio Galende, por su parte, consideró “un golpe bajo” exhibir un video de Das Neves: “Ya no se puede defender”.

Nápoli respondió que el planteo defensista es “una barbaridad y un ataque injusto a Kadomoto”. Deslizó que la negativa en bloque se generó porque los nuevos datos “no favorecen a sus defendidos”.

Insistió con que la prueba le servirá al tribunal del juicio y es en ese momento que la podrán refutar. “La ofreció un defensor, no yo, y estuvo en la Oficina Judicial más de un mes”.#

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Discusiones. Las defensas pidieron que las nuevas evidencias no se tengan en cuenta en el juicio oral ya que es prueba que no tuvo el control de todas las partes y los puede perjudicar.
27 NOV 2019 - 20:57

Javier Kadomoto, defensor de Mauricio Capandeguy y Patricio Manzanel, dueños en Esquel de Capman SRL, aseguró que durante la gestión del gobernador Mario Das Neves hubo “terrorismo de Estado” y funcionó una “modalidad asquerosa para amenazar y extorsionar a las empresas” de obra pública.

El abogado pidió el sobreseimiento de sus clientes al considerarlos “víctimas” de la presión de la presunta asociación ilícita para cobrar retornos. El Ministerio Público Fiscal lo aceptó. Resta el visto bueno del juez Sergio Piñeda. Les imputan cohecho activo.

Kadomoto aseguró que pese a más de 200 testimonios, horas de escuchas y documentos, Fiscalía no probó el cohecho activo. Y que en el juicio por El Embrujo “se acreditó cómo fue este plan criminal. El jefe era el propio gobernador, seguido por funcionarios de alto rango que no dejaban nada librado al azar, todo estaba acordado y resuelto”. La cúpula de aquella gestión “acordó cómo ahogar al empresario y cómo usar esta presión. Todo conduce a lo mismo: la única manera de cobrar era que paguen coima; fue un período infame”.

En lo que definió como “una crueldad”, sostuvo que en febrero de 2017 se usó el acto por el 111º aniversario de Esquel para que Correa pudiera organizar una reunión para coimear empresarios. Proyectó un video de aquel acto donde se lo ve al exgobernador con su mano derecha. “Mientras festejaban, a los 20 minutos Correa estaba reunido con mis clientes y otros empresarios extorsionándolos y amenazándolos. Fue inescrupuloso, era la Biblia y el calefón”.

Sugirió que “los eslavizaban endeudándolos, tenían que arrodillarse frente al funcionario y pagarle porque le tenían miedo al poder público. Así doblaban su moral; ninguna persona en su sano juicio ofrece voluntariamente dinero a un funcionario para que le paguen por su trabajo”.

Kadomoto definió a Das Neves como “un caudillo y un patriarca con capacidad para estar al frente de esas situaciones. Preguntarse por qué no lo denunciaron es rasgarse las vestiduras y cae mal porque hay que entender lugar y momento”. Por esta pesquisa, sus clientes tuvieron depresión. Capandeguy sufre hipertensión y está medicado de por vida. “¿Qué garantías podían tener para presentarse a un fiscal para denunciar que les estaban pidiendo plata?”.

Manzanel y Capandeguy aportaron informes contables y 5 entrevistas. Uno es el testimonio del empresario de Esquel José Walter Parada. Relató la reunión con Correa tras el acto. “Nos puso la soga al cuello”, definió. “Los amenazó para pagar, sino que se olvidaran de cobrar”. También aportó el informe de un contador, quién por la “situación desesperante” de la empresa sugirió discontinuar las obras con Provincia. “Me dijeron que estaban obligados a seguir”, leyó Kadomoto. “En 2015 comenzó un alto grado de dependencia con las obras de Provincia. La deuda equivalía al 988% para el ejercicio 2018”.

El fiscal Napóli explicó que aceptó el sobreseimiento ya que los nuevos datos “nos hicieron ver que realmente la empresa tenía ahogo financiero. Las declaraciones son elocuentes. No somos tozudos, abrimos oídos y ojos y analizamos lo que nos alcanzaron porque hicieron un trabajo exhaustivo”. Concluyó que los empresarios no delinquieron. “Desde el Estado lamento el daño que provocamos en su salud y con su familia”.

El resto de los defensores no objetó el sobreseimiento pero pidió que las evidencias que recolectó Kadomoto no se acepten en el juicio, ya que no las conocen y aunque benefician a dos empresarios, pueden dañar al resto. “Son delatores premiados”, los definió Fabián Gabalachis. El reclamo fue que esas pruebas sólo sirvan para Manzanel y Capandeguy y, una vez ellos fuera del proceso, se archiven.

Emilio Galende, por su parte, consideró “un golpe bajo” exhibir un video de Das Neves: “Ya no se puede defender”.

Nápoli respondió que el planteo defensista es “una barbaridad y un ataque injusto a Kadomoto”. Deslizó que la negativa en bloque se generó porque los nuevos datos “no favorecen a sus defendidos”.

Insistió con que la prueba le servirá al tribunal del juicio y es en ese momento que la podrán refutar. “La ofreció un defensor, no yo, y estuvo en la Oficina Judicial más de un mes”.#


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