El evento reunió a más de 80 participantes, entre los que se encontraban productores, feriantes, artesanas, estudiantes y público en general.
En la Feria se ofrecieron 180 unidades provenientes de 12 productores de lana artesanal, de los parajes de Cushamen y Gualjaina.
Luego se desarrolló la feria de productos locales con dulces, artesanías textiles, cerámica, artesanías en madera, plantines hortícolas, huevos, panificados etcétera.
Como todos los años el interés creciente por la calidad y variedad de los vellones, acercó a artesanas de diferentes lugares como Gualjaina, Cushamen, El Hoyo, Esquel, Trevelin, El Bolsón, Lago Puelo y El Maitén.
Los integrantes del grupo “El Tropezón”, explicaron cómo realizan el trabajo para obtener vellones de calidad, acondicionados y clasificados (el cuidado, selección, esquila de los animales, el trabajo en la mesa de envellonar, el etiquetado del producto y los acuerdos de precios).
Al finalizar se hizo un sorteo con los productos donados por cada feriante, a modo de colaboración por el espacio de venta, que tiene como finalidad contribuir al fondo rotatorio del grupo de artesanas y productores “El Tropezón”. Tanto el grupo de productores y artesanas como el de estudiantes, resaltaron el trabajo conjunto para lograr este espacio.
El evento reunió a más de 80 participantes, entre los que se encontraban productores, feriantes, artesanas, estudiantes y público en general.
En la Feria se ofrecieron 180 unidades provenientes de 12 productores de lana artesanal, de los parajes de Cushamen y Gualjaina.
Luego se desarrolló la feria de productos locales con dulces, artesanías textiles, cerámica, artesanías en madera, plantines hortícolas, huevos, panificados etcétera.
Como todos los años el interés creciente por la calidad y variedad de los vellones, acercó a artesanas de diferentes lugares como Gualjaina, Cushamen, El Hoyo, Esquel, Trevelin, El Bolsón, Lago Puelo y El Maitén.
Los integrantes del grupo “El Tropezón”, explicaron cómo realizan el trabajo para obtener vellones de calidad, acondicionados y clasificados (el cuidado, selección, esquila de los animales, el trabajo en la mesa de envellonar, el etiquetado del producto y los acuerdos de precios).
Al finalizar se hizo un sorteo con los productos donados por cada feriante, a modo de colaboración por el espacio de venta, que tiene como finalidad contribuir al fondo rotatorio del grupo de artesanas y productores “El Tropezón”. Tanto el grupo de productores y artesanas como el de estudiantes, resaltaron el trabajo conjunto para lograr este espacio.