Editorial / Una semana clave para Arcioni y Sastre, y un frente de gremios que reclama espacios

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21 DIC 2019 - 20:48 | Actualizado

Es necesario pero también muy difícil marcar una diferencia entre un gobierno y otro. La continuidad de Mariano Arcioni en el principal sillón de Fontana 50 no permitió a los chubutenses disfrutar la sensación de un cambio, no sólo de nombres sino de expectativas, como ocurre a nivel nacional.

La continuidad con matices es, tal vez, el signo más distintivo de este nuevo Gobierno provincial que -no se puede soslayar- sumó volumen político con la asunción de un vicegobernador con peso propio pero sigue teniendo los mismo problemas que tuvo que enfrentar a mitad de año cuando los estatales se enojaron por las promesas salariales incumplidas y los gremios docentes pusieron a la provincia patas para arriba.

Sin que hayan desaparecido casi ninguna de las causas que dieron pie a la profunda crisis que atraviesa Chubut, y luego de la asunción del nuevo-viejo Gobierno, una tensa calma parece dominar la escena.

Sin embargo, entre el pan dulce y los brindis, esta corta semana de apenas dos días hábiles (jueves y viernes) permitirá saber en dónde están parados todos. Desde Arcioni hasta Sastre; pasando por el oficialismo y la oposición.

El viernes 27, la sesión extraordinaria convocada por el gobernador será una prueba de fuego para él pero también para su vice, que sentado en el segundo sillón más importante del poder por estos tiempos deberá llevar las riendas de una jornada parlamentaria en donde el Gobierno que él integra se juega mucho.

El Ejecutivo necesita la mayoría de los trece proyectos que se intentarán sacar: el más relevante es el Presupuesto 2020, la herramienta que todo gobierno que llega necesita para los próximos doce meses.

La tarifaria y el incremento de haberes para los funcionarios de la planta política del Estado también serán muy discutidos. Más los pliegos para el nuevo fiscal de Estado y el nombramiento en Petrominera, entre otros.

El jueves, después de los brindis por la Navidad y a apenas 24 horas de la sesión, el ministro de Economía Oscar Antonena se sentará en la Legislatura a aclarar dudas de la oposición. En verdad, la mayoría de los proyectos a tratar tiene tinte económico y en ese terreno, la palabra del titular de la cartera económica es fundamental.

El nuevo frente sindical

El viernes pasado, sin anuncios previos pero con una fuerte foto como corolario del encuentro, cuatro sindicatos con mucho peso específico en Chubut se sentaron a la misma mesa para marcar las bases de una coincidencia conceptual que puede llegar a tener una línea de acción durante 2020.

Jorge “Loma” Ávila, el líder de los Petroleros Privados, fue el anfitrión, Héctor González, de Luz y Fuerza, se sentó a su lado. Walter Rey, el líder de La Bancaria, y Matías Silva, en representación de José González, líder del gremio de Empleados de Comercio de la zona sur, más el legislador provincial y también referente de los Petroleros, Carlos Gómez, también fueron de la partida.

El encuentro no fue de ocasión ni solamente para la foto. Fue el punto de partida de una idea que nació con objetivos fuertes y que espera sumar a más actores sindicales. Esa idea-fuerza no es más que la unidad de los sectores que representan a decenas de miles de trabajadores para empezar a hacer valer el espacio protagónico que por historia y luchas le corresponde al movimiento obrero organizado.

Todos acordaron impulsar una mesa sindical que sea más amplia que las ya conocidas y con mayor colaboración entre sus integrantes. Ávila habló, inclusive, de abordar entre todos la cuestión paritaria en cada uno de los sindicatos. Concretamente, pidió discutir “de igual a igual” con la dirigencia política.

Y no sólo eso: quieren tener “voz y voto” a la hora de las definiciones estratégicas dentro del Partido Justicialista y para ello propondrán llevar a la presidencia a un sindicalista. Después de que los mensajes unificadores del presidente del PJ Nacional, José Luis Gioja, cayeran en saco roto dentro de la actual conducción del peronismo chubutense, el mes de marzo asoma como una oportunidad para que en internas limpias y sin chicanas judiciales, el PJ recupere el espíritu democrático que ha perdido hace unos cuantos años.

Pero este novedoso frente sindical no sólo pretende ocupar un lugar dentro del PJ: “No vamos a ir más detrás de ningún figurón político, nosotros también queremos jugar”, dijo uno de los asistentes, dejando en claro que este sector sindical con peso propio decidió unir fuerzas para discutir espacios de poder también a nivel provincial.

Siempre es saludable para la democracia que los trabajadores se organicen, militen sus ideas y reclamen ocupar los espacios que le corresponden.

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21 DIC 2019 - 20:48

Es necesario pero también muy difícil marcar una diferencia entre un gobierno y otro. La continuidad de Mariano Arcioni en el principal sillón de Fontana 50 no permitió a los chubutenses disfrutar la sensación de un cambio, no sólo de nombres sino de expectativas, como ocurre a nivel nacional.

La continuidad con matices es, tal vez, el signo más distintivo de este nuevo Gobierno provincial que -no se puede soslayar- sumó volumen político con la asunción de un vicegobernador con peso propio pero sigue teniendo los mismo problemas que tuvo que enfrentar a mitad de año cuando los estatales se enojaron por las promesas salariales incumplidas y los gremios docentes pusieron a la provincia patas para arriba.

Sin que hayan desaparecido casi ninguna de las causas que dieron pie a la profunda crisis que atraviesa Chubut, y luego de la asunción del nuevo-viejo Gobierno, una tensa calma parece dominar la escena.

Sin embargo, entre el pan dulce y los brindis, esta corta semana de apenas dos días hábiles (jueves y viernes) permitirá saber en dónde están parados todos. Desde Arcioni hasta Sastre; pasando por el oficialismo y la oposición.

El viernes 27, la sesión extraordinaria convocada por el gobernador será una prueba de fuego para él pero también para su vice, que sentado en el segundo sillón más importante del poder por estos tiempos deberá llevar las riendas de una jornada parlamentaria en donde el Gobierno que él integra se juega mucho.

El Ejecutivo necesita la mayoría de los trece proyectos que se intentarán sacar: el más relevante es el Presupuesto 2020, la herramienta que todo gobierno que llega necesita para los próximos doce meses.

La tarifaria y el incremento de haberes para los funcionarios de la planta política del Estado también serán muy discutidos. Más los pliegos para el nuevo fiscal de Estado y el nombramiento en Petrominera, entre otros.

El jueves, después de los brindis por la Navidad y a apenas 24 horas de la sesión, el ministro de Economía Oscar Antonena se sentará en la Legislatura a aclarar dudas de la oposición. En verdad, la mayoría de los proyectos a tratar tiene tinte económico y en ese terreno, la palabra del titular de la cartera económica es fundamental.

El nuevo frente sindical

El viernes pasado, sin anuncios previos pero con una fuerte foto como corolario del encuentro, cuatro sindicatos con mucho peso específico en Chubut se sentaron a la misma mesa para marcar las bases de una coincidencia conceptual que puede llegar a tener una línea de acción durante 2020.

Jorge “Loma” Ávila, el líder de los Petroleros Privados, fue el anfitrión, Héctor González, de Luz y Fuerza, se sentó a su lado. Walter Rey, el líder de La Bancaria, y Matías Silva, en representación de José González, líder del gremio de Empleados de Comercio de la zona sur, más el legislador provincial y también referente de los Petroleros, Carlos Gómez, también fueron de la partida.

El encuentro no fue de ocasión ni solamente para la foto. Fue el punto de partida de una idea que nació con objetivos fuertes y que espera sumar a más actores sindicales. Esa idea-fuerza no es más que la unidad de los sectores que representan a decenas de miles de trabajadores para empezar a hacer valer el espacio protagónico que por historia y luchas le corresponde al movimiento obrero organizado.

Todos acordaron impulsar una mesa sindical que sea más amplia que las ya conocidas y con mayor colaboración entre sus integrantes. Ávila habló, inclusive, de abordar entre todos la cuestión paritaria en cada uno de los sindicatos. Concretamente, pidió discutir “de igual a igual” con la dirigencia política.

Y no sólo eso: quieren tener “voz y voto” a la hora de las definiciones estratégicas dentro del Partido Justicialista y para ello propondrán llevar a la presidencia a un sindicalista. Después de que los mensajes unificadores del presidente del PJ Nacional, José Luis Gioja, cayeran en saco roto dentro de la actual conducción del peronismo chubutense, el mes de marzo asoma como una oportunidad para que en internas limpias y sin chicanas judiciales, el PJ recupere el espíritu democrático que ha perdido hace unos cuantos años.

Pero este novedoso frente sindical no sólo pretende ocupar un lugar dentro del PJ: “No vamos a ir más detrás de ningún figurón político, nosotros también queremos jugar”, dijo uno de los asistentes, dejando en claro que este sector sindical con peso propio decidió unir fuerzas para discutir espacios de poder también a nivel provincial.

Siempre es saludable para la democracia que los trabajadores se organicen, militen sus ideas y reclamen ocupar los espacios que le corresponden.


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