Comarca Andina, tierra de las 70 religiones, sectas y cultos “para ganar el cielo”

Si pregunta en la feria, pronto dará con algún artesano que en forma misteriosa sacará la talla de un elfo para confirmar “la presencia de los espíritus de la naturaleza en la cordillera”.

La Stupa refleja “armonía y perfección de los principios universales”
23 DIC 2019 - 20:39 | Actualizado

Se trata de un grupo que cree firmemente en duendes, gnomos y hadas y hasta planifican salidas a los bosques de la zona para ‘contactar’ con ellos y escuchar sus consejos y advertencias sobre el daño que los hombres hacen al ambiente. Casi siempre, reconocen, necesitan de algún “aditivo alucinógeno para entrar en sintonía, como lo hacían los antiguos chamanes”.

Cada uno con su Dios en la Comarca Andina: “Todo hombre nació para el cielo, no para la tierra; pero el cielo no se regala, se gana haciendo el bien y evitando el mal. Todo lo otro es ilusión o es mentira”, recalcan los monjes de la Compañía de Jesús y de María, asentados en Mallín Ahogado.

Aun cuando no hay datos oficiales, se estima que unas 70 religiones, cultos y sectas conviven por la zona. “Somos una sociedad abierta y cosmopolita, hay lugar para todos”, aseguran.

“Solamente aquí puede suceder que la oración litúrgica de un acto patrio sea hecha en conjunto por un cura, un pastor evangélico y un mahometano”, valoran desde el propio municipio de El Bolsón, donde es habitual esta práctica.

“Arriba del cerro Tres Picos hay un monasterio suprafísico. No lo vemos con nuestros ojos, pero se puede percibir esa magnitud tan maravillosa. Es una energía que nos transmite la posibilidad de elegir nuestro destino”, detalla Anael, una de las fundadoras de la filosofía cósmica Origen Estelar, un movimiento que en Lago Puelo se ha transformado en todo un suceso turístico, en función de que cada congreso atrae a miles de seguidores que llenan las cabañas y hoteles, demandan una gastronomía especial y se llevan recuerdos.

A los incrédulos que nunca faltan, “también debemos aceptarlos con naturalidad, porque existe un mundo inmaterial que todo lo contiene. Podemos hablar con los árboles, con los animales, con las aguas; todos tienen su tiempo, los esperamos”, adelanta.

“Por encima de todas las cosas, creo en Dios, en la vida y en el amor. El ser humano es capaz de una transformación grande, propia y del entorno. Tenemos que vivir unificados y tenemos un gran potencial para crecer, expandir luz y afecto, independientemente de nuestras creencias”, resalta Flaviah Motta (“Estrella resonante amarilla” es su nombre galáctico), una brasilera que desde hace 20 años es referente del Jardín Mundial de Paz, en La Rinconada de Epuyén. “Somos un brote profético de la siembra maya galáctica para vivir el tiempo natural de las 13 lunas”, propone.

Por allí cerca, la Stupa de la Iluminación “no tiene nada que envidiarle a sus hermanitas tibetanas, tanto en belleza como en transmitir la tranquilidad y simpleza del budismo. Y lo mejor es que queda aquí nomás”, asegura el fotógrafo Leo Ridano sobre el imponente monumento espiritual –con sus 108 banderas verticales de oraciones-, emplazado a pocos metros de la ruta nacional 40, llegando al pueblo de Epuyén.

En la otra punta de la Comarca Andina, el paraje Mallín Ahogado se caracteriza por su aspecto humano multicultural y multifacético, con pobladores descendientes de los colonos e inmigrantes llegados desde diversos países, todos buscando una vida de sosiego y en contacto con la naturaleza.

Allí precisamente, desde 1998, está la mezquita más austral de la Argentina y la más distante de la Meca. La construyó el sheij Abdul Rauf Felpete (de profesión “huesero”) con sus propias manos y dentro de su chacra. Luego, en 2005, la municipalidad local autorizó que una fracción del mismo terreno se destine al séptimo cementerio musulmán del país, el único de la Patagonia y el primero de la orden Naqshbandi en 400 años. Está confirmado que durante 2020 vendrá nuevamente Maulana Sheij Muhamed (considerado un “santo vivo” para el mundo islámico).

Por El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo y Cholila tampoco faltan los ejércitos de Testigos de Jehová, que cada fin de semana ganan las calles para tratar de “despertar” a sus vecinos. Se agregan los “mormones” de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, con un perfil más tranquilo, aunque cada tanto aparecen los misioneros “altos y rubios” llegados desde EE.UU. para misionar por estos lares.

Por supuesto que en un pueblo con tanta diversidad cultural tampoco falta algún umbanda y hay quienes aseguran “prácticas satánicas” en la puerta del cementerio con la aparición “de velas negras y rojas y alguna que otra gallina muerta”.

Un capítulo aparte para los evangélicos, con casi un centenar de iglesias diseminadas por la comarca, de las cuales unas 40 están asentadas en los barrios y parajes de El Bolsón.

Pero no todas son flores “en el camino del Señor”. Al frente de la congregación franciscana está el padre Ricardo Cittadini, quien critica que “son pocos los pastores evangélicos que hablan bien de la iglesia católica y muchos de los argumentos de su gran propuesta es en contra de los santos, del Papa y de la comunión, pero terminan vistiéndose, celebrando, bautizando y casando como sacerdotes, sin haber sido ordenados y sin la sucesión histórica que regaló Jesús a la humanidad, son apenas gestos sin contenido veraz”, subraya.

El espectro religioso incluye además al pueblo mapuche. Al levantarse, cada mañana, Alejandro Huenchupan reza bajo un maitén (“árbol de la sabiduría”) a Futa Chao, porque es “nuestro único Dios, creador del universo y de todo lo que nos rodea”, y a quien se dedican las principales rogativas anuales (“camaruco” o “nguillatún”), para pedir “por buenas cosechas, abundante pasto y buen clima”.

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La Stupa refleja “armonía y perfección de los principios universales”
23 DIC 2019 - 20:39

Se trata de un grupo que cree firmemente en duendes, gnomos y hadas y hasta planifican salidas a los bosques de la zona para ‘contactar’ con ellos y escuchar sus consejos y advertencias sobre el daño que los hombres hacen al ambiente. Casi siempre, reconocen, necesitan de algún “aditivo alucinógeno para entrar en sintonía, como lo hacían los antiguos chamanes”.

Cada uno con su Dios en la Comarca Andina: “Todo hombre nació para el cielo, no para la tierra; pero el cielo no se regala, se gana haciendo el bien y evitando el mal. Todo lo otro es ilusión o es mentira”, recalcan los monjes de la Compañía de Jesús y de María, asentados en Mallín Ahogado.

Aun cuando no hay datos oficiales, se estima que unas 70 religiones, cultos y sectas conviven por la zona. “Somos una sociedad abierta y cosmopolita, hay lugar para todos”, aseguran.

“Solamente aquí puede suceder que la oración litúrgica de un acto patrio sea hecha en conjunto por un cura, un pastor evangélico y un mahometano”, valoran desde el propio municipio de El Bolsón, donde es habitual esta práctica.

“Arriba del cerro Tres Picos hay un monasterio suprafísico. No lo vemos con nuestros ojos, pero se puede percibir esa magnitud tan maravillosa. Es una energía que nos transmite la posibilidad de elegir nuestro destino”, detalla Anael, una de las fundadoras de la filosofía cósmica Origen Estelar, un movimiento que en Lago Puelo se ha transformado en todo un suceso turístico, en función de que cada congreso atrae a miles de seguidores que llenan las cabañas y hoteles, demandan una gastronomía especial y se llevan recuerdos.

A los incrédulos que nunca faltan, “también debemos aceptarlos con naturalidad, porque existe un mundo inmaterial que todo lo contiene. Podemos hablar con los árboles, con los animales, con las aguas; todos tienen su tiempo, los esperamos”, adelanta.

“Por encima de todas las cosas, creo en Dios, en la vida y en el amor. El ser humano es capaz de una transformación grande, propia y del entorno. Tenemos que vivir unificados y tenemos un gran potencial para crecer, expandir luz y afecto, independientemente de nuestras creencias”, resalta Flaviah Motta (“Estrella resonante amarilla” es su nombre galáctico), una brasilera que desde hace 20 años es referente del Jardín Mundial de Paz, en La Rinconada de Epuyén. “Somos un brote profético de la siembra maya galáctica para vivir el tiempo natural de las 13 lunas”, propone.

Por allí cerca, la Stupa de la Iluminación “no tiene nada que envidiarle a sus hermanitas tibetanas, tanto en belleza como en transmitir la tranquilidad y simpleza del budismo. Y lo mejor es que queda aquí nomás”, asegura el fotógrafo Leo Ridano sobre el imponente monumento espiritual –con sus 108 banderas verticales de oraciones-, emplazado a pocos metros de la ruta nacional 40, llegando al pueblo de Epuyén.

En la otra punta de la Comarca Andina, el paraje Mallín Ahogado se caracteriza por su aspecto humano multicultural y multifacético, con pobladores descendientes de los colonos e inmigrantes llegados desde diversos países, todos buscando una vida de sosiego y en contacto con la naturaleza.

Allí precisamente, desde 1998, está la mezquita más austral de la Argentina y la más distante de la Meca. La construyó el sheij Abdul Rauf Felpete (de profesión “huesero”) con sus propias manos y dentro de su chacra. Luego, en 2005, la municipalidad local autorizó que una fracción del mismo terreno se destine al séptimo cementerio musulmán del país, el único de la Patagonia y el primero de la orden Naqshbandi en 400 años. Está confirmado que durante 2020 vendrá nuevamente Maulana Sheij Muhamed (considerado un “santo vivo” para el mundo islámico).

Por El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo y Cholila tampoco faltan los ejércitos de Testigos de Jehová, que cada fin de semana ganan las calles para tratar de “despertar” a sus vecinos. Se agregan los “mormones” de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, con un perfil más tranquilo, aunque cada tanto aparecen los misioneros “altos y rubios” llegados desde EE.UU. para misionar por estos lares.

Por supuesto que en un pueblo con tanta diversidad cultural tampoco falta algún umbanda y hay quienes aseguran “prácticas satánicas” en la puerta del cementerio con la aparición “de velas negras y rojas y alguna que otra gallina muerta”.

Un capítulo aparte para los evangélicos, con casi un centenar de iglesias diseminadas por la comarca, de las cuales unas 40 están asentadas en los barrios y parajes de El Bolsón.

Pero no todas son flores “en el camino del Señor”. Al frente de la congregación franciscana está el padre Ricardo Cittadini, quien critica que “son pocos los pastores evangélicos que hablan bien de la iglesia católica y muchos de los argumentos de su gran propuesta es en contra de los santos, del Papa y de la comunión, pero terminan vistiéndose, celebrando, bautizando y casando como sacerdotes, sin haber sido ordenados y sin la sucesión histórica que regaló Jesús a la humanidad, son apenas gestos sin contenido veraz”, subraya.

El espectro religioso incluye además al pueblo mapuche. Al levantarse, cada mañana, Alejandro Huenchupan reza bajo un maitén (“árbol de la sabiduría”) a Futa Chao, porque es “nuestro único Dios, creador del universo y de todo lo que nos rodea”, y a quien se dedican las principales rogativas anuales (“camaruco” o “nguillatún”), para pedir “por buenas cosechas, abundante pasto y buen clima”.


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