Tras la caída de tres balcones en Gesell, analizan las posibles causas y el estado del edificio
Personal de la Secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos de la localidad balnearia analizaba el estado del edificio que sufrió en las últimas horas la caída de tres balcones, para tratar de determinar las causas del desprendimiento y el estado general de la construcción.
El intendente de ese partido bonaerense, Gustavo Barrera, informó tras el derrumbe que en la comuna no existía "ningún tipo de denuncia" respecto del inmueble, ubicado frente a la Costanera, a la altura de la calle 301.
Fuentes municipales informaron que profesionales del área de Planeamiento y Obras tomaron "medidas preventivas para asegurar los sectores afectados del edificio".
"Se clausuró la zona, se demolió un balcón y retiró escombros del lugar. Además, los técnicos del área están realizando un informe para determinar las causas del hecho y evaluar el estado general del edificio", señalaron.
El jefe comunal indicó en ese sentido, en declaraciones radiales, que personal municipal intervino tras el siniestro para "tomar los recaudos del caso y revisar los balcones del edificio", sobre el que no había denuncias previas.
El desprendimiento se produjo en un departamento ubicado en un tercer piso, sobre la fachada del edificio "Gufi Yiyo", arriba del ingreso al garaje, y produjo a su vez la caída de otros dos voladizos de los niveles inferiores.
El siniestro ocurrió durante la mañana del domingo, mientras se registraba una fuerte lluvia y no había nadie en los balcones ni en la zona en la que cayeron los restos de mampostería, por lo que no hubo heridos.
El titular de Defensa Civil y jefe de Bomberos Voluntarios local, Hugo Piriz, indicó esta mañana que se realizaron trabajos "para terminar de desprender parte de la mampostería de los balcones siniestrados que estaba colgando" y de la estructura que sobresalía como voladizo desde la terraza.
Indicó, además, que "nunca había pasado esto en el partido", y que se trata de "un inmueble de unos 30 o 40 años, que a simple vista tenía cierto cierto grado de mantenimiento, estaba pintado".
El funcionario indicó que luego del accidente "se desalojaron a los habitantes de los departamentos donde se desprendieron los tres balcones", y que el edificio cuenta con "unos 15 departamentos más".
Explicó que el balcón del nivel más alto, a unos 6 metros de altura, generó al caer un "efecto dominó" con los otros dos ubicado debajo, y entre los escombros que cayeron podían observarse un tender y ropa.
La investigación del siniestro quedó en manos del fiscal Juan Pablo Calderón, de la Unidad Funcional de Instrucción Descentralizada 4 de Pinamar, quien aguardaba por una serie de informes periciales a cargo del Cuartel de Bomberos de Costa del Este, dependiente de la Policía provincial.
Si bien de acuerdo a Piriz fue el primer hecho de este tipo registrado en Gesell, el 27 de enero de 1992, en plena temporada de verano, un balcón cedió y cuatro turistas, tres de ellos menores, fallecieron en la localidad vecina de Pinamar.
El siniestro ocurrido al caer el balcón ubicado en el octavo piso del edificio Atica I, donde murieron Juan Seoane (17) y Matías Albani (17), Cristián Tiss (18) y Juan Janón (16).
Los responsables de la construcción de ese inmueble, Juan y Andrés Majesky, recibieron una condena de tres años de prisión en suspenso y nueve de inhabilitación profesional.
Por su parte, el maestro mayor de obras Juan Alittis fue sancionado con dos años de prisión en suspenso y también nueve de inhabilitación.
Seis años después del hecho, la justicia de Dolores condenó a la Municipalidad de Pinamar a pagar a los padres de las cuatro víctimas fatales un millón de pesos en el juicio civil.
El intendente de ese partido bonaerense, Gustavo Barrera, informó tras el derrumbe que en la comuna no existía "ningún tipo de denuncia" respecto del inmueble, ubicado frente a la Costanera, a la altura de la calle 301.
Fuentes municipales informaron que profesionales del área de Planeamiento y Obras tomaron "medidas preventivas para asegurar los sectores afectados del edificio".
"Se clausuró la zona, se demolió un balcón y retiró escombros del lugar. Además, los técnicos del área están realizando un informe para determinar las causas del hecho y evaluar el estado general del edificio", señalaron.
El jefe comunal indicó en ese sentido, en declaraciones radiales, que personal municipal intervino tras el siniestro para "tomar los recaudos del caso y revisar los balcones del edificio", sobre el que no había denuncias previas.
El desprendimiento se produjo en un departamento ubicado en un tercer piso, sobre la fachada del edificio "Gufi Yiyo", arriba del ingreso al garaje, y produjo a su vez la caída de otros dos voladizos de los niveles inferiores.
El siniestro ocurrió durante la mañana del domingo, mientras se registraba una fuerte lluvia y no había nadie en los balcones ni en la zona en la que cayeron los restos de mampostería, por lo que no hubo heridos.
El titular de Defensa Civil y jefe de Bomberos Voluntarios local, Hugo Piriz, indicó esta mañana que se realizaron trabajos "para terminar de desprender parte de la mampostería de los balcones siniestrados que estaba colgando" y de la estructura que sobresalía como voladizo desde la terraza.
Indicó, además, que "nunca había pasado esto en el partido", y que se trata de "un inmueble de unos 30 o 40 años, que a simple vista tenía cierto cierto grado de mantenimiento, estaba pintado".
El funcionario indicó que luego del accidente "se desalojaron a los habitantes de los departamentos donde se desprendieron los tres balcones", y que el edificio cuenta con "unos 15 departamentos más".
Explicó que el balcón del nivel más alto, a unos 6 metros de altura, generó al caer un "efecto dominó" con los otros dos ubicado debajo, y entre los escombros que cayeron podían observarse un tender y ropa.
La investigación del siniestro quedó en manos del fiscal Juan Pablo Calderón, de la Unidad Funcional de Instrucción Descentralizada 4 de Pinamar, quien aguardaba por una serie de informes periciales a cargo del Cuartel de Bomberos de Costa del Este, dependiente de la Policía provincial.
Si bien de acuerdo a Piriz fue el primer hecho de este tipo registrado en Gesell, el 27 de enero de 1992, en plena temporada de verano, un balcón cedió y cuatro turistas, tres de ellos menores, fallecieron en la localidad vecina de Pinamar.
El siniestro ocurrido al caer el balcón ubicado en el octavo piso del edificio Atica I, donde murieron Juan Seoane (17) y Matías Albani (17), Cristián Tiss (18) y Juan Janón (16).
Los responsables de la construcción de ese inmueble, Juan y Andrés Majesky, recibieron una condena de tres años de prisión en suspenso y nueve de inhabilitación profesional.
Por su parte, el maestro mayor de obras Juan Alittis fue sancionado con dos años de prisión en suspenso y también nueve de inhabilitación.
Seis años después del hecho, la justicia de Dolores condenó a la Municipalidad de Pinamar a pagar a los padres de las cuatro víctimas fatales un millón de pesos en el juicio civil.