Editorial / El desafío de tirar de la soga sin romperla

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El reclamo en Legislatura. Se viene una semana con mucha negociación.
25 ENE 2020 - 21:17 | Actualizado

Será otra semana de rosca a pleno. Empezó el viernes, cuando el secretario general del gremio empleados legislativos, el inefable Ángel Sierra, salió a decir sin ponerse colorado que el miércoles podrían abrir la Legislatura a lo sumo tres horas (media jornada) para que sesionen los diputados y discutan el paquete de medidas económicas que envió el gobernador Mariano Arcioni.

Esta curiosa democracia en cuotas de 180 minutos que propone el gremialista de los trabajadores legislativos es otra demostración de la profunda crisis que atraviesa la política de Chubut. La Biblia y el calefón, un poroto.

El mismo viernes por la noche, desde una mesa de un restaurante frente a la costa en Playa Unión, entre marisco y marisco y cerveza tirada, Sierra ratificó en varios mensajes privados que tampoco había nada cerrado: si el martes no depositan el 50% del tercer rango de empleados públicos (que incluye a los que ganan de $ 60.001 a $ 150.000 y dentro del cual están incluidos buena parte de los empleados rasos y medos de la Legislatura), no habrá sesión extraordinaria, el Gobierno no tendrá su paquete de leyes y la tensión política entre Fontana 50, la Legislatura, los gremios y la oposición pondrá a la Provincia en una situación más delicada aun.

Bravuconada

Las declaraciones de Sierra no cayeron bien en la Casa de Gobierno por varios motivos. Primero, por el claro tono de apriete. Y segundo, porque el gremialista resaltó la negociación que realizó el vicegobernador Ricardo Sastre para destrabar el tema pero no dijo ni una palabra de las negociaciones que también hizo con el ministro de Gobierno, José Grazzini, que lo conoce a Sierra de su paso por la Legislatura.

La APEL, el gremio que agrupa al personal legislativo, no tiene mayor incidencia en relación a otros gremios estatales. Además, pertenece a un sector muy beneficiado por los altos salarios y la exigua productividad, casi siempre cuestionados por la sociedad en general. Pero ahora encontraron la forma de tener un poco de protagonismo y van a usar esa ventaja relativa. Claro que el hilo sobre el que se posaron Sierra y sus “bombistas” –batieron los parches varios días en los pasillos de la Legislatura- es muy delgado como para mantenerlos mucho tiempo en el centro de la escena.

Sobre la hora

El Gobierno cortó clavos para poder depositar el segundo rango el viernes, por lo que nada indica que le será sencillo hacerse de fondos suficientes para saldar la mitad del tercer rango el próximo martes –como pretende la APEL- y la otra mitad el viernes próximo.

Sin embargo, en este juego de ajedrez desordenado en donde muchas manos mueven fichas para uno y otro lado, existe una pequeña chance de que el tablero se ordene, haya sesión y todas las partes cedan un poco. Es, a decir verdad, lo que traslucen los más optimistas del Gobierno, por eso hay que tomar este posible desenlace con pinzas.

Lo cierto es que para mañana a la tarde está previsto un primer encuentro entre los legisladores y el ministro de Economía, Oscar Antonena, en el que se tratará de evacuar todas las dudas que genera el paquete de medidas en algunos diputados del oficialismo y la oposición.

El martes será el turno del secretario de Pesca, Adrián Awstin, que deberá defender el polémico retoque tributario que propone su área y que, según el intendente Gustavo Sastre y varios diputados provinciales que representan los intereses de la ciudad portuaria, beneficia a las terminales portuarias de Rawson y Comodoro Rivadavia en detrimento de Puerto Madryn.

Los intereses políticos, sectoriales y regionales están a la orden del día. La semana pasada, por ejemplo, apareció en escena un intendente importante que por ahora había apelado al bajo perfil: Juan Pablo Luque, el jefe comunal de Comodoro Rivadavia, que llegó a Rawson para visitar a diputados de su sector, mantener contactos privados con sectores gremiales y hasta se sacó una foto con el gobernador Arcioni que generó ruido en propios y extraños.

En un escenario en donde muchos tiran de la soga para lados distintos, los contrapesos pueden terminar siendo una manera de equilibrar fuerzas, ordenar tropas, dejar para más adelante los intereses particulares y convencer a la mayoría de que lo que se está jugando ahora es nada más y nada menos que el interés colectivo. Casi nada.

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El reclamo en Legislatura. Se viene una semana con mucha negociación.
25 ENE 2020 - 21:17

Será otra semana de rosca a pleno. Empezó el viernes, cuando el secretario general del gremio empleados legislativos, el inefable Ángel Sierra, salió a decir sin ponerse colorado que el miércoles podrían abrir la Legislatura a lo sumo tres horas (media jornada) para que sesionen los diputados y discutan el paquete de medidas económicas que envió el gobernador Mariano Arcioni.

Esta curiosa democracia en cuotas de 180 minutos que propone el gremialista de los trabajadores legislativos es otra demostración de la profunda crisis que atraviesa la política de Chubut. La Biblia y el calefón, un poroto.

El mismo viernes por la noche, desde una mesa de un restaurante frente a la costa en Playa Unión, entre marisco y marisco y cerveza tirada, Sierra ratificó en varios mensajes privados que tampoco había nada cerrado: si el martes no depositan el 50% del tercer rango de empleados públicos (que incluye a los que ganan de $ 60.001 a $ 150.000 y dentro del cual están incluidos buena parte de los empleados rasos y medos de la Legislatura), no habrá sesión extraordinaria, el Gobierno no tendrá su paquete de leyes y la tensión política entre Fontana 50, la Legislatura, los gremios y la oposición pondrá a la Provincia en una situación más delicada aun.

Bravuconada

Las declaraciones de Sierra no cayeron bien en la Casa de Gobierno por varios motivos. Primero, por el claro tono de apriete. Y segundo, porque el gremialista resaltó la negociación que realizó el vicegobernador Ricardo Sastre para destrabar el tema pero no dijo ni una palabra de las negociaciones que también hizo con el ministro de Gobierno, José Grazzini, que lo conoce a Sierra de su paso por la Legislatura.

La APEL, el gremio que agrupa al personal legislativo, no tiene mayor incidencia en relación a otros gremios estatales. Además, pertenece a un sector muy beneficiado por los altos salarios y la exigua productividad, casi siempre cuestionados por la sociedad en general. Pero ahora encontraron la forma de tener un poco de protagonismo y van a usar esa ventaja relativa. Claro que el hilo sobre el que se posaron Sierra y sus “bombistas” –batieron los parches varios días en los pasillos de la Legislatura- es muy delgado como para mantenerlos mucho tiempo en el centro de la escena.

Sobre la hora

El Gobierno cortó clavos para poder depositar el segundo rango el viernes, por lo que nada indica que le será sencillo hacerse de fondos suficientes para saldar la mitad del tercer rango el próximo martes –como pretende la APEL- y la otra mitad el viernes próximo.

Sin embargo, en este juego de ajedrez desordenado en donde muchas manos mueven fichas para uno y otro lado, existe una pequeña chance de que el tablero se ordene, haya sesión y todas las partes cedan un poco. Es, a decir verdad, lo que traslucen los más optimistas del Gobierno, por eso hay que tomar este posible desenlace con pinzas.

Lo cierto es que para mañana a la tarde está previsto un primer encuentro entre los legisladores y el ministro de Economía, Oscar Antonena, en el que se tratará de evacuar todas las dudas que genera el paquete de medidas en algunos diputados del oficialismo y la oposición.

El martes será el turno del secretario de Pesca, Adrián Awstin, que deberá defender el polémico retoque tributario que propone su área y que, según el intendente Gustavo Sastre y varios diputados provinciales que representan los intereses de la ciudad portuaria, beneficia a las terminales portuarias de Rawson y Comodoro Rivadavia en detrimento de Puerto Madryn.

Los intereses políticos, sectoriales y regionales están a la orden del día. La semana pasada, por ejemplo, apareció en escena un intendente importante que por ahora había apelado al bajo perfil: Juan Pablo Luque, el jefe comunal de Comodoro Rivadavia, que llegó a Rawson para visitar a diputados de su sector, mantener contactos privados con sectores gremiales y hasta se sacó una foto con el gobernador Arcioni que generó ruido en propios y extraños.

En un escenario en donde muchos tiran de la soga para lados distintos, los contrapesos pueden terminar siendo una manera de equilibrar fuerzas, ordenar tropas, dejar para más adelante los intereses particulares y convencer a la mayoría de que lo que se está jugando ahora es nada más y nada menos que el interés colectivo. Casi nada.


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