Murió un conocido empresario de Chubut
Se trata de Gustavo Silva, quien lideraba una empresa familiar dedicada a la venta de calzado e indumentaria. También tenía inversiones en el ámbito frutícola
Gustavo Silva, de 51 años de edad, falleció de manera sorpresiva en las últimas horas en Buenos Aires y la noticia ha tenido repercusión en todo el arco empresarial de la zona.
Perteneciente a una conocida familia dedicada a la actividad comercial en la zona del Valle, cuyo iniciador fue su padre Gumersindo Silva, que se radicó en Rawson a fines de la década de 1950 e inició su actividad comercial en el rubro de compostura y venta de calzado.
La familia conformada por Silva y Elva Elena Rodríguez impulsaron la firma La Madrileña, conformando la primera cadena de zapaterías en toda la región, con sucursales en Chubut, Santa Cruz, Río Negro, Neuquén y Buenos Aires.
A lo largo de los años la expansión de la firma y de nuevas marcas dedicadas al rubo del calzado y también la indumentaria se extendió a través de sus hijos, entre ellos Gustavo, quienes se hicieron a principios de la década de 1990 de la continuidad comercial de las firmas.
De la mano de la nueva generación llegó la expansión a otras marcas, como la cadena deportiva Quonam y también los locales de moda deportiva Eloy.
Gustavo Silva era el continuador de la empresa que había fundado su padre en Rawson y que hoy cuenta con más de 25 sucursales en toda la Patagonia, pero además en el año 1997 había ingresado en el mundo de la producción frutícola, en particular con las cerezas.
La empresa Compañía Patagónica de Cerezas cuenta con más de 10 hectáreas de producción y alrededor de 18 mil árboles frutales en un predio ubicado entre Trelew y Rawson, logrando una importante producción de cerezas destinadas a la exportación.
Gustavo Silva, de 51 años de edad, falleció de manera sorpresiva en las últimas horas en Buenos Aires y la noticia ha tenido repercusión en todo el arco empresarial de la zona.
Perteneciente a una conocida familia dedicada a la actividad comercial en la zona del Valle, cuyo iniciador fue su padre Gumersindo Silva, que se radicó en Rawson a fines de la década de 1950 e inició su actividad comercial en el rubro de compostura y venta de calzado.
La familia conformada por Silva y Elva Elena Rodríguez impulsaron la firma La Madrileña, conformando la primera cadena de zapaterías en toda la región, con sucursales en Chubut, Santa Cruz, Río Negro, Neuquén y Buenos Aires.
A lo largo de los años la expansión de la firma y de nuevas marcas dedicadas al rubo del calzado y también la indumentaria se extendió a través de sus hijos, entre ellos Gustavo, quienes se hicieron a principios de la década de 1990 de la continuidad comercial de las firmas.
De la mano de la nueva generación llegó la expansión a otras marcas, como la cadena deportiva Quonam y también los locales de moda deportiva Eloy.
Gustavo Silva era el continuador de la empresa que había fundado su padre en Rawson y que hoy cuenta con más de 25 sucursales en toda la Patagonia, pero además en el año 1997 había ingresado en el mundo de la producción frutícola, en particular con las cerezas.
La empresa Compañía Patagónica de Cerezas cuenta con más de 10 hectáreas de producción y alrededor de 18 mil árboles frutales en un predio ubicado entre Trelew y Rawson, logrando una importante producción de cerezas destinadas a la exportación.