Agustín Cano, el guardián de los sueños del "Verde"
El defensor de Germinal tiene una rutina a destiempo de sus compañeros. Trabaja por las madrugadas como guardia de seguridad en el puerto de Rawson. Luego, se entrena a las órdenes de Walter Dencor. “Me da orgullo lo que hago. Es jodido (sic) laburar y participar de un torneo de AFA”, indicó.
Por Francisco Caputo
La crisis del país pone en jaque la vida de sus habitantes. La economía es una gran fuente de preocupación. El grueso de la población tiene que hacer malabares para que conseguir el dinero que permita subsistir día a día.
En ese lote, se encuentra Agustín Cano, defensor de Germinal de Rawson. El zaguero capitalino es guardia de seguridad durante las madrugadas en el puerto de Rawson.
Pese al horario cambiado, se las ingenia para ser titular y sobresalir. En el último partido, convirtió el primer tanto en el vital triunfo por 2-0 del “Verde” ante la CAI.
“Me da orgullo lo que hago. Es jodido laburar y participar de un torneo de AFA no es tan fácil. Pero cada uno hace su esfuerzo por lo que quiere y yo al fútbol voy a seguir jugando y disfrutando hasta que me den las piernas”, le comentó Cano a Jornada.
La rutina
Cano posee una rutina laboral distinta inusual. “De lunes a viernes, desde la medianoche a las 6 de la mañana, soy guardia de seguridad en el puerto de Rawson. No es un horario común pero hay que trabajar. Además, es solo un laburo (sic) por el verano”, indicó Cano, de 22 años de edad.
Como suele suceder en estos casos, el cuerpo siente el impacto de un esquema de labor diferente. “Me costó adaptarme más que nada en el cuerpo; pero yo en particular soy de adaptarme rapido no tengo problema con eso”, explicó.
El desgaste mental también gravita, de modo invisible. Al no ser un trabajo estable, la posibilidad de perder el ingreso es concreto. “ Es jodido saber que en el momento que trabajás estás bien; pero en algun momento ya no vas a tener”, comentó el defensor germinalista.
“ A mí siempre me gusta tener alguna otra opción. También corto el pelo. No es de forma tan profesional aún pero me gusta”, explicó el defensor, surgido del semillero de Germinal.
El sueño deportivo
En este panorama, Cano se entrena, sale a la cancha y sueña con la gloria. En el último partido, abrió el camino al citado triunfo ante el “Azzurro” comodorense.
“Fue muy lindo hacer ese gol. Se disfrutó de una forma distinta porque arranqué a jugar al fútbol en Germinal y soy hincha del club, que tiene una gran hinchada. Siempre es lindo hacer un gol en El Fortín”, expresó.
Ese tanto permitió enderezar el rumbo que el “Verde” tenía antes del comienzo de dicho cotejo. “Vino muy bien ganar. No habíamos podido hacerlo antes. Vinieron varios refuerzos buenos. Nos costó acoplarnos, pero creo que lo estamos logrando y se está notando. Hay que seguir así. Ante Belgrano, no será un partido fácil”, indicó.
“Es un torneo largo y dificil. Es mi primer torneo, pero te das cuenta que no es nada fácil. Por más dificl que sea, el deseo que tengo yo y creo que todos es el ascenso”, remató el defensor.
Esta es la historia de Agustín Cano, el guardián nocturno de los sueños de victoria de Germinal de Rawson. No hay cansancio ni horario a destiempo que lo haga retroceder en sus ambiciones de gloria.#
Por Francisco Caputo
La crisis del país pone en jaque la vida de sus habitantes. La economía es una gran fuente de preocupación. El grueso de la población tiene que hacer malabares para que conseguir el dinero que permita subsistir día a día.
En ese lote, se encuentra Agustín Cano, defensor de Germinal de Rawson. El zaguero capitalino es guardia de seguridad durante las madrugadas en el puerto de Rawson.
Pese al horario cambiado, se las ingenia para ser titular y sobresalir. En el último partido, convirtió el primer tanto en el vital triunfo por 2-0 del “Verde” ante la CAI.
“Me da orgullo lo que hago. Es jodido laburar y participar de un torneo de AFA no es tan fácil. Pero cada uno hace su esfuerzo por lo que quiere y yo al fútbol voy a seguir jugando y disfrutando hasta que me den las piernas”, le comentó Cano a Jornada.
La rutina
Cano posee una rutina laboral distinta inusual. “De lunes a viernes, desde la medianoche a las 6 de la mañana, soy guardia de seguridad en el puerto de Rawson. No es un horario común pero hay que trabajar. Además, es solo un laburo (sic) por el verano”, indicó Cano, de 22 años de edad.
Como suele suceder en estos casos, el cuerpo siente el impacto de un esquema de labor diferente. “Me costó adaptarme más que nada en el cuerpo; pero yo en particular soy de adaptarme rapido no tengo problema con eso”, explicó.
El desgaste mental también gravita, de modo invisible. Al no ser un trabajo estable, la posibilidad de perder el ingreso es concreto. “ Es jodido saber que en el momento que trabajás estás bien; pero en algun momento ya no vas a tener”, comentó el defensor germinalista.
“ A mí siempre me gusta tener alguna otra opción. También corto el pelo. No es de forma tan profesional aún pero me gusta”, explicó el defensor, surgido del semillero de Germinal.
El sueño deportivo
En este panorama, Cano se entrena, sale a la cancha y sueña con la gloria. En el último partido, abrió el camino al citado triunfo ante el “Azzurro” comodorense.
“Fue muy lindo hacer ese gol. Se disfrutó de una forma distinta porque arranqué a jugar al fútbol en Germinal y soy hincha del club, que tiene una gran hinchada. Siempre es lindo hacer un gol en El Fortín”, expresó.
Ese tanto permitió enderezar el rumbo que el “Verde” tenía antes del comienzo de dicho cotejo. “Vino muy bien ganar. No habíamos podido hacerlo antes. Vinieron varios refuerzos buenos. Nos costó acoplarnos, pero creo que lo estamos logrando y se está notando. Hay que seguir así. Ante Belgrano, no será un partido fácil”, indicó.
“Es un torneo largo y dificil. Es mi primer torneo, pero te das cuenta que no es nada fácil. Por más dificl que sea, el deseo que tengo yo y creo que todos es el ascenso”, remató el defensor.
Esta es la historia de Agustín Cano, el guardián nocturno de los sueños de victoria de Germinal de Rawson. No hay cansancio ni horario a destiempo que lo haga retroceder en sus ambiciones de gloria.#