La mujer violada en Puerto Deseado regresa a Salta

La mujer que fue violada en la localidad de Puerto Deseado, Santa Cruz, emprendió hoy el regreso a la provincia de Salta, donde vive, junto al féretro de su hijo de 4 años, asesinado en el mismo hecho, en tanto el padre de uno de los acusados le pidió "perdón" por lo ocurrido y dijo que su hijo tiene que "pagar" por lo que hizo.

25 FEB 2020 - 16:37 | Actualizado

Mientras tanto, el juez de la causa, Oldemar Villa, aguardaba informes psicológicos y psiquiátricos de rigor a los dos detenidos, quienes ya fueron indagados, dijeron fuentes de la investigación.

Ayer a la tarde, el magistrado se trasladó hacia la localidad de Fitz Roy para indagar al mayor de los detenidos, Omar Alvarado (33), quien está alojado en una dependencia de Caleta Olivia y fue llevado hasta allí especialmente para cumplir con esa diligencia.

Los voceros explicaron que tras ello el magistrado retornó a Puerto Deseado y aguarda que tanto Alvarado como el otro acusado, de 16 años, sean sometidos a estudios con el fin de establecer su estado mental y si son o no imputables.

Fuentes sanitarias consultadas por Télam dijeron que Alvarado recibió asistencia psiquiátrica en el hospital de Puerto Deseado y que es un paciente ambulatorio que acudía asiduamente a buscar sus medicamentos.

Sobre el menor detenido, los mismos voceros dijeron que no existen registros de enfermedades mentales en su historia clínica.

Lo mismo dijo hoy su padre, Julio, quien en diálogo con el canal TN aseguró que su hijo no tiene problemas psiquiátricos y pidió "perdón" a la víctima y a su familia.

"La verdad es que estoy quebrado, nunca pensé que iba a hacer esto, la verdad es que estoy muy dolido", expresó el hombre, quien reveló que su hijo le relató lo sucedido y le dijo que "estuvo (en el lugar) pero no hizo nada".

"Me comentó que él estuvo, se quebró, lloró, que él estuvo pero no hizo nada, que el chico (por el otro detenido) lo amenazó con que iba a matar a uno de sus hermanos si no lo acompañaba, que él vio nomás", relató Julio.

Y agregó: "Lamentablemente, aunque no tocó nada es como cómplice, así que va a tener que pagar (...) pido perdón a la familia de la victima, ya sé que eso no va a cambiar nada, que pague lo que tiene que pagar".

Ayer, el adolescente confesó ante el juez haber participado en la violación de la mujer y el crimen de su hijo y aportó datos que permitieron hallar el teléfono celular que le habían robado a la víctima.

Tras esa diligencia y, bajo custodia policial, el joven fue trasladado a la ciudad de Río Gallegos y alojado en Centro Preventivo Juvenil, donde quedó a disposición judicial.

En tanto, esta mañana, a las 7.30, la mujer violada, junto con su esposo y tres de sus hijos -una joven, un integrante del Ejército o otro de Gendarmería-, partieron con el féretro del menor asesinado rumbo a la ciudad de Comodoro Rivadavia, desde donde abordarán un vuelo rubo a Salta, previo paso por Buenos Aires, con destino a la ciudad de Rosario de la Frontera, donde viven.

Anoche, horas antes de partir, la víctima y su familia salieron a la puerta del hospital de Puerto Deseado y agradecieron a los vecinos y a la prensa el apoyo brindado.

Antes, durante la tarde, en una rueda de reconocimiento, la mujer había identificado al adolescente como la segunda persona que participó del ataque y que se llevó a su hijo, que finalmente apareció asesinado a golpes.

Tras esa medida, el ministro de Seguridad de la provincia, Lisandro de la Torre, aseguró a Télam que "a nivel policial el caso está esclarecido y los dos sospechosos puestos a disposición de la Justicia".

El hecho ocurrió el jueves último cuando la mujer y su hijo de 4 años, quienes estaban de visita en Puerto Deseado, caminaban por la playa Cavendish.

De acuerdo a los datos que pudo aportar la víctima a la Policía, en ese momento ambos fueron sorprendidos por dos hombres que los amenazaron, la obligaron a caminar hasta una cueva, ya que el lugar está rodeado de acantilados, y luego la atacaron con el objetivo de abusar sexualmente de ella.

Según lo que relató, en medio del ataque sexual y mientras uno de los agresores amenazaba a su hijo con un cuchillo, la mujer se desvaneció, por lo que los delincuentes, al creerla muerta, se llevaron al chico, a quien finalmente asesinaron a golpes y dejaron abandonado a pocos metros de donde se hallaba su madre.

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25 FEB 2020 - 16:37

Mientras tanto, el juez de la causa, Oldemar Villa, aguardaba informes psicológicos y psiquiátricos de rigor a los dos detenidos, quienes ya fueron indagados, dijeron fuentes de la investigación.

Ayer a la tarde, el magistrado se trasladó hacia la localidad de Fitz Roy para indagar al mayor de los detenidos, Omar Alvarado (33), quien está alojado en una dependencia de Caleta Olivia y fue llevado hasta allí especialmente para cumplir con esa diligencia.

Los voceros explicaron que tras ello el magistrado retornó a Puerto Deseado y aguarda que tanto Alvarado como el otro acusado, de 16 años, sean sometidos a estudios con el fin de establecer su estado mental y si son o no imputables.

Fuentes sanitarias consultadas por Télam dijeron que Alvarado recibió asistencia psiquiátrica en el hospital de Puerto Deseado y que es un paciente ambulatorio que acudía asiduamente a buscar sus medicamentos.

Sobre el menor detenido, los mismos voceros dijeron que no existen registros de enfermedades mentales en su historia clínica.

Lo mismo dijo hoy su padre, Julio, quien en diálogo con el canal TN aseguró que su hijo no tiene problemas psiquiátricos y pidió "perdón" a la víctima y a su familia.

"La verdad es que estoy quebrado, nunca pensé que iba a hacer esto, la verdad es que estoy muy dolido", expresó el hombre, quien reveló que su hijo le relató lo sucedido y le dijo que "estuvo (en el lugar) pero no hizo nada".

"Me comentó que él estuvo, se quebró, lloró, que él estuvo pero no hizo nada, que el chico (por el otro detenido) lo amenazó con que iba a matar a uno de sus hermanos si no lo acompañaba, que él vio nomás", relató Julio.

Y agregó: "Lamentablemente, aunque no tocó nada es como cómplice, así que va a tener que pagar (...) pido perdón a la familia de la victima, ya sé que eso no va a cambiar nada, que pague lo que tiene que pagar".

Ayer, el adolescente confesó ante el juez haber participado en la violación de la mujer y el crimen de su hijo y aportó datos que permitieron hallar el teléfono celular que le habían robado a la víctima.

Tras esa diligencia y, bajo custodia policial, el joven fue trasladado a la ciudad de Río Gallegos y alojado en Centro Preventivo Juvenil, donde quedó a disposición judicial.

En tanto, esta mañana, a las 7.30, la mujer violada, junto con su esposo y tres de sus hijos -una joven, un integrante del Ejército o otro de Gendarmería-, partieron con el féretro del menor asesinado rumbo a la ciudad de Comodoro Rivadavia, desde donde abordarán un vuelo rubo a Salta, previo paso por Buenos Aires, con destino a la ciudad de Rosario de la Frontera, donde viven.

Anoche, horas antes de partir, la víctima y su familia salieron a la puerta del hospital de Puerto Deseado y agradecieron a los vecinos y a la prensa el apoyo brindado.

Antes, durante la tarde, en una rueda de reconocimiento, la mujer había identificado al adolescente como la segunda persona que participó del ataque y que se llevó a su hijo, que finalmente apareció asesinado a golpes.

Tras esa medida, el ministro de Seguridad de la provincia, Lisandro de la Torre, aseguró a Télam que "a nivel policial el caso está esclarecido y los dos sospechosos puestos a disposición de la Justicia".

El hecho ocurrió el jueves último cuando la mujer y su hijo de 4 años, quienes estaban de visita en Puerto Deseado, caminaban por la playa Cavendish.

De acuerdo a los datos que pudo aportar la víctima a la Policía, en ese momento ambos fueron sorprendidos por dos hombres que los amenazaron, la obligaron a caminar hasta una cueva, ya que el lugar está rodeado de acantilados, y luego la atacaron con el objetivo de abusar sexualmente de ella.

Según lo que relató, en medio del ataque sexual y mientras uno de los agresores amenazaba a su hijo con un cuchillo, la mujer se desvaneció, por lo que los delincuentes, al creerla muerta, se llevaron al chico, a quien finalmente asesinaron a golpes y dejaron abandonado a pocos metros de donde se hallaba su madre.


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