Caso Bel: empezó la cuenta regresiva de 20 días

En ese plazo se conocerá la sentencia por el caso del secuestro y la desaparición del maestro y militante en Trelew. Pese al pedido de la familia, el fallo no se leerá en el Valle. Terminaron los alegatos con los argumentos de la Defensa y las últimas palabras de Tito Nichols y Hernán Hermelo, los acusados.

10 MAR 2020 - 21:48 | Actualizado

En 20 días hábiles se conocerá el fallo por el caso del secuestro y la desaparición de Elvio Ángel Bel en Trelew. Si el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia tiene la decisión antes, se convocará a las partes y será pública con antelación. El presidente del TOF, Enrique Guanziroli, explicó que pese al pedido de la familia y de la militancia, los jueces no podrán desplazarse a Trelew para dar a conocer el fallo. “Se comunicará con antelación para poder establecer una videoconferencia o comunicación directa. Era un tema que estaba pendiente”, agregó.

Ayer, los defensores Sergio Oribones y María Van Raap objetaron los argumentos del Ministerio Público Fiscal y las pruebas presentaron durante el proceso. Cabe recordar que pidieron 17 años de prisión para Tito Nichols y Hernán Hermelo.

“El Cabezón” Bel, oriundo de Entre Ríos, comerciante y reconocido militante comunista, desapareció a las 20 del viernes 5 de noviembre de 1976 luego de que dos personas irrumpieran en su local de 25 de Mayo 111 casi Belgrano, en pleno centro de Trelew. Había en ese momento una cliente ocasional –María Moraga- y su hijo Pablo, de ocho meses.

La defensa desestimó que a los imputados se les atribuya una autoría mediata en el delito. “Las numerosas referencias de los fiscales no alcanzan a conformar un panorama de indicios claros, precisos, contundentes e indicativos de que mis asistidos tomaron parte del episodio”, explicó Oribones.

Recordó que Hermelo dijo no conocer a Nichols y que su accionar se limitaba a trabajar en la Base Almirante Zar como infante de marina en el Batallón 4. “Conocía muy pocas personas de la ciudad y su actividad era residir en el interior de la base y por las actividades profesionales que desplegaba, todo tenía que ver con su rol de segundo jefe y la eventualidad de un conflicto bélico en ciernes con Chile”.

En cuanto a la labor de Nichols desde el Departamento de Informaciones Policiales se aclaró que los informes mensuales que elaboraba surgían del aporte de las Unidades Regionales y de recortes de diarios. Y que en el caso de Bel no se requería de ningún tipo de Inteligencia: era conocido por su militancia política comprometida con un ideal y “que no implicaba ninguna solución a través de armas y violencia”.

Oribones explicó que más allá del cargo de Nichols y de dirigir una Dirección, “no había nada novedoso que informar sobre Bel”. Lo excluyó de las situaciones de maltrato sufrida por los familiares de la víctima al intentar denunciar. Recordó que el expolicía aparece en la causa como testigo en la causa en 1984, citado a propuesta de la querella. Y que aportó datos que respaldó al momento de ser considerado imputado.

“Explicó cómo llegó al cargo proveniente de Esquel y cuál era la práctica que se realizaba. No había tareas de campo, seguimientos; observaciones, inspecciones ocultas, tampoco necesidad ni capacidad para hacerlo. Las tareas tenían que ver con delitos comunes como reducidores y temas de quiniela” describió.

La Defensa cuestionó la definición de “aparato represivo destinado a la persecución ideológica en el plan sistemático de vulneración de los derechos humanos” y la posible injerencia de Nichols como Hermelo, quienes sólo en el último expediente aparecen investigados.

Respecto a Hilda Fredes, esposa de Bel, destacó su tenacidad para revertir un sobreseimiento dispuesto por un juez federal. Recordaron el paso frustrado de los familiares por la Seccional 2ª y en la 1ª, donde permanecieron cerradas las puertas impidiendo denunciar la desaparición. “Siendo ella querellante y a su pedido, Nichols es convocado como testigo en noviembre del ’84. En 2011, quince años después, se lo indagó y se resuelve la falta de mérito. Tras la apelación se confirma el fallo hasta que el fiscal insistió con el procesamiento dispuesto por un juez subrogante que ahora es recurrido”.

Según la Defensa, el MPF “no trajo un caso sino un expediente” y que en el alegato no demostró la intervención de los acusados. Planteó que el grupo de testigos tiene un “compromiso emotivo y afectivo” con la víctima y que tienen una posición asumida. Oribones negó que se haya facilitado información vital para producir la detención ilegal de Bel debido a que ya conocían al comerciante desaparecido.

Por su parte, la defensora Van Raap definió la calificación jurídica de Desaparición Forzada de Persona como “inadecuada”.

Últimas palabras

Hernán Hermelo, en videoconferencia desde Comodoro Py, consideró al caso como “un gran amasijo para encontrar un culpable” y recordó no haber conocido a Bel ni haber tenido relación con los vecinos de Trelew debido a sus responsabilidades militares. “Es incorrecto que el accionar del Batallón estaba dirigido contra la subversión ya que todo el esfuerzo estaba puesto por un inminente ataque de Chile. No fui jefe de Inteligencia de la base, es disparatado decir eso. Parece que esto no se supiera pero no se puede depender de dos comandantes”, aclaró.

Desde el banquillo, Tito Nichols explicó que nunca pidió ser destinado a Informaciones Policiales y repasó su infancia como empleado de comercio en Trevelin, sostén de familia y su formación en la fuerza como cadete becado.

“Lamento profundamente el caso. Hice mucho silencio porque varias veces fui mencionado como autor o responsable o como represor. Regularmente guardaba silencio y alguna vez salí a contestar a la señora Fredes a través de algún medio. No estaba en mi ánimo hacerlo porque respeté su sufrimiento”.

Dijo haber respondido a todas las citaciones de los tribunales pese a vivir en distintas ciudades. “Mi esperanza es lograr una reivindicación con mi sobreseimiento”.

Resta ahora aguardar la sentencia de los jueces federales de Comodoro Rivadavia. #

Enterate de las noticias de PROVINCIA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.

Las más leídas

10 MAR 2020 - 21:48

En 20 días hábiles se conocerá el fallo por el caso del secuestro y la desaparición de Elvio Ángel Bel en Trelew. Si el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia tiene la decisión antes, se convocará a las partes y será pública con antelación. El presidente del TOF, Enrique Guanziroli, explicó que pese al pedido de la familia y de la militancia, los jueces no podrán desplazarse a Trelew para dar a conocer el fallo. “Se comunicará con antelación para poder establecer una videoconferencia o comunicación directa. Era un tema que estaba pendiente”, agregó.

Ayer, los defensores Sergio Oribones y María Van Raap objetaron los argumentos del Ministerio Público Fiscal y las pruebas presentaron durante el proceso. Cabe recordar que pidieron 17 años de prisión para Tito Nichols y Hernán Hermelo.

“El Cabezón” Bel, oriundo de Entre Ríos, comerciante y reconocido militante comunista, desapareció a las 20 del viernes 5 de noviembre de 1976 luego de que dos personas irrumpieran en su local de 25 de Mayo 111 casi Belgrano, en pleno centro de Trelew. Había en ese momento una cliente ocasional –María Moraga- y su hijo Pablo, de ocho meses.

La defensa desestimó que a los imputados se les atribuya una autoría mediata en el delito. “Las numerosas referencias de los fiscales no alcanzan a conformar un panorama de indicios claros, precisos, contundentes e indicativos de que mis asistidos tomaron parte del episodio”, explicó Oribones.

Recordó que Hermelo dijo no conocer a Nichols y que su accionar se limitaba a trabajar en la Base Almirante Zar como infante de marina en el Batallón 4. “Conocía muy pocas personas de la ciudad y su actividad era residir en el interior de la base y por las actividades profesionales que desplegaba, todo tenía que ver con su rol de segundo jefe y la eventualidad de un conflicto bélico en ciernes con Chile”.

En cuanto a la labor de Nichols desde el Departamento de Informaciones Policiales se aclaró que los informes mensuales que elaboraba surgían del aporte de las Unidades Regionales y de recortes de diarios. Y que en el caso de Bel no se requería de ningún tipo de Inteligencia: era conocido por su militancia política comprometida con un ideal y “que no implicaba ninguna solución a través de armas y violencia”.

Oribones explicó que más allá del cargo de Nichols y de dirigir una Dirección, “no había nada novedoso que informar sobre Bel”. Lo excluyó de las situaciones de maltrato sufrida por los familiares de la víctima al intentar denunciar. Recordó que el expolicía aparece en la causa como testigo en la causa en 1984, citado a propuesta de la querella. Y que aportó datos que respaldó al momento de ser considerado imputado.

“Explicó cómo llegó al cargo proveniente de Esquel y cuál era la práctica que se realizaba. No había tareas de campo, seguimientos; observaciones, inspecciones ocultas, tampoco necesidad ni capacidad para hacerlo. Las tareas tenían que ver con delitos comunes como reducidores y temas de quiniela” describió.

La Defensa cuestionó la definición de “aparato represivo destinado a la persecución ideológica en el plan sistemático de vulneración de los derechos humanos” y la posible injerencia de Nichols como Hermelo, quienes sólo en el último expediente aparecen investigados.

Respecto a Hilda Fredes, esposa de Bel, destacó su tenacidad para revertir un sobreseimiento dispuesto por un juez federal. Recordaron el paso frustrado de los familiares por la Seccional 2ª y en la 1ª, donde permanecieron cerradas las puertas impidiendo denunciar la desaparición. “Siendo ella querellante y a su pedido, Nichols es convocado como testigo en noviembre del ’84. En 2011, quince años después, se lo indagó y se resuelve la falta de mérito. Tras la apelación se confirma el fallo hasta que el fiscal insistió con el procesamiento dispuesto por un juez subrogante que ahora es recurrido”.

Según la Defensa, el MPF “no trajo un caso sino un expediente” y que en el alegato no demostró la intervención de los acusados. Planteó que el grupo de testigos tiene un “compromiso emotivo y afectivo” con la víctima y que tienen una posición asumida. Oribones negó que se haya facilitado información vital para producir la detención ilegal de Bel debido a que ya conocían al comerciante desaparecido.

Por su parte, la defensora Van Raap definió la calificación jurídica de Desaparición Forzada de Persona como “inadecuada”.

Últimas palabras

Hernán Hermelo, en videoconferencia desde Comodoro Py, consideró al caso como “un gran amasijo para encontrar un culpable” y recordó no haber conocido a Bel ni haber tenido relación con los vecinos de Trelew debido a sus responsabilidades militares. “Es incorrecto que el accionar del Batallón estaba dirigido contra la subversión ya que todo el esfuerzo estaba puesto por un inminente ataque de Chile. No fui jefe de Inteligencia de la base, es disparatado decir eso. Parece que esto no se supiera pero no se puede depender de dos comandantes”, aclaró.

Desde el banquillo, Tito Nichols explicó que nunca pidió ser destinado a Informaciones Policiales y repasó su infancia como empleado de comercio en Trevelin, sostén de familia y su formación en la fuerza como cadete becado.

“Lamento profundamente el caso. Hice mucho silencio porque varias veces fui mencionado como autor o responsable o como represor. Regularmente guardaba silencio y alguna vez salí a contestar a la señora Fredes a través de algún medio. No estaba en mi ánimo hacerlo porque respeté su sufrimiento”.

Dijo haber respondido a todas las citaciones de los tribunales pese a vivir en distintas ciudades. “Mi esperanza es lograr una reivindicación con mi sobreseimiento”.

Resta ahora aguardar la sentencia de los jueces federales de Comodoro Rivadavia. #


NOTICIAS RELACIONADAS