#Tandil Así demoró la Policia Bonaerense al empresario de la construcción,Gustavo Cardinale, en el country Sierras de Tandil.Está acusado de no cumplir la cuarentena escondiendo a la empleada doméstica en el baúl de su auto para que trabaje en su casa.Lo denunció la seguridad. pic.twitter.com/FLWxRtmZ7y
— Ignacio González Prieto (@igonzalezprieto) March 24, 2020
El hecho, según relatan los medios tandilenses, se produjo cuandolos vecinos del barrio cerrado denunciaron que Cardinale había llevado dentro del baúl de su auto a la mucama.
El hecho también había sido advertido por la seguridad privada del country.
Según reconstruyeron los medios de Tandil, la respuesta de Cardinale ante la denuncia y la posterior llegada de efectivos policiales, fue que la mujer iba sentada en asiento trasero del auto para evitar contagios, y no fue vista porque el vehículo tiene vidrios polarizados.
La policía llevó a la mujer hasta su casa para que continuara con la cuarentena y el empresario fue confinado a su propiedad en el country.
El empresario fue notificado de la existencia de una causa en su contra abierta por haber violado la cuarentena obligatoria dispuesta por el presidente Alberto Fernández a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia.
Allí se estableció que quienes violaren la cuarentena serán alcanzados, en principio, por dos artículos del Código Penal.
El 205 señala que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
Y el 239 que establece que “será reprimido con prisión de quince días a un año, el que resistiere o desobedeciere a un funcionario público en el ejercicio legítimo de sus funciones o a la persona que le prestare asistencia a requerimiento de aquél o en virtud de una obligación legal".
Por la tarde, cuando se difundió la noticia en los medios locales, Cardinale hizo circular entre sus conocidos un descargo en el que señala: “Vecinos quiero aclarar el desafortunado incidente ocurrido en horas de la mañana. Yo tengo una empresa de transporte la cual está autorizada a trabajar ya que mi rubro es fundamental para la producción de productos agropecuarios.Para evitar contactos personales, hemos decidido enviar los camiones, los anticipos de dinero y las órdenes vía mail manteniéndonos cada uno desde su casa.Por lo tanto 8:30 de la mañana ingresamoscon una empleada administrativa nuestra sentada en el asiento trasero para evitar contagios.Dicha situación ha llamado la atención de alguien que realizó una denuncia que derivó en la lamentable y ya conocida situación que originó esta errónea noticia publicada en el día de hoy”.
Acompañó la explicación con la foto de una autorización extendida a nombre de una empleada de la compañía Cardinale S.A –que es proveedora de trigo candeal- y por ende está incluida en las actividades esenciales que deben seguir funcionado durante la cuarentena.
En ese certificado que recibieron los conocidos de Cardinale se señala que la mujer-cuya identidad no se revela-
“desempeña labores vinculadas con la actividad agropecuaria, suministro y comercialización de alimentos”.
El papel tiene un sello de la Comisaría Primera de Tandil de la Policía Bonaerense, que depende del ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.
Y está firmado por un oficial subayudante. Consultada la base de datos comerciales Nosis y la empleada a cuyo nombre se extendió el certificado no aparece como empleada en relación de dependencia de ninguna empresa.
Cardinale es un empresario de Tandil que además de la empresa de transporte y de alimentos tiene una hormigonera llamada Markal, negocios agropecuarios y es aficionado al atletismo.
(Infobae)
#Tandil Así demoró la Policia Bonaerense al empresario de la construcción,Gustavo Cardinale, en el country Sierras de Tandil.Está acusado de no cumplir la cuarentena escondiendo a la empleada doméstica en el baúl de su auto para que trabaje en su casa.Lo denunció la seguridad. pic.twitter.com/FLWxRtmZ7y
— Ignacio González Prieto (@igonzalezprieto) March 24, 2020
El hecho, según relatan los medios tandilenses, se produjo cuandolos vecinos del barrio cerrado denunciaron que Cardinale había llevado dentro del baúl de su auto a la mucama.
El hecho también había sido advertido por la seguridad privada del country.
Según reconstruyeron los medios de Tandil, la respuesta de Cardinale ante la denuncia y la posterior llegada de efectivos policiales, fue que la mujer iba sentada en asiento trasero del auto para evitar contagios, y no fue vista porque el vehículo tiene vidrios polarizados.
La policía llevó a la mujer hasta su casa para que continuara con la cuarentena y el empresario fue confinado a su propiedad en el country.
El empresario fue notificado de la existencia de una causa en su contra abierta por haber violado la cuarentena obligatoria dispuesta por el presidente Alberto Fernández a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia.
Allí se estableció que quienes violaren la cuarentena serán alcanzados, en principio, por dos artículos del Código Penal.
El 205 señala que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
Y el 239 que establece que “será reprimido con prisión de quince días a un año, el que resistiere o desobedeciere a un funcionario público en el ejercicio legítimo de sus funciones o a la persona que le prestare asistencia a requerimiento de aquél o en virtud de una obligación legal".
Por la tarde, cuando se difundió la noticia en los medios locales, Cardinale hizo circular entre sus conocidos un descargo en el que señala: “Vecinos quiero aclarar el desafortunado incidente ocurrido en horas de la mañana. Yo tengo una empresa de transporte la cual está autorizada a trabajar ya que mi rubro es fundamental para la producción de productos agropecuarios.Para evitar contactos personales, hemos decidido enviar los camiones, los anticipos de dinero y las órdenes vía mail manteniéndonos cada uno desde su casa.Por lo tanto 8:30 de la mañana ingresamoscon una empleada administrativa nuestra sentada en el asiento trasero para evitar contagios.Dicha situación ha llamado la atención de alguien que realizó una denuncia que derivó en la lamentable y ya conocida situación que originó esta errónea noticia publicada en el día de hoy”.
Acompañó la explicación con la foto de una autorización extendida a nombre de una empleada de la compañía Cardinale S.A –que es proveedora de trigo candeal- y por ende está incluida en las actividades esenciales que deben seguir funcionado durante la cuarentena.
En ese certificado que recibieron los conocidos de Cardinale se señala que la mujer-cuya identidad no se revela-
“desempeña labores vinculadas con la actividad agropecuaria, suministro y comercialización de alimentos”.
El papel tiene un sello de la Comisaría Primera de Tandil de la Policía Bonaerense, que depende del ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.
Y está firmado por un oficial subayudante. Consultada la base de datos comerciales Nosis y la empleada a cuyo nombre se extendió el certificado no aparece como empleada en relación de dependencia de ninguna empresa.
Cardinale es un empresario de Tandil que además de la empresa de transporte y de alimentos tiene una hormigonera llamada Markal, negocios agropecuarios y es aficionado al atletismo.
(Infobae)