En el primer trimestre Chubut tuvo una pérdida real de $ 542 millones por coparticipación

Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la coparticipación hacia las provincias se ha derrumbado en los primeros tres meses del año y lo que viene será peor. El deterioro fiscal es general y podría complicar a los gobernadores en el cumplimiento de las obligaciones.

11 ABR 2020 - 18:38 | Actualizado

Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) analizó cómo se ha derrumbado la coparticipación a la provincia en el primer trimestre del año, en términos reales, es decir contemplando el efecto inflacionario.

Los datos, se aclara, son acumulados al mes de marzo, con lo que no todavía no se siente de lleno los efectos de la pandemia del coronavirus, que en abril también marcarán números aún peores, ante una recadaución que está frenada por todo el parate de la actividad económica en todo el país.

Los recursos transferidos desde el Gobierno Nacional a las provincias y CABA, en concepto de Coparticipación y Leyes Especiales, alcanzaron los $136.848 millones, con un crecimiento nominal del 30,4%. Al considerar los efectos de la inflación, esto significa una caída del 11,3% de la coparticipación en términos reales.

Todas las provincias sufrieron en marzo la caída de la coparticipación. Se distinguen dos grupos: Córdoba, Santa Fe y San Luis, que vieron crecer su coparticipación nominal alrededor del 27,7% (-13% en términos reales), y las demás jurisdicciones, que promedian alrededor de un 31% de incremento nominal (11% de caída real).

Las transferencias del Gobierno Nacional hacia las provincias crecieron un 37,8% nominal. En términos reales, esto significa una pérdida de recursos del 8,2%. Para el caso de Chubut, la pérdida en términos reales para el primer trimestre del 2020 fue del 7,3%.

Todas las provincias vieron reducida la coparticipación recibida en el primer trimestre del año. “Si se realiza el cálculo del monto necesario para que el poder adquisitivo de la coparticipación se hubiese mantenido constante en el primer trimestre de este año, se tiene que el mismo es de $41.593 millones de pesos”.

Y al observar las pérdidas en términos reales de coparticipación durante los primeros tres meses del año, Chubut aparece resignando $ 542 millones. Un panorama similar con algunas de de las provincias patagónicas: Tierra del Fuego dejó de percibir $ 414 millones, Santa Cruz $ 524 millones. En otro grupo, el de las que salieron con mayores pérdidas, aparece La Pampa con $ 618 millones, Neuquén ($ 624 millones) y en la peor situación Río Negro, con una caída en términos reales de 841 millones de pesos.

Desde IARAF apuntaron que “la situación de la coparticipación antes del efecto del Covid-19 ya era negativa, como fiel reflejo del impacto de la débil actividad económica sobre la recaudación tributaria nacional”.

Remarcan asimismo que “la situación compromete la capacidad de los gobiernos de financiar su gasto, en momentos donde el gasto en salud y de asistencia a la población va a crecer por el mismo efecto del virus. Seguramente se tendrán que reducir otros gastos, dado que no hay crédito disponible”.

Todas las provincias sufrieron en marzo la caída de la coparticipación, aunque se distinguen dos grupos: por un lado, Córdoba, Santa Fe y San Luis, que vieron crecer su coparticipación nominal alrededor del 27,7% (-13% en términos reales), y las demás jurisdicciones, que promedian alrededor de un 31% de incremento nominal (11% de caída real).

Esta diferenciación se debe a que todas las provincias, excepto las tres que están separadas, reciben este año un concepto adicional con respecto al año pasado, correspondiente a los 3 puntos restantes de la precoparticipación que se les detraía3. De esta manera, las caídas dadas en la coparticipación son mitigadas por este ingreso adicional. Las otras tres, dado que no reciben componentes adicionales, permiten observar la caída de la coparticipación sin distorsiones.

La coparticipación enviada a las provincias sigue la tendencia -en general- decreciente observada en el año 2019. Así, marzo es el cuarto mes consecutivo de disminución interanual de la coparticipación, y es la mayor caída en los últimos 12 meses.

Acorde a esta dinámica, desde abril 2019 las provincias acumulan una resignación equivalente a $51.053 millones (moneda de marzo de 2020). Para tener una dimensión de lo que esto significa, el monto de lo resignado equivaldría a un 40% de la coparticipación recibida durante este mes de marzo.

Panorama negro

Según la consultora, lo que viene hacia adelante es un escenario más que complejo. “La pandemia del covid-19 generará una retracción de actividad y consecuentemente de la recaudación tributaria de la Nación, de las Provincias y de los municipios. Se dará una caída tanto por la vía directa de la recaudación propia como por la indirecta de la coparticipación.

“Analizando los envíos de coparticipación del mes de marzo, se aprecia que la falta de actividad de los últimos días ya puede haberse hecho sentir en los pagos del IVA. Esto es así puesto que si bien dicho impuesto corresponde a las operaciones realizadas el mes anterior (febrero, básicamente no afectadas por la pandemia), la menor liquidez del último tercio de marzo puede haber reducido los pagos efectivos.

Marcan que “en abril, en cambio, la recaudación de IVA (y por lógica la coparticipación del mismo) se verá afectada por el doble impacto del aislamiento por el virus que generará un menor devengamiento por la caída de las ventas de marzo, junto a la extensión de la falta de liquidez que impactará en el pago de los distintos vencimientos que ocurran en el mes (o en la propia posibilidad de diferimiento de los vencimientos sugerida como política frente a la crisis)”.

Expresan que “la situación compromete la capacidad de los gobiernos de financiar su gasto, en momentos donde el gasto en salud y de asistencia a la población va a crecer por el mismo efecto del virus. Seguramente se tendrán que reducir otros gastos”.

“El camino que tome el Gobierno Nacional, pensando en el impacto que tendrá sobre la recaudación el contexto actual, será determinante para los gobiernos provinciales y sus municipios, que incrementarán la demanda de fondos adicionales para hacer frente a las dificultades fiscales que tendrán los próximos meses, como ya no hay dudas de acuerdo a los primeros datos efectivos mostrados en este informe”, concluyen desde IARAF.

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11 ABR 2020 - 18:38

Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) analizó cómo se ha derrumbado la coparticipación a la provincia en el primer trimestre del año, en términos reales, es decir contemplando el efecto inflacionario.

Los datos, se aclara, son acumulados al mes de marzo, con lo que no todavía no se siente de lleno los efectos de la pandemia del coronavirus, que en abril también marcarán números aún peores, ante una recadaución que está frenada por todo el parate de la actividad económica en todo el país.

Los recursos transferidos desde el Gobierno Nacional a las provincias y CABA, en concepto de Coparticipación y Leyes Especiales, alcanzaron los $136.848 millones, con un crecimiento nominal del 30,4%. Al considerar los efectos de la inflación, esto significa una caída del 11,3% de la coparticipación en términos reales.

Todas las provincias sufrieron en marzo la caída de la coparticipación. Se distinguen dos grupos: Córdoba, Santa Fe y San Luis, que vieron crecer su coparticipación nominal alrededor del 27,7% (-13% en términos reales), y las demás jurisdicciones, que promedian alrededor de un 31% de incremento nominal (11% de caída real).

Las transferencias del Gobierno Nacional hacia las provincias crecieron un 37,8% nominal. En términos reales, esto significa una pérdida de recursos del 8,2%. Para el caso de Chubut, la pérdida en términos reales para el primer trimestre del 2020 fue del 7,3%.

Todas las provincias vieron reducida la coparticipación recibida en el primer trimestre del año. “Si se realiza el cálculo del monto necesario para que el poder adquisitivo de la coparticipación se hubiese mantenido constante en el primer trimestre de este año, se tiene que el mismo es de $41.593 millones de pesos”.

Y al observar las pérdidas en términos reales de coparticipación durante los primeros tres meses del año, Chubut aparece resignando $ 542 millones. Un panorama similar con algunas de de las provincias patagónicas: Tierra del Fuego dejó de percibir $ 414 millones, Santa Cruz $ 524 millones. En otro grupo, el de las que salieron con mayores pérdidas, aparece La Pampa con $ 618 millones, Neuquén ($ 624 millones) y en la peor situación Río Negro, con una caída en términos reales de 841 millones de pesos.

Desde IARAF apuntaron que “la situación de la coparticipación antes del efecto del Covid-19 ya era negativa, como fiel reflejo del impacto de la débil actividad económica sobre la recaudación tributaria nacional”.

Remarcan asimismo que “la situación compromete la capacidad de los gobiernos de financiar su gasto, en momentos donde el gasto en salud y de asistencia a la población va a crecer por el mismo efecto del virus. Seguramente se tendrán que reducir otros gastos, dado que no hay crédito disponible”.

Todas las provincias sufrieron en marzo la caída de la coparticipación, aunque se distinguen dos grupos: por un lado, Córdoba, Santa Fe y San Luis, que vieron crecer su coparticipación nominal alrededor del 27,7% (-13% en términos reales), y las demás jurisdicciones, que promedian alrededor de un 31% de incremento nominal (11% de caída real).

Esta diferenciación se debe a que todas las provincias, excepto las tres que están separadas, reciben este año un concepto adicional con respecto al año pasado, correspondiente a los 3 puntos restantes de la precoparticipación que se les detraía3. De esta manera, las caídas dadas en la coparticipación son mitigadas por este ingreso adicional. Las otras tres, dado que no reciben componentes adicionales, permiten observar la caída de la coparticipación sin distorsiones.

La coparticipación enviada a las provincias sigue la tendencia -en general- decreciente observada en el año 2019. Así, marzo es el cuarto mes consecutivo de disminución interanual de la coparticipación, y es la mayor caída en los últimos 12 meses.

Acorde a esta dinámica, desde abril 2019 las provincias acumulan una resignación equivalente a $51.053 millones (moneda de marzo de 2020). Para tener una dimensión de lo que esto significa, el monto de lo resignado equivaldría a un 40% de la coparticipación recibida durante este mes de marzo.

Panorama negro

Según la consultora, lo que viene hacia adelante es un escenario más que complejo. “La pandemia del covid-19 generará una retracción de actividad y consecuentemente de la recaudación tributaria de la Nación, de las Provincias y de los municipios. Se dará una caída tanto por la vía directa de la recaudación propia como por la indirecta de la coparticipación.

“Analizando los envíos de coparticipación del mes de marzo, se aprecia que la falta de actividad de los últimos días ya puede haberse hecho sentir en los pagos del IVA. Esto es así puesto que si bien dicho impuesto corresponde a las operaciones realizadas el mes anterior (febrero, básicamente no afectadas por la pandemia), la menor liquidez del último tercio de marzo puede haber reducido los pagos efectivos.

Marcan que “en abril, en cambio, la recaudación de IVA (y por lógica la coparticipación del mismo) se verá afectada por el doble impacto del aislamiento por el virus que generará un menor devengamiento por la caída de las ventas de marzo, junto a la extensión de la falta de liquidez que impactará en el pago de los distintos vencimientos que ocurran en el mes (o en la propia posibilidad de diferimiento de los vencimientos sugerida como política frente a la crisis)”.

Expresan que “la situación compromete la capacidad de los gobiernos de financiar su gasto, en momentos donde el gasto en salud y de asistencia a la población va a crecer por el mismo efecto del virus. Seguramente se tendrán que reducir otros gastos”.

“El camino que tome el Gobierno Nacional, pensando en el impacto que tendrá sobre la recaudación el contexto actual, será determinante para los gobiernos provinciales y sus municipios, que incrementarán la demanda de fondos adicionales para hacer frente a las dificultades fiscales que tendrán los próximos meses, como ya no hay dudas de acuerdo a los primeros datos efectivos mostrados en este informe”, concluyen desde IARAF.


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