“Basta de chicanas”, le pidió Héctor González a los políticos de la provincia

Héctor González salió a cuestionar “las conductas demasiado adolescentes de quienes tienen responsabilidades institucionales importantes”. Elogió al presidente Alberto Fernández. Y vuelve a poner el alerta por la grave situación económica y financiera de las cooperativas.

13 ABR 2020 - 20:53 | Actualizado

El secretario general del Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia, Héctor González, cuestionó las diferencias entre la clase dirigente de Chubut en medio de la pandemia del coronavirus y reclamó, en cambio, “definir objetivos comunes para afrontar esta crisis económica, sanitaria y social en el corto plazo”.

En una entrevista con Jornada, el líder gremial elogió, en cambio, al presidente Alberto Fernández, de quien valoró su mirada “profundamente humanística”.

- ¿Cómo observa la situación del coronavirus en Chubut?

Es claro que en nuestra provincia se da una suerte de paradoja, puesto que los efectos de la paralización económica han profundizado la difícil y compleja situación de las cuentas del Estado provincial, que además de no poder hacer frente a los salarios de sus trabajadoras y trabajadores, tiene serias dificultades para sostener los servicios a su cargo, como la educación, la salud, los servicios públicos esenciales y otros. Y por otra parte es una de las tres provincias que hasta ahora se ha logrado estar exenta de casos de COVID-19. Podemos darle distintas explicaciones, comenzando por valorar la tarea del ministro de Salud, Fabián Puratich, y de todo el personal del sistema provincial de salud. Pero pienso que el dato distintivo es la conducta social para cumplir con las medidas de restricción social. Este dato en sí mismo deja un mensaje atronador a la dirigencia política que, siguiendo ese ejemplo, debería dejar de lado las disputas personales y políticas para ponerse a trabajar mancomunadamente para sacar adelante a Chubut.

- ¿Cree que hubo un resurgimiento de esas diferencias?

No es admisible que continúen las chicanas menores, la priorización de las diferencias personales por sobre los intereses del conjunto de la sociedad. A veces, muchas, hay conductas demasiado adolescentes de quienes tienen responsabilidades institucionales importantes. Lo digo en términos generales, porque cada cual sabrá si le corresponde el sayo. Es necesario que rápidamente definamos objetivos comunes para afrontar esta crisis económica, sanitaria y social. En el corto plazo, y me refiero a todo este año y probablemente el primer semestre del próximo, será necesaria una asistencia económica del Gobierno Nacional. Y no hablo de una actitud mendicante, sino de reclamar ayuda en función de los históricos aportes de recursos al conjunto del país que no han sido nunca debidamente compensados.

- ¿Usted habla de una reparación histórica?

Pienso en la nunca reparada injusticia de la pérdida de coparticipación de impuestos consentida por el gobierno del Dr. Atilio Viglione. Tenemos suficientes razones para solicitar ese acompañamiento, pero es imposible plantearlo sin un elevado nivel de consenso político interno. Es necesario, diría urgente, gestar ese acuerdo político esencial.

- ¿Usted habló de acciones para el corto plazo ¿Y en el mediano plazo?

Hace años se escuchan señalamientos sobre el agotamiento de la matriz productiva. Es una definición demasiado vaga e imprecisa. Lo que en realidad ha ocurrido es un abandono de la planificación. Estamos viviendo la situación de desfinanciamiento del Estado que describí antes, que provoca serias limitaciones operativas, conflictos sociales y mucha desesperanza. Sin embargo, es una provincia rica en recursos naturales, en la que tienen su asiento tres o cuatro de las diez empresas que más facturan en la Argentina. Una provincia extensa, con poca población, que concentra aproximadamente el 85% de sus habitantes en cinco ciudades. Con regiones y ciudades con alto desarrollo urbano, y otras con una endeblez estructural alarmante. Tenemos en realidad una provincia desigual y no pobre.

- ¿Y qué generan esas desigualdades?

Esas desigualdades se verifican, por un lado, en la recurrencia de una situación como las localidades del interior que tienen generación energética aislada, que dependen de motores que son viejos o no tienen mantenimientos adecuados, y que cuando se rompen dejan a poblaciones enteras sin energía durante días por falta de recursos para actuar rápidamente. Y por el otro lado, una situación que se ha dado en estos días, que es la actitud de la empresa Aluar, que ha licenciado personal y rebajado sus salarios mientras dure la situación emergente de la pandemia. Cuando digo Aluar hablo de una empresa que desde hace más de cuarenta años usufructúa una presa como la del río Futaleufú, que desde hace más de cuarenta años recibe energía, que es un insumo fundamental de su producción de aluminio, a un precio absolutamente privilegiado. Que ha tenido a su disposición un línea de energía duplicada para garantizar la estabilidad de su producción durante más de cuarenta años, que todo esto le ha permitido acumular enormes ganancias a lo largo del tiempo, habiendo podido expandirse y tener una generación térmica de energía dentro de su planta que duplica la de Futaleufú, y que ahora está construyendo enormes parques eólicos que aumentan esa acumulación de capital y ganancias. Esa empresa, frente a la situación transitoria que impone la pandemia, reduce su producción y en lugar de compartir una pequeñísima parte de tantas ganancias acumuladas a través de los años, retribuyendo normalmente a su personal durante estos meses. Decide que el esfuerzo lo hagan sus trabajadoras y trabajadores. Es vergonzoso e indignante. Esa son las desigualdades, las asimetrías que debemos superar en el futuro con una correcta planificación imbuida de un claro sentido de justicia social.

- ¿Por dónde habría que comenzar?

En primer lugar, resignificando el valor y el sentido de la planificación. En segundo, dando prioridad a una obra en cualquier escenario será necesaria, y es el interconectado energético del interior provincial. Los servicios públicos esenciales, como la energía eléctrica, el agua potable y las cloacas, son el primer umbral de una política de salud sustentable y componen la primera manifestación concreta de justicia social. Tener o no tener esos servicios hace una enorme diferencia. Por otro lado, la provisión de energía de manera firme y sólida en el interior es la base estructural para definir un nuevo modelo productivo para el mediano y largo plazo. Es el punto de partida, la base para la construcción de un proyecto alternativo de provincia basado en los principios de integralidad e integración. Un plan en ese sentido debería tratarse sin dilaciones en nuestra provincia, ser votado en la Legislatura, constituyéndolo en un proyecto integrador también en términos políticos, de modo tal que tenga continuidad en el tiempo. Sería deseable que se lo trate no como la idea de un sector político que lo impone al resto, sino como la manifestación de acuerdo político y social trascendente, pensando fundamentalmente en las futuras generaciones.

- ¿Qué piensa de la medida de Nación con respecto a no cortar servicios y el impacto en las cooperativas?

Compartimos el espíritu de la medida en cuanto a la intención de proteger a sectores sociales altamente vulnerables. También entiendo que a esa medida le falta otra complementaria, que compense a las cooperativas por la caída de recaudación que van a sufrir. No sólo entiendo que el Estado no puede descargar el costo de sus medidas en empresas del sector de la economía social como las cooperativas que están muy golpeadas por un proceso de retraso por recomposición tarifaria muy significativo, que las sumergió en el estado de endeudamiento que se encuentran. Ahora, si no se compensa este nuevo detraimiento a sus ingresos directamente no van a poder afrontar sus costos operativos básicos, incluyendo el pago del salario de los trabajadores y trabajadoras, y materiales esenciales para sus prestaciones como los insumos para la potabilización de agua.

- ¿Y qué papel juegan los poderes concedentes?

Párrafo aparte merece la anunciada intención de algunos intendentes de pretender que las cooperativas soporten subsidios y/o financiamientos a sectores productivos perjudicados por la crisis como los industriales, comerciales o turísticos. Es un enfoque temerario y erróneo. Temerario porque si eso se lleva adelante aumentaría el riesgo latente de que las cooperativas colapsen sus prestaciones; y erróneo porque empresas endeudadas y embargadas como las cooperativas, lejos de poder asistir económica y financieramente a otras actividades, necesitan que los poderes concedentes que durante años han obviado el desfinanciamiento de las cooperativas por negarles cuadros tarifarios que dieran cobertura a sus costos operativos, hoy necesitan ser subsidiadas y no pueden de ninguna forma financiar a otros. Estamos en una situación demasiado grave y compleja como para confundir las prioridades, no hay más espacio para improvisaciones y pequeñeces.

Elogios para Alberto

- ¿Qué le parece la gestión del Presidente en medio de la pandemia?

En primer lugar, pondero de manera sobresaliente las decisiones que ha tomado el Presidente desde el primer momento. Hoy estamos apreciando que la determinación de haber implementado el aislamiento social tempranamente está dando, desde el punto de vista sanitario, resultados altamente positivos en relación a otros países. La primera impresión, si uno considera el signo político de cada gobierno, es que a los denominados “de derecha” les importa bastante poco la salud de la población, y en consecuencia han privilegiado la demanda de los sectores económicos y financieros que postularon que no se puede parar la economía. Allí están, como ejemplo, Jair Bolsonaro y Sebastián Piñera, además de Donald Trump y Boris Johnson.

- Miradas distintas…

Hay que analizar el sustrato axiológico. Los valores que le dieron sentido a cada uno. Es claro que Alberto Fernández tiene una mirada profundamente humanística, a partir de la cual nos propuso como sociedad cuidarnos para cuidar a los demás, fundamentalmente a los más vulnerables frente a la situación, y dispuso diversas medidas que ponen de manifiesto el valor del Estado como promotor de la equidad social. Los otros le dieron prioridad a los valores del mercado como motivador de las políticas aplicadas. Como dice el Presidente, la economía la recuperaremos con el tiempo, más temprano o más tarde; pero cada vida perdida es irrecuperable.

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13 ABR 2020 - 20:53

El secretario general del Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia, Héctor González, cuestionó las diferencias entre la clase dirigente de Chubut en medio de la pandemia del coronavirus y reclamó, en cambio, “definir objetivos comunes para afrontar esta crisis económica, sanitaria y social en el corto plazo”.

En una entrevista con Jornada, el líder gremial elogió, en cambio, al presidente Alberto Fernández, de quien valoró su mirada “profundamente humanística”.

- ¿Cómo observa la situación del coronavirus en Chubut?

Es claro que en nuestra provincia se da una suerte de paradoja, puesto que los efectos de la paralización económica han profundizado la difícil y compleja situación de las cuentas del Estado provincial, que además de no poder hacer frente a los salarios de sus trabajadoras y trabajadores, tiene serias dificultades para sostener los servicios a su cargo, como la educación, la salud, los servicios públicos esenciales y otros. Y por otra parte es una de las tres provincias que hasta ahora se ha logrado estar exenta de casos de COVID-19. Podemos darle distintas explicaciones, comenzando por valorar la tarea del ministro de Salud, Fabián Puratich, y de todo el personal del sistema provincial de salud. Pero pienso que el dato distintivo es la conducta social para cumplir con las medidas de restricción social. Este dato en sí mismo deja un mensaje atronador a la dirigencia política que, siguiendo ese ejemplo, debería dejar de lado las disputas personales y políticas para ponerse a trabajar mancomunadamente para sacar adelante a Chubut.

- ¿Cree que hubo un resurgimiento de esas diferencias?

No es admisible que continúen las chicanas menores, la priorización de las diferencias personales por sobre los intereses del conjunto de la sociedad. A veces, muchas, hay conductas demasiado adolescentes de quienes tienen responsabilidades institucionales importantes. Lo digo en términos generales, porque cada cual sabrá si le corresponde el sayo. Es necesario que rápidamente definamos objetivos comunes para afrontar esta crisis económica, sanitaria y social. En el corto plazo, y me refiero a todo este año y probablemente el primer semestre del próximo, será necesaria una asistencia económica del Gobierno Nacional. Y no hablo de una actitud mendicante, sino de reclamar ayuda en función de los históricos aportes de recursos al conjunto del país que no han sido nunca debidamente compensados.

- ¿Usted habla de una reparación histórica?

Pienso en la nunca reparada injusticia de la pérdida de coparticipación de impuestos consentida por el gobierno del Dr. Atilio Viglione. Tenemos suficientes razones para solicitar ese acompañamiento, pero es imposible plantearlo sin un elevado nivel de consenso político interno. Es necesario, diría urgente, gestar ese acuerdo político esencial.

- ¿Usted habló de acciones para el corto plazo ¿Y en el mediano plazo?

Hace años se escuchan señalamientos sobre el agotamiento de la matriz productiva. Es una definición demasiado vaga e imprecisa. Lo que en realidad ha ocurrido es un abandono de la planificación. Estamos viviendo la situación de desfinanciamiento del Estado que describí antes, que provoca serias limitaciones operativas, conflictos sociales y mucha desesperanza. Sin embargo, es una provincia rica en recursos naturales, en la que tienen su asiento tres o cuatro de las diez empresas que más facturan en la Argentina. Una provincia extensa, con poca población, que concentra aproximadamente el 85% de sus habitantes en cinco ciudades. Con regiones y ciudades con alto desarrollo urbano, y otras con una endeblez estructural alarmante. Tenemos en realidad una provincia desigual y no pobre.

- ¿Y qué generan esas desigualdades?

Esas desigualdades se verifican, por un lado, en la recurrencia de una situación como las localidades del interior que tienen generación energética aislada, que dependen de motores que son viejos o no tienen mantenimientos adecuados, y que cuando se rompen dejan a poblaciones enteras sin energía durante días por falta de recursos para actuar rápidamente. Y por el otro lado, una situación que se ha dado en estos días, que es la actitud de la empresa Aluar, que ha licenciado personal y rebajado sus salarios mientras dure la situación emergente de la pandemia. Cuando digo Aluar hablo de una empresa que desde hace más de cuarenta años usufructúa una presa como la del río Futaleufú, que desde hace más de cuarenta años recibe energía, que es un insumo fundamental de su producción de aluminio, a un precio absolutamente privilegiado. Que ha tenido a su disposición un línea de energía duplicada para garantizar la estabilidad de su producción durante más de cuarenta años, que todo esto le ha permitido acumular enormes ganancias a lo largo del tiempo, habiendo podido expandirse y tener una generación térmica de energía dentro de su planta que duplica la de Futaleufú, y que ahora está construyendo enormes parques eólicos que aumentan esa acumulación de capital y ganancias. Esa empresa, frente a la situación transitoria que impone la pandemia, reduce su producción y en lugar de compartir una pequeñísima parte de tantas ganancias acumuladas a través de los años, retribuyendo normalmente a su personal durante estos meses. Decide que el esfuerzo lo hagan sus trabajadoras y trabajadores. Es vergonzoso e indignante. Esa son las desigualdades, las asimetrías que debemos superar en el futuro con una correcta planificación imbuida de un claro sentido de justicia social.

- ¿Por dónde habría que comenzar?

En primer lugar, resignificando el valor y el sentido de la planificación. En segundo, dando prioridad a una obra en cualquier escenario será necesaria, y es el interconectado energético del interior provincial. Los servicios públicos esenciales, como la energía eléctrica, el agua potable y las cloacas, son el primer umbral de una política de salud sustentable y componen la primera manifestación concreta de justicia social. Tener o no tener esos servicios hace una enorme diferencia. Por otro lado, la provisión de energía de manera firme y sólida en el interior es la base estructural para definir un nuevo modelo productivo para el mediano y largo plazo. Es el punto de partida, la base para la construcción de un proyecto alternativo de provincia basado en los principios de integralidad e integración. Un plan en ese sentido debería tratarse sin dilaciones en nuestra provincia, ser votado en la Legislatura, constituyéndolo en un proyecto integrador también en términos políticos, de modo tal que tenga continuidad en el tiempo. Sería deseable que se lo trate no como la idea de un sector político que lo impone al resto, sino como la manifestación de acuerdo político y social trascendente, pensando fundamentalmente en las futuras generaciones.

- ¿Qué piensa de la medida de Nación con respecto a no cortar servicios y el impacto en las cooperativas?

Compartimos el espíritu de la medida en cuanto a la intención de proteger a sectores sociales altamente vulnerables. También entiendo que a esa medida le falta otra complementaria, que compense a las cooperativas por la caída de recaudación que van a sufrir. No sólo entiendo que el Estado no puede descargar el costo de sus medidas en empresas del sector de la economía social como las cooperativas que están muy golpeadas por un proceso de retraso por recomposición tarifaria muy significativo, que las sumergió en el estado de endeudamiento que se encuentran. Ahora, si no se compensa este nuevo detraimiento a sus ingresos directamente no van a poder afrontar sus costos operativos básicos, incluyendo el pago del salario de los trabajadores y trabajadoras, y materiales esenciales para sus prestaciones como los insumos para la potabilización de agua.

- ¿Y qué papel juegan los poderes concedentes?

Párrafo aparte merece la anunciada intención de algunos intendentes de pretender que las cooperativas soporten subsidios y/o financiamientos a sectores productivos perjudicados por la crisis como los industriales, comerciales o turísticos. Es un enfoque temerario y erróneo. Temerario porque si eso se lleva adelante aumentaría el riesgo latente de que las cooperativas colapsen sus prestaciones; y erróneo porque empresas endeudadas y embargadas como las cooperativas, lejos de poder asistir económica y financieramente a otras actividades, necesitan que los poderes concedentes que durante años han obviado el desfinanciamiento de las cooperativas por negarles cuadros tarifarios que dieran cobertura a sus costos operativos, hoy necesitan ser subsidiadas y no pueden de ninguna forma financiar a otros. Estamos en una situación demasiado grave y compleja como para confundir las prioridades, no hay más espacio para improvisaciones y pequeñeces.

Elogios para Alberto

- ¿Qué le parece la gestión del Presidente en medio de la pandemia?

En primer lugar, pondero de manera sobresaliente las decisiones que ha tomado el Presidente desde el primer momento. Hoy estamos apreciando que la determinación de haber implementado el aislamiento social tempranamente está dando, desde el punto de vista sanitario, resultados altamente positivos en relación a otros países. La primera impresión, si uno considera el signo político de cada gobierno, es que a los denominados “de derecha” les importa bastante poco la salud de la población, y en consecuencia han privilegiado la demanda de los sectores económicos y financieros que postularon que no se puede parar la economía. Allí están, como ejemplo, Jair Bolsonaro y Sebastián Piñera, además de Donald Trump y Boris Johnson.

- Miradas distintas…

Hay que analizar el sustrato axiológico. Los valores que le dieron sentido a cada uno. Es claro que Alberto Fernández tiene una mirada profundamente humanística, a partir de la cual nos propuso como sociedad cuidarnos para cuidar a los demás, fundamentalmente a los más vulnerables frente a la situación, y dispuso diversas medidas que ponen de manifiesto el valor del Estado como promotor de la equidad social. Los otros le dieron prioridad a los valores del mercado como motivador de las políticas aplicadas. Como dice el Presidente, la economía la recuperaremos con el tiempo, más temprano o más tarde; pero cada vida perdida es irrecuperable.


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