"No me pagaban y llenaba la panza de alguna manera", dijo Affranchino

El volante argentino, ex River Plate, acusó hoy a la dirigencia de Olmedo de Ecuador por el incumplimiento en el pago de su sueldo y reveló que con la pandemia del coronavirus tuvo que comer lo que podía porque se quedó sin dinero.

14 ABR 2020 - 18:31 | Actualizado

"Fue una supervivencia. Comíamos lo que encontrábamos con mi novia. A veces ni siquiera nada que ver con un almuerzo o con una cena. La cuestión era llenar la panza de alguna manera. Un compañero me ayudó un poco, pero no podía pedir mucho porque no sabía si lo podía devolver. No tenía sueldo, no tenía dinero y la sufrimos mucho", contó en diálogo con Télam.

Affranchino, de 30 años, volvió al país el lunes pasado en un vuelo comercial de Aerolíneas Argentinas a través de la gestión de la embajada argentina en Ecuador y se instaló en Paraná, Entre Ríos.

El ex River firmó contrato por dos temporadas, a principios de este año, y luego de su desvinculación con Villa Dálmine, a través de una renuncia unilateral, se perdió los primeros partidos del torneo ecuatoriano porque no estaba autorizado por la FIFA.

"En Olmedo se demoraron para pedir mi habilitación. Cuando la solicitaron, pasada la segunda fecha, la FIFA dio una provisional donde podía jugar por tres meses mientras analizaban mi caso con Dálmine, pero ellos ya sabían de esa situación. Estaba dispuesto a hacerme cargo de un resarcimiento económico", señaló Affranchino, quien apuntó que desde Olmedo lo instaron a modificaciones en el contrato para inscribirlo en un Fair Play económico.

"Prácticamente me pedían que rompa ese contrato y hacer uno nuevo, por un año y que resignara el 50% del sueldo. No estuve de acuerdo, no lo quise hacer y tampoco tenía garantías.

"O te bajas del contrato o no te inscribimos", esas fueron las palabras" de la dirigencia del Olmedo, señaló el ex Belgrano de Córdoba, quien solo jugó un partido de presentación para el club ecuatoriano.

"Tres meses sin cobrar en un país dolarizado y como no estoy sobrado económicamente como para mantenerme ya no teníamos recursos para vivir. De Argentina no me podía salvar nadie porque los medios para mandar dinero estaban cerrados. Comíamos un té con galletitas, unas tostadas, y eso era nuestro almuerzo o cena porque no teníamos ni un paquete de fideos", detalló Affranchino a Télam.

"El vicepresidente me había bloqueado el teléfono. Fue una locura, nunca se preocuparon por mí, fue un sufrimiento porque encima mi familia no podía hacer nada. En 13 años de carrera nunca viví una situación así; no se lo deseo a nadie", expresó el volante entrerriano.

Affranchino vivía en Riobamba, en la zona andina central de Ecuador, y contó que sintió "miedo" cuando la pandemia del coronavirus se instaló en ese país con una emergencia sanitaria en Guayaquil.

"Me asusté mucho porque al que estaba infectado nadie lo iba a buscar, nadie lo atendía. Te recuperabas o te morías. De hecho mucha gente se murió en las casas, con cadáveres que permanecieron cuatro días en sus domicilios. Las familias hasta quemaron los cuerpos de la víctimas en las calles, cuerpo tirados en los contenedores de basura", narró Affranchino.

"Hay un contrato firmado con Olmedo y vigente. Eso está en manos de mi abogado en Ecuador, Andrés Olguín. Aún no activamos nada por la pandemia, y porque hay prioridades para resolver. Cuando termine, veremos la forma de aplicar", concluyó.

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14 ABR 2020 - 18:31

"Fue una supervivencia. Comíamos lo que encontrábamos con mi novia. A veces ni siquiera nada que ver con un almuerzo o con una cena. La cuestión era llenar la panza de alguna manera. Un compañero me ayudó un poco, pero no podía pedir mucho porque no sabía si lo podía devolver. No tenía sueldo, no tenía dinero y la sufrimos mucho", contó en diálogo con Télam.

Affranchino, de 30 años, volvió al país el lunes pasado en un vuelo comercial de Aerolíneas Argentinas a través de la gestión de la embajada argentina en Ecuador y se instaló en Paraná, Entre Ríos.

El ex River firmó contrato por dos temporadas, a principios de este año, y luego de su desvinculación con Villa Dálmine, a través de una renuncia unilateral, se perdió los primeros partidos del torneo ecuatoriano porque no estaba autorizado por la FIFA.

"En Olmedo se demoraron para pedir mi habilitación. Cuando la solicitaron, pasada la segunda fecha, la FIFA dio una provisional donde podía jugar por tres meses mientras analizaban mi caso con Dálmine, pero ellos ya sabían de esa situación. Estaba dispuesto a hacerme cargo de un resarcimiento económico", señaló Affranchino, quien apuntó que desde Olmedo lo instaron a modificaciones en el contrato para inscribirlo en un Fair Play económico.

"Prácticamente me pedían que rompa ese contrato y hacer uno nuevo, por un año y que resignara el 50% del sueldo. No estuve de acuerdo, no lo quise hacer y tampoco tenía garantías.

"O te bajas del contrato o no te inscribimos", esas fueron las palabras" de la dirigencia del Olmedo, señaló el ex Belgrano de Córdoba, quien solo jugó un partido de presentación para el club ecuatoriano.

"Tres meses sin cobrar en un país dolarizado y como no estoy sobrado económicamente como para mantenerme ya no teníamos recursos para vivir. De Argentina no me podía salvar nadie porque los medios para mandar dinero estaban cerrados. Comíamos un té con galletitas, unas tostadas, y eso era nuestro almuerzo o cena porque no teníamos ni un paquete de fideos", detalló Affranchino a Télam.

"El vicepresidente me había bloqueado el teléfono. Fue una locura, nunca se preocuparon por mí, fue un sufrimiento porque encima mi familia no podía hacer nada. En 13 años de carrera nunca viví una situación así; no se lo deseo a nadie", expresó el volante entrerriano.

Affranchino vivía en Riobamba, en la zona andina central de Ecuador, y contó que sintió "miedo" cuando la pandemia del coronavirus se instaló en ese país con una emergencia sanitaria en Guayaquil.

"Me asusté mucho porque al que estaba infectado nadie lo iba a buscar, nadie lo atendía. Te recuperabas o te morías. De hecho mucha gente se murió en las casas, con cadáveres que permanecieron cuatro días en sus domicilios. Las familias hasta quemaron los cuerpos de la víctimas en las calles, cuerpo tirados en los contenedores de basura", narró Affranchino.

"Hay un contrato firmado con Olmedo y vigente. Eso está en manos de mi abogado en Ecuador, Andrés Olguín. Aún no activamos nada por la pandemia, y porque hay prioridades para resolver. Cuando termine, veremos la forma de aplicar", concluyó.


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