Nuevo escenario para el petróleo

La caída del precio internacional, baja demanda y límite de almacenamiento. Cómo se inserta Chubut.

La histórica caída en la cotización internacional del petróleo y los serios problemas para seguir almacenando, ponen en alerta a todos los eslabones de la industria petrolera.
25 ABR 2020 - 21:06 | Actualizado

A principios de año, cuando el barril de crudo cotizaba cerca de los U$S 60 era inimaginable para cualquier especialista de los mercados siquiera imaginarse lo que iba a ocurrir pocos meses después, con un barril estadounidense que cayó a valores negativos por primera vez en la historia.

En la jornada del 20 de abrir todos miraban atónitos los mercados a futuro que marcaban que el barril perforaba la barrera de los 0 dólares para tener parámetros negativos. Algo insólito, que se explica desde diferentes factores. Uno de ellos, la sobredemanda que genera la pandemia del coronavirus a escala global.

Los valores en negativo mostraban que las compañías ya no cobraban por el petróleo para la producción, sino para que se lleven lo que estaba almacenado y que tampoco hay expectativas de colocar en la proyección de corto plazo.

La cotización europea del Brent, la que mira Chubut, también se desplomó y llegó a cotizar en las últimas jornadas en torno a los U$S 19. Lo que ya de por sí implicará un impacto enorme por la recaudación de regalías para la provincia.

Existen hoy tres ejes por donde mirar lo que puede suceder. Uno de ellos tiene que ver con las regalías. El otro se vincula con el freno en la producción y los umbrales para almacenar. Y finalmente lo relacionado con los puestos de empleo y los planes de inversión comprometidos por las operadoras.

En el plano laboral, recientemente ha habido un acuerdo con las operadoras para los cerca de 7.500 trabajadores petroleros de Chubut que estaban en sus casas por la cuarentena, cobrando un 70% del sueldo por 60 días, sin que haya además despidos. Esos dos meses serán calves para ver dónde está parada la industria.

Por otro lado, se baraja hace ya algunas semanas la posibilidad de un precio sostén (volver al barril criollo) en torno a los U$S 45 y la posibilidad de quitar retenciones (hoy del 8%) por debajo de ese valor. Y de U$S 45 a U$S 60, establecer una rebaja escalonada de los derechos de exportación.

Aunque ello tendría un costo altísimo, teniendo en cuenta que habrá que pagar la diferencia respecto a la cotización internacional y con ningún tipo de incentivo en la demanda. Asimismo, hoy ya se plantea al igual que en otras partes del mundo, el problema de la producción y el almacenaje. La planta de almacenamiento en Chubut se encuentra al límite. Y frenar la producción implicaría importantes dolores de cabeza.

El ministro de Hidrocarburos de Chubut, Martín Cerda, explicó que “toda la producción del yacimientos de la cuenca termina en la terminal marítima de Caleta Córdova, que tiene una capacidad de almacenaje de 280.000 metros cúbicos de petróleo y de ahí el petróleo se embarca para el mercado interno o se exporta. La capacidad de Termap volvió a recuperar capacidad porque se llenaron dos barcos, pero el día jueves pasado nos quedaba un día y medio de producción. Es decir que si no se cargaban esos barcos en un día y medio íbamos a tener que analizar con las operadoras disminuir o no seguir enviando petróleo a la terminal”. El dato es sumamente preocupante, sobre todo teniendo en cuenta que no habrá un cambio de escenario en el corto plazo.

“Luego se recuperó capacidad de almacenaje con las dos cargas, pero se está al límite. Los que estamos en Comodoro meses atrás cuando un barco cargaba en Caleta veíamos tres y hasta cinco barcos esperando arrimarse a cargar a la boya y hoy hay un barco cargando y después no más en el horizonte”.

Sobre las inversiones, el ministro habrá de una reconfiguración en los plazos. “La intención de las operadoras es hacer las inversiones porque lo necesitan. Hay que ver una vez que la actividad mejore, sentarnos para hacer restructuraciones, determinar algún tiempo diferente al pactado para que se puedan hacer las inversiones”.

Con respecto a un parate eventual de la producción, el ministro marcó las complicaciones que podría aparejar: “Podría parar si la planta de almacenaje no tiene capacidad y estaríamos en una situación de abrir pozos a demanda. Por cuestiones geológicas muchas veces cuando se quiere volver a poner un pozo, posiblemente no produzca lo mismo y empiece a haber complicaciones técnicas y operativas que complicaráin recuperar los niveles. Corremos ese riesgo”.

Otro de los actores importantes es el gremial. El titular del Sindicato de Petroleros Privados de Chubut, Jorge “Loma” Ávila opinó que “desde el año 98 que no tenemos una crisis tan extensa en la industria. El mundo se ha paralizado, después hay otros intereses a nivel mundial donde nos afecta. Que el barril estadounidense no cueste prácticamente nada y sea mas fácil llevarlo regalado que comprarlo, es síntoma que no es solo la pandemia sino también cuestiones con Estados Unidos”.

Ávila expresó en este contexto que “terminamos un acuerdo con Nación y las operadoras porque hay 7.500 trabajadores en su casa en cuarentena. Ninguna operadora quiera sacar el grupo Capsa no saca porque las refinerías tienen tanto almacenado al no haber consumo. Por más que queramos sacar mas petróleo, ya no hay capacidad para guardarlo”.

Especificó que “cobraremos 8 horas, una vianda, un promedio del 70% del sueldo de un trabajador por 60 días. Estamos por lo menos por 60 días en un standby para ver si se estabiliza a nivel mundial este tema de la industria. Todo esto barre el empleo Y las regalías. Ni a la provincia de Chubut le va a convenir sacar el petróleo tan barato”.

Acerca de un barril sostén, indicó que primero debe haber un horizonte cierto. “Si no hay consumo es muy difícil. Podemos articular medidas, un barril a 45 y el Brent cuesta 25 la diferencia de 20 dólares quién la va poner para no venderlo en ningún lugar. No sirve si no hay un horizonte, porque con esta pandemia uno no sabe cuándo termina y el mundo se reactiva. Todos los esfuerzos que podamos hacer son alternativas hacia adelante, pero no para la situación de hoy”.

“¿Va a poner el Estado 20 dólares para seguir almacenando el petróleo? No hay tránsito, vuelos. Soy optimista que para el futuro, tenemos que pensarlo, pero no me sirve en este presente donde se desbarrancan economías mundiales”.

Sobre cómo se reconfigurará la industria, marcó que “estos 60 días son fundamentales para la actividad, el mundo y cómo sobreviviremos. El esfuerzo los trabajadores casi poniendo la totalidad del salario para soportar esta crisis. Creo que ese es el camino. En el medio sentarse, buscar alternativas para sostener todo después de los 60 días. Sino habremos desaprovechado el tiempo”.

En ese marco, destacó que “el panorama hoy es muy complicado porque lo que manda en el mercado petróleo es la demanda. Cuanto más demanda, más precio y más regalías. Cuando el petróleo va en caída libre, es peligroso para todos. Si el primer país del mundo, que más consume, lo está regalando, qué queda para el resto. No hay un horizonte bueno”.

Por último, opinó que “el mundo no será el mismo después de la pandemia y nos tenemos que adecuar. No son cambios grandes, no hay otra manera que reemplace tan fácil al petróleo. Que habrá cambios, los habrá. El mundo está cambiando y no vamos a permitir que está tecnología la utilice otro”.

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La histórica caída en la cotización internacional del petróleo y los serios problemas para seguir almacenando, ponen en alerta a todos los eslabones de la industria petrolera.
25 ABR 2020 - 21:06

A principios de año, cuando el barril de crudo cotizaba cerca de los U$S 60 era inimaginable para cualquier especialista de los mercados siquiera imaginarse lo que iba a ocurrir pocos meses después, con un barril estadounidense que cayó a valores negativos por primera vez en la historia.

En la jornada del 20 de abrir todos miraban atónitos los mercados a futuro que marcaban que el barril perforaba la barrera de los 0 dólares para tener parámetros negativos. Algo insólito, que se explica desde diferentes factores. Uno de ellos, la sobredemanda que genera la pandemia del coronavirus a escala global.

Los valores en negativo mostraban que las compañías ya no cobraban por el petróleo para la producción, sino para que se lleven lo que estaba almacenado y que tampoco hay expectativas de colocar en la proyección de corto plazo.

La cotización europea del Brent, la que mira Chubut, también se desplomó y llegó a cotizar en las últimas jornadas en torno a los U$S 19. Lo que ya de por sí implicará un impacto enorme por la recaudación de regalías para la provincia.

Existen hoy tres ejes por donde mirar lo que puede suceder. Uno de ellos tiene que ver con las regalías. El otro se vincula con el freno en la producción y los umbrales para almacenar. Y finalmente lo relacionado con los puestos de empleo y los planes de inversión comprometidos por las operadoras.

En el plano laboral, recientemente ha habido un acuerdo con las operadoras para los cerca de 7.500 trabajadores petroleros de Chubut que estaban en sus casas por la cuarentena, cobrando un 70% del sueldo por 60 días, sin que haya además despidos. Esos dos meses serán calves para ver dónde está parada la industria.

Por otro lado, se baraja hace ya algunas semanas la posibilidad de un precio sostén (volver al barril criollo) en torno a los U$S 45 y la posibilidad de quitar retenciones (hoy del 8%) por debajo de ese valor. Y de U$S 45 a U$S 60, establecer una rebaja escalonada de los derechos de exportación.

Aunque ello tendría un costo altísimo, teniendo en cuenta que habrá que pagar la diferencia respecto a la cotización internacional y con ningún tipo de incentivo en la demanda. Asimismo, hoy ya se plantea al igual que en otras partes del mundo, el problema de la producción y el almacenaje. La planta de almacenamiento en Chubut se encuentra al límite. Y frenar la producción implicaría importantes dolores de cabeza.

El ministro de Hidrocarburos de Chubut, Martín Cerda, explicó que “toda la producción del yacimientos de la cuenca termina en la terminal marítima de Caleta Córdova, que tiene una capacidad de almacenaje de 280.000 metros cúbicos de petróleo y de ahí el petróleo se embarca para el mercado interno o se exporta. La capacidad de Termap volvió a recuperar capacidad porque se llenaron dos barcos, pero el día jueves pasado nos quedaba un día y medio de producción. Es decir que si no se cargaban esos barcos en un día y medio íbamos a tener que analizar con las operadoras disminuir o no seguir enviando petróleo a la terminal”. El dato es sumamente preocupante, sobre todo teniendo en cuenta que no habrá un cambio de escenario en el corto plazo.

“Luego se recuperó capacidad de almacenaje con las dos cargas, pero se está al límite. Los que estamos en Comodoro meses atrás cuando un barco cargaba en Caleta veíamos tres y hasta cinco barcos esperando arrimarse a cargar a la boya y hoy hay un barco cargando y después no más en el horizonte”.

Sobre las inversiones, el ministro habrá de una reconfiguración en los plazos. “La intención de las operadoras es hacer las inversiones porque lo necesitan. Hay que ver una vez que la actividad mejore, sentarnos para hacer restructuraciones, determinar algún tiempo diferente al pactado para que se puedan hacer las inversiones”.

Con respecto a un parate eventual de la producción, el ministro marcó las complicaciones que podría aparejar: “Podría parar si la planta de almacenaje no tiene capacidad y estaríamos en una situación de abrir pozos a demanda. Por cuestiones geológicas muchas veces cuando se quiere volver a poner un pozo, posiblemente no produzca lo mismo y empiece a haber complicaciones técnicas y operativas que complicaráin recuperar los niveles. Corremos ese riesgo”.

Otro de los actores importantes es el gremial. El titular del Sindicato de Petroleros Privados de Chubut, Jorge “Loma” Ávila opinó que “desde el año 98 que no tenemos una crisis tan extensa en la industria. El mundo se ha paralizado, después hay otros intereses a nivel mundial donde nos afecta. Que el barril estadounidense no cueste prácticamente nada y sea mas fácil llevarlo regalado que comprarlo, es síntoma que no es solo la pandemia sino también cuestiones con Estados Unidos”.

Ávila expresó en este contexto que “terminamos un acuerdo con Nación y las operadoras porque hay 7.500 trabajadores en su casa en cuarentena. Ninguna operadora quiera sacar el grupo Capsa no saca porque las refinerías tienen tanto almacenado al no haber consumo. Por más que queramos sacar mas petróleo, ya no hay capacidad para guardarlo”.

Especificó que “cobraremos 8 horas, una vianda, un promedio del 70% del sueldo de un trabajador por 60 días. Estamos por lo menos por 60 días en un standby para ver si se estabiliza a nivel mundial este tema de la industria. Todo esto barre el empleo Y las regalías. Ni a la provincia de Chubut le va a convenir sacar el petróleo tan barato”.

Acerca de un barril sostén, indicó que primero debe haber un horizonte cierto. “Si no hay consumo es muy difícil. Podemos articular medidas, un barril a 45 y el Brent cuesta 25 la diferencia de 20 dólares quién la va poner para no venderlo en ningún lugar. No sirve si no hay un horizonte, porque con esta pandemia uno no sabe cuándo termina y el mundo se reactiva. Todos los esfuerzos que podamos hacer son alternativas hacia adelante, pero no para la situación de hoy”.

“¿Va a poner el Estado 20 dólares para seguir almacenando el petróleo? No hay tránsito, vuelos. Soy optimista que para el futuro, tenemos que pensarlo, pero no me sirve en este presente donde se desbarrancan economías mundiales”.

Sobre cómo se reconfigurará la industria, marcó que “estos 60 días son fundamentales para la actividad, el mundo y cómo sobreviviremos. El esfuerzo los trabajadores casi poniendo la totalidad del salario para soportar esta crisis. Creo que ese es el camino. En el medio sentarse, buscar alternativas para sostener todo después de los 60 días. Sino habremos desaprovechado el tiempo”.

En ese marco, destacó que “el panorama hoy es muy complicado porque lo que manda en el mercado petróleo es la demanda. Cuanto más demanda, más precio y más regalías. Cuando el petróleo va en caída libre, es peligroso para todos. Si el primer país del mundo, que más consume, lo está regalando, qué queda para el resto. No hay un horizonte bueno”.

Por último, opinó que “el mundo no será el mismo después de la pandemia y nos tenemos que adecuar. No son cambios grandes, no hay otra manera que reemplace tan fácil al petróleo. Que habrá cambios, los habrá. El mundo está cambiando y no vamos a permitir que está tecnología la utilice otro”.


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