Deberá cumplir 30 días de prisión preventiva por incumplir una prohibición de acercamiento
Se trata de Miguel Alejandro Quiñelaf, que en numerosas oportunidades hizo caso omiso a la prohibición de acercarse a su expareja y a la madre de ésta. Ante reiteradas denuncias de la víctima, fue detenido y en una audiencia, el juez Marcelo Nieto De Biase lo conminó a un mes de prisión efectiva.
Tras numerosos incumplimientos de prohibición de acercamiento a su expareja, Miguel Alejandro Quiñelaf deberá cumplir treinta días de prisión preventiva en el marco de una audiencia de control de detención que se realizó por video conferencia en el marco de una causa relacionada con la violencia de género.
El juez Marcelo Nieto Di Biase resolvió otorgar la prisión preventiva a Quiñelaf por el plazo de treinta días por considerar que existe peligro de entorpecer el proceso. Además dispuso la apertura de investigación por el plazo de seis meses.
El Ministerio Público Fiscal estuvo representado por el fiscal jefe de Rawson, Fernando Rivarola, quien fundamentó el pedido de prisión preventiva por el plazo de treinta días, aportando antecedentes que dan cuenta de que el imputado violó en varias oportunidades la prohibición de acercamiento.
Rivarola, en consonancia con pautas establecidas por el procurador general, Jorge Miquelarena, indicó que se aplicará el protocolo de violencia contra la mujer aprobado días atrás, manifestó un parte de prensa oficial de la Fiscalía.
Antecedentes
A partir de denuncias radicadas por situaciones de violencia de género, tanto en sede penal como en el Juzgado de Familia, en el marco del expediente Nº 42/2020, la jueza subrogante Teresa Apaza, dispuso “prohibir por el plazo de 365 días el acercamiento de Miguel Alejandro Quiñelaf a los lugares de actividades habituales, estudio, trabajo y cualquier otro donde la señora M.S.M. se encuentre”.
En segundo lugar “hacer saber al señor Miguel Alejandro Quiñelaf que deberá abstenerse de todo acto que implique hostigar, intimidar, amenazas, dañar o poner en peligro la vida de la señora M.S.M. de cualquier forma que atente contra su integridad o perjudique su propiedad”.
Asimismo y por denuncia, desde el Juzgado de Familia, con fecha del 20 de febrero de este año, se dispuso “ordenar al señor Miguel Angel Quiñela la prohibición de acercamiento por el plazo de 365 días, a los lugares donde desarrolle actividad la señora. C.M.R. (madre de su expareja) y ordenar al denunciado que cese en los de perturbación o intimidación, en forma directa o indirecta contra la denunciante, bajo apercibimiento en caso de incumplimiento de incurrir en el delito de desobediencia judicial”.
Posteriormente y en virtud de nuevas denuncias, el 5 de abril pasado, desde el Juzgado de Familia se requirió a la Comisaría de la Mujer que “garantice el estricto cumplimiento de la medida de prohibición de acercamiento del señor Miguel Alejandro Quiñelaf respecto de la señora M.S.M., debiéndose fijar una consigna o efectuar varios rondines diarios en caso de constatarse en lo sucesivo el incumplimiento de la misma”.
Con fecha del 26 de febrero de 2020e dispuso “hágase saber a la Comisaría de la Mujer que deberá arbitrar los medios para colocar el dispositivo electrónico conocido como tobillera al señor. Quiñelaf a fin de reforzar el control y garantizar la efectividad de la medida dispuesta”.
No obstante las medidas dispuestas y vigentes, el 19 de febrero de este año, “Quiñelaf se hizo presente en el domicilio de Julio A. Roca al 600, lugar donde se hallaba su expareja Sra. M.S.M., ingresa al interior de la vivienda sin autorización y sorprende a la nombrada en el interior del baño, tomando su teléfono celular, a partir de lo cual se produce un forcejeo entre ambos, interviniendo asimismo su madre, que también vive en dicho lugar, logrando recuperar el celular, luego de lo cual Quiñelaf se retiró”.
Más tarde Quiñelaf, desde su teléfono, le envía a su exmujer seis audios en los cuales le manifiesta amenazas, anunciándole que “la va a cagar a tiros a ella y a la persona con la que esté”. En dicho momento, M.S.M. se hallaba en el domicilio de sus hermanos en el barrio Gregorio Mayo, y Quiñelaf se hizo presente en dicho lugar y no obstante la resistencia ofrecida por M.S.M. y su hermana, logró ingresar a la vivienda llevándose consigo a su hijo de cinco años. Horas después, Quiñelaf volvió, exigiéndole que lo deje ingresar para ver a sus hijos. La mujer no accedió a su pedido, efectuando un llamado a la Policía, logrando su retiro, previo amenazas.
Agresiones en abril y mayo
En la mañana del 20 de abril de 2020, Miguel Alejandro Quiñelaf se hizo presente en el domicilio de calle Tehuelches al 1.400 de Rawson, lugar donde se hallaba su expareja y comenzó a arrojar piedras contra el parabrisas del vehículo de propiedad de aquella, un VW Senda, provocándole la rotura del mismo y abolladura en la puerta del lado del acompañante, a la cual le aplicó una o más patadas.
En tanto que el 4 de mayo de 2020 y en distintos horarios de la madrugada, Quiñelaf, violando la prohibición de acercamiento vigente y no obstante tener colocada pulsera electrónica para contralor, volvió al domicilio de la calle Tehuelches del barrio Gregorio Mayo, en donde un una de las oportunidades ingresó por la fuerza al interior de la vivienda manteniendo una discusión con M.S.M..Posteriormente rompió la pulsera electrónica, y luego de separada de su cuerpo la deja tirada en las inmediaciones del Club Germinal, más precisamente en el predio perteneciente a Ex –Mulcosur, lugar donde es hallada y secuestrada por personal policial, que lo detuvo minutos después.
Tras numerosos incumplimientos de prohibición de acercamiento a su expareja, Miguel Alejandro Quiñelaf deberá cumplir treinta días de prisión preventiva en el marco de una audiencia de control de detención que se realizó por video conferencia en el marco de una causa relacionada con la violencia de género.
El juez Marcelo Nieto Di Biase resolvió otorgar la prisión preventiva a Quiñelaf por el plazo de treinta días por considerar que existe peligro de entorpecer el proceso. Además dispuso la apertura de investigación por el plazo de seis meses.
El Ministerio Público Fiscal estuvo representado por el fiscal jefe de Rawson, Fernando Rivarola, quien fundamentó el pedido de prisión preventiva por el plazo de treinta días, aportando antecedentes que dan cuenta de que el imputado violó en varias oportunidades la prohibición de acercamiento.
Rivarola, en consonancia con pautas establecidas por el procurador general, Jorge Miquelarena, indicó que se aplicará el protocolo de violencia contra la mujer aprobado días atrás, manifestó un parte de prensa oficial de la Fiscalía.
Antecedentes
A partir de denuncias radicadas por situaciones de violencia de género, tanto en sede penal como en el Juzgado de Familia, en el marco del expediente Nº 42/2020, la jueza subrogante Teresa Apaza, dispuso “prohibir por el plazo de 365 días el acercamiento de Miguel Alejandro Quiñelaf a los lugares de actividades habituales, estudio, trabajo y cualquier otro donde la señora M.S.M. se encuentre”.
En segundo lugar “hacer saber al señor Miguel Alejandro Quiñelaf que deberá abstenerse de todo acto que implique hostigar, intimidar, amenazas, dañar o poner en peligro la vida de la señora M.S.M. de cualquier forma que atente contra su integridad o perjudique su propiedad”.
Asimismo y por denuncia, desde el Juzgado de Familia, con fecha del 20 de febrero de este año, se dispuso “ordenar al señor Miguel Angel Quiñela la prohibición de acercamiento por el plazo de 365 días, a los lugares donde desarrolle actividad la señora. C.M.R. (madre de su expareja) y ordenar al denunciado que cese en los de perturbación o intimidación, en forma directa o indirecta contra la denunciante, bajo apercibimiento en caso de incumplimiento de incurrir en el delito de desobediencia judicial”.
Posteriormente y en virtud de nuevas denuncias, el 5 de abril pasado, desde el Juzgado de Familia se requirió a la Comisaría de la Mujer que “garantice el estricto cumplimiento de la medida de prohibición de acercamiento del señor Miguel Alejandro Quiñelaf respecto de la señora M.S.M., debiéndose fijar una consigna o efectuar varios rondines diarios en caso de constatarse en lo sucesivo el incumplimiento de la misma”.
Con fecha del 26 de febrero de 2020e dispuso “hágase saber a la Comisaría de la Mujer que deberá arbitrar los medios para colocar el dispositivo electrónico conocido como tobillera al señor. Quiñelaf a fin de reforzar el control y garantizar la efectividad de la medida dispuesta”.
No obstante las medidas dispuestas y vigentes, el 19 de febrero de este año, “Quiñelaf se hizo presente en el domicilio de Julio A. Roca al 600, lugar donde se hallaba su expareja Sra. M.S.M., ingresa al interior de la vivienda sin autorización y sorprende a la nombrada en el interior del baño, tomando su teléfono celular, a partir de lo cual se produce un forcejeo entre ambos, interviniendo asimismo su madre, que también vive en dicho lugar, logrando recuperar el celular, luego de lo cual Quiñelaf se retiró”.
Más tarde Quiñelaf, desde su teléfono, le envía a su exmujer seis audios en los cuales le manifiesta amenazas, anunciándole que “la va a cagar a tiros a ella y a la persona con la que esté”. En dicho momento, M.S.M. se hallaba en el domicilio de sus hermanos en el barrio Gregorio Mayo, y Quiñelaf se hizo presente en dicho lugar y no obstante la resistencia ofrecida por M.S.M. y su hermana, logró ingresar a la vivienda llevándose consigo a su hijo de cinco años. Horas después, Quiñelaf volvió, exigiéndole que lo deje ingresar para ver a sus hijos. La mujer no accedió a su pedido, efectuando un llamado a la Policía, logrando su retiro, previo amenazas.
Agresiones en abril y mayo
En la mañana del 20 de abril de 2020, Miguel Alejandro Quiñelaf se hizo presente en el domicilio de calle Tehuelches al 1.400 de Rawson, lugar donde se hallaba su expareja y comenzó a arrojar piedras contra el parabrisas del vehículo de propiedad de aquella, un VW Senda, provocándole la rotura del mismo y abolladura en la puerta del lado del acompañante, a la cual le aplicó una o más patadas.
En tanto que el 4 de mayo de 2020 y en distintos horarios de la madrugada, Quiñelaf, violando la prohibición de acercamiento vigente y no obstante tener colocada pulsera electrónica para contralor, volvió al domicilio de la calle Tehuelches del barrio Gregorio Mayo, en donde un una de las oportunidades ingresó por la fuerza al interior de la vivienda manteniendo una discusión con M.S.M..Posteriormente rompió la pulsera electrónica, y luego de separada de su cuerpo la deja tirada en las inmediaciones del Club Germinal, más precisamente en el predio perteneciente a Ex –Mulcosur, lugar donde es hallada y secuestrada por personal policial, que lo detuvo minutos después.