Este fin de semana vuelven las ferias con 150 puestos cada una y protocolo
El sábado 9 y domingo 10 de mayo reabrirán las ferias en los barrios INTA y San Martín de Trelew.
También retomará su actividad “La Saladita”. Deberán cumplir un estricto protocolo de sanidad y de seguridad: de 800 puestos habituales que ocupaban los feriantes, se autorizaron sólo 150. No podrán acudir niños ni personas mayores a 60 años. Habrá distanciamiento social, sólo se ingresará a comprar y se evitará que los clientes caminen por el sector.
El subjefe de Policía, Néstor Gómez Ocampo, se reunió con los feriantes, Guardia Urbana y municipio. “Serían 150 puestos para barrio San Martín y similar número en el otro barrio. Se exigirá el ingreso para comprador y vendedor de condiciones de seguridad, uso de alcohol en gel y barbijo casero”, deslizó.
El fin de semana será una prueba piloto. Si no cumplen, se suspenderán. “Estimamos que van a cumplir porque realmente la gente tiene necesidad de vender su producto. Con consciencia se puede llevar adelante. Es un primer paso. Se tratará de vallar una de las ferias porque el lugar es muy abierto. En INTA es más cerrado. Pero intentaremos que todo salga bien. Necesitamos que la gente acompañe y se cuide”, manifestó.
Habrá un control previo de quienes pueden ingresar, con un listado. “Se controlará el número de personas. Se corta el ingreso, luego se da paso a otros. Es un primer paso luego de tanto tiempo, con limitaciones. Si cumplen se podrá volver a llevar a cabo”.
Daniel Díaz es el vocero de la feria del barrio San Martín. Advirtió que los feriantes tienen imperiosa necesidad de comenzar a trabajar porque de eso depende su subsistencia. “Abriremos sábado y domingo de 10 a 16. Cumpliremos con todas las medidas de prevención. La gente que puede concurrir debe estar entre los 15 a 60 años. Las personas de riesgo no podrán ingresar, con el mismo protocolo que los demás comercios”.
Advirtió Díaz que “es reducido el número de feriantes. Por ahora empezarán 150 feriantes con distanciamiento social. Unos irán el sábado y otros el domingo. Es un gran alivio para muchos. Es la única fuente para muchos de llevar el pan a su casa”.
“Antes manejábamos más de 800 feriantes y movíamos más gente que el Shopping. Hicimos una selección. Anotamos a todos quienes tienen necesidad. Algunos tienen algún sueldo. Priorizamos a quienes no tienen nada”.
María Isolina Jaime representa a los feriantes del INTA. “Venimos luchando para abrir. Estamos dispuestos a tratar de que se regularice Cada uno tendrá barbijo casero y alcohol en gel en su mesa. Todos vamos a ayudar a Policía y municipio para trabajar acorde a la situación. No se puede llevar adelante la actividad como antes. Es un gran alivio”.
Muchas familias en INTA dependen de esta entrada de dinero. Admitió María Isolina que fue muy difícil tratar sw que no se desborde la situación. “Es mucha la necesidad. Todos estamos en la misma situación. Paramos esa pelota. Pero ya no se puede parar más el hambre. Podemos abrir con mucha precaución. Llamamos a la reflexión que se respeten todas las medidas”.
Reiteró que “la gente que no está anotada no va a poder ingresar. Hay que tener una lista para poder ingresar ordenadamente. Cada uno tiene que anotarse con su mesero. Hay sectores establecidos y a conciencia”.
Si sale bien se analizará sumar más días de feria. El coordinador de Inspecciones Generales, Héctor López, remarcó que fue un pedido de “comerciantes, cuentapropistas y feriantes que necesitan ingresos. Se cerrará el predio para poder ordenar a los feriantes, se establecerá una entrada y una salida controlada por personal policial y municipal para respetar el distanciamiento social y la circulación en el predio”, explicó. “En esta primera etapa de reapertura trabajará un 25% de los feriantes que habitualmente realizan la actividad. Se intercalarán para trabajar”.
También retomará su actividad “La Saladita”. Deberán cumplir un estricto protocolo de sanidad y de seguridad: de 800 puestos habituales que ocupaban los feriantes, se autorizaron sólo 150. No podrán acudir niños ni personas mayores a 60 años. Habrá distanciamiento social, sólo se ingresará a comprar y se evitará que los clientes caminen por el sector.
El subjefe de Policía, Néstor Gómez Ocampo, se reunió con los feriantes, Guardia Urbana y municipio. “Serían 150 puestos para barrio San Martín y similar número en el otro barrio. Se exigirá el ingreso para comprador y vendedor de condiciones de seguridad, uso de alcohol en gel y barbijo casero”, deslizó.
El fin de semana será una prueba piloto. Si no cumplen, se suspenderán. “Estimamos que van a cumplir porque realmente la gente tiene necesidad de vender su producto. Con consciencia se puede llevar adelante. Es un primer paso. Se tratará de vallar una de las ferias porque el lugar es muy abierto. En INTA es más cerrado. Pero intentaremos que todo salga bien. Necesitamos que la gente acompañe y se cuide”, manifestó.
Habrá un control previo de quienes pueden ingresar, con un listado. “Se controlará el número de personas. Se corta el ingreso, luego se da paso a otros. Es un primer paso luego de tanto tiempo, con limitaciones. Si cumplen se podrá volver a llevar a cabo”.
Daniel Díaz es el vocero de la feria del barrio San Martín. Advirtió que los feriantes tienen imperiosa necesidad de comenzar a trabajar porque de eso depende su subsistencia. “Abriremos sábado y domingo de 10 a 16. Cumpliremos con todas las medidas de prevención. La gente que puede concurrir debe estar entre los 15 a 60 años. Las personas de riesgo no podrán ingresar, con el mismo protocolo que los demás comercios”.
Advirtió Díaz que “es reducido el número de feriantes. Por ahora empezarán 150 feriantes con distanciamiento social. Unos irán el sábado y otros el domingo. Es un gran alivio para muchos. Es la única fuente para muchos de llevar el pan a su casa”.
“Antes manejábamos más de 800 feriantes y movíamos más gente que el Shopping. Hicimos una selección. Anotamos a todos quienes tienen necesidad. Algunos tienen algún sueldo. Priorizamos a quienes no tienen nada”.
María Isolina Jaime representa a los feriantes del INTA. “Venimos luchando para abrir. Estamos dispuestos a tratar de que se regularice Cada uno tendrá barbijo casero y alcohol en gel en su mesa. Todos vamos a ayudar a Policía y municipio para trabajar acorde a la situación. No se puede llevar adelante la actividad como antes. Es un gran alivio”.
Muchas familias en INTA dependen de esta entrada de dinero. Admitió María Isolina que fue muy difícil tratar sw que no se desborde la situación. “Es mucha la necesidad. Todos estamos en la misma situación. Paramos esa pelota. Pero ya no se puede parar más el hambre. Podemos abrir con mucha precaución. Llamamos a la reflexión que se respeten todas las medidas”.
Reiteró que “la gente que no está anotada no va a poder ingresar. Hay que tener una lista para poder ingresar ordenadamente. Cada uno tiene que anotarse con su mesero. Hay sectores establecidos y a conciencia”.
Si sale bien se analizará sumar más días de feria. El coordinador de Inspecciones Generales, Héctor López, remarcó que fue un pedido de “comerciantes, cuentapropistas y feriantes que necesitan ingresos. Se cerrará el predio para poder ordenar a los feriantes, se establecerá una entrada y una salida controlada por personal policial y municipal para respetar el distanciamiento social y la circulación en el predio”, explicó. “En esta primera etapa de reapertura trabajará un 25% de los feriantes que habitualmente realizan la actividad. Se intercalarán para trabajar”.