Se agravan las tensiones en Italia por el manejo de la cuarentena

Mientras el país inició esta semana la salida gradual de la cuarentena vigente desde el 10 de marzo, el premier italiano Giuseppe Conte busca bajar las tensiones dentro de la coalición de gobierno, donde crecen la polémica por las medidas de aislamiento, la regularización de inmigrantes y un programa de excarcelaciones por la pandemia.

07 MAY 2020 - 14:36 | Actualizado

Al mismo tiempo, este jueves el gobierno logró cerrar otro de los frentes que tenía abierto, al aceptar la realización de misas a partir del 18 de mayo, aunque con barbijos y otras medidas de seguridad, luego de las críticas que había recibido por parte de la Iglesia Católica italiana por no incluir a las celebraciones religiosas dentro de la primera fase de flexibilización de la cuarentena.

Conte, a la cabeza de una coalición que integran el Movimiento Cinco Estrellas, el Partido Democrático, Italia Viva (IV) y otos grupos menores, enfrenta desde el inicio de la pandemia todo tipo de críticas desde dentro de la alianza de gobierno por las medidas y los tiempos para establecer la cuarentena y su salida gradual.

En esa línea, el líder del PD, Nicola Zingaretti, pidió hoy que el gobierno "dialogue con la oposición" ante las críticas y advirtió que en caso de que el actual Ejecutivo no pueda seguir adelante, "es difícil que pueda surgir una mayoría distinta", avalando la hipótesis de una convocatoria a elecciones en caso de un tropiezo de Conte.

En las últimas horas, la coalición de gobierno volvió a revivir sus internas a raíz de un proyecto de la ministra de Políticas Agrícolas, Teresa Bellanova, de Italia Viva, que reclamó públicamente un sistema de regularización de inmigrantes irregulares que trabajan en el sector agrícola y amenazó con dar un paso al costado si no se llega a una solución para las 600.000 personas en esa condición que estimó.

Desde el Cinco Estrellas, la titular de Interior Luciana Lamorgese advirtió que la cifra no llega en realidad a las 200.000 personas, y el jefe político del M5E, Vito Crimi, rechazó la propuesta por considerar "que no ayuda a combatir al trabajo en negro".

Al mismo tiempo, desde Italia Viva amenazan con quitar la confianza parlamentaria al ministro de Justicia, Alfonso Bonafede del Cinco Estrellas, por la mala gestión de la excarcelación de 376 personas ligadas a las mafias bajo el denominado Artículo 41 bis, que endurece las condiciones a los detenidos relacionados al crimen organizado.

La presión de IV sobre Bonafede se remonta de todos modos a fines de 2019, cuando ya habían avanzado con un pedido de remoción del ministro por las diferencias sobre un proyecto de cambios en las leyes de prescripciones.

Desde Italia Viva, fundada por el ex premier Matteo Renzi en septiembre pasado como una escisión del PD, critican también que Conte haya establecido la cuarentena, su salida y las medidas para paliarla a través de un decreto y no de una ley con control parlamentario.

De hecho, en su último newsletter semanal, Renzi planteó que llegó la hora de "terminarla con los decretos que limitan las libertades personales".

Este jueves, Italia informó que 274 personas murieron en las últimas 24 horas, llevando el total a 29.958 desde el inicio de la pandemia, aunque ya con la curva de contagios en pleno descenso, al punto que la cantidad de positivos actuales quedó por debajo de las 90.000 personas por primera vez desde el 4 de abril.

Mientras tanto, con las medidas de flexibilización adoptadas en modo homogéneo para todo el país, gobernadores de las distintas regiones reclaman a Conte planes diferenciados para cada una que evalúe las curvas de contagios y las actividades productivas, en una situación de heterogeneidad en la que la Lombardía sigue concentrando la mitad de las víctimas, según los datos de la Protección Civil.

"Apertura del comercio desde el 11 de mayo y luego, el 18, más poderes a las regiones para el resto de las reaperturas", reclamó este jueves vía Twitter el gobernador de la Liguria, Giovanni Toti, presidente de la asociación que nuclea a los jefes regionales, tras una reunión virtual de los líderes regionales.

En la relación con la influyente Iglesia local, Conte, la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, y el presidente de los obispos italianos, el cardenal Gualtiero Bassetti, firmaron hoy en la sede del gobierno el acuerdo para el retorno de las misas desde el próximo 18.

El protocolo, divulgado por la Conferencia Episcopal italiana, dispone que se deberán adoptar medidas de higiene "para la tutela de la salud pública".

Entre las medidas acordadas, además del uso obligatorio de barbijos, está el mantenimiento de la distancia de seguridad de al menos un metro lateral y frontal, así como la prohibición de acceso de personas que presenten síntomas de resfrío o una temperatura corporal superior a 37,5ºC.

La exclusión de las misas de la primera lista de activiades permitidas había provocado un duro cruce con la Iglesia italiana, que había considerado que la prohibición comprometía "el ejercicio de la libertad de culto" en el país.

07 MAY 2020 - 14:36

Al mismo tiempo, este jueves el gobierno logró cerrar otro de los frentes que tenía abierto, al aceptar la realización de misas a partir del 18 de mayo, aunque con barbijos y otras medidas de seguridad, luego de las críticas que había recibido por parte de la Iglesia Católica italiana por no incluir a las celebraciones religiosas dentro de la primera fase de flexibilización de la cuarentena.

Conte, a la cabeza de una coalición que integran el Movimiento Cinco Estrellas, el Partido Democrático, Italia Viva (IV) y otos grupos menores, enfrenta desde el inicio de la pandemia todo tipo de críticas desde dentro de la alianza de gobierno por las medidas y los tiempos para establecer la cuarentena y su salida gradual.

En esa línea, el líder del PD, Nicola Zingaretti, pidió hoy que el gobierno "dialogue con la oposición" ante las críticas y advirtió que en caso de que el actual Ejecutivo no pueda seguir adelante, "es difícil que pueda surgir una mayoría distinta", avalando la hipótesis de una convocatoria a elecciones en caso de un tropiezo de Conte.

En las últimas horas, la coalición de gobierno volvió a revivir sus internas a raíz de un proyecto de la ministra de Políticas Agrícolas, Teresa Bellanova, de Italia Viva, que reclamó públicamente un sistema de regularización de inmigrantes irregulares que trabajan en el sector agrícola y amenazó con dar un paso al costado si no se llega a una solución para las 600.000 personas en esa condición que estimó.

Desde el Cinco Estrellas, la titular de Interior Luciana Lamorgese advirtió que la cifra no llega en realidad a las 200.000 personas, y el jefe político del M5E, Vito Crimi, rechazó la propuesta por considerar "que no ayuda a combatir al trabajo en negro".

Al mismo tiempo, desde Italia Viva amenazan con quitar la confianza parlamentaria al ministro de Justicia, Alfonso Bonafede del Cinco Estrellas, por la mala gestión de la excarcelación de 376 personas ligadas a las mafias bajo el denominado Artículo 41 bis, que endurece las condiciones a los detenidos relacionados al crimen organizado.

La presión de IV sobre Bonafede se remonta de todos modos a fines de 2019, cuando ya habían avanzado con un pedido de remoción del ministro por las diferencias sobre un proyecto de cambios en las leyes de prescripciones.

Desde Italia Viva, fundada por el ex premier Matteo Renzi en septiembre pasado como una escisión del PD, critican también que Conte haya establecido la cuarentena, su salida y las medidas para paliarla a través de un decreto y no de una ley con control parlamentario.

De hecho, en su último newsletter semanal, Renzi planteó que llegó la hora de "terminarla con los decretos que limitan las libertades personales".

Este jueves, Italia informó que 274 personas murieron en las últimas 24 horas, llevando el total a 29.958 desde el inicio de la pandemia, aunque ya con la curva de contagios en pleno descenso, al punto que la cantidad de positivos actuales quedó por debajo de las 90.000 personas por primera vez desde el 4 de abril.

Mientras tanto, con las medidas de flexibilización adoptadas en modo homogéneo para todo el país, gobernadores de las distintas regiones reclaman a Conte planes diferenciados para cada una que evalúe las curvas de contagios y las actividades productivas, en una situación de heterogeneidad en la que la Lombardía sigue concentrando la mitad de las víctimas, según los datos de la Protección Civil.

"Apertura del comercio desde el 11 de mayo y luego, el 18, más poderes a las regiones para el resto de las reaperturas", reclamó este jueves vía Twitter el gobernador de la Liguria, Giovanni Toti, presidente de la asociación que nuclea a los jefes regionales, tras una reunión virtual de los líderes regionales.

En la relación con la influyente Iglesia local, Conte, la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, y el presidente de los obispos italianos, el cardenal Gualtiero Bassetti, firmaron hoy en la sede del gobierno el acuerdo para el retorno de las misas desde el próximo 18.

El protocolo, divulgado por la Conferencia Episcopal italiana, dispone que se deberán adoptar medidas de higiene "para la tutela de la salud pública".

Entre las medidas acordadas, además del uso obligatorio de barbijos, está el mantenimiento de la distancia de seguridad de al menos un metro lateral y frontal, así como la prohibición de acceso de personas que presenten síntomas de resfrío o una temperatura corporal superior a 37,5ºC.

La exclusión de las misas de la primera lista de activiades permitidas había provocado un duro cruce con la Iglesia italiana, que había considerado que la prohibición comprometía "el ejercicio de la libertad de culto" en el país.


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