Los ríos del NEA siguen muy bajos y complica a los buques de carga

Los ríos del nordeste argentino siguen registrando niveles muy bajos para la navegabilidad y un informe de la Entidad Binacional Yacyretá advierte que esta situación no mejorará en el corto plazo.

12 MAY 2020 - 11:59 | Actualizado

La situación genera enormes complicaciones al comercio internacional dado que los buques de carga tienen que reducir el peso transportado para poder avanzar sobre los canales, lo que genera mayores costos y pérdidas millonarias al país.

Un estudio de la Bola de Comercio de Rosario indica que la bajante histórica del río Paraná ya causó pérdidas al país por "más de 240 millones de dólares" en los primeros cuatro meses del año y advierte que la situación sigue empeorando por las demoras y varaduras de buques en la zona.

Según fuentes de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (CAPyM), un buque carga habitualmente entre 50.000 y 55.000 toneladas de granos, pero actualmente están saliendo con entre 35.000 y 40.000 toneladas para poder navegar.

En medio de la mayor bajante del río Paraná en 50 años, se generó una nueva complicación en las últimas horas: se derrumbó una porción del veril (la pared del canal) cerca de Rosario, donde operan 32 puertos cerealeros.

El hecho, originado en causas naturales debido a la falta de presión de agua, se registró a la altura del kilómetro 390 en la zona de Arroyo Seco, al sur de Rosario; el desmoronamiento fue de 60 por 27 metros y restó 1,5 metros de profundidad para la navegabilidad.

Según informó la dragadora belga Jan de Nul -dador de equipos e ingeniería en la concesión de Hidrovía SA- trabajaban aún este martes en la zona las dragas Alvar Núñez Cabeza de Vaca y Manzanillo.

La draga Manzanillo continuaba con tareas tras recuperarse un metro de profundidad pero se evaluaba incluso la posibilidad de cambiar la traza navegable del canal en esa zona para evitar que un nuevo derrumbe encalle a los buques.

Todo esto es consecuencia de un segundo semestre de 2019 caracterizado por precipitaciones inferiores a lo normal en la cuenca del Paraná, tendencia que continúa en lo que va de este año, según un informe de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).

La problemática afecta a toda la región, dado que el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym) afirmó que las embarcaciones están operando con un 40% menos sus respectivas capacidades de transporte de cargas.

Eso ocurre ante el escaso nivel de las aguas de la Hidrovía Paraná-Paraguay registrado en los primeros cuatro meses de este año, según el presidente del gremio de marítimos paraguayo, Esteban dos Santos.

En el Puerto de San Lorenzo, Santa Fe, el hidrómetro marcaba este martes 0,38 metros (escala local) cuando por ejemplo el nivel de febrero y marzo osciló en torno a los 2,84 metros y en julio de 2019 llegó a 4,96 metros.

La EBY informó este martes que los principales reservorios emplazados en la cuenca del río Paraná, en territorio brasileño, se encuentran con un almacenamiento ponderado del orden del 60%, mientras que los embalses inmediatos se encuentran con capacidad de almacenamiento frente a eventuales repuntes en sus afluencias.

"Con la información disponible al día de la fecha, no se esperan cambios significativos sobre la presente condición hidrológica deficitaria al corto plazo", dijo la EBY en su informe hidrológico.

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12 MAY 2020 - 11:59

La situación genera enormes complicaciones al comercio internacional dado que los buques de carga tienen que reducir el peso transportado para poder avanzar sobre los canales, lo que genera mayores costos y pérdidas millonarias al país.

Un estudio de la Bola de Comercio de Rosario indica que la bajante histórica del río Paraná ya causó pérdidas al país por "más de 240 millones de dólares" en los primeros cuatro meses del año y advierte que la situación sigue empeorando por las demoras y varaduras de buques en la zona.

Según fuentes de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (CAPyM), un buque carga habitualmente entre 50.000 y 55.000 toneladas de granos, pero actualmente están saliendo con entre 35.000 y 40.000 toneladas para poder navegar.

En medio de la mayor bajante del río Paraná en 50 años, se generó una nueva complicación en las últimas horas: se derrumbó una porción del veril (la pared del canal) cerca de Rosario, donde operan 32 puertos cerealeros.

El hecho, originado en causas naturales debido a la falta de presión de agua, se registró a la altura del kilómetro 390 en la zona de Arroyo Seco, al sur de Rosario; el desmoronamiento fue de 60 por 27 metros y restó 1,5 metros de profundidad para la navegabilidad.

Según informó la dragadora belga Jan de Nul -dador de equipos e ingeniería en la concesión de Hidrovía SA- trabajaban aún este martes en la zona las dragas Alvar Núñez Cabeza de Vaca y Manzanillo.

La draga Manzanillo continuaba con tareas tras recuperarse un metro de profundidad pero se evaluaba incluso la posibilidad de cambiar la traza navegable del canal en esa zona para evitar que un nuevo derrumbe encalle a los buques.

Todo esto es consecuencia de un segundo semestre de 2019 caracterizado por precipitaciones inferiores a lo normal en la cuenca del Paraná, tendencia que continúa en lo que va de este año, según un informe de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).

La problemática afecta a toda la región, dado que el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym) afirmó que las embarcaciones están operando con un 40% menos sus respectivas capacidades de transporte de cargas.

Eso ocurre ante el escaso nivel de las aguas de la Hidrovía Paraná-Paraguay registrado en los primeros cuatro meses de este año, según el presidente del gremio de marítimos paraguayo, Esteban dos Santos.

En el Puerto de San Lorenzo, Santa Fe, el hidrómetro marcaba este martes 0,38 metros (escala local) cuando por ejemplo el nivel de febrero y marzo osciló en torno a los 2,84 metros y en julio de 2019 llegó a 4,96 metros.

La EBY informó este martes que los principales reservorios emplazados en la cuenca del río Paraná, en territorio brasileño, se encuentran con un almacenamiento ponderado del orden del 60%, mientras que los embalses inmediatos se encuentran con capacidad de almacenamiento frente a eventuales repuntes en sus afluencias.

"Con la información disponible al día de la fecha, no se esperan cambios significativos sobre la presente condición hidrológica deficitaria al corto plazo", dijo la EBY en su informe hidrológico.


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