La aventura de Nicolás Bobadilla en Nueva Zelanda
El futbolista de Trelew vivió la cuarentena en Oceanía.
Por Francisco Caputo
La pandemia de coronavirus encontró a Nicolás Bobadilla, futbolista oriundo de Trelew, en Nueva Zelanda.
Tras meses de cuarentena que neutralizó la propagación del Covid-19, el país de Oceanía empieza a retomar la normalidad. En este contexto, el Waiheke United, el equipo que integra Bobadilla desde principios de año, retomó los entrenamientos el pasado fin de semana El delantero dialogó con Jornada sobre su aventura.
El vuelo sin fin
La expedición comenzó a inicios de este año. “El año pasado jugué en Deportes Valdivia, de la B de Chile. Sufrí una lesión y estalló el conflicto social allá. Por ello, tuve que volver”, dijo.
“No sabía que iba a pasar, si iba a firmar contrato o no. Entonces, la tía de mi novia, que vivía en Nueva Zelanda, me habló del club. Yo les envié videos y mi currículum”, indicó el delantero reconvertido a volante.
En este instante, comenzó el largo periplo, que incluyó un maratónico viaje . “Les gustaron mis videos. Pero me dijeron que tenía que hacer la prueba. Junté la plata, me pagué el pasaje y me vine para acá. Fueron catorce horas de avión y una de ferry a la isla de Waiheke”, narró el atacante, surgido en Racing Club de Trelew, donde disputó el extinto Federal B.
“Todo iba bien. Fui titular en los tres amistosos previos al torneo, que debía comenzar el 28 de marzo”, narró el delantero, que vistió los colores de Huracán antes de partir a Chile.
La cuarentena
La irrupción del coronavirus exigió respuestas a todos los gobiernos. En Nueva Zelanda, la primera ministra Jacinda Ardern optó por el camino del aislamiento duro. “A finales de marzo, comenzó una cuarentena donde solo se podía salir a comprar alimentos o medicamentos. Duró un mes y podías salir a correr solo. A esta etapa se la conoció como Nivel 4. Hubo una ayuda económica muy importante del gobierno a la gente”, detalló
“La cantidad de casos se frenó y pasamos al Nivel 3. Con el cambio, podías juntarte a comer con no más de cinco personas. Y la tendencia de casos siguió a la baja. Hubo días consecutivos donde el número de infectados no superaba el digito. Luego, hubo una semana sin nuevos casos”, comentó.
“Ahí, se bajó al Nivel 2, donde la vida empieza a volver a ser normal. Los comercios y los gimnasios empiezan a abrir”, indicó el futbolista.
Para Bobadilla, el comportamiento de la población es clave en todo el contexto. “Nueva Zelanda es un país donde toda la gente es muy solidaria y piensa realmente en el otro”, resaltó. “Mientras duró el Nivel 4, la gente no salía a la calle. Y cuando salían a hacer compras, todos con barbijo y guantes, haciendo la fila con distanciamiento social”, expresó.
“Aún en Nivel 2, se ve como la población sigue respetando las precauciones anteriores. Si hay descuidos, el virus puede volver”, resaltó.
La normalidad y los sueños
La pandemia en Nueva Zelanda empieza a ser un recuerdo. Por ello, se fijó la fecha de inicio del torneo. Si no hay contratiempos, el certamen empezará el 30 de mayo.
Waiheke retomó el pasado sábado los entrenamientos, con estrictos protocolos. “Los grupos de práctica no pueden ser de más de diez personas y debe haber distancia. El uso de los guantes es obligatorio y hay que bañarse en la casa de cada uno”, dijo. “Para este sábado, es muy posible que el plantel se entrene todo junto. Es posible que haya testeos. Todavía no nos han dicho. Quizás no sea necesario porque realmente casi no hay casos en el país”, expresó.
A la par de la normalidad, se retoman los sueños. Bobadilla tiene el suyo. “El equipo se armó para ascender Quiero destacarme acá y tener la posibilidad de jugar el torneo nacional, que se juega en el segundo semestre. Ese torneo da dos plazas a la Champions de Oceanía. Quien gana ese torneo, por lo general son equipos de acá. Y el ganador juega el Mundial de Clubes. Eso sueño yo ahora”, remató.
Por Francisco Caputo
La pandemia de coronavirus encontró a Nicolás Bobadilla, futbolista oriundo de Trelew, en Nueva Zelanda.
Tras meses de cuarentena que neutralizó la propagación del Covid-19, el país de Oceanía empieza a retomar la normalidad. En este contexto, el Waiheke United, el equipo que integra Bobadilla desde principios de año, retomó los entrenamientos el pasado fin de semana El delantero dialogó con Jornada sobre su aventura.
El vuelo sin fin
La expedición comenzó a inicios de este año. “El año pasado jugué en Deportes Valdivia, de la B de Chile. Sufrí una lesión y estalló el conflicto social allá. Por ello, tuve que volver”, dijo.
“No sabía que iba a pasar, si iba a firmar contrato o no. Entonces, la tía de mi novia, que vivía en Nueva Zelanda, me habló del club. Yo les envié videos y mi currículum”, indicó el delantero reconvertido a volante.
En este instante, comenzó el largo periplo, que incluyó un maratónico viaje . “Les gustaron mis videos. Pero me dijeron que tenía que hacer la prueba. Junté la plata, me pagué el pasaje y me vine para acá. Fueron catorce horas de avión y una de ferry a la isla de Waiheke”, narró el atacante, surgido en Racing Club de Trelew, donde disputó el extinto Federal B.
“Todo iba bien. Fui titular en los tres amistosos previos al torneo, que debía comenzar el 28 de marzo”, narró el delantero, que vistió los colores de Huracán antes de partir a Chile.
La cuarentena
La irrupción del coronavirus exigió respuestas a todos los gobiernos. En Nueva Zelanda, la primera ministra Jacinda Ardern optó por el camino del aislamiento duro. “A finales de marzo, comenzó una cuarentena donde solo se podía salir a comprar alimentos o medicamentos. Duró un mes y podías salir a correr solo. A esta etapa se la conoció como Nivel 4. Hubo una ayuda económica muy importante del gobierno a la gente”, detalló
“La cantidad de casos se frenó y pasamos al Nivel 3. Con el cambio, podías juntarte a comer con no más de cinco personas. Y la tendencia de casos siguió a la baja. Hubo días consecutivos donde el número de infectados no superaba el digito. Luego, hubo una semana sin nuevos casos”, comentó.
“Ahí, se bajó al Nivel 2, donde la vida empieza a volver a ser normal. Los comercios y los gimnasios empiezan a abrir”, indicó el futbolista.
Para Bobadilla, el comportamiento de la población es clave en todo el contexto. “Nueva Zelanda es un país donde toda la gente es muy solidaria y piensa realmente en el otro”, resaltó. “Mientras duró el Nivel 4, la gente no salía a la calle. Y cuando salían a hacer compras, todos con barbijo y guantes, haciendo la fila con distanciamiento social”, expresó.
“Aún en Nivel 2, se ve como la población sigue respetando las precauciones anteriores. Si hay descuidos, el virus puede volver”, resaltó.
La normalidad y los sueños
La pandemia en Nueva Zelanda empieza a ser un recuerdo. Por ello, se fijó la fecha de inicio del torneo. Si no hay contratiempos, el certamen empezará el 30 de mayo.
Waiheke retomó el pasado sábado los entrenamientos, con estrictos protocolos. “Los grupos de práctica no pueden ser de más de diez personas y debe haber distancia. El uso de los guantes es obligatorio y hay que bañarse en la casa de cada uno”, dijo. “Para este sábado, es muy posible que el plantel se entrene todo junto. Es posible que haya testeos. Todavía no nos han dicho. Quizás no sea necesario porque realmente casi no hay casos en el país”, expresó.
A la par de la normalidad, se retoman los sueños. Bobadilla tiene el suyo. “El equipo se armó para ascender Quiero destacarme acá y tener la posibilidad de jugar el torneo nacional, que se juega en el segundo semestre. Ese torneo da dos plazas a la Champions de Oceanía. Quien gana ese torneo, por lo general son equipos de acá. Y el ganador juega el Mundial de Clubes. Eso sueño yo ahora”, remató.