Misceláneas de un conflicto con aristas de dobles objetivos

El amistoso, efusivo y, en apariencia, solidario intercambio de información y apoyo entre algunos integrantes de un chat grupal de la Federación Chubutense de Cooperativas (FeChCoop), que se filtró como casi todo en estos tiempos, encubre algunas paradojas dignas de ser apreciadas.

El diálogo se origina en la información que brinda a sus pares Daniel Ap Iwan, presidente de la Cooperativa de Dolavon, sobre el conflicto mantenido en las últimas semanas con el Sindicato de Luz y Fuerza, a raíz de la sanción económica aplicada a un trabajador de dicha cooperativa (ver Página 2).

A la luz del fallo judicial, cabe preguntarse si las solidarias manifestaciones de apoyo irrestricto de otros cooperativistas estaban basadas en compartir las convicciones “anti derechos” de Ap Iwan, o en una manifiesta desinformación sobre la naturaleza del conflicto.

Queda nítido, también, el cambio de postura del presidente de la Cooperativa de Rawson, Marcelo Griffiths, quien hasta hace poco tiempo no ahorraba calificativos para denostar a las autoridades de la Cooperativa de Dolavon por ser evasivos y negligentes en la búsqueda de soluciones al conflicto por la facturación del consumo eléctrico de la ciudad de las norias.

Cabe recordar que toda la electricidad que actualmente se consume en Dolavon, 28 de Julio y la Villa del Dique Ameghino es distribuida, facturada y cobrada por la Cooperativa que preside Ap Iwan, pero quien le termina pagando a la mayorista CAMMESA es la cooperativa capitalina.

Aunque parezca extraño e irrazonable, los usuarios de Rawson pagan la luz que se consume en las otras tres localidades. Y es válido destacar, además, que la deuda acumulada de Dolavon con Rawson ronda hoy los $ 120 millones.

Al parecer, Griffiths encontró en este conflicto ajeno las razones para reconsiderar su opinión sobre la Cooperativa de Dolavon y su pintoresco presidente, al punto de manifestarle afanosamente: “Por supuesto que reafirmamos el apoyo a la Cooperativa de Dolavon desde Rawson”. ¿Será coincidente su pensamiento con el de todos los asociados a la Cooperativa de Rawson?

Algunos creen que el cambio de humor y opinión de Griffiths se explica en la campaña que viene desarrollando para acceder al cargo de presidente de la FeChCoop. Esa mutación demagógica de Griffiths parece haber dejado en el olvido el reclamo contra la Cooperativa de Dolavon.

Curiosamente, quien se ha manifestado en solidaridad con los vecinos de la capital provincial por la injusta situación es el intendente de Dolavon, Dante Bowen. Difícil de contar, pero mucho más difícil de entender, es que la Provincia, el poder concedente, acompañe con su silencio (consciente o inconscientemente) y avale esta situación anómala.

Como corolario, otra gragea de una historia que se teje con vocación de farsa. Aseguran que la postulación de Griffiths a la presidencia de la FeChCoop es promovida con singular entusiasmo por algunas de las autoridades de la Sociedad Cooperativa Popular Limitada de Comodoro Rivadavia (SCPL), quienes en medio de la cuarentena han recorrido distintas cooperativas del interior acompañando a Griffiths, difundiendo el mensaje de que quieren llegar a la Presidencia de la Federación para “cambiarle la vida” a esas cooperativas.

Paradojalmente, la SCPL debe aportes por más de $ 30 millones al Fondo de Compensación Tarifaria, del cual se nutren las cooperativas del interior para poder sostener económicamente sus costos operativos.

Digno de un campeonato mundial del doble discurso y dudosos objetivos.