Editorial / Marcar la cancha y reperfilar la deuda

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23 MAY 2020 - 20:20 | Actualizado

La manera en la que el Poder Legislativo y el Poder Judicial le marcaron la cancha el Gobierno provincial esta semana es una muestra más de que los márgenes se achican cada vez más y que el gobernador Mariano Arcioni debe sostener fuerte el volante porque el camino que se viene por delante, además de sinuoso, será de ripio.

La conformación de un “Interbloque” con nueve diputados que en su mayoría le responden al vicegobernador Ricardo Sastre y a los intendentes Gustavo Sastre y Adrián Maderna se caía de maduro. Nadie puede sostener un bloque oficialista si no hay diálogo entre el Ejecutivo y todos sus diputados.

Tampoco tirarle un golpe por debajo del cinturón a la Justicia fue una buena decisión. Ventilar que hay un plazo fijo del Poder Judicial por más de 800 millones de pesos generó confusiones en la gente y también una dura respuesta del presidente del Superior Tribunal de Justicia, Mario Vivas, que explicó que ese dinero no se puede usar así como así y acusó al gobernador de inducirlo a cometer un delito.

Que se fracture el bloque oficialista y romper lanzas con el Poder Judicial, todo en la misma semana, no es una combinación que le convenga a un gobierno que le cuesta tanto hacer pie desde lo político y tiene focos ígneos por todos los rincones.

El pedido de Wado

El gobernador Arcioni estuvo la semana pasada en Buenos Aires haciendo gestiones. Hubo algunas operaciones subterráneas para instalar la idea de que los encuentros habían sido muy buenos y hasta se filtró que el viernes podrían llegar a pagar los rangos 3 y 4 juntos. Nada más alejado de eso: apenas se pudo echar mano a 375 millones para pagarle 25 mil pesos a cada uno de los 15 mil agentes del rango 3.

Arcioni sigue teniendo un colchón político en Buenos Aires: el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que inclusive lo acompañó a una reunión con el ministro del Interior, Wado De Pedro. Pero de plata fresca, por ahora, nada concreto.

Sin embargo, De Pedro tuvo un gesto curioso: llamó a un legislador nacional chubutense del Frente de Todos y le pidió un apoyo público para Arcioni. Este legislador, orgánico como pocos, no rechazó el pedido del ministro pero aclaró que esperaba un llamado de los que él considera son sus verdaderos jefes políticos para que le pidan semejante gesto.

Se sabe: en política nadie se incinera a menos que sea inevitable. O que el jefe -o la jefa- lo pida.

Deuda, la batalla que viene

El viernes, el gobernador Arcioni se volvió a ver las caras con el vice. Fue a través de una videoconferencia de la que también participaron los jefes de los tres bloques de la Legislatura.

Junto al ministro de Economía, Oscar Antonena, contaron a Sastre y los diputados el proyecto de reperfilamiento de unos 900 millones de dólares de deuda de la Provincia con acreedores externos.

El proyecto es bastante similar al de “Sostenibilidad de la Deuda Pública emitida bajo ley extranjera”, presentado por el Gobierno nacional en febrero pasado.

Además de contarle los detalles a Sastre, Juan Pais (Chubut al Frente), Adriana Casanovas (Frente Patriótico) y Manuel Pagliaroni (Juntos por el Cambio), alguien se encargó de filtrarlo a algunos periodistas.

Lo que no sabían en Fontana 50 –tal vez se estén enterando ahora- es que un proyecto similar pero con matices importantes se estaba terminando de gestar en el Interbloque y será puesto a consideración si finalmente se realiza la sesión del próximo martes.

“Imposible de honrar”

El proyecto señala que la deuda pública de Chubut “se ha tornado imposible de honrar en los términos en los que fuera originalmente contratada”. El texto abunda, además, en los problemas fiscales que tiene Chubut, y no de ahora: en 2016, el stock de deuda por habitante de la provincia ya era 3,6 veces superior al promedio nacional, y 1,9 veces superior al promedio de la región patagónica. En ese mismo año, la Provincia ya registraba un resultado financiero deficitario muy importante, equivalente al 20% de sus ingresos.

A fines de 2018, la deuda seguía creciendo y ya rondaba los 1.000 millones de dólares.

Con ese panorama de arrastre, sumado a los acuerdos salariales firmados el año pasado, el déficit estimado para este año asciende a unos 23.000 millones de pesos, lo que equivale a un 40% de los ingresos totales.

Aun sin aumentar salarios y jubilaciones durante todo el año, los compromisos salariales seguirán representando 120% de los ingresos netos de las regalías petroleras cedidas para el pago de los bonos dolarizados. Los especialistas dicen que este “ratio” debería llegar a un rango de entre el 70% y el 80% para permitir un normal funcionamiento del Estado.

En cambio, si este año se hacen más ajustes salariales la masa con aumentos ascendería a unos 70.000 millones de pesos y el déficit anual se dispararía hasta los 37.000 millones de pesos. Esa “bomba” no puede explotar porque tendría consecuencias insospechadas.

Comisiones

Tanto el proyecto oficial como el de los diputados sobre el reperfilamiento de la deuda apuntan casi hacia el mismo lado. Pero el proyecto del Interbloque hace especial hincapié en el tema de las comisiones que se deberán pagar a los asesores financieros para llevar adelante el proceso de canje.

La idea es que, como en la ley se sustentabilidad de la deuda que se aprobó en el Congreso Nacional, haya topes en el pago de alícuotas por dichos servicios.

Por eso, uno de los incisos del proyecto dejará en claro que al aprobar y suscribir contratos con entidades y asesores financieros para que presten sus servicios, el pago de las comisiones en ningún caso podrán superar 0,1% por todo concepto del monto efectivamente canjeado o reperfilado.

En otras palabras, lo que algunos diputados van a plantear es que esta crisis genere oportunidades para la Provincia, no negocios para los asesores financieros.#

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23 MAY 2020 - 20:20

La manera en la que el Poder Legislativo y el Poder Judicial le marcaron la cancha el Gobierno provincial esta semana es una muestra más de que los márgenes se achican cada vez más y que el gobernador Mariano Arcioni debe sostener fuerte el volante porque el camino que se viene por delante, además de sinuoso, será de ripio.

La conformación de un “Interbloque” con nueve diputados que en su mayoría le responden al vicegobernador Ricardo Sastre y a los intendentes Gustavo Sastre y Adrián Maderna se caía de maduro. Nadie puede sostener un bloque oficialista si no hay diálogo entre el Ejecutivo y todos sus diputados.

Tampoco tirarle un golpe por debajo del cinturón a la Justicia fue una buena decisión. Ventilar que hay un plazo fijo del Poder Judicial por más de 800 millones de pesos generó confusiones en la gente y también una dura respuesta del presidente del Superior Tribunal de Justicia, Mario Vivas, que explicó que ese dinero no se puede usar así como así y acusó al gobernador de inducirlo a cometer un delito.

Que se fracture el bloque oficialista y romper lanzas con el Poder Judicial, todo en la misma semana, no es una combinación que le convenga a un gobierno que le cuesta tanto hacer pie desde lo político y tiene focos ígneos por todos los rincones.

El pedido de Wado

El gobernador Arcioni estuvo la semana pasada en Buenos Aires haciendo gestiones. Hubo algunas operaciones subterráneas para instalar la idea de que los encuentros habían sido muy buenos y hasta se filtró que el viernes podrían llegar a pagar los rangos 3 y 4 juntos. Nada más alejado de eso: apenas se pudo echar mano a 375 millones para pagarle 25 mil pesos a cada uno de los 15 mil agentes del rango 3.

Arcioni sigue teniendo un colchón político en Buenos Aires: el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que inclusive lo acompañó a una reunión con el ministro del Interior, Wado De Pedro. Pero de plata fresca, por ahora, nada concreto.

Sin embargo, De Pedro tuvo un gesto curioso: llamó a un legislador nacional chubutense del Frente de Todos y le pidió un apoyo público para Arcioni. Este legislador, orgánico como pocos, no rechazó el pedido del ministro pero aclaró que esperaba un llamado de los que él considera son sus verdaderos jefes políticos para que le pidan semejante gesto.

Se sabe: en política nadie se incinera a menos que sea inevitable. O que el jefe -o la jefa- lo pida.

Deuda, la batalla que viene

El viernes, el gobernador Arcioni se volvió a ver las caras con el vice. Fue a través de una videoconferencia de la que también participaron los jefes de los tres bloques de la Legislatura.

Junto al ministro de Economía, Oscar Antonena, contaron a Sastre y los diputados el proyecto de reperfilamiento de unos 900 millones de dólares de deuda de la Provincia con acreedores externos.

El proyecto es bastante similar al de “Sostenibilidad de la Deuda Pública emitida bajo ley extranjera”, presentado por el Gobierno nacional en febrero pasado.

Además de contarle los detalles a Sastre, Juan Pais (Chubut al Frente), Adriana Casanovas (Frente Patriótico) y Manuel Pagliaroni (Juntos por el Cambio), alguien se encargó de filtrarlo a algunos periodistas.

Lo que no sabían en Fontana 50 –tal vez se estén enterando ahora- es que un proyecto similar pero con matices importantes se estaba terminando de gestar en el Interbloque y será puesto a consideración si finalmente se realiza la sesión del próximo martes.

“Imposible de honrar”

El proyecto señala que la deuda pública de Chubut “se ha tornado imposible de honrar en los términos en los que fuera originalmente contratada”. El texto abunda, además, en los problemas fiscales que tiene Chubut, y no de ahora: en 2016, el stock de deuda por habitante de la provincia ya era 3,6 veces superior al promedio nacional, y 1,9 veces superior al promedio de la región patagónica. En ese mismo año, la Provincia ya registraba un resultado financiero deficitario muy importante, equivalente al 20% de sus ingresos.

A fines de 2018, la deuda seguía creciendo y ya rondaba los 1.000 millones de dólares.

Con ese panorama de arrastre, sumado a los acuerdos salariales firmados el año pasado, el déficit estimado para este año asciende a unos 23.000 millones de pesos, lo que equivale a un 40% de los ingresos totales.

Aun sin aumentar salarios y jubilaciones durante todo el año, los compromisos salariales seguirán representando 120% de los ingresos netos de las regalías petroleras cedidas para el pago de los bonos dolarizados. Los especialistas dicen que este “ratio” debería llegar a un rango de entre el 70% y el 80% para permitir un normal funcionamiento del Estado.

En cambio, si este año se hacen más ajustes salariales la masa con aumentos ascendería a unos 70.000 millones de pesos y el déficit anual se dispararía hasta los 37.000 millones de pesos. Esa “bomba” no puede explotar porque tendría consecuencias insospechadas.

Comisiones

Tanto el proyecto oficial como el de los diputados sobre el reperfilamiento de la deuda apuntan casi hacia el mismo lado. Pero el proyecto del Interbloque hace especial hincapié en el tema de las comisiones que se deberán pagar a los asesores financieros para llevar adelante el proceso de canje.

La idea es que, como en la ley se sustentabilidad de la deuda que se aprobó en el Congreso Nacional, haya topes en el pago de alícuotas por dichos servicios.

Por eso, uno de los incisos del proyecto dejará en claro que al aprobar y suscribir contratos con entidades y asesores financieros para que presten sus servicios, el pago de las comisiones en ningún caso podrán superar 0,1% por todo concepto del monto efectivamente canjeado o reperfilado.

En otras palabras, lo que algunos diputados van a plantear es que esta crisis genere oportunidades para la Provincia, no negocios para los asesores financieros.#


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