Por Patricia Reyes (*) / Edición: Daniela Patricia Almirón
Desde el 20 de marzo pasado, fecha en la que se oficializó el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio, se registraron más de 50 femicidios en todo el país, y la cifra va en aumento lamentablemente, al igual que los casos de COVID que tanto se ve en las noticias.
En medio de la cuarentena, las mujeres víctimas de violencia de género se encuentran más expuestas a esta “pandemia” porque en muchos casos conviven con su agresor. En ese marco, según las estadísticas de varias ONG (Plan Internacional, La casa del encuentro por ej.) y/o organismos estatales, el 78% de los femicidios ocurrió en la vivienda de la víctima, y los autores de estos hechos fueron en el 68% de los casos parejas o ex parejas de las víctimas
La problemática aumentó en esta situación de confinamiento en los hogares, sobre todo por la situación inesperada que genera malestar, depresión, miedo, paranoia, y deriva en situaciones de la salud psicosocial bastante extremas. En consecuencia, se han dado casos en las modalidades de la Violencia psicológica, física, entre otras y quizás en escalada, en lo que llevamos de más de 60 días de A.S.P.O. dispuesto por las autoridades nacionales
Es por ello por lo que las denuncias por violencia de género aumentaron durante la cuarentena por el coronavirus y, desde que comenzó el confinamiento desde mediados de marzo de este año, quizá lo más preocupante de este es que no sabemos cuánto tiempo durará este confinamiento. -
La ONU la llama “la otra pandemia”, e insta a los Estados a poner atención y trabajar para proteger a las mujeres y las niñas, amenazadas doblemente por el COVID-19 y la violencia.
Según estudios realizados a nivel mundial una de cada tres mujeres ha padecido violencia física o sexual en una relación íntima a lo largo de su vida, y no debemos olvidar que una de las principales estrategias de control de los perpetradores de violencia doméstica es la de aislar a la víctima. Es por ello que la cuarentena y las medidas de aislamiento para prevenir el coronavirus COVID-19 pueden generar mayores riesgos para las mujeres que viven en situaciones de violencia doméstica.
Si bien se han potenciado las líneas de atención que brindan orientación, asesoramiento y contención a mujeres en casos de violencia, estos han incrementado y lo femicidios no cesaron.
Para el fortalecimiento de los servicios de atención y seguimiento de la violencia hacia las mujeres, niños, niñas y adolescentes, desde los diferentes estamentos nacionales, provinciales y municipales se habilitaron líneas de teléfonos por WhatsApp, casilla de email para atender las urgencias y no dejar a las víctimas en desprotección. Puede ser muy difícil para la víctima que pueda salir o llamar por estar en el lugar con el mismo victimario.
También se realizaron distintas campañas de comunicación para concientizar y brindar información sobre cómo pedir ayuda y asesoramiento en estas situaciones. Estas campañas tienen en cuenta el contexto de las medidas de aislamiento social, a modo de ejemplo de lo que sucedió desde el inicio del ASPO: “puertas adentro” es una interpelación a las personas que pueden ayudar, contener o brindar información a víctimas de la violencia para que se pongan en contacto con la Línea 144, o “No te laves las manos” visibiliza la dramática situación en la que miles de mujeres afrontan la cuarentena en el país, o “barbijo rojo” que invita a las mujeres a concurrir a una Farmacia con un barbijo de ese color para que desde allí pidan ayuda.
A nivel local los Organismos provinciales y municipales, instauraron líneas telefónicas, adhirieron a las campañas nacionales como “barbijo rojo”, y la disposición de la libre circulación para acceder a las Comisarías a realizar la denuncia. El Poder Judicial a través de la Fiscalía, la Defensa Pública y la judicatura establecieron canales de atención para estas situaciones.
La información por canales masivos es clave en esta otra pandemia, visibiliza alternativas y ofrece soluciones que pueden salvar vidas.#
(*) Patricia Reyes es jueza penal de Puerto Madryn.
Por Patricia Reyes (*) / Edición: Daniela Patricia Almirón
Desde el 20 de marzo pasado, fecha en la que se oficializó el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio, se registraron más de 50 femicidios en todo el país, y la cifra va en aumento lamentablemente, al igual que los casos de COVID que tanto se ve en las noticias.
En medio de la cuarentena, las mujeres víctimas de violencia de género se encuentran más expuestas a esta “pandemia” porque en muchos casos conviven con su agresor. En ese marco, según las estadísticas de varias ONG (Plan Internacional, La casa del encuentro por ej.) y/o organismos estatales, el 78% de los femicidios ocurrió en la vivienda de la víctima, y los autores de estos hechos fueron en el 68% de los casos parejas o ex parejas de las víctimas
La problemática aumentó en esta situación de confinamiento en los hogares, sobre todo por la situación inesperada que genera malestar, depresión, miedo, paranoia, y deriva en situaciones de la salud psicosocial bastante extremas. En consecuencia, se han dado casos en las modalidades de la Violencia psicológica, física, entre otras y quizás en escalada, en lo que llevamos de más de 60 días de A.S.P.O. dispuesto por las autoridades nacionales
Es por ello por lo que las denuncias por violencia de género aumentaron durante la cuarentena por el coronavirus y, desde que comenzó el confinamiento desde mediados de marzo de este año, quizá lo más preocupante de este es que no sabemos cuánto tiempo durará este confinamiento. -
La ONU la llama “la otra pandemia”, e insta a los Estados a poner atención y trabajar para proteger a las mujeres y las niñas, amenazadas doblemente por el COVID-19 y la violencia.
Según estudios realizados a nivel mundial una de cada tres mujeres ha padecido violencia física o sexual en una relación íntima a lo largo de su vida, y no debemos olvidar que una de las principales estrategias de control de los perpetradores de violencia doméstica es la de aislar a la víctima. Es por ello que la cuarentena y las medidas de aislamiento para prevenir el coronavirus COVID-19 pueden generar mayores riesgos para las mujeres que viven en situaciones de violencia doméstica.
Si bien se han potenciado las líneas de atención que brindan orientación, asesoramiento y contención a mujeres en casos de violencia, estos han incrementado y lo femicidios no cesaron.
Para el fortalecimiento de los servicios de atención y seguimiento de la violencia hacia las mujeres, niños, niñas y adolescentes, desde los diferentes estamentos nacionales, provinciales y municipales se habilitaron líneas de teléfonos por WhatsApp, casilla de email para atender las urgencias y no dejar a las víctimas en desprotección. Puede ser muy difícil para la víctima que pueda salir o llamar por estar en el lugar con el mismo victimario.
También se realizaron distintas campañas de comunicación para concientizar y brindar información sobre cómo pedir ayuda y asesoramiento en estas situaciones. Estas campañas tienen en cuenta el contexto de las medidas de aislamiento social, a modo de ejemplo de lo que sucedió desde el inicio del ASPO: “puertas adentro” es una interpelación a las personas que pueden ayudar, contener o brindar información a víctimas de la violencia para que se pongan en contacto con la Línea 144, o “No te laves las manos” visibiliza la dramática situación en la que miles de mujeres afrontan la cuarentena en el país, o “barbijo rojo” que invita a las mujeres a concurrir a una Farmacia con un barbijo de ese color para que desde allí pidan ayuda.
A nivel local los Organismos provinciales y municipales, instauraron líneas telefónicas, adhirieron a las campañas nacionales como “barbijo rojo”, y la disposición de la libre circulación para acceder a las Comisarías a realizar la denuncia. El Poder Judicial a través de la Fiscalía, la Defensa Pública y la judicatura establecieron canales de atención para estas situaciones.
La información por canales masivos es clave en esta otra pandemia, visibiliza alternativas y ofrece soluciones que pueden salvar vidas.#
(*) Patricia Reyes es jueza penal de Puerto Madryn.