“Tinterillo”, el primer periodista de El Bolsón a principios del siglo 20

Fue un imprentero que a principios del siglo 20 dedicaba horas para escribir las noticias de los bandoleros que asolaban las poblaciones cordilleranas y las novedades del lugar.

06 JUN 2020 - 19:43 | Actualizado 30 SEP 2022 - 18:07

Según recordaba “Naco” Sales, el historiador fallecido hace tres años, el primer periodista de la zona fue “Tinterillo”, un imprentero que a principios del siglo 20 dedicaba horas para escribir las noticias de los bandoleros que asolaban las poblaciones cordilleranas y las novedades de los colonos chilenos y comerciantes “turcos” asentadas en el “Valle Nuevo”, como se denominaba antaño al sector comprendido desde El Bolsón hasta Lago Puelo, El Hoyo y Las Golondrinas, que no sobrepasaba los cien habitantes.

Lógicamente, las ediciones de su periódico se limitaban a unos panfletos que se distribuían principalmente en los almacenes de ramos generales donde eran leídos por los parroquianos en largas horas de mostrador y condimentaban las opiniones, transferidas luego a la familia. La cosecha del trigo y la producción de harina en los molinos locales, o la venta de una yunta de bueyes eran los temas corrientes.

Sin embargo, y a través de corresponsales espontáneos (que generalmente fueron los primeros maestros cordilleranos), los principales diarios de Buenos Aires (La Nación, La Prensa) reflejaban la inseguridad que predominaba hacia 1910 en esta zona de frontera: “Ñorquinco, 18 de febrero de 1911. Es verdaderamente incomprensible que el gobernador de Río Negro, a pesar de haber llamado su atención durante tres años consecutivos, no haya establecido un destacamento en el paso del río Manso. La policía fronteriza del Chubut tiene que habérselas diariamente con los cuatreros; pero la mayoría de ellos pasan impunemente a Chile por el camino a Cochamó. Personas venidas de ese punto dicen que este verano han pasado más de 200 caballos robados. Se sabe que en El Foyel y Río Manso hay personas que se dedican al tráfico de animales robados y en el destacamento de Ensenada (Chile) se detuvo por sospechas a un individuo que llevaba una tropilla. Portaba una guía con sello del Juzgado de Bariloche, pero el jefe notó que tenía muchas fallas de ortografía”, precisa una de las cronistas, transmitida por medio de un telegrama a la redacción ubicada a casi 2 mil kilómetros de distancia.

En el tiempo

Hubo que esperar hasta finales de la década de 1960 para que El Bolsón vuelva a contar con un periódico impreso: el diario “Hora Sur” creado por el profesor Ricardo Ventura, que ya plasmaba la diversidad cultural de una comarca que comenzaba un proceso de transformación con la llegada de los “hippies”, con sus artistas y artesanos; la industrialización a escala de la madera y el turismo incipiente que descubre el potencial paisajístico de la región. Con el apoyo incondicional de Carlos Gastaldi en la imprenta, el diario marcó la agenda de un poblado de apenas 3 mil habitantes hasta que su creador se mudó a Viedma.

En 1979 nació “El Bolsonés”, un semanario gestado por Jorge Cilley (un rugbier recién mudado a la ciudad), quien fue acompañado en los comienzos del emprendimiento por Néstor Capano y “El Chino” Moriñigo. Difundió fundamentalmente todo el quehacer comunitario, con mucho contenido institucional y luego con opinión política por el advenimiento democrático de 1983. Estuvo vigente hasta el fallecimiento de Cilley, ocurrido una tarde en el gimnasio municipal mientras disputaba un partido de fútbol de salón.

Otro diario de singular importancia en la zona andina fue “Piltriquitrón”, creado en 1992 por Marcelo Muscillo (actual juez multifueros), que mantuvo su vigencia por más de una década y con un claro perfil de defensa del ambiente y los recursos naturales.

También hay que destacar a la revista “Auquín”, fundada en 1980 por el periodista Alfredo Falabella (además corresponsal durante varios años del diario “Río Negro”), quien por aquellos años reflejó el nacimiento de la Feria Regional Artesanal y el intenso movimiento cultural que daba identidad a El Bolsón.

Matamala

De igual modo, entre los periodistas que marcaron la profesión en la cordillera hay que mencionar a Juan Domingo Matamala, fallecido a los 57 años y a quien en el Concejo Deliberante se definió como “un hombre que ayudó a reconstruir y mantener viva la memoria de nuestros primeros pobladores”.

Durante décadas, fue “la voz del amanecer” para los oyentes de LRA57, Radio Nacional El Bolsón; mientras que también fue profesor de varias generaciones de estudiantes de nivel medio. Para todos, era simplemente “Chapingo”.

Como escritor, en 1986, obtuvo el premio “Isidro Quiroga” en la categoría cuento, con su obra “Simón Ñanco”. A partir de ese año, comenzó en El Bolsón su labor radial de rescate de la memoria histórica local. Como fruto de esos trabajos rescató más de 300 cintas magnetofónicas con testimonios de viejos pobladores con las que armó parte de la historia regional.

En 1989, publicó su libro “El Bolsón, Historias y Topónimos” cuya edición artesanal se agotó a los pocos días. Ese mismo año nació “El Bolsón como yo lo conocí”, merced a los recuerdos aportados por Antolín Díaz González, intendente peronista y viejo poblador de la localidad.

A partir de allí escribió: “El Bolsón, como lo conocieron”, obra que rescata la memoria de los pioneros con sus ricos anecdotarios y experiencias; “Historia del periodismo en El Bolsón”; “Historia del lúpulo en El Bolsón”; “Los hippies en El Bolsón”; “Mitos y leyendas de El Bolsón” y “La república de El Bolsón”.

Asimismo, para la televisión realizó un importante trabajo de rescate histórico consistente en veinte videos que contienen la totalidad de los aspectos de la historia local.

Previo a su deceso, estaba dedicado al rescate de la historia de “La virgen del Nahuel Huapi”, cuya imagen descubrió en una iglesia de la Isla de Chiloé (al parecer trasladada por los misioneros durante el 1700), con la idea de entronizarla sobre el paso El Manso.

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06 JUN 2020 - 19:43

Según recordaba “Naco” Sales, el historiador fallecido hace tres años, el primer periodista de la zona fue “Tinterillo”, un imprentero que a principios del siglo 20 dedicaba horas para escribir las noticias de los bandoleros que asolaban las poblaciones cordilleranas y las novedades de los colonos chilenos y comerciantes “turcos” asentadas en el “Valle Nuevo”, como se denominaba antaño al sector comprendido desde El Bolsón hasta Lago Puelo, El Hoyo y Las Golondrinas, que no sobrepasaba los cien habitantes.

Lógicamente, las ediciones de su periódico se limitaban a unos panfletos que se distribuían principalmente en los almacenes de ramos generales donde eran leídos por los parroquianos en largas horas de mostrador y condimentaban las opiniones, transferidas luego a la familia. La cosecha del trigo y la producción de harina en los molinos locales, o la venta de una yunta de bueyes eran los temas corrientes.

Sin embargo, y a través de corresponsales espontáneos (que generalmente fueron los primeros maestros cordilleranos), los principales diarios de Buenos Aires (La Nación, La Prensa) reflejaban la inseguridad que predominaba hacia 1910 en esta zona de frontera: “Ñorquinco, 18 de febrero de 1911. Es verdaderamente incomprensible que el gobernador de Río Negro, a pesar de haber llamado su atención durante tres años consecutivos, no haya establecido un destacamento en el paso del río Manso. La policía fronteriza del Chubut tiene que habérselas diariamente con los cuatreros; pero la mayoría de ellos pasan impunemente a Chile por el camino a Cochamó. Personas venidas de ese punto dicen que este verano han pasado más de 200 caballos robados. Se sabe que en El Foyel y Río Manso hay personas que se dedican al tráfico de animales robados y en el destacamento de Ensenada (Chile) se detuvo por sospechas a un individuo que llevaba una tropilla. Portaba una guía con sello del Juzgado de Bariloche, pero el jefe notó que tenía muchas fallas de ortografía”, precisa una de las cronistas, transmitida por medio de un telegrama a la redacción ubicada a casi 2 mil kilómetros de distancia.

En el tiempo

Hubo que esperar hasta finales de la década de 1960 para que El Bolsón vuelva a contar con un periódico impreso: el diario “Hora Sur” creado por el profesor Ricardo Ventura, que ya plasmaba la diversidad cultural de una comarca que comenzaba un proceso de transformación con la llegada de los “hippies”, con sus artistas y artesanos; la industrialización a escala de la madera y el turismo incipiente que descubre el potencial paisajístico de la región. Con el apoyo incondicional de Carlos Gastaldi en la imprenta, el diario marcó la agenda de un poblado de apenas 3 mil habitantes hasta que su creador se mudó a Viedma.

En 1979 nació “El Bolsonés”, un semanario gestado por Jorge Cilley (un rugbier recién mudado a la ciudad), quien fue acompañado en los comienzos del emprendimiento por Néstor Capano y “El Chino” Moriñigo. Difundió fundamentalmente todo el quehacer comunitario, con mucho contenido institucional y luego con opinión política por el advenimiento democrático de 1983. Estuvo vigente hasta el fallecimiento de Cilley, ocurrido una tarde en el gimnasio municipal mientras disputaba un partido de fútbol de salón.

Otro diario de singular importancia en la zona andina fue “Piltriquitrón”, creado en 1992 por Marcelo Muscillo (actual juez multifueros), que mantuvo su vigencia por más de una década y con un claro perfil de defensa del ambiente y los recursos naturales.

También hay que destacar a la revista “Auquín”, fundada en 1980 por el periodista Alfredo Falabella (además corresponsal durante varios años del diario “Río Negro”), quien por aquellos años reflejó el nacimiento de la Feria Regional Artesanal y el intenso movimiento cultural que daba identidad a El Bolsón.

Matamala

De igual modo, entre los periodistas que marcaron la profesión en la cordillera hay que mencionar a Juan Domingo Matamala, fallecido a los 57 años y a quien en el Concejo Deliberante se definió como “un hombre que ayudó a reconstruir y mantener viva la memoria de nuestros primeros pobladores”.

Durante décadas, fue “la voz del amanecer” para los oyentes de LRA57, Radio Nacional El Bolsón; mientras que también fue profesor de varias generaciones de estudiantes de nivel medio. Para todos, era simplemente “Chapingo”.

Como escritor, en 1986, obtuvo el premio “Isidro Quiroga” en la categoría cuento, con su obra “Simón Ñanco”. A partir de ese año, comenzó en El Bolsón su labor radial de rescate de la memoria histórica local. Como fruto de esos trabajos rescató más de 300 cintas magnetofónicas con testimonios de viejos pobladores con las que armó parte de la historia regional.

En 1989, publicó su libro “El Bolsón, Historias y Topónimos” cuya edición artesanal se agotó a los pocos días. Ese mismo año nació “El Bolsón como yo lo conocí”, merced a los recuerdos aportados por Antolín Díaz González, intendente peronista y viejo poblador de la localidad.

A partir de allí escribió: “El Bolsón, como lo conocieron”, obra que rescata la memoria de los pioneros con sus ricos anecdotarios y experiencias; “Historia del periodismo en El Bolsón”; “Historia del lúpulo en El Bolsón”; “Los hippies en El Bolsón”; “Mitos y leyendas de El Bolsón” y “La república de El Bolsón”.

Asimismo, para la televisión realizó un importante trabajo de rescate histórico consistente en veinte videos que contienen la totalidad de los aspectos de la historia local.

Previo a su deceso, estaba dedicado al rescate de la historia de “La virgen del Nahuel Huapi”, cuya imagen descubrió en una iglesia de la Isla de Chiloé (al parecer trasladada por los misioneros durante el 1700), con la idea de entronizarla sobre el paso El Manso.


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