Jorge “Loma” Avila: “Si hubiera un contagio todo un yacimiento queda paralizado”

13 JUN 2020 - 20:25 | Actualizado

¿Cuál es la mayor preocupación que se plantea con la pandemia en la industria más allá de la económica?

Para nosotros es fundamental que podamos sortear éste proceso sin ningún contagio. Si esto se produjera todo un yacimiento quedaría paralizado. La realidad es ésta, si se produjera un caso positivo toda una estructura debería quedar en cuarentena. Ese es nuestro principal cuidado y por eso, le estamos pidiendo a los trabajadores la colaboración y la ayuda para que entre todos, podamos sacar adelante la ciudad y la provincia. De eso se trata, de sostener las regalías y las inversiones petroleras. Hay que respetar el protocolo y ser estrictos, “subir” al campo vacunados; utilizar barbijos y máscaras de protección. Los vehículos de transporte van espaciados, tienen alcohol en gel y hemos pedido que cada trabajador utilice su mate y sus propios elementos, acotando la charla diaria en el viaje al yacimiento.

Además de la incidencia económica, ¿hay otros factores que impiden que la actividad se reactive?

El precio del barril es fundamental tanto como el sobrante de petróleo en el mundo. No es solamente la pandemia. Por eso, tomamos el tema sanitario con mucho cuidado y respeto pero también sabemos que lo vamos a superar. Solamente podremos conseguirlo dándole la mayor normalidad posible a la actividad.

¿Es optimista sobre la reactivación de la industria desde el trabajo?

Nosotros tenemos que tener el nivel de inspiración alto porque si nosotros nos caemos, es muy posible que todo el sistema empiece a fracasar. La situación nos obliga a ser optimista y pensar que todo va a salir bien, buscando lo mejor para todos. Ese es el entusiasmo que uno tiene que poner porque la única manera de enfrentar la crisis, es perdiéndole el miedo. Hay que tenerlo respeto a ésta enfermedad que entendemos, se quedará por un largo tiempo.

¿Cuál es el mensaje para el trabajador en general y para los petroleros en particular?

Los trabajadores de Salud pagan un costo muy alto, poniéndose en riesgo para atender a la gente. Destaco el trabajo de la Policía, de los Bomberos Voluntarios, de los Camioneros que traen la comida a la ciudad; de la UOCRA y de los petroleros. Es muy difícil salirse de esto. Ojalá que entre todos encontremos una situación porque nadie se salvará solo. Todos tenemos que trabajar en la misma línea.

¿Qué ingerencia tiene la política en la resolución de este panorama?

Hoy no depende de la política sino de que nos ayude Dios, que pase la pandemia y el mundo vuelva a ponerse en movimiento. Quizás después la política tenga que encontrar los mecanismos para que no se siga afectando a la provincia y al país en general. La pandemia dejará consecuencias: empresas que se fundieron y comercios que se cerraron. Habrá que recomponer muchas cosas y ahí sí, está la tarea de los políticos para trabajar en ese sentido.

Ha sido muy crítico como el intendente Luque sobre a la empresa YPF…

Tiene un problema económico que estaba desde antes de la pandemia. Esta situación simplemente dejó al descubierto lo que advertíamos que iba a pasar. Con o sin pandemia, irreversiblemente YPF iba en camino a esto. En los últimos cuatro años se desviaron fondos que venían para la industria petrolera; se redireccionaron a molinos eólicos y otras energías alternativas. Quisieron inventar cosas para reemplazar el petróleo y hoy queda a la vista, que el petróleo tendrá diez a quince años de utilidad. Que hay que prepararse para el futuro no hay ninguna duda pero hay que elegir los momentos y hacerlo paulatinamente, no desinvirtiendo en una empresa nacional.

¿El desafío de los dirigentes gremiales hoy es discutir aumentos o sostener el empleo?

El empleo es una prioridad. Ya vendrá la discusión salarial y luchar por las reivindicaciones que hemos perdido; no tuvimos aumento desde el 2019 y en el 2020 estamos sin aumento salarial y con reducción de sueldo por los trabajadores que están en la casa. Seguiremos poniendo el hombro porque entendemos que es una necesidad y el trabajador así lo entiende. Si queremos llegar hasta el final de esto, tenemos que estar unidos.

Se transita por un período de “anormalidad” que no estaba en los planes de nadie.¿ En lo personal cómo lo explica?

Quiero seguir brindando servicios; manteniendo la obra social y la clínica; con la farmacia con medicamentos al cien por ciento para jubilados y los afiliados. En lo social estamos preparados a pesar del precio altísimo que tienen los medicamentos. Hay que valorar el esfuerzo que hace el sindicato, en tesorería y gremial.

Ha reconocido que ésta representa la crisis más importante del petróleo en la Cuenca. ¿Lo siente así?

Es la peor crisis del petróleo. Hubo otros momentos complicados por el precio del barril de crudo u otras razones, pero no se afecta la salud humana. Esto supera todo lo que ha pasado hasta ahora en la industria petrolera.

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13 JUN 2020 - 20:25

¿Cuál es la mayor preocupación que se plantea con la pandemia en la industria más allá de la económica?

Para nosotros es fundamental que podamos sortear éste proceso sin ningún contagio. Si esto se produjera todo un yacimiento quedaría paralizado. La realidad es ésta, si se produjera un caso positivo toda una estructura debería quedar en cuarentena. Ese es nuestro principal cuidado y por eso, le estamos pidiendo a los trabajadores la colaboración y la ayuda para que entre todos, podamos sacar adelante la ciudad y la provincia. De eso se trata, de sostener las regalías y las inversiones petroleras. Hay que respetar el protocolo y ser estrictos, “subir” al campo vacunados; utilizar barbijos y máscaras de protección. Los vehículos de transporte van espaciados, tienen alcohol en gel y hemos pedido que cada trabajador utilice su mate y sus propios elementos, acotando la charla diaria en el viaje al yacimiento.

Además de la incidencia económica, ¿hay otros factores que impiden que la actividad se reactive?

El precio del barril es fundamental tanto como el sobrante de petróleo en el mundo. No es solamente la pandemia. Por eso, tomamos el tema sanitario con mucho cuidado y respeto pero también sabemos que lo vamos a superar. Solamente podremos conseguirlo dándole la mayor normalidad posible a la actividad.

¿Es optimista sobre la reactivación de la industria desde el trabajo?

Nosotros tenemos que tener el nivel de inspiración alto porque si nosotros nos caemos, es muy posible que todo el sistema empiece a fracasar. La situación nos obliga a ser optimista y pensar que todo va a salir bien, buscando lo mejor para todos. Ese es el entusiasmo que uno tiene que poner porque la única manera de enfrentar la crisis, es perdiéndole el miedo. Hay que tenerlo respeto a ésta enfermedad que entendemos, se quedará por un largo tiempo.

¿Cuál es el mensaje para el trabajador en general y para los petroleros en particular?

Los trabajadores de Salud pagan un costo muy alto, poniéndose en riesgo para atender a la gente. Destaco el trabajo de la Policía, de los Bomberos Voluntarios, de los Camioneros que traen la comida a la ciudad; de la UOCRA y de los petroleros. Es muy difícil salirse de esto. Ojalá que entre todos encontremos una situación porque nadie se salvará solo. Todos tenemos que trabajar en la misma línea.

¿Qué ingerencia tiene la política en la resolución de este panorama?

Hoy no depende de la política sino de que nos ayude Dios, que pase la pandemia y el mundo vuelva a ponerse en movimiento. Quizás después la política tenga que encontrar los mecanismos para que no se siga afectando a la provincia y al país en general. La pandemia dejará consecuencias: empresas que se fundieron y comercios que se cerraron. Habrá que recomponer muchas cosas y ahí sí, está la tarea de los políticos para trabajar en ese sentido.

Ha sido muy crítico como el intendente Luque sobre a la empresa YPF…

Tiene un problema económico que estaba desde antes de la pandemia. Esta situación simplemente dejó al descubierto lo que advertíamos que iba a pasar. Con o sin pandemia, irreversiblemente YPF iba en camino a esto. En los últimos cuatro años se desviaron fondos que venían para la industria petrolera; se redireccionaron a molinos eólicos y otras energías alternativas. Quisieron inventar cosas para reemplazar el petróleo y hoy queda a la vista, que el petróleo tendrá diez a quince años de utilidad. Que hay que prepararse para el futuro no hay ninguna duda pero hay que elegir los momentos y hacerlo paulatinamente, no desinvirtiendo en una empresa nacional.

¿El desafío de los dirigentes gremiales hoy es discutir aumentos o sostener el empleo?

El empleo es una prioridad. Ya vendrá la discusión salarial y luchar por las reivindicaciones que hemos perdido; no tuvimos aumento desde el 2019 y en el 2020 estamos sin aumento salarial y con reducción de sueldo por los trabajadores que están en la casa. Seguiremos poniendo el hombro porque entendemos que es una necesidad y el trabajador así lo entiende. Si queremos llegar hasta el final de esto, tenemos que estar unidos.

Se transita por un período de “anormalidad” que no estaba en los planes de nadie.¿ En lo personal cómo lo explica?

Quiero seguir brindando servicios; manteniendo la obra social y la clínica; con la farmacia con medicamentos al cien por ciento para jubilados y los afiliados. En lo social estamos preparados a pesar del precio altísimo que tienen los medicamentos. Hay que valorar el esfuerzo que hace el sindicato, en tesorería y gremial.

Ha reconocido que ésta representa la crisis más importante del petróleo en la Cuenca. ¿Lo siente así?

Es la peor crisis del petróleo. Hubo otros momentos complicados por el precio del barril de crudo u otras razones, pero no se afecta la salud humana. Esto supera todo lo que ha pasado hasta ahora en la industria petrolera.


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