Editorial / Gobernar requiere de más y mejor política

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13 JUN 2020 - 20:57 | Actualizado

La crisis casi se lo lleva puesto y ese riesgo todavía no se disipó. Pero un golpe de timón en medio del temporal –y la pandemia, que sin querer terminó ayudando-, al menos lo volvió a sentar a la mesa y le dio otra chance.

Este y cualquier otro gobierno necesita de la política para sostenerse. Porque sin eso nadie puede sostener mucho tiempo, sobre todo ahora que el “zapato” del Covid-19 empezó a apretar.

La llegada de Andrés Meiszner a la Secretaría General de Gobierno es parte de esa última chance que el destino le puso delante a Mariano Arcioni. Tiene calle, se crió políticamente al lado de Aníbal Fernández y no se cuece al primer hervor.

Lo comprobaron algunos sindicalistas estatales que se atrevieron ir a “medirlo” una mañana cuando recién había llegado a la Secretaría de Trabajo. Se anima a discutir cualquier cosa con quien sea, pero nunca de prepo.

Antes de que sea tarde

A Arcioni le recomendaron más de una vez a Meiszner para un cargo de mayor peso en el Gabinete. El tiempo dirá si esa designación fue tardía.

El quilmeño ya armó una mesa de discusión política en la que se sientan varios ministros, entre ellos el de Gobierno, José Grazzini, y algunos otros de adentro y de afuera que intentan darle “volumen político” a una gestión que careció de ese atributo durante mucho tiempo.

Se activaron los contactos con todos los sectores: la oposición, la interna oficialista, los sindicatos y los sectores empresarios. Fija posiciones, intercambia ideas y tiende puentes. Elige no pelearse en vano hasta que sea necesario.

También mira hacia adentro. No cree que todos los males de la gestión de Arcioni hayan sido provocados por zancadillas ajenas sino por la impericia de los propios. Por eso también tienen en mente hacer los cambios que haya que hacer para dar señales.

Cambio y fuera

El caso de Nicolás Cittadini es uno de ellos. El expresidente de Vialidad Provincial es un técnico de primera línea pero sin ninguna cintura política. Se embarcó en una guerra sin cuartel con el Sindicato de Trabajadores Viales y perdió. La foto del gobernador chocando puños con Carlos Milani, el líder del Sitravich que el año pasado encabezada casi todos los cortes de ruta con quema de gomas en la Provincia, fue uno de los primeros triunfos de Meiszner.

Hubo más contactos con sectores gremiales de peso, en donde Meiszner escuchó reclamos por el pésimo accionar de algunos ministros. En este sentido, el titular de la cartera de Seguridad, Federico Massoni, tiene comprado todos los números. Se sostiene porque a Arcioni le cuesta soltarle la mano. Pero lo hará cuando no quede más remedio.

La renovación de nombres no se pide sólo adentro de la Provincia sino también desde el Gobierno nacional, que condicionó futuras asistencias financieras a cambios de rumbos en varias áreas. Y Seguridad encabeza la lista.

El PJ juega

Está claro que el Gobierno nacional bajó línea a su propia tropa con la clara intención de desactivar cualquier idea de salida adelantada. A la Casa Rosada no le interesa que se profundice la crisis en Chubut. Lo que quiere es acabar con esa dispersión absurda del peronismo, con dirigentes tirándose piedras entre ellos mientras pasan cosas importantes.

La alianza “Alberto-Cristina-Massa-Máximo” está más fuerte que nunca y busca que en 2021 haya mayor cantidad de manos para sostener el proyecto en el Congreso. Todos ellos saben que el 2020 está casi perdido. Pero el año próximo hay que empezar a despegar con políticas públicas que requerirán de medidas fuertes y para eso se necesita estar mejor armado en las dos cámaras.

Hoy por hoy, hay varios dirigentes del PJ alineados a ese mensaje. El intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, es uno. El otro, el diputado nacional Santiago Igon, que apoyó la institucionalidad al decir que Arcioni debe ser el gobernador hasta 2023 pero también criticó a varios de sus ministros (incluido a Massoni). No hay apoyos incondicionales.

En el medio, comenzó a juntarles la cabeza a muchos intendentes cordilleranos y de la Meseta que se sienten dejados de lado desde hace tiempo, para agilizar los contactos con Nación. Igon tiene claro que el proyecto pide jugar y no piensa quedarse en la zona de confort de su banca.

Es con todos

Hay otros legisladores nacionales que también construyen para un proyecto nacional y provincial más amplio, como la senadora Nancy González. Muy cercana a Cristina Kirchner en esta etapa del Senado, tiene grandes chances de renovar en 2021. “González es un apellido que va a sonar mucho en las listas del Frente de Todos el año próximo”, dicen, misteriosos, algunos peronistas que no se enojan cuando se les habla de “dedazos” o cosas por el estilo. La desconexión de buena parte de la dirigencia peronista con el proyecto nacional no deja otro camino, opinan otros.

Un párrafo aparte para Carlos Linares, que se lanzó como candidato a senador para 2021. El año pasado se la jugó tarde para gobernador y perdió; ahora, demasiado temprano para senador. ¿Le alcanzará con tener la simpatía de Cristina?

En los tiempos que corren y en los que se avecinan, el “timing” político será un atributo clave. Pero no se sale de un pozo lleno de barro sin ensuciarse los zapatos. Tampoco sintiendo culpa de hacer política en medio de una pandemia. Se necesita más y mejor política para salir de la crisis, de la pandemia, y también para empezar a erradicar todos los males que hace tiempo aquejan a Chubut.

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13 JUN 2020 - 20:57

La crisis casi se lo lleva puesto y ese riesgo todavía no se disipó. Pero un golpe de timón en medio del temporal –y la pandemia, que sin querer terminó ayudando-, al menos lo volvió a sentar a la mesa y le dio otra chance.

Este y cualquier otro gobierno necesita de la política para sostenerse. Porque sin eso nadie puede sostener mucho tiempo, sobre todo ahora que el “zapato” del Covid-19 empezó a apretar.

La llegada de Andrés Meiszner a la Secretaría General de Gobierno es parte de esa última chance que el destino le puso delante a Mariano Arcioni. Tiene calle, se crió políticamente al lado de Aníbal Fernández y no se cuece al primer hervor.

Lo comprobaron algunos sindicalistas estatales que se atrevieron ir a “medirlo” una mañana cuando recién había llegado a la Secretaría de Trabajo. Se anima a discutir cualquier cosa con quien sea, pero nunca de prepo.

Antes de que sea tarde

A Arcioni le recomendaron más de una vez a Meiszner para un cargo de mayor peso en el Gabinete. El tiempo dirá si esa designación fue tardía.

El quilmeño ya armó una mesa de discusión política en la que se sientan varios ministros, entre ellos el de Gobierno, José Grazzini, y algunos otros de adentro y de afuera que intentan darle “volumen político” a una gestión que careció de ese atributo durante mucho tiempo.

Se activaron los contactos con todos los sectores: la oposición, la interna oficialista, los sindicatos y los sectores empresarios. Fija posiciones, intercambia ideas y tiende puentes. Elige no pelearse en vano hasta que sea necesario.

También mira hacia adentro. No cree que todos los males de la gestión de Arcioni hayan sido provocados por zancadillas ajenas sino por la impericia de los propios. Por eso también tienen en mente hacer los cambios que haya que hacer para dar señales.

Cambio y fuera

El caso de Nicolás Cittadini es uno de ellos. El expresidente de Vialidad Provincial es un técnico de primera línea pero sin ninguna cintura política. Se embarcó en una guerra sin cuartel con el Sindicato de Trabajadores Viales y perdió. La foto del gobernador chocando puños con Carlos Milani, el líder del Sitravich que el año pasado encabezada casi todos los cortes de ruta con quema de gomas en la Provincia, fue uno de los primeros triunfos de Meiszner.

Hubo más contactos con sectores gremiales de peso, en donde Meiszner escuchó reclamos por el pésimo accionar de algunos ministros. En este sentido, el titular de la cartera de Seguridad, Federico Massoni, tiene comprado todos los números. Se sostiene porque a Arcioni le cuesta soltarle la mano. Pero lo hará cuando no quede más remedio.

La renovación de nombres no se pide sólo adentro de la Provincia sino también desde el Gobierno nacional, que condicionó futuras asistencias financieras a cambios de rumbos en varias áreas. Y Seguridad encabeza la lista.

El PJ juega

Está claro que el Gobierno nacional bajó línea a su propia tropa con la clara intención de desactivar cualquier idea de salida adelantada. A la Casa Rosada no le interesa que se profundice la crisis en Chubut. Lo que quiere es acabar con esa dispersión absurda del peronismo, con dirigentes tirándose piedras entre ellos mientras pasan cosas importantes.

La alianza “Alberto-Cristina-Massa-Máximo” está más fuerte que nunca y busca que en 2021 haya mayor cantidad de manos para sostener el proyecto en el Congreso. Todos ellos saben que el 2020 está casi perdido. Pero el año próximo hay que empezar a despegar con políticas públicas que requerirán de medidas fuertes y para eso se necesita estar mejor armado en las dos cámaras.

Hoy por hoy, hay varios dirigentes del PJ alineados a ese mensaje. El intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, es uno. El otro, el diputado nacional Santiago Igon, que apoyó la institucionalidad al decir que Arcioni debe ser el gobernador hasta 2023 pero también criticó a varios de sus ministros (incluido a Massoni). No hay apoyos incondicionales.

En el medio, comenzó a juntarles la cabeza a muchos intendentes cordilleranos y de la Meseta que se sienten dejados de lado desde hace tiempo, para agilizar los contactos con Nación. Igon tiene claro que el proyecto pide jugar y no piensa quedarse en la zona de confort de su banca.

Es con todos

Hay otros legisladores nacionales que también construyen para un proyecto nacional y provincial más amplio, como la senadora Nancy González. Muy cercana a Cristina Kirchner en esta etapa del Senado, tiene grandes chances de renovar en 2021. “González es un apellido que va a sonar mucho en las listas del Frente de Todos el año próximo”, dicen, misteriosos, algunos peronistas que no se enojan cuando se les habla de “dedazos” o cosas por el estilo. La desconexión de buena parte de la dirigencia peronista con el proyecto nacional no deja otro camino, opinan otros.

Un párrafo aparte para Carlos Linares, que se lanzó como candidato a senador para 2021. El año pasado se la jugó tarde para gobernador y perdió; ahora, demasiado temprano para senador. ¿Le alcanzará con tener la simpatía de Cristina?

En los tiempos que corren y en los que se avecinan, el “timing” político será un atributo clave. Pero no se sale de un pozo lleno de barro sin ensuciarse los zapatos. Tampoco sintiendo culpa de hacer política en medio de una pandemia. Se necesita más y mejor política para salir de la crisis, de la pandemia, y también para empezar a erradicar todos los males que hace tiempo aquejan a Chubut.


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