Opinión / Patéticas discusiones

14 JUN 2020 - 20:31 | Actualizado

Por Mario Cimadevilla / Exsenador nacional (UCR)

En estos días, ante el desgobierno del Chubut -cuyo signo más destacado es la incapacidad del gobernador Arcioni-, nuestros legisladores nacionales de todos los partidos han caído en una patética discusión nada novedosa, sino recurrente, cuando el signo político del gobierno nacional difiere del gobierno provincial.

El ejemplo más cercano está en el período anterior (2015/2019). En él encontrábamos a los legisladores nacionales de “Cambiemos” (o “Juntos por el Cambio”) sosteniendo que a Chubut “nunca se le había dado tanto” (en alusión al envío de los fondos de la coparticipación) para defender, sin reparos, la supresión de algunos beneficios de los que, justificadamente, gozaba la provincia. Por su parte, los legisladores nacionales de la entonces oposición peronista (“Frente para la Victoria” o “Frente de Todos”), hacían responsable al gobierno nacional de Macri de todas las penurias y los males de Chubut.

Esta patética discusión se repite en estos días. Muchos pueden ser los motivos de estas diatribas estériles: la mediocridad de quienes nos representan, su falta de visión política de cuáles son las verdaderas causas de nuestros problemas, que sus opiniones respondan a alguna estrategia marketinera a la que someten sus conductas desde hace ya bastante tiempo; en verdad, no los conozco.

Días pasados leí una nota periodística de Héctor “Pepe” Castro que planteaba la necesidad de que todos nuestros legisladores nacionales trabajen en conjunto en la superación de los graves problemas que tienen postrada a la provincia de Chubut, pero esto requiere de una visión política que permita “superar diferencias” y “trabajar sobre denominadores comunes”.

Luego de estas discusiones (que la calle, el ciudadano de a pie, calificaría de “discusiones pelotudas”), veo lejos esa posibilidad que tanto esperanza a “Pepe”, porque los temas de discusión política no los instalan nuestros legisladores que, en muchos casos, han actuado como “levanta-manos” de los que otros deciden discutir, porque muchas veces los temas de discusión política los instalan “los que gobiernan a los gobiernos”.

A fecha de hoy, encontramos a nuestros legisladores opinando -a favor y en contra- del caso “Vicentin” y está bien que lo hagan, porque ellos deberán votar -en definitiva- la decisión final (la expropiación).

Ahora me pregunto: ¿la privatización del mar, que nos perjudica y mucho, no es motivo de discusión en el Congreso? ¿la entrega de nuestros recursos energéticos para estar todos sometidos a la avaricia de quienes manejan el sistema -y nos matan con sus tarifas- no es materia de discusión parlamentaria? ¿Que se quieran llevar nuestros recursos mineros por sólo el 2% de lo que valen y sin resguardo ambiental, no es tema de debate? ¿La justicia federal sometida por los servicios de inteligencia manejados según el interés político de turno, no es motivo de preocupación?, por dar ejemplo de algunas materias que, seguramente, tendrían sobre nuestra economía provincial mucho más efecto que los aportes del tesoro (ATN) a más de constituir un gran aporte de transparencia republicana.

Nuestros legisladores se han autoasignado el triste rol de ser sólo “pedigüeños” que mendigan aportes y salvatajes. Nada más que eso ante la pavorosa inexistencia de partidos políticos con sólido ideario (y definidas estructuras) capaces de formar opinión.

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14 JUN 2020 - 20:31

Por Mario Cimadevilla / Exsenador nacional (UCR)

En estos días, ante el desgobierno del Chubut -cuyo signo más destacado es la incapacidad del gobernador Arcioni-, nuestros legisladores nacionales de todos los partidos han caído en una patética discusión nada novedosa, sino recurrente, cuando el signo político del gobierno nacional difiere del gobierno provincial.

El ejemplo más cercano está en el período anterior (2015/2019). En él encontrábamos a los legisladores nacionales de “Cambiemos” (o “Juntos por el Cambio”) sosteniendo que a Chubut “nunca se le había dado tanto” (en alusión al envío de los fondos de la coparticipación) para defender, sin reparos, la supresión de algunos beneficios de los que, justificadamente, gozaba la provincia. Por su parte, los legisladores nacionales de la entonces oposición peronista (“Frente para la Victoria” o “Frente de Todos”), hacían responsable al gobierno nacional de Macri de todas las penurias y los males de Chubut.

Esta patética discusión se repite en estos días. Muchos pueden ser los motivos de estas diatribas estériles: la mediocridad de quienes nos representan, su falta de visión política de cuáles son las verdaderas causas de nuestros problemas, que sus opiniones respondan a alguna estrategia marketinera a la que someten sus conductas desde hace ya bastante tiempo; en verdad, no los conozco.

Días pasados leí una nota periodística de Héctor “Pepe” Castro que planteaba la necesidad de que todos nuestros legisladores nacionales trabajen en conjunto en la superación de los graves problemas que tienen postrada a la provincia de Chubut, pero esto requiere de una visión política que permita “superar diferencias” y “trabajar sobre denominadores comunes”.

Luego de estas discusiones (que la calle, el ciudadano de a pie, calificaría de “discusiones pelotudas”), veo lejos esa posibilidad que tanto esperanza a “Pepe”, porque los temas de discusión política no los instalan nuestros legisladores que, en muchos casos, han actuado como “levanta-manos” de los que otros deciden discutir, porque muchas veces los temas de discusión política los instalan “los que gobiernan a los gobiernos”.

A fecha de hoy, encontramos a nuestros legisladores opinando -a favor y en contra- del caso “Vicentin” y está bien que lo hagan, porque ellos deberán votar -en definitiva- la decisión final (la expropiación).

Ahora me pregunto: ¿la privatización del mar, que nos perjudica y mucho, no es motivo de discusión en el Congreso? ¿la entrega de nuestros recursos energéticos para estar todos sometidos a la avaricia de quienes manejan el sistema -y nos matan con sus tarifas- no es materia de discusión parlamentaria? ¿Que se quieran llevar nuestros recursos mineros por sólo el 2% de lo que valen y sin resguardo ambiental, no es tema de debate? ¿La justicia federal sometida por los servicios de inteligencia manejados según el interés político de turno, no es motivo de preocupación?, por dar ejemplo de algunas materias que, seguramente, tendrían sobre nuestra economía provincial mucho más efecto que los aportes del tesoro (ATN) a más de constituir un gran aporte de transparencia republicana.

Nuestros legisladores se han autoasignado el triste rol de ser sólo “pedigüeños” que mendigan aportes y salvatajes. Nada más que eso ante la pavorosa inexistencia de partidos políticos con sólido ideario (y definidas estructuras) capaces de formar opinión.


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