Identidad de las danzas patagónicas enlazadas

Valeria Inostroza sube a un escenario y su alma comienza a volar al ritmo de una zamba, marcando su pertenencia con la tierra y la identidad con una región distinta al resto del país. Baila en el Ballet Municipal de El Bolsón y además es una de las referentes de la agrupación gaucha “El Redomón” -junto a su padre y hermanos-, y permanentemente trabaja en la investigación de “las raíces de nuestro pueblo”.

05 JUL 2020 - 20:24 | Actualizado

Por estos días, desde la Casa del Bicentenario de El Bolsón, es la principal protagonista –en tiempos de pandemia-, de un ciclo denominado “Nuestra danza folklórica”, compartiendo “experiencias de valsecitos, polcas rurales, cumbias camperas, rancheras, chamamés y pasodobles, que son la historia de la música y de nuestros bailes, aún vigentes” (el ciclo va los viernes, a las 18.30, a través de la cuenta de Facebook “Elbolsoncultura”).

Los cordilleranos reconocen a Abelardo Epuyén González como el pionero del folklore patagónico, sólo comparado con Marcelo Berbel en Neuquén, Hugo Giménez Agüero en Santa Cruz o Lito Gutiérrez en Comodoro Rivadavia, con letras y estilos que han llegado hasta nuestros días. En comparación, Valeria Inostroza remarcó que “bailes y coreografías propias no tenemos, aunque podemos mostrar lo nuestro a través de la danza enlazada que identifica a la zona”.

Añoranzas

Enseguida valoró a “aquellos músicos que deambulaban a caballo con su acordeón y su guitarra, animando las marcaciones y señaladas, cumpleaños y casamientos de la gente del campo, en tiempos en que no había electricidad, donde era un personaje singular y fue creando el ritmo regional cuando ni siquiera el sonido de la vitrola era muy común”.

Por esos años, “fueron naciendo las danzas que fueron evolucionando, al igual que la vestimenta traída por los colonos chilenos, turcos y europeos, mezclados con los pueblos nativos. En esta propuesta, vamos mostrando escenas que recrean momentos de una fiesta campesina, incluyendo el aniversario de alguna escuela y otros eventos que nos animan a revivir esas épocas de nuestros abuelos. Hay detalles sobre las polleras de vestir de las señoras o la ropa de los hombres, comparados con la actualidad, donde hasta en los boliches se está bailando la cumbia campera”, señaló.

En respuesta a “la presencia de creadores de danzas cordilleranas que puedan marcar un estilo diferente”, Valeria Inostroza recalcó que “no tenemos documentación de bailes propios. Sin embargo, en San Carlos de Bariloche está la profesora Rita Cardozo, quien ha recreado danzas con música de Hugo Giménez Agüero con sus propias coreografías. Tampoco contamos con antecedentes de kaanis o chorilleras, que se toman como propias de la Patagonia”.

En cada mes de enero, el festival de Cosquín es el templo “donde quieren estar todos los cantores”. De igual modo, los bailarines de las provincias sureñas apuntan “a despertar sentimientos similares a un chamamé correntino o una zamba salteña”.

A criterio de Valeria Inostroza, “hemos llevado nuestra propuesta a Laborde hace dos años (y este verano estuvo el grupo Raíces Sureñas), mostrando música y danzas de la cordillera. La forma de bailar, la diversión y el mensaje que se transmite recreando un baile campero lo recepciona el público de todo el país y lo aplaude”.

Cuna

Desde hace décadas, El Bolsón y la Comarca Andina trascienden fronteras como “la capital cultural de la Patagonia”. En referencia a “ser la cuna de la danza sureña, que comienza a surgir a partir de sus propios creadores”, la profesora entrevistada recordó que “es un trabajo que está pendiente y un desafío muy lindo para llevar adelante. No tenemos límites de provincias, de hecho hemos representado a nuestra región con bailarines de El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén, Cholila y El Maitén”.

Enseguida valoró a “aquellos profesores o hacedores culturales que en cada barrio o paraje rural enseñan la identidad cultural a los más pequeños. Hablando con la directora de Cultura de El Bolsón, Gisela Guastavino, y con la concejal Silvana Garach (también profesora de danzas nativas), avanzamos en la idea de talleres para implementar en las escuelas para difusión de nuestra raíz folklórica, que también abarca los usos y costumbres de los pioneros”. #

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05 JUL 2020 - 20:24

Por estos días, desde la Casa del Bicentenario de El Bolsón, es la principal protagonista –en tiempos de pandemia-, de un ciclo denominado “Nuestra danza folklórica”, compartiendo “experiencias de valsecitos, polcas rurales, cumbias camperas, rancheras, chamamés y pasodobles, que son la historia de la música y de nuestros bailes, aún vigentes” (el ciclo va los viernes, a las 18.30, a través de la cuenta de Facebook “Elbolsoncultura”).

Los cordilleranos reconocen a Abelardo Epuyén González como el pionero del folklore patagónico, sólo comparado con Marcelo Berbel en Neuquén, Hugo Giménez Agüero en Santa Cruz o Lito Gutiérrez en Comodoro Rivadavia, con letras y estilos que han llegado hasta nuestros días. En comparación, Valeria Inostroza remarcó que “bailes y coreografías propias no tenemos, aunque podemos mostrar lo nuestro a través de la danza enlazada que identifica a la zona”.

Añoranzas

Enseguida valoró a “aquellos músicos que deambulaban a caballo con su acordeón y su guitarra, animando las marcaciones y señaladas, cumpleaños y casamientos de la gente del campo, en tiempos en que no había electricidad, donde era un personaje singular y fue creando el ritmo regional cuando ni siquiera el sonido de la vitrola era muy común”.

Por esos años, “fueron naciendo las danzas que fueron evolucionando, al igual que la vestimenta traída por los colonos chilenos, turcos y europeos, mezclados con los pueblos nativos. En esta propuesta, vamos mostrando escenas que recrean momentos de una fiesta campesina, incluyendo el aniversario de alguna escuela y otros eventos que nos animan a revivir esas épocas de nuestros abuelos. Hay detalles sobre las polleras de vestir de las señoras o la ropa de los hombres, comparados con la actualidad, donde hasta en los boliches se está bailando la cumbia campera”, señaló.

En respuesta a “la presencia de creadores de danzas cordilleranas que puedan marcar un estilo diferente”, Valeria Inostroza recalcó que “no tenemos documentación de bailes propios. Sin embargo, en San Carlos de Bariloche está la profesora Rita Cardozo, quien ha recreado danzas con música de Hugo Giménez Agüero con sus propias coreografías. Tampoco contamos con antecedentes de kaanis o chorilleras, que se toman como propias de la Patagonia”.

En cada mes de enero, el festival de Cosquín es el templo “donde quieren estar todos los cantores”. De igual modo, los bailarines de las provincias sureñas apuntan “a despertar sentimientos similares a un chamamé correntino o una zamba salteña”.

A criterio de Valeria Inostroza, “hemos llevado nuestra propuesta a Laborde hace dos años (y este verano estuvo el grupo Raíces Sureñas), mostrando música y danzas de la cordillera. La forma de bailar, la diversión y el mensaje que se transmite recreando un baile campero lo recepciona el público de todo el país y lo aplaude”.

Cuna

Desde hace décadas, El Bolsón y la Comarca Andina trascienden fronteras como “la capital cultural de la Patagonia”. En referencia a “ser la cuna de la danza sureña, que comienza a surgir a partir de sus propios creadores”, la profesora entrevistada recordó que “es un trabajo que está pendiente y un desafío muy lindo para llevar adelante. No tenemos límites de provincias, de hecho hemos representado a nuestra región con bailarines de El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén, Cholila y El Maitén”.

Enseguida valoró a “aquellos profesores o hacedores culturales que en cada barrio o paraje rural enseñan la identidad cultural a los más pequeños. Hablando con la directora de Cultura de El Bolsón, Gisela Guastavino, y con la concejal Silvana Garach (también profesora de danzas nativas), avanzamos en la idea de talleres para implementar en las escuelas para difusión de nuestra raíz folklórica, que también abarca los usos y costumbres de los pioneros”. #


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