Deportistas y amantes de la vida saludable realizan crioterapia en Puerto Madryn

Un grupo de deportistas y amantes de la vida saludable realizan crioterapia en Puerto Madryn. Se trata de una práctica por la cual se sumergen por varios minutos en las aguas del mar, en pleno invierno, sin ningún tipo de traje de protección. Este ejercicio lo acompañan con trabajos de respiración y una dieta específica. En verano suplantan el mar por tachos de agua con bolsas de hielo.

10 JUL 2020 - 20:28 | Actualizado

Brian Humphreys es quien trajo esta novedosa práctica a la zona. Él es instructor y preparador físico en Puerto Madryn y cuenta que iniciaron con las inmersiones hace más de dos años y medio junto a un amigo, luego de participar de un seminario con un reconocido nutricionista quien les comentó de la actividad. Así comenzaron a investigar de qué se trataba y descubrieron que tenía muchos beneficios para la salud. De hecho, cuenta Brian, “Cristiano Ronaldo lo practica todos los días”.

La actividad consiste básicamente “en meterse al mar y estar un tiempo dentro del agua helada, pero nosotros le sumamos métodos de respiración”, explica el entrenador. “Tenés que prepárate, hacer un trabajo de respiración e ingresar de a poco, para meternos al agua estamos alrededor de 10 minutos con trabajos de respiración profunda y estamos dentro del agua más de 10 minutos, sin ningún tipo de protección solo con la malla o slips”.

Ya dentro del mar, con el agua al cuello, nadan y hacen algunos movimientos despacio, no bruscos y trabajan básicamente con la respiración. “Una vez que te adaptas al agua estamos entre 10 a 20 minutos. El máximo tiempo que estuvimos fue media hora, que fue el año pasado en julio”.

Pero, la parte más dura es “cuando salimos del agua y hay que trabajar con la respiración, son 5 minutos que tenés que dominar tu cuerpo” porque hoy por hoy “el mar tiene unos 10º C y afuera del agua hemos estado haciendo trabajos de respiración solamente en malla con temperaturas de 2º C o 0ºC. La mayor parte de las veces lo practicamos en Playa Paraná, porque es más profundo”.

Explica Humphreys que para iniciarse en esta actividad se requiere de una práctica progresiva, de una preparación en el hogar también. “Se puede iniciar en la casa, al terminar de ducharse, dejar el agua fría y aguantar 5 a 10 segundos. Eso también es una manera de trabajar con crioterapia en la casa y así, de apoco, se va prolongando el tiempo de la ducha de agua fría”. Hoy “somos alrededor de diez chicos que lo practicamos y lo hacemos por una cuestión de salud, son deportistas y chicos que complementan el gimnasio y que quieren hacer una vida más saludable pero lo puede hacer cualquiera, tomando los recaudos necesarios y empezando de a poco”. En invierno “lo hacemos los domingos a la mañana en la playa y en cada casa al menos 2 o 3 veces por semana con la ducha de agua fría”.

Además para ir sumergirse al mar hay que estar “en ayunas de más de 12 horas, para promover la autofagia”, afirma el instructor. Por eso es una práctica que implica “comer y dormir bien”. En verano no se detiene esta actividad. Lo que hacen es meterse dentro de tachos o piletas con agua y bolsas de hielo. Así consiguen que la temperatura baje lo suficiente.

Según afirma Humphreys, esta actividad “mejora la circulación, fortalece los vasos sanguíneos, libera endorfinas, oxigena las células y quita el estrés. También elimina toxinas y quema calorías, fortalece la recuperación muscular y de lesiones. Pero para mí, lo más importante es que promueve la autofagia y mejora el sistema inmunológico”.

El preparador físico llega a esta actividad por cuestiones de salud. Cuenta que su inquietud surgió como respuesta a un problema médico que sufre, Glomerulonefritis, “que es una enfermedad que ataca los glomérulos del riñón, que serían los filtros del riñón. Lo descubrí hace unos 12 años”, relata, “en dos meses baje unos 20 kilos, tenía miedo de morirme”. Inició con diálisis y buscó capacitación en cuanto a la nutrición. Fue en ese momento que “descubrí la dieta Cetogénica y me cambió la vida. De la mano de esta dieta empecé a practicar la crioterapia”, concluye.

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10 JUL 2020 - 20:28

Brian Humphreys es quien trajo esta novedosa práctica a la zona. Él es instructor y preparador físico en Puerto Madryn y cuenta que iniciaron con las inmersiones hace más de dos años y medio junto a un amigo, luego de participar de un seminario con un reconocido nutricionista quien les comentó de la actividad. Así comenzaron a investigar de qué se trataba y descubrieron que tenía muchos beneficios para la salud. De hecho, cuenta Brian, “Cristiano Ronaldo lo practica todos los días”.

La actividad consiste básicamente “en meterse al mar y estar un tiempo dentro del agua helada, pero nosotros le sumamos métodos de respiración”, explica el entrenador. “Tenés que prepárate, hacer un trabajo de respiración e ingresar de a poco, para meternos al agua estamos alrededor de 10 minutos con trabajos de respiración profunda y estamos dentro del agua más de 10 minutos, sin ningún tipo de protección solo con la malla o slips”.

Ya dentro del mar, con el agua al cuello, nadan y hacen algunos movimientos despacio, no bruscos y trabajan básicamente con la respiración. “Una vez que te adaptas al agua estamos entre 10 a 20 minutos. El máximo tiempo que estuvimos fue media hora, que fue el año pasado en julio”.

Pero, la parte más dura es “cuando salimos del agua y hay que trabajar con la respiración, son 5 minutos que tenés que dominar tu cuerpo” porque hoy por hoy “el mar tiene unos 10º C y afuera del agua hemos estado haciendo trabajos de respiración solamente en malla con temperaturas de 2º C o 0ºC. La mayor parte de las veces lo practicamos en Playa Paraná, porque es más profundo”.

Explica Humphreys que para iniciarse en esta actividad se requiere de una práctica progresiva, de una preparación en el hogar también. “Se puede iniciar en la casa, al terminar de ducharse, dejar el agua fría y aguantar 5 a 10 segundos. Eso también es una manera de trabajar con crioterapia en la casa y así, de apoco, se va prolongando el tiempo de la ducha de agua fría”. Hoy “somos alrededor de diez chicos que lo practicamos y lo hacemos por una cuestión de salud, son deportistas y chicos que complementan el gimnasio y que quieren hacer una vida más saludable pero lo puede hacer cualquiera, tomando los recaudos necesarios y empezando de a poco”. En invierno “lo hacemos los domingos a la mañana en la playa y en cada casa al menos 2 o 3 veces por semana con la ducha de agua fría”.

Además para ir sumergirse al mar hay que estar “en ayunas de más de 12 horas, para promover la autofagia”, afirma el instructor. Por eso es una práctica que implica “comer y dormir bien”. En verano no se detiene esta actividad. Lo que hacen es meterse dentro de tachos o piletas con agua y bolsas de hielo. Así consiguen que la temperatura baje lo suficiente.

Según afirma Humphreys, esta actividad “mejora la circulación, fortalece los vasos sanguíneos, libera endorfinas, oxigena las células y quita el estrés. También elimina toxinas y quema calorías, fortalece la recuperación muscular y de lesiones. Pero para mí, lo más importante es que promueve la autofagia y mejora el sistema inmunológico”.

El preparador físico llega a esta actividad por cuestiones de salud. Cuenta que su inquietud surgió como respuesta a un problema médico que sufre, Glomerulonefritis, “que es una enfermedad que ataca los glomérulos del riñón, que serían los filtros del riñón. Lo descubrí hace unos 12 años”, relata, “en dos meses baje unos 20 kilos, tenía miedo de morirme”. Inició con diálisis y buscó capacitación en cuanto a la nutrición. Fue en ese momento que “descubrí la dieta Cetogénica y me cambió la vida. De la mano de esta dieta empecé a practicar la crioterapia”, concluye.


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