Usaron coches y celulares de Correa para investigar a Torres Otarola

Son bienes decomisados de El Embrujo. La Unidad Anticorrupción los usó para inteligencia en el caso de la exministro. Entrevista al comisario Juan Carlos Nuñez.

12 JUL 2020 - 20:55 | Actualizado

Por Rolando Tobarez / @rtobarez

-¿Están usando los bienes decomisados de El Embrujo para investigar la causa Ñoquis Calientes?

-Hace poco el Superior Tribunal de Justicia entregó vehículos que estaban decomisados y algunos elementos tecnológicos, y una parte se puso a disposición para la Unidad Anticorrupción. Para este caso usamos dos vehículos para movilidad, tareas de inteligencia y determinar domicilios. Uno es un Fiat Palio. Y celulares para hacer cambios de chip y chequearlos. También estamos usando elementos que fueron provistos por la Procuración General, que apunta a fortalecer la Unidad: dos cámaras filmadoras y una cámara fotográfica de largo alcance. Estos elementos son nuevos. También se están usando en otras causas y trabajando en posibles procedimientos

-¿La causa de Cecilia Torres Otarola hubiese avanzado del mismo modo sin el aporte de la Causa Correa?

-No hubiera tenido la misma eficacia porque hay que usar otros medios y hay que salir a conseguirlos. No podés moverte en los mismos vehículos ni podés hacer procedimientos con gran cantidad de personas, entonces tenés que no sólo reducir tiempo de espera para concretar algún dato sino también salir a buscar los recursos, generalmente a Policía o a otros organismos, con la posibilidad de que se filtre la información.

-¿Para que se usan los celulares que se decomisaron?

-Lo que hacemos es verificar las cuentas de WhatsApp, Twitter o Instagram. Son tareas de inteligencia. Independientemente de eso, legalmente oficiamos a distintos organismos para los cuales también se consiguieron las claves: Migraciones, municipios para las patentes, AFIP, Policía Federal o áreas en Rawson por antecedentes, fotos y documentos. Hay toda una serie de datos con los que se trabaja que requieren de claves y algunas hay que pagarlas. Las paga Procuración algunas y otras, algún miembro de Brigada. Pero generalmente todo se maneja con claves.

-Muchas áreas del Estado no trabajan a full por la pandemia, ¿los afectó a la hora de conseguir los datos que necesitan?

-Sí pero en otras provincias. En Chubut puntualmente no. La realidad es que nosotros donde fuimos a pedir información en cada oficina de Chubut siempre nos atendieron con celeridad, porque el empleado público común, de carrera, cuando ve estas cosas se indigna y sabés que te busca la información lo más rápido posible. Es más: han ido a abrir la oficina para atendernos, buscar la información y dártela.

-¿Las primeras causas por corrupción ayudaron para este impacto?

-Sí, en ese sentido hay una celeridad muy importante en los empleados que no se daba antes. Antes de El Embrujo, investigar un delito contra la Administración Pública era ir a dejar el oficio y esperar que te envíen la respuesta. El Embrujo cambió la metodología y lo que se hace es que vamos con el oficio y nos quedamos ahí con la orden de presentación, y hasta que no nos entregan la respuesta no nos vamos. Nos llevamos lo que vamos a buscar. Antes se esperaba, quizás pasaba un mes para que te llegue el oficio, no era la información que habías pedido y volvías a pedir de nuevo. Es un método de trabajo que instaló el fiscal Omar Rodríguez y lo fuimos perfeccionando. Es ir a buscar las cosas.

-¿Qué elemento les vendría bien?

-La Unidad es muy incipiente en su formación. Faltan recursos materiales y tecnológicos pero lo que hoy falta es un lugar propio. Independientemente de que estamos ocupando parte de las oficinas del MPF de Trelew, somos muchas personas en poco lugar. Se trabaja en conseguir un lugar físico, la idea es apostar a la creación de unidades de investigación. Hoy funciona como empezamos, con la gente que estuvo desde El Embrujo y es la que lleva adelante la investigación. Por ejemplo, es un solo fiscal, Rodríguez, el que investiga, hace el oficio y va a juicio. La realidad es que una causa de investigación contra la administración pública lleva mucho tiempo y mucha dedicación especial porque te encontrás con maniobras que a veces no están tan claras. Y después te encontrás con el poder mismo. Ahí es donde cambia la investigación y entran en juego quienes integran la investigación.

-¿Es cierto que observan las propiedades en Rawson de Oscar “Chito” Alarcón como posible sede?

-Tengo entendido que hay un proyecto en la Procuración. Esos bienes aún no entraron a decomiso. Hay muchos terrenos, oficinas y lugares que van a quedar para remate o tal vez para alguna Unidad, pero sí hemos apuntado a ese lugar.

No aprenden

-Si uno observa las fechas de Ñoquis Calientes, hay posibles delitos que se ejecutaban en coincidencia con el juzgamiento de El Embrujo, ¿los protagonistas se confiaron y cometieron los mismos “descuidos” al dejar que todo conste en los documentos?

-Yo a veces creo que es parte ya de la cultura de no controlar para evitar ver estas cosas. Algún jefe se tiene que dar cuenta, pero en esa cosa de “Ya van a traer la documentación” o “Esperemos” o “Siempre se hizo así” hay en algunos una desidia y en otros una clara falta de los organismos de control, que no están, eso es notorio: en cada lugar que vas encontrás falta de control. El control lo pueden hacer interna y externamente y para eso se crean por ejemplo la Fiscalía Anticorrupción o el Tribunal de Cuentas. A veces los papeles vienen bien hechos y el expediente está bien armado. Pero otras veces es muy burdo y sin embargo pasan igual, de la misma manera. Es como que no prestan la atención debida. Se hace costumbre porque “se hizo así siempre” cuando preguntás cómo es posible que no tengas un solo papel en un legajo. Hasta el kiosco de barrio más chico que contrata un empleado hace una carpetita y pone aunque sea la foto, los datos, el Documento Nacional de Identidad y el teléfono. Y eso es el legajo personal. Acá no había nada. No había ni un papel. Y eran cargos muy importantes. En algunos lugares hablamos con quien sería el subordinado y te dice: “No lo conozco, no sé quién es, nunca lo vi y jamás vino acá”. Y nosotros les decíamos: “Pero si es tu director…”. Fue así en erio.

-O sea que las investigaciones anteriores no tuvieron tanto efecto disciplinador como para que esto no siga ocurriendo…

-No, evidentemente en algunos sectores no surtió efecto o no el que uno esperaba. Esto provoca un efecto inmediato de cuidado pero después se relajan de nuevo. Es muy burdo lo que paso acá: hacían transferencias bancarias, como que habían legalizado la defraudación. Y el aprovechamiento de la plata de Otarola, que lo depositaba a su cuenta. Tiene terrenos en Cholila, tres casas y lo que vale la camioneta, que bajo ningún punto de vista puede justificar. Y ahí vamos a entrar a juzgar el enriquecimiento ilícito, otra causa que se le va a abrir. Cuando el fiscal reciba la información del Tribunal de Cuentas sobre la declaración jurada y empiecen los peritos contables a trabajar sobre sus ingresos y egresos, y los bienes que ya tenemos registrados a su nombre, se le va a complicar un poco.

-¿Eso se ve a simple vista sin pericia contable?

-Sí porque no va a poder justificar tampoco el ingreso de todo ese dinero a través de las cuentas bancarias. ¿Por qué tanta plata? Durante los 6 meses que se investigaron era funcionaria y recibió una cantidad de plata que no se condice con lo que cobraba. Eso lo evaluará el fiscal con las pericias contables.

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12 JUL 2020 - 20:55

Por Rolando Tobarez / @rtobarez

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-Hace poco el Superior Tribunal de Justicia entregó vehículos que estaban decomisados y algunos elementos tecnológicos, y una parte se puso a disposición para la Unidad Anticorrupción. Para este caso usamos dos vehículos para movilidad, tareas de inteligencia y determinar domicilios. Uno es un Fiat Palio. Y celulares para hacer cambios de chip y chequearlos. También estamos usando elementos que fueron provistos por la Procuración General, que apunta a fortalecer la Unidad: dos cámaras filmadoras y una cámara fotográfica de largo alcance. Estos elementos son nuevos. También se están usando en otras causas y trabajando en posibles procedimientos

-¿La causa de Cecilia Torres Otarola hubiese avanzado del mismo modo sin el aporte de la Causa Correa?

-No hubiera tenido la misma eficacia porque hay que usar otros medios y hay que salir a conseguirlos. No podés moverte en los mismos vehículos ni podés hacer procedimientos con gran cantidad de personas, entonces tenés que no sólo reducir tiempo de espera para concretar algún dato sino también salir a buscar los recursos, generalmente a Policía o a otros organismos, con la posibilidad de que se filtre la información.

-¿Para que se usan los celulares que se decomisaron?

-Lo que hacemos es verificar las cuentas de WhatsApp, Twitter o Instagram. Son tareas de inteligencia. Independientemente de eso, legalmente oficiamos a distintos organismos para los cuales también se consiguieron las claves: Migraciones, municipios para las patentes, AFIP, Policía Federal o áreas en Rawson por antecedentes, fotos y documentos. Hay toda una serie de datos con los que se trabaja que requieren de claves y algunas hay que pagarlas. Las paga Procuración algunas y otras, algún miembro de Brigada. Pero generalmente todo se maneja con claves.

-Muchas áreas del Estado no trabajan a full por la pandemia, ¿los afectó a la hora de conseguir los datos que necesitan?

-Sí pero en otras provincias. En Chubut puntualmente no. La realidad es que nosotros donde fuimos a pedir información en cada oficina de Chubut siempre nos atendieron con celeridad, porque el empleado público común, de carrera, cuando ve estas cosas se indigna y sabés que te busca la información lo más rápido posible. Es más: han ido a abrir la oficina para atendernos, buscar la información y dártela.

-¿Las primeras causas por corrupción ayudaron para este impacto?

-Sí, en ese sentido hay una celeridad muy importante en los empleados que no se daba antes. Antes de El Embrujo, investigar un delito contra la Administración Pública era ir a dejar el oficio y esperar que te envíen la respuesta. El Embrujo cambió la metodología y lo que se hace es que vamos con el oficio y nos quedamos ahí con la orden de presentación, y hasta que no nos entregan la respuesta no nos vamos. Nos llevamos lo que vamos a buscar. Antes se esperaba, quizás pasaba un mes para que te llegue el oficio, no era la información que habías pedido y volvías a pedir de nuevo. Es un método de trabajo que instaló el fiscal Omar Rodríguez y lo fuimos perfeccionando. Es ir a buscar las cosas.

-¿Qué elemento les vendría bien?

-La Unidad es muy incipiente en su formación. Faltan recursos materiales y tecnológicos pero lo que hoy falta es un lugar propio. Independientemente de que estamos ocupando parte de las oficinas del MPF de Trelew, somos muchas personas en poco lugar. Se trabaja en conseguir un lugar físico, la idea es apostar a la creación de unidades de investigación. Hoy funciona como empezamos, con la gente que estuvo desde El Embrujo y es la que lleva adelante la investigación. Por ejemplo, es un solo fiscal, Rodríguez, el que investiga, hace el oficio y va a juicio. La realidad es que una causa de investigación contra la administración pública lleva mucho tiempo y mucha dedicación especial porque te encontrás con maniobras que a veces no están tan claras. Y después te encontrás con el poder mismo. Ahí es donde cambia la investigación y entran en juego quienes integran la investigación.

-¿Es cierto que observan las propiedades en Rawson de Oscar “Chito” Alarcón como posible sede?

-Tengo entendido que hay un proyecto en la Procuración. Esos bienes aún no entraron a decomiso. Hay muchos terrenos, oficinas y lugares que van a quedar para remate o tal vez para alguna Unidad, pero sí hemos apuntado a ese lugar.

No aprenden

-Si uno observa las fechas de Ñoquis Calientes, hay posibles delitos que se ejecutaban en coincidencia con el juzgamiento de El Embrujo, ¿los protagonistas se confiaron y cometieron los mismos “descuidos” al dejar que todo conste en los documentos?

-Yo a veces creo que es parte ya de la cultura de no controlar para evitar ver estas cosas. Algún jefe se tiene que dar cuenta, pero en esa cosa de “Ya van a traer la documentación” o “Esperemos” o “Siempre se hizo así” hay en algunos una desidia y en otros una clara falta de los organismos de control, que no están, eso es notorio: en cada lugar que vas encontrás falta de control. El control lo pueden hacer interna y externamente y para eso se crean por ejemplo la Fiscalía Anticorrupción o el Tribunal de Cuentas. A veces los papeles vienen bien hechos y el expediente está bien armado. Pero otras veces es muy burdo y sin embargo pasan igual, de la misma manera. Es como que no prestan la atención debida. Se hace costumbre porque “se hizo así siempre” cuando preguntás cómo es posible que no tengas un solo papel en un legajo. Hasta el kiosco de barrio más chico que contrata un empleado hace una carpetita y pone aunque sea la foto, los datos, el Documento Nacional de Identidad y el teléfono. Y eso es el legajo personal. Acá no había nada. No había ni un papel. Y eran cargos muy importantes. En algunos lugares hablamos con quien sería el subordinado y te dice: “No lo conozco, no sé quién es, nunca lo vi y jamás vino acá”. Y nosotros les decíamos: “Pero si es tu director…”. Fue así en erio.

-O sea que las investigaciones anteriores no tuvieron tanto efecto disciplinador como para que esto no siga ocurriendo…

-No, evidentemente en algunos sectores no surtió efecto o no el que uno esperaba. Esto provoca un efecto inmediato de cuidado pero después se relajan de nuevo. Es muy burdo lo que paso acá: hacían transferencias bancarias, como que habían legalizado la defraudación. Y el aprovechamiento de la plata de Otarola, que lo depositaba a su cuenta. Tiene terrenos en Cholila, tres casas y lo que vale la camioneta, que bajo ningún punto de vista puede justificar. Y ahí vamos a entrar a juzgar el enriquecimiento ilícito, otra causa que se le va a abrir. Cuando el fiscal reciba la información del Tribunal de Cuentas sobre la declaración jurada y empiecen los peritos contables a trabajar sobre sus ingresos y egresos, y los bienes que ya tenemos registrados a su nombre, se le va a complicar un poco.

-¿Eso se ve a simple vista sin pericia contable?

-Sí porque no va a poder justificar tampoco el ingreso de todo ese dinero a través de las cuentas bancarias. ¿Por qué tanta plata? Durante los 6 meses que se investigaron era funcionaria y recibió una cantidad de plata que no se condice con lo que cobraba. Eso lo evaluará el fiscal con las pericias contables.


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