Cómo será la vuelta a clases

En una extensa charla, la ministra de Educación, Florencia Perata, detalló el regreso presencial a las aulas. ATECh, los edificios y la postura docente.

Despacho. Una postal de la funcionaria a cargo de un tema muy sensible y que se complejiza más en los tiempos del Covid-19 en la provincia.
02 AGO 2020 - 20:44 | Actualizado

La ministra de Educación, Florencia Perata, habló de la perspectiva educativa en un escenario en el que se combinan la proyección del retorno a clases, el paro de la Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut y un fuerte empuje a las obras de infraestructura y mantenimiento.

Según anticipó, evalúan que la vuelta a clases estimada para septiembre- octubre se realice aplicando sólo media jornada educativa, además del protocolo previsto en el que se permitirá la asistencia del 50% de la capacidad de cada aula.

Consideró que en el retorno a las clases presenciales, “el factor emocional es lo más importante” para que los estudiantes se adapten al reencuentro con sus pares y a los nuevos acuerdos educativos.

En cuanto a la medida de fuerza, Perata consideró que el paro de clases virtuales tiene baja adhesión y destacó que “los docentes y directivos no han dejado a los estudiantes en banda” en esta situación atípica. Subrayó que el 85% de los docentes mantuvo conectividad con los alumnos pero reconoció que sumada a la situación del año pasado, la calidad educativa de Chubut está afectada y llevará un tiempo recuperarla. Sin embargo destacó que aunque falten contenidos, se promovieron los procesos de aprendizaje.

Adelantó que la prioridad “son las obras de mantenimiento, sobre todo de calefacción”, afirmando que se registra una desinversión en obras menores producto del desfinanciamiento del gobierno de Mauricio Macri.

La ministro aclaró que en cambio Provincia viene realizando inversiones en obras de infraestructura importantes, con demoliciones y ampliaciones en distintos establecimientos.

-¿Cómo fue la vuelta del receso invernal?

-Estuvo bien, con mucha más claridad en la proyección hacia el regreso presencial y con todo el trabajo sobre el protocolo. El trabajo lo está llevando a cabo la Subsecretaría de Coordinación Técnica Operativa de Instituciones Escolares y Supervisión, que tiene a cargo todos los niveles y modalidades con un fuerte trabajo sobre el formato pedagógico que va a adquirir la vuelta y sobre las cuestiones de evaluación, teniendo en cuenta los marcos nacionales. En este regreso estamos trabajando en la infraestructura escolar. Fue una vuelta recargada porque también estamos trabajando un montón en capacitaciones, brindando a partir del segundo cuatrimestre o de este regreso del receso unas 16 capacitaciones virtuales y tenemos otras en agenda, próximas a implementar.

-¿Y con el paro?

-Desde el punto de vista de los docentes volvimos con la modalidad del paro virtual de ATECh, el único sindicato de los cinco que declaró esta medida de fuerza en la Secretaría de Trabajo y lo informó al Ministerio. Implementamos un sistema de novedades o de parte diario para ver qué grado de adhesión tenía esta medida, distinto al que utilizamos presencialmente por las condiciones actuales y siendo sincera, no todas las escuelas informaron; pero de las que sí informaron, la medida tiene una baja adhesión y lo vamos chequeando con los directores generales, los supervisores y yo misma en las redes sociales de las escuelas, donde el regreso ha sido bueno. Aparece el saludo por el reinicio, se implementan dispositivos de acompañamiento para el secundario con horas institucionales, también hay escuelas que están ofreciendo las mesas de exámenes de acuerdo a la disposición que sacó la secundaria. No digo que sea un reinicio normal ni del 100% pero no estamos parados como sistema. Hay continuidad pedagógica. Puede ser que haya más intensidad de contacto en la primera parte del año, pero los equipos directivos y docentes se han puesto a la altura de las circunstancias. No en su totalidad, pero no han dejado a los estudiantes en banda. Como no es una época normal, es difícil medir y los datos no son tan fiables, no me atrevo a decir un porcentaje; pero no vemos que el sistema esté parado. Tenemos expectativas con trabajar en la sensibilización para el protocolo para el regreso presencial, Después si llegado ese momento y dadas todas las condiciones el gremio declara paro, ya es una decisión individual.

-¿Cuál es la prioridad hoy en el Ministerio?

-La edilicia. Porque el resto sé que va marchando: el protocolo y el dispositivo pedagógico con los directores de nivel. Pero la cuestión edilicia me preocupa en términos de gestionarla y cumplir los plazos. No que no estén los fondos o que no sepamos cómo hacerlo, sino en los plazos. Nación aporta fondos, también tenemos fondos provinciales con infraestructura. Esta semana firmé una transferencia de 29 millones de pesos para empezar 10 nuevas obras grandes e importantes en Chubut de refacción. Es mi principal preocupación.

-¿Cuál es el temor?

-A las escuelas les falta mantenimiento. Calefacción es un tema básico, por el cual se suspenden clases, al igual que sanitarios, agua y luz. Son los puntos básicos a atacar hasta que Salud nos autorice a comenzar con las actividades presenciales.

-¿En la pandemia se trabajó en reparaciones?

-Sí, Infraestructura trabajó. Tenemos un relevamiento de obras ejecutadas, en ejecución y por ejecutar y Obras Públicas no detuvo su trabajo en todas las regiones, pero no es suficiente porque son muchas escuelas. Hay arreglos menores para hacer y se lleva mucho invertido pero también durante el gobierno de Macri hubo mucho desfinanciamiento. En esos cuatro años no hubo prácticamente inversión nacional. Todo lo invertido por Provincial se vuelca en obras de envergadura y lo que faltaba es lo que estamos gestionando con Nación para obras menores. Provincia invirtió un montón pero los establecimientos son muchos, se utilizan por varias instituciones y el deterioro es inevitable. Esperamos que con estos fondos nacionales podamos dejarlas en las mejores condiciones para la vuelta a clases presenciales. Es mi desafío.

-¿Prefieren no hablar de una fecha para la vuelta presencial a las clases?

-Nación habla de escenarios posibles. En la Patagonia el escenario posible es septiembre- octubre. Por acuerdo de ministros creemos que ninguna provincia patagónica va a volver antes de septiembre y ahí veremos, siempre de acuerdo a la cuestión sanitaria. Y si no deberemos empezar a tomar decisiones por regiones en la provincia también.

-Por ejemplo la cordillera, que no tiene casos, ¿podría ser una de las primeras en empezar?

-Podría ser. Si en el momento en que Nación y Salud de Provincia dan el OK para comenzar, esa zona está libre de COVID, probablemente tengamos que ir abriendo esa región. Si me preguntaban hace un mes yo tenía la idea de que cuando larguemos lo hagamos todos a la vez por una cuestión de igualdad y de acceso para los chicos, pero lo iremos charlando porque cada vez más Nación va manejando esta idea y es una opción comenzar por las regiones que están mejor sanitariamente.

Más del 85% de los docentes se conectaron

-¿Cómo podemos imaginar el primer día con los protocolos?

-Nos imaginamos una escuela en la que no van a estar todos juntos, estudiantes y docentes, saludándose, porque tenemos que evitar la aglomeración de adultos, niños y jóvenes. Imaginamos una escuela donde esté el 50% del grupo de cada curso que se destina para recomenzar, que seguramente van a ser los últimos años de cada nivel, es decir sala de 5, 6º grado y 6º y 7º año. Y gradualmente incorporemos a los que están al final del ciclo, es decir 3er grado, 3er año y así aspiramos a que gradualmente pueda volver la mitad de la escuela. Pero hasta fin de año se va a sostener el reagrupamiento con hasta 15 estudiantes por aula, que es lo que determina el protocolo, y 7 estudiantes en el caso de Nivel Inicial. Va a ser un formato que por lo menos hasta fin de año. No sé qué pasará el año que viene, porque se presume que hasta que no esté la vacuna, la escuela como la conocimos en marzo de 2020 no la vamos a volver a ver. Pero sí estas formas alternativas de reducir la cantidad de alumno por aula y probablemente reducir las jornadas también. Es otra opción que evaluamos: si hacemos la jornada entera o reducida. La otra cuestión que va a suceder es que vamos a convivir entre lo presencial y lo virtual o el soporte papel, lo que va a tener de ventajoso es que vamos a intercalar instancias de presencialidad y de virtualidad. O sea, se puede seguir el proceso más de cerca sobre todo por quienes no tienen acceso a la conectividad, que es un problema que hemos reconocido desde el primer momento. Hay estudiantes y docentes que no tienen acceso a la conectividad y algunos no tienen acceso a los dispositivos tampoco, porque el plan Conectar Igualdad se vio diezmado en la gestión nacional anterior. Ahora se empiezan a reactivar algunos planes, hemos conectado 20 escuelas en el Valle y Puerto Madryn con el Plan Nacional de Conectividad, poniendo conectividad donde no había y ampliando donde existía. Estamos preparando esta vuelta, tratando de subsanar estas cuestiones pero hay muchos chicos que han tenido que mantener la continuidad pedagógica a costa de la voluntad del docente que hizo sus propios cuadernillos, se los llevó a la casa.

-¿Y en la ruralidad?

-Sé de docentes que han hecho sus propias impresiones, se las han acercado a las casas a los chicos, básicamente fue el soporte papel. Y donde había conectividad se usó Class Room, Facebook, WhatsApp. Tenemos un relevamiento que nos satisface porque arriba del 85% de los docentes mantuvieron el vínculo con sus estudiantes y también el informe que nos llega de Nación, que hicieron con encuestas telefónicas y virtuales, también nos ubica como una de las jurisdicciones donde se mantuvo el vínculo pedagógico. Más allá de contraponer las situaciones de paro, nos basamos por los datos que tenemos y los que nos arroja Nación recientemente y nos indican que hay un compromiso de los docentes de estar presentes y acompañar estas trayectorias en la pandemia. Y después las familias, en cualquiera de sus formatos, que están acompañando a los estudiantes.

El trabajo de los padres

-¿Hay padres que no tienen capacidades pedagógicas para este acompañamiento?

-Sí, muchos padres. Pero a veces consultan a los docentes y hay otros en el interior donde a veces los hermanos ayudan al estudiante. Muchos padres también empezaron a interesarse en las tareas y solicitaban que les enviemos libros y manuales para chicos y para adultos. Se revalorizó el rol docente desde la familia.

-¿A los chicos les costará retomar los hábitos?

-Yo creo que no. En base a los informes de UNICEF sí creo que debemos ver cómo estos estudiantes, niños, niñas y adolescentes que están encerrados, necesitan la escuela para el encuentro con el otro, con los pares, para jugar, para socializar. En la primera etapa de la vuelta a la escuela se va a tener que trabajar mucho sobre lo emocional, la reconstrucción de los vínculos, porque muchos, por ejemplo los ingresantes, no alcanzaron ni a generar vínculo con sus pares ni con algunos docentes o con la institución. Y los recreos van a cambiar, van a tener que mantener el distanciamiento.

Una maestra de primer grado me preguntaba cómo hará, porque los nenes se le suben encima prácticamente para que les corrija, para mostrarles un dibujo. Será una cuestión a cambiar. Hoy ser solidario será no prestar los útiles, cuando siempre nos enseñaron que había que compartir. Tendremos que trabajar en contrario. Lo mismo con el contacto corporal de los adolescentes, habrá que hacer un buen apoyo a la cuestión emocional. Y para eso tenemos equipos de psicólogos que van a estar a disposición.

Nuevos acuerdos

-¿Qué puede pasar? ¿Qué a los chicos les cueste vincularse?

-Sí. Pasan de la etapa de encierro a la salida y eso ya es un impacto. Ahora hay algunas salidas que están haciendo, pero es distinto a estar una jornada completa en una institución, en grupo, aceptando normas. Los que ya estaban en el sistema tendrán que refrescarlas y quizá establecer nuevos acuerdos por estos cambios en las rutinas escolares y por la aplicación del protocolo. Pero los chicos tienen la capacidad de adaptarse, quizá al adulto le cuesta más ponerse el tapabocas pero el niño lo aprende rápidamente.

-Más allá de la pandemia, Chubut viene con una situación previa de discontinuidad educativa por conflictos con los docentes. ¿Cuál es su visión sobre el nivel educativo de los alumnos?

-Habría que evaluarlo. A priori uno puede tener una idea pero justamente una decisión de Nación este año es no realizar la evaluación “Aprender”, que anualmente nos da los parámetros de los resultados de los aprendizajes. Hará falta un tiempo para poder relevar esta calidad educativa. Es verdad que hay variables que incidieron, sería necio no reconocerlo. Estamos con la expectativa de que hacia fin de año se pueda mejorar la situación financiera y poder sostener estos procesos de aprendizaje. Pero sí incidieron en el nivel educativo. No me animaría a decir específicamente cómo. Probablemente se ve más en primaria pensando en términos de alfabetización. Hay chicos que deberían estar alfabetizados al final del primer año o segundo y no lo están. Pero cuando tenemos a los chicos en el sistema, tenemos 12 años para trabajar con ellos. Y a veces se pone mucho el acento en los contenidos y lo importante son los procesos de pensamiento. El nivel de contenido puede manejar menos cantidad, pero hay estrategias pedagógicas para priorizar la formación y las operaciones del pensamiento, el desarrollo de capacidades seleccionando y priorizando el contenido. Si esto mejora, hay perspectivas de recuperar eso.

-Un tema fuera de agenda es la incorporación de la perspectiva de género desde la escuela, ¿cómo se está trabajando?

-Ahora nos llega un refuerzo económico para trabajar la Educación Sexual Integral donde está incluida la cuestión de género. Lamentablemente el año pasado a raíz de los paros no se pudieron llevar adelante las capacitaciones con docentes para que repliquen en las aulas. Estaba previsto, hubo algunos trabajos en la provincia, pero todavía falta.

-¿Cuál sería su mensaje para la comunidad educativa en un escenario tan complejo?

-Que sepan que vamos a poner todo el esfuerzo para que en la vuelta a clases las escuelas estén en condiciones edilicias, tengan los insumos para que las clases se desarrollen en un contexto de cuidado de la salud y acompañar a los docentes y directivos en implementar nuevos formatos pedagógicos para recuperar la experiencia que se hizo en pandemia; trabajar en la priorización de saberes, de capitalizar estas modificaciones de prácticas. Los docentes hicieron una capacitación impuesta para trabajar así y nos va a dejar un saldo muy positivo en las prácticas docentes. Los docentes no fuimos formados para la virtualidad sino para trabajar con el grupo enfrente, y ellos en vez de inmovilizarse, retraerse o negarse, buscaron todas las estrategias para poder sostener la continuidad. Eso me consta. #

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02 AGO 2020 - 20:44

La ministra de Educación, Florencia Perata, habló de la perspectiva educativa en un escenario en el que se combinan la proyección del retorno a clases, el paro de la Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut y un fuerte empuje a las obras de infraestructura y mantenimiento.

Según anticipó, evalúan que la vuelta a clases estimada para septiembre- octubre se realice aplicando sólo media jornada educativa, además del protocolo previsto en el que se permitirá la asistencia del 50% de la capacidad de cada aula.

Consideró que en el retorno a las clases presenciales, “el factor emocional es lo más importante” para que los estudiantes se adapten al reencuentro con sus pares y a los nuevos acuerdos educativos.

En cuanto a la medida de fuerza, Perata consideró que el paro de clases virtuales tiene baja adhesión y destacó que “los docentes y directivos no han dejado a los estudiantes en banda” en esta situación atípica. Subrayó que el 85% de los docentes mantuvo conectividad con los alumnos pero reconoció que sumada a la situación del año pasado, la calidad educativa de Chubut está afectada y llevará un tiempo recuperarla. Sin embargo destacó que aunque falten contenidos, se promovieron los procesos de aprendizaje.

Adelantó que la prioridad “son las obras de mantenimiento, sobre todo de calefacción”, afirmando que se registra una desinversión en obras menores producto del desfinanciamiento del gobierno de Mauricio Macri.

La ministro aclaró que en cambio Provincia viene realizando inversiones en obras de infraestructura importantes, con demoliciones y ampliaciones en distintos establecimientos.

-¿Cómo fue la vuelta del receso invernal?

-Estuvo bien, con mucha más claridad en la proyección hacia el regreso presencial y con todo el trabajo sobre el protocolo. El trabajo lo está llevando a cabo la Subsecretaría de Coordinación Técnica Operativa de Instituciones Escolares y Supervisión, que tiene a cargo todos los niveles y modalidades con un fuerte trabajo sobre el formato pedagógico que va a adquirir la vuelta y sobre las cuestiones de evaluación, teniendo en cuenta los marcos nacionales. En este regreso estamos trabajando en la infraestructura escolar. Fue una vuelta recargada porque también estamos trabajando un montón en capacitaciones, brindando a partir del segundo cuatrimestre o de este regreso del receso unas 16 capacitaciones virtuales y tenemos otras en agenda, próximas a implementar.

-¿Y con el paro?

-Desde el punto de vista de los docentes volvimos con la modalidad del paro virtual de ATECh, el único sindicato de los cinco que declaró esta medida de fuerza en la Secretaría de Trabajo y lo informó al Ministerio. Implementamos un sistema de novedades o de parte diario para ver qué grado de adhesión tenía esta medida, distinto al que utilizamos presencialmente por las condiciones actuales y siendo sincera, no todas las escuelas informaron; pero de las que sí informaron, la medida tiene una baja adhesión y lo vamos chequeando con los directores generales, los supervisores y yo misma en las redes sociales de las escuelas, donde el regreso ha sido bueno. Aparece el saludo por el reinicio, se implementan dispositivos de acompañamiento para el secundario con horas institucionales, también hay escuelas que están ofreciendo las mesas de exámenes de acuerdo a la disposición que sacó la secundaria. No digo que sea un reinicio normal ni del 100% pero no estamos parados como sistema. Hay continuidad pedagógica. Puede ser que haya más intensidad de contacto en la primera parte del año, pero los equipos directivos y docentes se han puesto a la altura de las circunstancias. No en su totalidad, pero no han dejado a los estudiantes en banda. Como no es una época normal, es difícil medir y los datos no son tan fiables, no me atrevo a decir un porcentaje; pero no vemos que el sistema esté parado. Tenemos expectativas con trabajar en la sensibilización para el protocolo para el regreso presencial, Después si llegado ese momento y dadas todas las condiciones el gremio declara paro, ya es una decisión individual.

-¿Cuál es la prioridad hoy en el Ministerio?

-La edilicia. Porque el resto sé que va marchando: el protocolo y el dispositivo pedagógico con los directores de nivel. Pero la cuestión edilicia me preocupa en términos de gestionarla y cumplir los plazos. No que no estén los fondos o que no sepamos cómo hacerlo, sino en los plazos. Nación aporta fondos, también tenemos fondos provinciales con infraestructura. Esta semana firmé una transferencia de 29 millones de pesos para empezar 10 nuevas obras grandes e importantes en Chubut de refacción. Es mi principal preocupación.

-¿Cuál es el temor?

-A las escuelas les falta mantenimiento. Calefacción es un tema básico, por el cual se suspenden clases, al igual que sanitarios, agua y luz. Son los puntos básicos a atacar hasta que Salud nos autorice a comenzar con las actividades presenciales.

-¿En la pandemia se trabajó en reparaciones?

-Sí, Infraestructura trabajó. Tenemos un relevamiento de obras ejecutadas, en ejecución y por ejecutar y Obras Públicas no detuvo su trabajo en todas las regiones, pero no es suficiente porque son muchas escuelas. Hay arreglos menores para hacer y se lleva mucho invertido pero también durante el gobierno de Macri hubo mucho desfinanciamiento. En esos cuatro años no hubo prácticamente inversión nacional. Todo lo invertido por Provincial se vuelca en obras de envergadura y lo que faltaba es lo que estamos gestionando con Nación para obras menores. Provincia invirtió un montón pero los establecimientos son muchos, se utilizan por varias instituciones y el deterioro es inevitable. Esperamos que con estos fondos nacionales podamos dejarlas en las mejores condiciones para la vuelta a clases presenciales. Es mi desafío.

-¿Prefieren no hablar de una fecha para la vuelta presencial a las clases?

-Nación habla de escenarios posibles. En la Patagonia el escenario posible es septiembre- octubre. Por acuerdo de ministros creemos que ninguna provincia patagónica va a volver antes de septiembre y ahí veremos, siempre de acuerdo a la cuestión sanitaria. Y si no deberemos empezar a tomar decisiones por regiones en la provincia también.

-Por ejemplo la cordillera, que no tiene casos, ¿podría ser una de las primeras en empezar?

-Podría ser. Si en el momento en que Nación y Salud de Provincia dan el OK para comenzar, esa zona está libre de COVID, probablemente tengamos que ir abriendo esa región. Si me preguntaban hace un mes yo tenía la idea de que cuando larguemos lo hagamos todos a la vez por una cuestión de igualdad y de acceso para los chicos, pero lo iremos charlando porque cada vez más Nación va manejando esta idea y es una opción comenzar por las regiones que están mejor sanitariamente.

Más del 85% de los docentes se conectaron

-¿Cómo podemos imaginar el primer día con los protocolos?

-Nos imaginamos una escuela en la que no van a estar todos juntos, estudiantes y docentes, saludándose, porque tenemos que evitar la aglomeración de adultos, niños y jóvenes. Imaginamos una escuela donde esté el 50% del grupo de cada curso que se destina para recomenzar, que seguramente van a ser los últimos años de cada nivel, es decir sala de 5, 6º grado y 6º y 7º año. Y gradualmente incorporemos a los que están al final del ciclo, es decir 3er grado, 3er año y así aspiramos a que gradualmente pueda volver la mitad de la escuela. Pero hasta fin de año se va a sostener el reagrupamiento con hasta 15 estudiantes por aula, que es lo que determina el protocolo, y 7 estudiantes en el caso de Nivel Inicial. Va a ser un formato que por lo menos hasta fin de año. No sé qué pasará el año que viene, porque se presume que hasta que no esté la vacuna, la escuela como la conocimos en marzo de 2020 no la vamos a volver a ver. Pero sí estas formas alternativas de reducir la cantidad de alumno por aula y probablemente reducir las jornadas también. Es otra opción que evaluamos: si hacemos la jornada entera o reducida. La otra cuestión que va a suceder es que vamos a convivir entre lo presencial y lo virtual o el soporte papel, lo que va a tener de ventajoso es que vamos a intercalar instancias de presencialidad y de virtualidad. O sea, se puede seguir el proceso más de cerca sobre todo por quienes no tienen acceso a la conectividad, que es un problema que hemos reconocido desde el primer momento. Hay estudiantes y docentes que no tienen acceso a la conectividad y algunos no tienen acceso a los dispositivos tampoco, porque el plan Conectar Igualdad se vio diezmado en la gestión nacional anterior. Ahora se empiezan a reactivar algunos planes, hemos conectado 20 escuelas en el Valle y Puerto Madryn con el Plan Nacional de Conectividad, poniendo conectividad donde no había y ampliando donde existía. Estamos preparando esta vuelta, tratando de subsanar estas cuestiones pero hay muchos chicos que han tenido que mantener la continuidad pedagógica a costa de la voluntad del docente que hizo sus propios cuadernillos, se los llevó a la casa.

-¿Y en la ruralidad?

-Sé de docentes que han hecho sus propias impresiones, se las han acercado a las casas a los chicos, básicamente fue el soporte papel. Y donde había conectividad se usó Class Room, Facebook, WhatsApp. Tenemos un relevamiento que nos satisface porque arriba del 85% de los docentes mantuvieron el vínculo con sus estudiantes y también el informe que nos llega de Nación, que hicieron con encuestas telefónicas y virtuales, también nos ubica como una de las jurisdicciones donde se mantuvo el vínculo pedagógico. Más allá de contraponer las situaciones de paro, nos basamos por los datos que tenemos y los que nos arroja Nación recientemente y nos indican que hay un compromiso de los docentes de estar presentes y acompañar estas trayectorias en la pandemia. Y después las familias, en cualquiera de sus formatos, que están acompañando a los estudiantes.

El trabajo de los padres

-¿Hay padres que no tienen capacidades pedagógicas para este acompañamiento?

-Sí, muchos padres. Pero a veces consultan a los docentes y hay otros en el interior donde a veces los hermanos ayudan al estudiante. Muchos padres también empezaron a interesarse en las tareas y solicitaban que les enviemos libros y manuales para chicos y para adultos. Se revalorizó el rol docente desde la familia.

-¿A los chicos les costará retomar los hábitos?

-Yo creo que no. En base a los informes de UNICEF sí creo que debemos ver cómo estos estudiantes, niños, niñas y adolescentes que están encerrados, necesitan la escuela para el encuentro con el otro, con los pares, para jugar, para socializar. En la primera etapa de la vuelta a la escuela se va a tener que trabajar mucho sobre lo emocional, la reconstrucción de los vínculos, porque muchos, por ejemplo los ingresantes, no alcanzaron ni a generar vínculo con sus pares ni con algunos docentes o con la institución. Y los recreos van a cambiar, van a tener que mantener el distanciamiento.

Una maestra de primer grado me preguntaba cómo hará, porque los nenes se le suben encima prácticamente para que les corrija, para mostrarles un dibujo. Será una cuestión a cambiar. Hoy ser solidario será no prestar los útiles, cuando siempre nos enseñaron que había que compartir. Tendremos que trabajar en contrario. Lo mismo con el contacto corporal de los adolescentes, habrá que hacer un buen apoyo a la cuestión emocional. Y para eso tenemos equipos de psicólogos que van a estar a disposición.

Nuevos acuerdos

-¿Qué puede pasar? ¿Qué a los chicos les cueste vincularse?

-Sí. Pasan de la etapa de encierro a la salida y eso ya es un impacto. Ahora hay algunas salidas que están haciendo, pero es distinto a estar una jornada completa en una institución, en grupo, aceptando normas. Los que ya estaban en el sistema tendrán que refrescarlas y quizá establecer nuevos acuerdos por estos cambios en las rutinas escolares y por la aplicación del protocolo. Pero los chicos tienen la capacidad de adaptarse, quizá al adulto le cuesta más ponerse el tapabocas pero el niño lo aprende rápidamente.

-Más allá de la pandemia, Chubut viene con una situación previa de discontinuidad educativa por conflictos con los docentes. ¿Cuál es su visión sobre el nivel educativo de los alumnos?

-Habría que evaluarlo. A priori uno puede tener una idea pero justamente una decisión de Nación este año es no realizar la evaluación “Aprender”, que anualmente nos da los parámetros de los resultados de los aprendizajes. Hará falta un tiempo para poder relevar esta calidad educativa. Es verdad que hay variables que incidieron, sería necio no reconocerlo. Estamos con la expectativa de que hacia fin de año se pueda mejorar la situación financiera y poder sostener estos procesos de aprendizaje. Pero sí incidieron en el nivel educativo. No me animaría a decir específicamente cómo. Probablemente se ve más en primaria pensando en términos de alfabetización. Hay chicos que deberían estar alfabetizados al final del primer año o segundo y no lo están. Pero cuando tenemos a los chicos en el sistema, tenemos 12 años para trabajar con ellos. Y a veces se pone mucho el acento en los contenidos y lo importante son los procesos de pensamiento. El nivel de contenido puede manejar menos cantidad, pero hay estrategias pedagógicas para priorizar la formación y las operaciones del pensamiento, el desarrollo de capacidades seleccionando y priorizando el contenido. Si esto mejora, hay perspectivas de recuperar eso.

-Un tema fuera de agenda es la incorporación de la perspectiva de género desde la escuela, ¿cómo se está trabajando?

-Ahora nos llega un refuerzo económico para trabajar la Educación Sexual Integral donde está incluida la cuestión de género. Lamentablemente el año pasado a raíz de los paros no se pudieron llevar adelante las capacitaciones con docentes para que repliquen en las aulas. Estaba previsto, hubo algunos trabajos en la provincia, pero todavía falta.

-¿Cuál sería su mensaje para la comunidad educativa en un escenario tan complejo?

-Que sepan que vamos a poner todo el esfuerzo para que en la vuelta a clases las escuelas estén en condiciones edilicias, tengan los insumos para que las clases se desarrollen en un contexto de cuidado de la salud y acompañar a los docentes y directivos en implementar nuevos formatos pedagógicos para recuperar la experiencia que se hizo en pandemia; trabajar en la priorización de saberes, de capitalizar estas modificaciones de prácticas. Los docentes hicieron una capacitación impuesta para trabajar así y nos va a dejar un saldo muy positivo en las prácticas docentes. Los docentes no fuimos formados para la virtualidad sino para trabajar con el grupo enfrente, y ellos en vez de inmovilizarse, retraerse o negarse, buscaron todas las estrategias para poder sostener la continuidad. Eso me consta. #


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