Testimonios de Rodrigue Yazbec desde Beirut: “Todos llaman a esta explosión Beirutshima”

Fue una de las explosiones más grandes del mundo, un décimo de la explosión de Hiroshima”, así inicia su relato Rodrigue Yazbec, ingeniero libanés que dialogó con FM Tiempo y narró de primera mano cómo se vive el desastre de Beirut.

La cara del desastre. El silo del puerto se redujo a escombros después de la explosión de tres kilotones en el puerto de Beirut, Líbano.
05 AGO 2020 - 20:39 | Actualizado

“La explosión atacó la mayor parte de Beirut capital. Diez kilómetros alrededor está casi todo destruido. Las pérdidas más grandes de los edificios están cerca, el resto destruyó los vidrios y las puertas de las casas”, cuenta. Rodrigue Yazbec es ingeniero civil egresado en la Universidad de Córdoba. “Yo soy libanés y argentino. Mi familia fue a Argentina en la Primera Guerra Mundial”, dice Rodrigue. “Cuando llegó el corralito me fui a trabajar al Medio Oriente”.

Años después se desplazó a Beirut, donde vive actualmente. Al momento de la terrible explosión, Rodrigue se encontraba de vacaciones. Su casa está ubicada a 7 kilómetros del epicentro del siniestro. A pesar de la distancia, su hogar sufrió importantes daños materiales.

“Tengo una casa en Beirut, pero justamente no estaba en Beirut. Es tiempo de vacaciones y yo estaba en la montaña, un poco lejos. Pero tenemos amigos, gente cerca, muchos parientes que estaban en Beirut. Algunos están heridos, algunos ya han fallecido, algunos perdidos”.

La cifra de muertos ascendió a 113, y seguirá creciendo al correr de las horas. “Tenemos cientos de perdidos”, cuenta con crudeza Rodrigue. “No sabemos la cantidad de personas perdidas porque no hay un registro, no se sabe dónde estaban. Encontraron a gente a 500 metros en el mar por el hecho de la explosión”.

Además de las pérdidas humanas y los miles de heridos, se habla de 250.000 viviendas destruidas.

La explosión fue provocada por un incendio en un almacén que albergaba 2.750 toneladas de nitrato de amonio. Nubes anaranjadas surgieron por el gas tóxico de dióxido de nitrógeno, altamente peligroso para las personas. “Tenemos otro problema, es el ácido”, señala Rodrigue Yazbec. “Dicen que es un ácido nítrico que puede dañar a la gente después. Por eso no podemos bajar todos a ayudar”.

Distintos países acuden al lugar del desastre para ayudar. Este terrible accidente se suma a otros problemas que arrastra el Líbano: la crisis económica y la crisis sanitaria producida por el coronvirus. “Están empezando a llegar los aviones de ayuda de todo el mundo. Primero están ayudando los equipos médicos. Hay una ayuda que llega mañana del presidente de Francia. Tenemos tres crisis ahora: la económica, el coronavirus y la explosión”.

El Líbano también se ve sacudido por la pandemia del Covid-19. Hasta el día de ayer, el Líbano registraba 3469 casos activos de coronavirus, 68 muertos y 1880 recuperados.

“El Ministerio estaba trabajando fuerte con el tema del coronavirus”, indica Rodrigue. “Había control y estaba cerrado el aeropuerto al principio, pero al final tuvieron que abrir por el tema económico. Dejaron volver a la gente que estaba afuera y así empezó a entrar el coronavirus. Tenemos alrededor de 150 a 200 contagios por día”.

Aunque aún no existe información detallada sobre las causas reales del desastre, los habitantes de Beirut barajan distintas hipótesis. Rodrigue saca sus propias conclusiones.

“Yo soy ingeniero y trabajé en el Ministerio de Obras Públicas de Transporte aquí en Líbano. Fui el ayudante del ministro. Nunca supe que había cosas así en el puerto, esas son cosas militares. Estamos sorprendidos de que tuviéramos material explosivo en el puerto. Desde 2013 está ahí ese material. Desde 2013 al día de hoy, solo los políticos y los militares sabían de eso, nosotros no sabíamos. Esas cosas no pueden estar cerca de ciudades. El resultado es una explosión. Están hablando en las noticias que hay puertas que estaban rotas del depósito y estaban arreglándola, eso prendió el depósito y generó la explosión”.

Las autoridades locales no develan mucha información. “Las autoridades están sorprendidas. Hay dos autoridades realmente: los que saben del tema y los que no. Primero que eso no tenía que estar en ese lugar, ellos tienen la culpa. Segundo, hablando de corrupción, tenemos uno de los países más corruptos del mundo. Empleados que no saben hacer ese trabajo están haciendo arreglos sin tomar precauciones. Entonces puede haber un accidente. Esa es la primera conclusión, la que más se acerca a la realidad. También puede ser un hecho de terrorismo, todavía no sabemos”.

Los daños estructurales de los edificios cercanos a la zona del puerto son considerables. Rodrigue, como ingeniero civil, destaca: “La Municipalidad de Beirut está preparando ingenieros para levantar los daños y ver si los edificios están seguros para vivir por el momento. Están evaluando los daños, pero eso lleva tiempo. Muchas personas han desaparecido por los derrumbes. El problema más grande es que Líbano no está preparado para algo como esto”.

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La cara del desastre. El silo del puerto se redujo a escombros después de la explosión de tres kilotones en el puerto de Beirut, Líbano.
05 AGO 2020 - 20:39

“La explosión atacó la mayor parte de Beirut capital. Diez kilómetros alrededor está casi todo destruido. Las pérdidas más grandes de los edificios están cerca, el resto destruyó los vidrios y las puertas de las casas”, cuenta. Rodrigue Yazbec es ingeniero civil egresado en la Universidad de Córdoba. “Yo soy libanés y argentino. Mi familia fue a Argentina en la Primera Guerra Mundial”, dice Rodrigue. “Cuando llegó el corralito me fui a trabajar al Medio Oriente”.

Años después se desplazó a Beirut, donde vive actualmente. Al momento de la terrible explosión, Rodrigue se encontraba de vacaciones. Su casa está ubicada a 7 kilómetros del epicentro del siniestro. A pesar de la distancia, su hogar sufrió importantes daños materiales.

“Tengo una casa en Beirut, pero justamente no estaba en Beirut. Es tiempo de vacaciones y yo estaba en la montaña, un poco lejos. Pero tenemos amigos, gente cerca, muchos parientes que estaban en Beirut. Algunos están heridos, algunos ya han fallecido, algunos perdidos”.

La cifra de muertos ascendió a 113, y seguirá creciendo al correr de las horas. “Tenemos cientos de perdidos”, cuenta con crudeza Rodrigue. “No sabemos la cantidad de personas perdidas porque no hay un registro, no se sabe dónde estaban. Encontraron a gente a 500 metros en el mar por el hecho de la explosión”.

Además de las pérdidas humanas y los miles de heridos, se habla de 250.000 viviendas destruidas.

La explosión fue provocada por un incendio en un almacén que albergaba 2.750 toneladas de nitrato de amonio. Nubes anaranjadas surgieron por el gas tóxico de dióxido de nitrógeno, altamente peligroso para las personas. “Tenemos otro problema, es el ácido”, señala Rodrigue Yazbec. “Dicen que es un ácido nítrico que puede dañar a la gente después. Por eso no podemos bajar todos a ayudar”.

Distintos países acuden al lugar del desastre para ayudar. Este terrible accidente se suma a otros problemas que arrastra el Líbano: la crisis económica y la crisis sanitaria producida por el coronvirus. “Están empezando a llegar los aviones de ayuda de todo el mundo. Primero están ayudando los equipos médicos. Hay una ayuda que llega mañana del presidente de Francia. Tenemos tres crisis ahora: la económica, el coronavirus y la explosión”.

El Líbano también se ve sacudido por la pandemia del Covid-19. Hasta el día de ayer, el Líbano registraba 3469 casos activos de coronavirus, 68 muertos y 1880 recuperados.

“El Ministerio estaba trabajando fuerte con el tema del coronavirus”, indica Rodrigue. “Había control y estaba cerrado el aeropuerto al principio, pero al final tuvieron que abrir por el tema económico. Dejaron volver a la gente que estaba afuera y así empezó a entrar el coronavirus. Tenemos alrededor de 150 a 200 contagios por día”.

Aunque aún no existe información detallada sobre las causas reales del desastre, los habitantes de Beirut barajan distintas hipótesis. Rodrigue saca sus propias conclusiones.

“Yo soy ingeniero y trabajé en el Ministerio de Obras Públicas de Transporte aquí en Líbano. Fui el ayudante del ministro. Nunca supe que había cosas así en el puerto, esas son cosas militares. Estamos sorprendidos de que tuviéramos material explosivo en el puerto. Desde 2013 está ahí ese material. Desde 2013 al día de hoy, solo los políticos y los militares sabían de eso, nosotros no sabíamos. Esas cosas no pueden estar cerca de ciudades. El resultado es una explosión. Están hablando en las noticias que hay puertas que estaban rotas del depósito y estaban arreglándola, eso prendió el depósito y generó la explosión”.

Las autoridades locales no develan mucha información. “Las autoridades están sorprendidas. Hay dos autoridades realmente: los que saben del tema y los que no. Primero que eso no tenía que estar en ese lugar, ellos tienen la culpa. Segundo, hablando de corrupción, tenemos uno de los países más corruptos del mundo. Empleados que no saben hacer ese trabajo están haciendo arreglos sin tomar precauciones. Entonces puede haber un accidente. Esa es la primera conclusión, la que más se acerca a la realidad. También puede ser un hecho de terrorismo, todavía no sabemos”.

Los daños estructurales de los edificios cercanos a la zona del puerto son considerables. Rodrigue, como ingeniero civil, destaca: “La Municipalidad de Beirut está preparando ingenieros para levantar los daños y ver si los edificios están seguros para vivir por el momento. Están evaluando los daños, pero eso lleva tiempo. Muchas personas han desaparecido por los derrumbes. El problema más grande es que Líbano no está preparado para algo como esto”.


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