Se acercan días clave para el proyecto de Paridad de Género en el Superior Tribunal

08 AGO 2020 - 20:15 | Actualizado

Por Carlos Hughes / @carlosdhughes

Cambio de época. Las mujeres de Chubut están decididas a democratizar la Justicia y el Superior Tribunal tiene una cuenta pendiente. Más de 60 años de conducciones patriarcales tienen hoy una extraordinaria chance de fenecer, no solo por sus vacantes, sino porque los tiempos lo imponen, porque el reclamo es ya universal y porque no hay Justicia si se decide desde una mirada única, sin noción de género, sin sus vivencias irremplazables.

Marcela Pérez Bogado y Patricia Reyes corporizan hoy esa lucha y la comandan. Piden, reclaman, se reúnen, juntan voluntades, generan lazos. Proyectan, sobre todo, para que no ocurra más que siempre sean los hombres quienes tengan la última palabra en la Justicia provincial. Así ha sido hasta aquí. No puede pasar más.

“Lo que actualmente está previsto es que, en la medida de lo posible, quien gobierne proponga mujeres para conformar el Superior Tribunal” explica Patricia Reyes, jueza penal de Puerto Madryn “por lo que, si quisiera, Arcioni mismo podría mandar pliegos con candidatas, pero para eso debe tomar la decisión política”. Y recuerda: “Hubo una movida muy fuerte de reclamos en el pasado… Das Neves dijo “la próxima será una mujer” y se propuso, pero nunca ocurrió”.

“Lo que se dictó es una buena ley porque es lo que ocurre a nivel nacional” interviene Marcela Pérez Bogado, una de las que trabajó en el proyecto de igualdad de Género que ya está en Comisión en la Legislatura provincial. “Pero el pliego fue y no lo aprobaron… En ese momento distintos actores de la sociedad civil lo habían pedido. Incluso la Asociación de Mujeres Jueces se mostró interesada”, dice desde su costado de la pantalla, en esta virtualidad de las entrevistas que impone el Covid-19 y sus restricciones.

“Entonces –agrega- con esa experiencia fuimos por el próximo paso legal y le enviamos notas al Poder Legislativo, este año” e incluso “la presidenta de AMJA, Aida Tarditti, envió una nota cuando visitó la provincia en 2019”.

“Y ante la falta de respuesta dijimos “evidentemente” solamente se puede trabajar con un proyecto de ley que parta desde las mujeres del Poder Judicial; entonces lo escribimos, lo mandamos a Legislatura y (Mónica) Saso hizo este proyecto suyo, lo tomó como propio para impulsarlo”.

En ese punto, Patricia Reyes recuerda también que “anterior a eso nos habíamos puesto en contacto con la senadora Nancy González con la idea de que nos ayudaran con esta movida para que llegaran las mujeres al Superior”.

“El proyecto es un trabajo en conjunto: senadora, diputada, juezas… Para el armado hasta nos ayudaron, a través de sus asesores, a mejorar la redacción también con lenguaje inclusivo” apunta Pérez Bogado y resalta que también se incluye un punto que cree clave: la solvencia en perspectiva de género, que se incluye como requisito, por ejemplo, que la persona propuesta “no haya sido sancionado por haber cometido falta contra grupos de los denominados vulnerables, colectivos históricamente discriminados, no solamente las mujeres”.

“Es una obligación constitucional: que se dicten acciones positivas para estos colectivos”, explica. Una de esas acciones son las leyes de cupo, como ocurrió con la primera ley para el Poder Legislativo. Hoy ese Poder tiene paridad.

“Esta ley lo que hace es que no queden recovecos para que: efectivamente se garantice la paridad de género y evitar que alguien que no tiene solidez en estos temas pueda llegar al Superior Tribunal de Justicia”, añade Reyes.

Contexto

“Son pocas las provincias argentinas que quedan en donde nunca hubo mujeres en sus Cortes” cuenta Reyes, quien estima que rechazar la norma “sería políticamente poco correcto, máxime cuando los Colegios de Abogados y distintas asociaciones del mundo judicial están pidiendo por la paridad de género” y defiende con pasión la necesidad de “democratizar la Justicia” ya que, considera, “no se piensa que hay un grupo que jamás participó de la elaboración de política judicial, que representa a la mitad de la población… Cuestiones que están relacionadas a afecciones físicas que solo atañen a mujeres, por ejemplo”, agrega la Dra. Pérez Bogado

“Nadie puede decir que tiene la experiencia de ser mujer, sin ser mujer”, sentencia.

“Nosotros proponemos que esta ley sea un acto de reparación histórica porque es reconocer que hasta ahora no se hizo porque no se quiso”, afirma Pérez Bogado, y agrega que “hasta ahora los varones han tenido privilegios. Mientras que no haya mujeres en el Superior la democracia no va a estar ejercida en forma completa. Eso es a lo que apuntamos”.

Patricia Reyes cuenta que “hay muchos países a donde todavía las mujeres no pueden llegar a cargos de gestión” y que “la paridad se reclama en toda Latinoamérica” pero, en contraposición, “el Estado Argentino ha firmado convenios internacionales y hoy existe una Agenda que acarrean avanzar en el 50 y 50” por lo que “es algo que ya está en los estamentos políticos”.

Refiere que “ahora la Inspección General de Justicia sacó una resolución donde todas las entidades que deban registrarse tienen que tener una conformación de 50 % de hombres y 50% de mujeres”.

Pérez Bogado sostiene que “vivimos en una sociedad patriarcal, lo ha dicho las Naciones Unidas. La propia CEDAW (Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer) reconoce que existe situación de privilegio de los hombres sobre las mujeres… A la mujer se la relegó”.

“Cuando las mujeres conquistan derechos, los hombres sienten que pierden privilegios” advierte Reyes.

“La situación en la Justicia de Chubut hoy es piramidal respecto al género, a medida que se acerca a la cima del Poder Judicial menos se proyecta” describe, advirtiendo que “el hecho de que sí haya juezas y fiscales está dado porque para eso se rinde examen ante el Consejo de la Magistratura, es una cuestión basada en la capacidad y solvencia académica”.

Chances

“Si la sociedad lo pide los diputados no deberían poner trabas para que avance… No tendríamos que tener la necesidad de ir a contar los votos”, reflexiona Patricia Reyes cuando surge el interrogante sobre la voluntad de los legisladores. “No los imagino votando en contra, a lo sumo se abstendrán”, dice y lanza un mensaje para el género mismo en la cámara: “En el momento que lleguen los pliegos las diputadas deberían decir “no voy a votar por pliegos de hombres”. No puede ser que no puedan enviar cuatro pliegos de mujeres”.

Sostiene que “hay muchísimas mujeres con gran capacidad” para el Superior Tribunal, tanto dentro como fuera del Poder Judicial: magistradas, funcionarias, abogadas con matrícula… Lograrlo “sería un cambio muy grande en su conjunto” porque “llegando mujeres creo que habrá una Justicia más democrática, con más llegada a la gente”.

En ese marco, considera que “acceso a Justicia es que realmente te den una respuesta justa y eso no va a ocurrir si no está desde la cabeza conformado con esas ideas. Se debe respetar el derecho, no reconocerlo. Es el momento de revertir la situación”.

“El Superior hace política judicial, bien entendida, de trabajo hacia adentro y hacia afuera del Poder, por eso necesita una mirada de género que hoy no tiene”, afirma.

“La igualdad legal existe, el problema es que no se da en la realidad” apunta al respecto Pérez Bogado.

Estrategia

Marcela Pérez Bogado reconoce que, más allá de la solidez de los argumentos para justificar la Ley, se llevó adelante un trabajo para instalarlo en agenda, lo que llamó “litigio estratégico”.

“Antes de que nos llamen a exponer estamos invitando a ministras de Cortes actuales para que vayan a la comisión, solicitando adhesiones a distintas entidades, a la Comisión Interamericana de Mujeres, por ejemplo, que apoya la iniciativa de paridad”, entre otras acciones.

Ambas afirman que las actuales vacantes en el Superior Tribunal, que tiene 3 de las 6 sillas de ministros vacías y que pronto se quedará con dos integrantes únicamente, ante la salida de Donnet deben ser completadas con mujeres.

“Desde 2016 y antes de los nuevos ministros de ese entonces estamos trabajando el proyecto”, cuenta Pérez Bogado y agrega que “es un proyecto que visibiliza un trabajo minucioso y a conciencia”.

Lo que viene

Marcela Pérez Bogado y Patricia Reyes aguardan con expectativa la posibilidad de exponer ante los diputados sobre el proyecto de igualdad de género en el Superior y se entusiasman con la idea de que Chubut sea la primera provincia que logre la paridad.

Mientras tanto, en la semana que se inicia estarán en el Concejo Deliberante de Puerto Madryn.

“Esto da la pauta de que, de alguna manera, lo que estamos pidiendo tendrá el apoyo de gente que está en política y toma decisiones”, opina Patricia Reyes. “Queremos que las diputadas y los diputados acompañen este proyecto, sin distinción de partido, porque reconocen que es una necesidad democratizar la justicia, a través de la integración del Superior Tribunal, con la misma cantidad de mujeres, las que hasta ahora estuvimos excluidas.”, finaliza.

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08 AGO 2020 - 20:15

Por Carlos Hughes / @carlosdhughes

Cambio de época. Las mujeres de Chubut están decididas a democratizar la Justicia y el Superior Tribunal tiene una cuenta pendiente. Más de 60 años de conducciones patriarcales tienen hoy una extraordinaria chance de fenecer, no solo por sus vacantes, sino porque los tiempos lo imponen, porque el reclamo es ya universal y porque no hay Justicia si se decide desde una mirada única, sin noción de género, sin sus vivencias irremplazables.

Marcela Pérez Bogado y Patricia Reyes corporizan hoy esa lucha y la comandan. Piden, reclaman, se reúnen, juntan voluntades, generan lazos. Proyectan, sobre todo, para que no ocurra más que siempre sean los hombres quienes tengan la última palabra en la Justicia provincial. Así ha sido hasta aquí. No puede pasar más.

“Lo que actualmente está previsto es que, en la medida de lo posible, quien gobierne proponga mujeres para conformar el Superior Tribunal” explica Patricia Reyes, jueza penal de Puerto Madryn “por lo que, si quisiera, Arcioni mismo podría mandar pliegos con candidatas, pero para eso debe tomar la decisión política”. Y recuerda: “Hubo una movida muy fuerte de reclamos en el pasado… Das Neves dijo “la próxima será una mujer” y se propuso, pero nunca ocurrió”.

“Lo que se dictó es una buena ley porque es lo que ocurre a nivel nacional” interviene Marcela Pérez Bogado, una de las que trabajó en el proyecto de igualdad de Género que ya está en Comisión en la Legislatura provincial. “Pero el pliego fue y no lo aprobaron… En ese momento distintos actores de la sociedad civil lo habían pedido. Incluso la Asociación de Mujeres Jueces se mostró interesada”, dice desde su costado de la pantalla, en esta virtualidad de las entrevistas que impone el Covid-19 y sus restricciones.

“Entonces –agrega- con esa experiencia fuimos por el próximo paso legal y le enviamos notas al Poder Legislativo, este año” e incluso “la presidenta de AMJA, Aida Tarditti, envió una nota cuando visitó la provincia en 2019”.

“Y ante la falta de respuesta dijimos “evidentemente” solamente se puede trabajar con un proyecto de ley que parta desde las mujeres del Poder Judicial; entonces lo escribimos, lo mandamos a Legislatura y (Mónica) Saso hizo este proyecto suyo, lo tomó como propio para impulsarlo”.

En ese punto, Patricia Reyes recuerda también que “anterior a eso nos habíamos puesto en contacto con la senadora Nancy González con la idea de que nos ayudaran con esta movida para que llegaran las mujeres al Superior”.

“El proyecto es un trabajo en conjunto: senadora, diputada, juezas… Para el armado hasta nos ayudaron, a través de sus asesores, a mejorar la redacción también con lenguaje inclusivo” apunta Pérez Bogado y resalta que también se incluye un punto que cree clave: la solvencia en perspectiva de género, que se incluye como requisito, por ejemplo, que la persona propuesta “no haya sido sancionado por haber cometido falta contra grupos de los denominados vulnerables, colectivos históricamente discriminados, no solamente las mujeres”.

“Es una obligación constitucional: que se dicten acciones positivas para estos colectivos”, explica. Una de esas acciones son las leyes de cupo, como ocurrió con la primera ley para el Poder Legislativo. Hoy ese Poder tiene paridad.

“Esta ley lo que hace es que no queden recovecos para que: efectivamente se garantice la paridad de género y evitar que alguien que no tiene solidez en estos temas pueda llegar al Superior Tribunal de Justicia”, añade Reyes.

Contexto

“Son pocas las provincias argentinas que quedan en donde nunca hubo mujeres en sus Cortes” cuenta Reyes, quien estima que rechazar la norma “sería políticamente poco correcto, máxime cuando los Colegios de Abogados y distintas asociaciones del mundo judicial están pidiendo por la paridad de género” y defiende con pasión la necesidad de “democratizar la Justicia” ya que, considera, “no se piensa que hay un grupo que jamás participó de la elaboración de política judicial, que representa a la mitad de la población… Cuestiones que están relacionadas a afecciones físicas que solo atañen a mujeres, por ejemplo”, agrega la Dra. Pérez Bogado

“Nadie puede decir que tiene la experiencia de ser mujer, sin ser mujer”, sentencia.

“Nosotros proponemos que esta ley sea un acto de reparación histórica porque es reconocer que hasta ahora no se hizo porque no se quiso”, afirma Pérez Bogado, y agrega que “hasta ahora los varones han tenido privilegios. Mientras que no haya mujeres en el Superior la democracia no va a estar ejercida en forma completa. Eso es a lo que apuntamos”.

Patricia Reyes cuenta que “hay muchos países a donde todavía las mujeres no pueden llegar a cargos de gestión” y que “la paridad se reclama en toda Latinoamérica” pero, en contraposición, “el Estado Argentino ha firmado convenios internacionales y hoy existe una Agenda que acarrean avanzar en el 50 y 50” por lo que “es algo que ya está en los estamentos políticos”.

Refiere que “ahora la Inspección General de Justicia sacó una resolución donde todas las entidades que deban registrarse tienen que tener una conformación de 50 % de hombres y 50% de mujeres”.

Pérez Bogado sostiene que “vivimos en una sociedad patriarcal, lo ha dicho las Naciones Unidas. La propia CEDAW (Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer) reconoce que existe situación de privilegio de los hombres sobre las mujeres… A la mujer se la relegó”.

“Cuando las mujeres conquistan derechos, los hombres sienten que pierden privilegios” advierte Reyes.

“La situación en la Justicia de Chubut hoy es piramidal respecto al género, a medida que se acerca a la cima del Poder Judicial menos se proyecta” describe, advirtiendo que “el hecho de que sí haya juezas y fiscales está dado porque para eso se rinde examen ante el Consejo de la Magistratura, es una cuestión basada en la capacidad y solvencia académica”.

Chances

“Si la sociedad lo pide los diputados no deberían poner trabas para que avance… No tendríamos que tener la necesidad de ir a contar los votos”, reflexiona Patricia Reyes cuando surge el interrogante sobre la voluntad de los legisladores. “No los imagino votando en contra, a lo sumo se abstendrán”, dice y lanza un mensaje para el género mismo en la cámara: “En el momento que lleguen los pliegos las diputadas deberían decir “no voy a votar por pliegos de hombres”. No puede ser que no puedan enviar cuatro pliegos de mujeres”.

Sostiene que “hay muchísimas mujeres con gran capacidad” para el Superior Tribunal, tanto dentro como fuera del Poder Judicial: magistradas, funcionarias, abogadas con matrícula… Lograrlo “sería un cambio muy grande en su conjunto” porque “llegando mujeres creo que habrá una Justicia más democrática, con más llegada a la gente”.

En ese marco, considera que “acceso a Justicia es que realmente te den una respuesta justa y eso no va a ocurrir si no está desde la cabeza conformado con esas ideas. Se debe respetar el derecho, no reconocerlo. Es el momento de revertir la situación”.

“El Superior hace política judicial, bien entendida, de trabajo hacia adentro y hacia afuera del Poder, por eso necesita una mirada de género que hoy no tiene”, afirma.

“La igualdad legal existe, el problema es que no se da en la realidad” apunta al respecto Pérez Bogado.

Estrategia

Marcela Pérez Bogado reconoce que, más allá de la solidez de los argumentos para justificar la Ley, se llevó adelante un trabajo para instalarlo en agenda, lo que llamó “litigio estratégico”.

“Antes de que nos llamen a exponer estamos invitando a ministras de Cortes actuales para que vayan a la comisión, solicitando adhesiones a distintas entidades, a la Comisión Interamericana de Mujeres, por ejemplo, que apoya la iniciativa de paridad”, entre otras acciones.

Ambas afirman que las actuales vacantes en el Superior Tribunal, que tiene 3 de las 6 sillas de ministros vacías y que pronto se quedará con dos integrantes únicamente, ante la salida de Donnet deben ser completadas con mujeres.

“Desde 2016 y antes de los nuevos ministros de ese entonces estamos trabajando el proyecto”, cuenta Pérez Bogado y agrega que “es un proyecto que visibiliza un trabajo minucioso y a conciencia”.

Lo que viene

Marcela Pérez Bogado y Patricia Reyes aguardan con expectativa la posibilidad de exponer ante los diputados sobre el proyecto de igualdad de género en el Superior y se entusiasman con la idea de que Chubut sea la primera provincia que logre la paridad.

Mientras tanto, en la semana que se inicia estarán en el Concejo Deliberante de Puerto Madryn.

“Esto da la pauta de que, de alguna manera, lo que estamos pidiendo tendrá el apoyo de gente que está en política y toma decisiones”, opina Patricia Reyes. “Queremos que las diputadas y los diputados acompañen este proyecto, sin distinción de partido, porque reconocen que es una necesidad democratizar la justicia, a través de la integración del Superior Tribunal, con la misma cantidad de mujeres, las que hasta ahora estuvimos excluidas.”, finaliza.


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