Ecuador: a seis meses de las presidenciales Lenín Moreno y Correa buscan definir candidatos

Una docena de dirigentes suenan como potenciales aspirantes a la presidencia de Ecuador, a seis meses de las elecciones de febrero, en medio de una pandemia que obligará a una inusual campaña proselitista y con un nivel de fragmentación política que sobrealimenta las pretensiones de los candidatos, a quienes un porcentaje mediano de votos puede dejar en la segunda vuelta.

09 AGO 2020 - 14:08 | Actualizado

Pese a un pedido de la mayoría de las fuerzas para postergar la compulsa, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ratificó que el 7 de febrero se elegirá presidente y vice y se renovará la Asamblea Nacional, lo que puso en marcha –aún con lentitud- los movimientos para el armado de listas.

Con la mira en la pandemia y la política sanitaria que la combate, hay una fecha que recoge una atención insoslayable: la inscripción de las candidaturas debe hacerse del 18 de septiembre al 7 de octubre.

Dos elementos son centrales en la futura contienda: que la Constitución ecuatoriana deja afuera al exmandatario Rafael Correa para la primera magistratura, y que el presidente Lenín Moreno parece decidido a no buscar otro mandato.

Un tercer factor con alguna relevancia es que el líder histórico del Partido Social Cristiano (PSC), Jaime Nebot, a quien las encuestas daban números aceptables, resolvió no ser parte de la grilla de aspirantes al Palacio de Carondelet.

"Son elecciones muy particulares. No está claro en qué condiciones se van a dar, aunque faltan unos meses. Pero ya se ve que las campañas serán digitales. Quien tenga ese chip, esa capacidad 2.0 para escuchar, interactuar y permitirle al votante ser parte y no un mero espectador, tendrá una ventaja estratégica", evaluó el analista Andrés Jaramillo.

En diálogo con Télam desde Quito, Jaramillo -máster en Periodismo de la Universidad de las Américas- dio por hecho que "la pandemia influirá en la campaña, pero también las denuncias de casos de corrupción –unas 60 desde que estalló la crisis sanitaria-, lo que profundizó el rechazo hacia los políticos y el sistema, y reforzó el hartazgo de la ciudadanía".

Para el especialista, ese cuadro puede hacer que "un outsider o un novato tenga más posibilidades, alguien que haga política sin ser político, que no venga de una fuerza tradicional".

Correa amagaba con ser el segundo del binomio de una alianza ya conformada pero la obligación de firmar en persona su candidatura lo aleja de esa chance y ahora puede que busque una banca legislativa. El pasado fin de semana, la justicia revirtió el fallo del CNE que inhabilitaba a su partido, Fuerza Compromiso Social (FSC).

El exmandatario carga con una condena por cohecho y es investigado en otras 20 causas. Aunque se radicó en Bélgica al dejar Carondelet y rompió con Moreno –que, además, se quedó con la estructura de Alianza País-, Correa conserva todavía una buena base de "voto duro", que acercaría a la chance de un balotaje a un binomio que tenga su respaldo.

Entre los nombres que suenan como potencial cabeza de esa fórmula está el de Pierina Correa, hermana del exmandatario, en virtual campaña hace meses. Su perfil de la red FB abre con la leyenda "Pierina es Correa", un mensaje vital para una fuerza a la que acecha el fantasma de la deslealtad.

Otro nombre con chances es el de la asambleísta Marcela Aguiñaga, que cuestiona las eventuales postulaciones "por dinastía". "Ya vimos en 2019 que a la gente no le gusta que haya candidaturas de familiares", advirtió.

Por lo pronto, ya hay un acuerdo para que la alianza Unión por la Esperanza (Unes) agrupe al FSC, el Foro Nacional Permanente de Mujeres, la Confederación de Pueblos y Nacionalidades Indígenas Campesinas del Ecuador (FEI), los movimientos Centro Democrático y Fuerza Rural y Productiva, la Coalición Nacional por la Patria, el Frente Patriótico Nacional y SurGente.

Respecto del oficialismo, medios de la capital publicaron hace meses que Moreno le pidió a su entonces vice Otto Sonnenholzner, un economista de apenas 37 años, de Guayaquil, que encabece la fórmula. La renuncia del dirigente, ocurrida el 7 de julio, puede indicar que dará ese paso y que podría representar ese espacio del outsider.

Sonnenholzner, que mide bien en los sondeos, fue, desde diciembre de 2018, el tercer vicepresidente de Moreno, después de las sucesivas salidas de Jorge Glas, que había sido compañero de fórmula del mandatario, y de María Alejandra Vicuña. Los dos fueron condenados por corrupción.

Del lado de los socialcristianos, los nombres que se barajan son los de los asambleístas César Rohón, Henry Kronfle, Cristina Reyes y Henry Cucalón y el del ex asambleísta Luis Fernando Torres, aunque hay sectores que impulsan a un "candidato sorpresa", sin militancia partidaria y con buena imagen, según publicó el sitio Primicias.

Si el PSC saltea las primarias y elige un postulante independiente, será la primera vez en 70 años que en sus boletas vaya al frente un dirigente sin paso por la vida partidaria.

Otro candidato serio es el banquero Gullermo Lasso, del Movimiento Creo, que ya buscó la presidencia en 2013 y en 2017, cuando perdió la segunda vuelta ante Moreno.

Por trascendidos en los medios y especulaciones partidarias, hay otra decena de nombres que juega con eventuales postulaciones para febrero: el ex presidente Lucio Gutiérrez por Sociedad Patriótica; el empresario Álvaro Noboa –aunque el CNE vetó su sello Adelante Ecuatoriano Adelante-; Guillermo Celi Santos por el Movimiento Suma; y Fernando Balda Flores por Libertad es Pueblo, la fuerza de Gary Moreno, hermano del jefe del Estado.

El exministro Gustavo Larrea puede ser postulado por Democracia-SI y el exprefecto de Azuay Paul Carrasco Carpio por Juntos Podemos, mientras Pachakutik-Unidad Popular ya decidió que Yaku Pérez será su aspirante. Intentan llegar a una boleta, además, varios candidatos independientes, entre ellos el empresario Isidro Romero Carbo.

Quien finalmente gane las elecciones de febrero, o, eventualmente, la segunda ronda del 11 de abril, asumirá la jefatura del Estado el 24 de mayo de 2021.

09 AGO 2020 - 14:08

Pese a un pedido de la mayoría de las fuerzas para postergar la compulsa, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ratificó que el 7 de febrero se elegirá presidente y vice y se renovará la Asamblea Nacional, lo que puso en marcha –aún con lentitud- los movimientos para el armado de listas.

Con la mira en la pandemia y la política sanitaria que la combate, hay una fecha que recoge una atención insoslayable: la inscripción de las candidaturas debe hacerse del 18 de septiembre al 7 de octubre.

Dos elementos son centrales en la futura contienda: que la Constitución ecuatoriana deja afuera al exmandatario Rafael Correa para la primera magistratura, y que el presidente Lenín Moreno parece decidido a no buscar otro mandato.

Un tercer factor con alguna relevancia es que el líder histórico del Partido Social Cristiano (PSC), Jaime Nebot, a quien las encuestas daban números aceptables, resolvió no ser parte de la grilla de aspirantes al Palacio de Carondelet.

"Son elecciones muy particulares. No está claro en qué condiciones se van a dar, aunque faltan unos meses. Pero ya se ve que las campañas serán digitales. Quien tenga ese chip, esa capacidad 2.0 para escuchar, interactuar y permitirle al votante ser parte y no un mero espectador, tendrá una ventaja estratégica", evaluó el analista Andrés Jaramillo.

En diálogo con Télam desde Quito, Jaramillo -máster en Periodismo de la Universidad de las Américas- dio por hecho que "la pandemia influirá en la campaña, pero también las denuncias de casos de corrupción –unas 60 desde que estalló la crisis sanitaria-, lo que profundizó el rechazo hacia los políticos y el sistema, y reforzó el hartazgo de la ciudadanía".

Para el especialista, ese cuadro puede hacer que "un outsider o un novato tenga más posibilidades, alguien que haga política sin ser político, que no venga de una fuerza tradicional".

Correa amagaba con ser el segundo del binomio de una alianza ya conformada pero la obligación de firmar en persona su candidatura lo aleja de esa chance y ahora puede que busque una banca legislativa. El pasado fin de semana, la justicia revirtió el fallo del CNE que inhabilitaba a su partido, Fuerza Compromiso Social (FSC).

El exmandatario carga con una condena por cohecho y es investigado en otras 20 causas. Aunque se radicó en Bélgica al dejar Carondelet y rompió con Moreno –que, además, se quedó con la estructura de Alianza País-, Correa conserva todavía una buena base de "voto duro", que acercaría a la chance de un balotaje a un binomio que tenga su respaldo.

Entre los nombres que suenan como potencial cabeza de esa fórmula está el de Pierina Correa, hermana del exmandatario, en virtual campaña hace meses. Su perfil de la red FB abre con la leyenda "Pierina es Correa", un mensaje vital para una fuerza a la que acecha el fantasma de la deslealtad.

Otro nombre con chances es el de la asambleísta Marcela Aguiñaga, que cuestiona las eventuales postulaciones "por dinastía". "Ya vimos en 2019 que a la gente no le gusta que haya candidaturas de familiares", advirtió.

Por lo pronto, ya hay un acuerdo para que la alianza Unión por la Esperanza (Unes) agrupe al FSC, el Foro Nacional Permanente de Mujeres, la Confederación de Pueblos y Nacionalidades Indígenas Campesinas del Ecuador (FEI), los movimientos Centro Democrático y Fuerza Rural y Productiva, la Coalición Nacional por la Patria, el Frente Patriótico Nacional y SurGente.

Respecto del oficialismo, medios de la capital publicaron hace meses que Moreno le pidió a su entonces vice Otto Sonnenholzner, un economista de apenas 37 años, de Guayaquil, que encabece la fórmula. La renuncia del dirigente, ocurrida el 7 de julio, puede indicar que dará ese paso y que podría representar ese espacio del outsider.

Sonnenholzner, que mide bien en los sondeos, fue, desde diciembre de 2018, el tercer vicepresidente de Moreno, después de las sucesivas salidas de Jorge Glas, que había sido compañero de fórmula del mandatario, y de María Alejandra Vicuña. Los dos fueron condenados por corrupción.

Del lado de los socialcristianos, los nombres que se barajan son los de los asambleístas César Rohón, Henry Kronfle, Cristina Reyes y Henry Cucalón y el del ex asambleísta Luis Fernando Torres, aunque hay sectores que impulsan a un "candidato sorpresa", sin militancia partidaria y con buena imagen, según publicó el sitio Primicias.

Si el PSC saltea las primarias y elige un postulante independiente, será la primera vez en 70 años que en sus boletas vaya al frente un dirigente sin paso por la vida partidaria.

Otro candidato serio es el banquero Gullermo Lasso, del Movimiento Creo, que ya buscó la presidencia en 2013 y en 2017, cuando perdió la segunda vuelta ante Moreno.

Por trascendidos en los medios y especulaciones partidarias, hay otra decena de nombres que juega con eventuales postulaciones para febrero: el ex presidente Lucio Gutiérrez por Sociedad Patriótica; el empresario Álvaro Noboa –aunque el CNE vetó su sello Adelante Ecuatoriano Adelante-; Guillermo Celi Santos por el Movimiento Suma; y Fernando Balda Flores por Libertad es Pueblo, la fuerza de Gary Moreno, hermano del jefe del Estado.

El exministro Gustavo Larrea puede ser postulado por Democracia-SI y el exprefecto de Azuay Paul Carrasco Carpio por Juntos Podemos, mientras Pachakutik-Unidad Popular ya decidió que Yaku Pérez será su aspirante. Intentan llegar a una boleta, además, varios candidatos independientes, entre ellos el empresario Isidro Romero Carbo.

Quien finalmente gane las elecciones de febrero, o, eventualmente, la segunda ronda del 11 de abril, asumirá la jefatura del Estado el 24 de mayo de 2021.


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