Talleres online, todo un boom

La oferta cultural a través de la plataforma virtual se agotó en Trelew. Ingresan a los talleres alumnos de distintos países. Al principio costó pero en época de aislamiento social la distracción es crucial. “No hay que tenerle miedo a la virtualidad. Tenemos un buen soporte que es el humano”, deslizó .

16 AGO 2020 - 20:09 | Actualizado

Por Lorena Leeming

La cultura atraviesa las personas. Es transversal a la sociedad. Bailar, cantar, leer, hacer artesanías o tocar un instrumento es lo que salva tantas veces de la depresión y la soledad. Hoy es tangible. La pandemia puso en relieve que nutrirse de actividades que relajen, generen placer y satisfagan vocaciones es urgente.

El ejemplo son los talleres de la Municipalidad de Trelew. Gente que habitualmente concurría y estaba acostumbrada al abrazo, al placer de sentirse cerca compartiendo el gusto de hacer, debió reconvertirse. Siguen haciendo casi lo mismo pero pantalla mediante. Y muchos dando sus primeros pasos en tecnología están presentes y los cupos para cursos virtuales se agotaron. Las personas esperan, es tiempo de compañía. Es un ida y vuelta.

No es igual, hay que describir todo, hasta las texturas de algunos materiales que se ven pero no se tocan en una videoconferencia. “Es real que es frío pero no imposible. De todos modos nos emocionamos, de todos modos nos reímos y de todos modos podemos estar juntos a través de una pantalla”.

Esas fueron las palabras de la directora de Cultura, Daniela Vidal Alonso. Así describió el sentimiento de docentes y alumnos que todos los días colman sus días con la emoción de hacer lo que les gusta.

La entrevista con Jornada fue en el Centro Cultural. Las voces hacen eco. El escenario espera con las cortinas cerradas la hora en que las sillas se acomoden y vuelvan los actores a la escena. Pero aún no. Todavía no es el tiempo. Hoy hay otra realidad y voluntad es lo que sobra.

“La cultura es transversal a la sociedad y nos han pasado cosas rarísimas desde la declaración de la cuarentena. Nos sentamos y nos asustamos al principio. Porque lo nuestro es la gente, el trato diario, el compartir. Nos empezamos a reconvertir con “Aprendo desde casa” que son pequeños tips que hacen los profesores y lo vamos subiendo a la pagina del municipio. Luego, estamos con el ciclo de profesores en el área artística. Van mostrando lo que hacen en su vida diaria y lo que somos nosotros del otro lado en el espacio que es la Dirección de Cultura”, expresó.

El camino está bastante complicado pero no imposible. Los referentes de los talleres deben también aggiornarse a la tecnología.

“Nos empezamos a capacitar para trabajar desde la virtualidad que no es lo mismo que hacerlo en forma presencial. La gente tampoco es la misma. No todas las personas que aprenden, vienen a la Dirección de Cultura o son alumnos. Lanzamos la primera tanda de talleres que fue en julio. Fueron 7. Pensamos que sería muy difícil. Pero se agotaron los cupos. Tenemos un promedio de 40 y 50 personas por taller. Hay algunos que son dobles. Se hizo por primera vez para niños también. La condición principal es que haya un adulto responsable junto al menor”, advirtió.

Las clases son en vivo. Es decir, que la gente puede interactuar con el docente. Pero también, luego del dictado pueden ingresar al sitio y ver la grabación.

“Interactuamos con las personas. Las aulas virtuales son de excelencia. El aula virtual que tiene el municipio llega a todo el mundo. Estamos en una plataforma mundial a través de un Satélite Argentino. No son muchas las ciudades del país que la integran. Allí, sale la oferta de los talleres. Hay algunos alumnos de México, de Israel. Pensamos que es una locura pero como es abierta sucede. Hay por supuesto alumnos de la provincia, de la ciudad. Siempre Trelew tiene prioridad. Hay gente que espera si puede empezar algún u otro taller”, destacó.

Daniela contó que el primer intento con la virtualidad ya fue exitoso. “Las inscripciones se agotaron esta semana. Tenemos otra oferta para niños que es Danza Clásica y también Ensamble Instrumental. Es un taller que incluye otros 5 más porque es enseñanza de instrumento, luego se ensambla ukelele, flauta dulce, guitarra y xilofón. Son talleres que funcionan en las escuelas y que no pueden iniciar. Por protocolo son 2 metros por persona y no se puede realizar físicamente. Bajo ningún concepto podemos empezar. Queremos conservar la salud de las personas. Si nos hemos cuidado tanto hasta ahora, esperaremos un poco más”.

Otra apuesta

La apuesta va mas allá. “El mes que viene empezamos con una oferta más importante de talleres en los que habrá teatro para niños, literatura, fotografía, la orquesta Chazarreta, habrá una nueva oferta para que se anoten los alumnos, canto, tango, literatura de diferentes enfoques. Danzas clásicas para adultos y adultas, guitarra y el taller de madera”.

“Estamos completando. En la primera tanda tenemos 300 personas. Estamos en un desafío de apostar a los niños que más cuesta contener. Un adulto se queda frente a un televisor o hace una artesanía pero un niño es distinto. Los talleres, son totalmente gratuitos”.

¿Cómo es? ¿Cómo hacen para transmitir la cultura y que las personas sientan realmente la satisfacción?. Daniela sonríe. No piensa nada la respuesta porque así como difícil, todo lo nuevo es genuino: “En el aula virtual están los profes y los alumnos. Nos podemos ver. Es mejor que el Zoom, es más íntimo. Podemos interactuar. Se abre la pantalla y vemos qué te muestra el alumno. Podemos dedicarle el tiempo que se merece”.

“Uno se fija un tiempo para el taller. Algunos duran tres horas y no quieren que se corte. Sentimos que lo que hacemos, es volver lo que la gente nos da a diario”, describió.

Y ejemplificó: “En el taller de teatro que da Alicia Albertella también nos costó acomodarnos. Es excelente la enseñanza. Tenemos que entender que nos divide una pantalla pero si nos hacemos la idea que estamos juntos se hace menos distante, más ameno. Igual vuelvo a decir que nuestros profesores comienzan una nueva capacitación para septiembre. Estamos acostumbrados a la llegada, al abrazo, a conversar y nos tuvimos que reconvertir. No ha sido fácil”.

La directora es sincera. Todo el tiempo remarca que la tecnología no la tenían incorporada muchas personas, que es un aprendizaje permanente. “Los profes al principio tenían miedo. Y ahora estamos todos muy comprometidos. Estamos esperando el día. Lo importante es que el personal de Gobierno Digital está pendiente de nosotros. Se encargan de hacer el seguimiento de los alumnos. Si entran a la clase, si no, si llaman a los que están en lista de espera”, remarcó.

Ida y vuelta

Los resultados, dada la inmediatez de las redes sociales y las aplicaciones, son inmediatos.

“La gente pregunta, se hicieron grupos de WhatsApp. El aula es completa pero se acostumbraron a WhatsApp. El otro día tuvimos un problema con el audio. Llamamos a Gobierno Digital y el arreglo fue en el instante. Era un problema del aula virtual y se arregló enseguida. Eran las 20 horas. El tema es que la gente nos está esperando. Es un tiempo de compañía, de un ida y vuelta tan importante que le hace bien tanto a la persona que la espera como al profe que la va a dar”, ejemplificó.

El equipo

Daniela Vidal Alonso hace 28 años que integra el equipo de la Dirección de Cultura. Describe como su mayor mérito haber convocado para su gestión a la misma gente que trabaja desde hace tanto tiempo a su lado. Hace un silencio y admite: “Nunca pensé en esta reconversión que hoy estamos viviendo”.

“El mes que viene tenemos unos 12 talleres nuevos. Estamos nerviosos en la capacitación y cuando vamos a empezar. Se cambia el modo de enseñar. Ahora hay que describir todo, como la textura de la madera para que la persona que está del otro lado te entienda qué querés decirle. Pero también pasa que se hace una red de negocios que venden los materiales que se usan y así, se ayudan entre todos. Es una buena cadena de comunicación de la gente. Es nuevo”.

Terminó la entrevista con un mensaje: “No hay que tenerle miedo a la virtualidad. Tenemos un buen soporte que es el humano. También un buen soporte técnico. La única condición es tener un correo electrónico porque por ahí nos comunicamos. Les enseñamos a llegar a las clases. Tal vez llegue para quedarse esta situación pero por hoy, así nos comunicamos. Ahora,tenemos que aprender a prender el celular o lo que se tenga. No hay que temer. Es real que es frío pero no es imposible. De todos modos nos emocionamos, nos reímos, de todos modos podemos estar juntos a través de una pantalla”, concluyó.

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16 AGO 2020 - 20:09

Por Lorena Leeming

La cultura atraviesa las personas. Es transversal a la sociedad. Bailar, cantar, leer, hacer artesanías o tocar un instrumento es lo que salva tantas veces de la depresión y la soledad. Hoy es tangible. La pandemia puso en relieve que nutrirse de actividades que relajen, generen placer y satisfagan vocaciones es urgente.

El ejemplo son los talleres de la Municipalidad de Trelew. Gente que habitualmente concurría y estaba acostumbrada al abrazo, al placer de sentirse cerca compartiendo el gusto de hacer, debió reconvertirse. Siguen haciendo casi lo mismo pero pantalla mediante. Y muchos dando sus primeros pasos en tecnología están presentes y los cupos para cursos virtuales se agotaron. Las personas esperan, es tiempo de compañía. Es un ida y vuelta.

No es igual, hay que describir todo, hasta las texturas de algunos materiales que se ven pero no se tocan en una videoconferencia. “Es real que es frío pero no imposible. De todos modos nos emocionamos, de todos modos nos reímos y de todos modos podemos estar juntos a través de una pantalla”.

Esas fueron las palabras de la directora de Cultura, Daniela Vidal Alonso. Así describió el sentimiento de docentes y alumnos que todos los días colman sus días con la emoción de hacer lo que les gusta.

La entrevista con Jornada fue en el Centro Cultural. Las voces hacen eco. El escenario espera con las cortinas cerradas la hora en que las sillas se acomoden y vuelvan los actores a la escena. Pero aún no. Todavía no es el tiempo. Hoy hay otra realidad y voluntad es lo que sobra.

“La cultura es transversal a la sociedad y nos han pasado cosas rarísimas desde la declaración de la cuarentena. Nos sentamos y nos asustamos al principio. Porque lo nuestro es la gente, el trato diario, el compartir. Nos empezamos a reconvertir con “Aprendo desde casa” que son pequeños tips que hacen los profesores y lo vamos subiendo a la pagina del municipio. Luego, estamos con el ciclo de profesores en el área artística. Van mostrando lo que hacen en su vida diaria y lo que somos nosotros del otro lado en el espacio que es la Dirección de Cultura”, expresó.

El camino está bastante complicado pero no imposible. Los referentes de los talleres deben también aggiornarse a la tecnología.

“Nos empezamos a capacitar para trabajar desde la virtualidad que no es lo mismo que hacerlo en forma presencial. La gente tampoco es la misma. No todas las personas que aprenden, vienen a la Dirección de Cultura o son alumnos. Lanzamos la primera tanda de talleres que fue en julio. Fueron 7. Pensamos que sería muy difícil. Pero se agotaron los cupos. Tenemos un promedio de 40 y 50 personas por taller. Hay algunos que son dobles. Se hizo por primera vez para niños también. La condición principal es que haya un adulto responsable junto al menor”, advirtió.

Las clases son en vivo. Es decir, que la gente puede interactuar con el docente. Pero también, luego del dictado pueden ingresar al sitio y ver la grabación.

“Interactuamos con las personas. Las aulas virtuales son de excelencia. El aula virtual que tiene el municipio llega a todo el mundo. Estamos en una plataforma mundial a través de un Satélite Argentino. No son muchas las ciudades del país que la integran. Allí, sale la oferta de los talleres. Hay algunos alumnos de México, de Israel. Pensamos que es una locura pero como es abierta sucede. Hay por supuesto alumnos de la provincia, de la ciudad. Siempre Trelew tiene prioridad. Hay gente que espera si puede empezar algún u otro taller”, destacó.

Daniela contó que el primer intento con la virtualidad ya fue exitoso. “Las inscripciones se agotaron esta semana. Tenemos otra oferta para niños que es Danza Clásica y también Ensamble Instrumental. Es un taller que incluye otros 5 más porque es enseñanza de instrumento, luego se ensambla ukelele, flauta dulce, guitarra y xilofón. Son talleres que funcionan en las escuelas y que no pueden iniciar. Por protocolo son 2 metros por persona y no se puede realizar físicamente. Bajo ningún concepto podemos empezar. Queremos conservar la salud de las personas. Si nos hemos cuidado tanto hasta ahora, esperaremos un poco más”.

Otra apuesta

La apuesta va mas allá. “El mes que viene empezamos con una oferta más importante de talleres en los que habrá teatro para niños, literatura, fotografía, la orquesta Chazarreta, habrá una nueva oferta para que se anoten los alumnos, canto, tango, literatura de diferentes enfoques. Danzas clásicas para adultos y adultas, guitarra y el taller de madera”.

“Estamos completando. En la primera tanda tenemos 300 personas. Estamos en un desafío de apostar a los niños que más cuesta contener. Un adulto se queda frente a un televisor o hace una artesanía pero un niño es distinto. Los talleres, son totalmente gratuitos”.

¿Cómo es? ¿Cómo hacen para transmitir la cultura y que las personas sientan realmente la satisfacción?. Daniela sonríe. No piensa nada la respuesta porque así como difícil, todo lo nuevo es genuino: “En el aula virtual están los profes y los alumnos. Nos podemos ver. Es mejor que el Zoom, es más íntimo. Podemos interactuar. Se abre la pantalla y vemos qué te muestra el alumno. Podemos dedicarle el tiempo que se merece”.

“Uno se fija un tiempo para el taller. Algunos duran tres horas y no quieren que se corte. Sentimos que lo que hacemos, es volver lo que la gente nos da a diario”, describió.

Y ejemplificó: “En el taller de teatro que da Alicia Albertella también nos costó acomodarnos. Es excelente la enseñanza. Tenemos que entender que nos divide una pantalla pero si nos hacemos la idea que estamos juntos se hace menos distante, más ameno. Igual vuelvo a decir que nuestros profesores comienzan una nueva capacitación para septiembre. Estamos acostumbrados a la llegada, al abrazo, a conversar y nos tuvimos que reconvertir. No ha sido fácil”.

La directora es sincera. Todo el tiempo remarca que la tecnología no la tenían incorporada muchas personas, que es un aprendizaje permanente. “Los profes al principio tenían miedo. Y ahora estamos todos muy comprometidos. Estamos esperando el día. Lo importante es que el personal de Gobierno Digital está pendiente de nosotros. Se encargan de hacer el seguimiento de los alumnos. Si entran a la clase, si no, si llaman a los que están en lista de espera”, remarcó.

Ida y vuelta

Los resultados, dada la inmediatez de las redes sociales y las aplicaciones, son inmediatos.

“La gente pregunta, se hicieron grupos de WhatsApp. El aula es completa pero se acostumbraron a WhatsApp. El otro día tuvimos un problema con el audio. Llamamos a Gobierno Digital y el arreglo fue en el instante. Era un problema del aula virtual y se arregló enseguida. Eran las 20 horas. El tema es que la gente nos está esperando. Es un tiempo de compañía, de un ida y vuelta tan importante que le hace bien tanto a la persona que la espera como al profe que la va a dar”, ejemplificó.

El equipo

Daniela Vidal Alonso hace 28 años que integra el equipo de la Dirección de Cultura. Describe como su mayor mérito haber convocado para su gestión a la misma gente que trabaja desde hace tanto tiempo a su lado. Hace un silencio y admite: “Nunca pensé en esta reconversión que hoy estamos viviendo”.

“El mes que viene tenemos unos 12 talleres nuevos. Estamos nerviosos en la capacitación y cuando vamos a empezar. Se cambia el modo de enseñar. Ahora hay que describir todo, como la textura de la madera para que la persona que está del otro lado te entienda qué querés decirle. Pero también pasa que se hace una red de negocios que venden los materiales que se usan y así, se ayudan entre todos. Es una buena cadena de comunicación de la gente. Es nuevo”.

Terminó la entrevista con un mensaje: “No hay que tenerle miedo a la virtualidad. Tenemos un buen soporte que es el humano. También un buen soporte técnico. La única condición es tener un correo electrónico porque por ahí nos comunicamos. Les enseñamos a llegar a las clases. Tal vez llegue para quedarse esta situación pero por hoy, así nos comunicamos. Ahora,tenemos que aprender a prender el celular o lo que se tenga. No hay que temer. Es real que es frío pero no es imposible. De todos modos nos emocionamos, nos reímos, de todos modos podemos estar juntos a través de una pantalla”, concluyó.


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