Linchamiento en Esquel: abrieron la investigación
La Policía intervino tras una revuelta de vecinos que intentaron agredir a un sujeto de un barrio. El mismo está condenado por la Justicia Federal y beneficiado con la domiciliaria.
A yer se formalizó en los tribunales de Esquel la investigación contra dos de las seis personas que atacaron a un preso con domiciliaria en Esquel.
El 29 de abril por la tarde, un grupo de personas, mediante violencia física atacó a un hombre condenado por la Justicia Federal que cumplía arresto domiciliario, con la intención de “sacarlo del barrio”.
Leves agravadas
La fiscal María Bottini calificó los hechos como constitutivos de los delitos de lesiones leves agravadas por la participación premeditada de dos o más personas.
El hecho tuvo por víctima a Pablo Sommaruga y a su mujer. Consideraron que hubo una acción premeditada del grupo con lo cual se establecieron los agravantes.
Según el legajo fiscal, a las 16.30 de ese día, las víctimas iban caminando a su domicilio cuando se abalanzó sobre ellos parte del grupo reunido con la finalidad de sacarlos del barrio. Cuatro personas fueron identificadas e imputadas. Mediante la utilización de piedras, puntapiés y trompadas, le provocaron a Sammaruga distintas lesiones de carácter leve.
Protección
La Policía logró proteger a la pareja del agredido, quién cursaba un embarazo de 9 meses. Con posterioridad llevaron al agredido al móvil policial y lo trasladaron a la Comisaría para resguardar su integridad física, informó una gacetilla de la Fiscalía de Esquel.
Otro legajo investiga lo ocurrido en relación a una agente y un sargento primero de la Policía.
Ambos caminaban hacia la dependencia policial, y al encontrarse a la altura del pasaje 16 de Noviembre, los interceptó uno de los agresores de Sammaruga arrojándoles piedras. Solicitaron refuerzos, llegando al lugar un móvil policial, al que también le arrojaron piedras.
El agresor corrió hacia la casa de otro de los partícipes, llegó otro móvil y personal policial en motos, realizaron disparos al aire para hacer cesar la agresión e inmediatamente después, dos efectivos se aproximaron a uno de los agresores, éste arrojó una piedra al rostro de uno de los uniformados y a otro en el pecho, ingresó a la vivienda y utilizó a una mujer como escudo.
Uno de ellos gritó a la Policía que se vaya, arrojando un golpe de puño en el rostro a un efectivo, en tanto que una mujer policía recibió un puntapié en la pierna derecha.
A yer se formalizó en los tribunales de Esquel la investigación contra dos de las seis personas que atacaron a un preso con domiciliaria en Esquel.
El 29 de abril por la tarde, un grupo de personas, mediante violencia física atacó a un hombre condenado por la Justicia Federal que cumplía arresto domiciliario, con la intención de “sacarlo del barrio”.
Leves agravadas
La fiscal María Bottini calificó los hechos como constitutivos de los delitos de lesiones leves agravadas por la participación premeditada de dos o más personas.
El hecho tuvo por víctima a Pablo Sommaruga y a su mujer. Consideraron que hubo una acción premeditada del grupo con lo cual se establecieron los agravantes.
Según el legajo fiscal, a las 16.30 de ese día, las víctimas iban caminando a su domicilio cuando se abalanzó sobre ellos parte del grupo reunido con la finalidad de sacarlos del barrio. Cuatro personas fueron identificadas e imputadas. Mediante la utilización de piedras, puntapiés y trompadas, le provocaron a Sammaruga distintas lesiones de carácter leve.
Protección
La Policía logró proteger a la pareja del agredido, quién cursaba un embarazo de 9 meses. Con posterioridad llevaron al agredido al móvil policial y lo trasladaron a la Comisaría para resguardar su integridad física, informó una gacetilla de la Fiscalía de Esquel.
Otro legajo investiga lo ocurrido en relación a una agente y un sargento primero de la Policía.
Ambos caminaban hacia la dependencia policial, y al encontrarse a la altura del pasaje 16 de Noviembre, los interceptó uno de los agresores de Sammaruga arrojándoles piedras. Solicitaron refuerzos, llegando al lugar un móvil policial, al que también le arrojaron piedras.
El agresor corrió hacia la casa de otro de los partícipes, llegó otro móvil y personal policial en motos, realizaron disparos al aire para hacer cesar la agresión e inmediatamente después, dos efectivos se aproximaron a uno de los agresores, éste arrojó una piedra al rostro de uno de los uniformados y a otro en el pecho, ingresó a la vivienda y utilizó a una mujer como escudo.
Uno de ellos gritó a la Policía que se vaya, arrojando un golpe de puño en el rostro a un efectivo, en tanto que una mujer policía recibió un puntapié en la pierna derecha.