Una niña de 10 años fue a abortar con sus juguetes: un sapo y una jirafa de peluche

Un sapo y una jirafa de peluche. Al lado de la abuela y de una trabajadora social, esos fueron los acompañantes de una niña brasileña de 10 años hacia el hospital donde, finalmente, logró abortar.

20 AGO 2020 - 19:38 | Actualizado

La pequeña fue víctima de los abusos de su tío, desde sus 6 años, y accedió al aborto ya que para casos como el de ella, la intervención está prevista por la ley, más allá del acoso y las presiones sufridas por activistas y médicos ultraconservadores de la corriente "pro-vida".

La pequeña viajó desde la ciudad de Vitória hasta Recife, en plena pandemia, una distancia de unos 1.500 kilómetros, para lograr ser asistida. Pero la extensión del viaje no fue tanta, como los contratiempos que tuvieron que sufrir en su peregrinación.La intensa reacción de grupos radicales iniciada en las redes sociales, llevó a la niña y a su causa a una carrera contrarreloj.

Una red de mujeres tuvo que montar un esquema de seguridad para garantizar que la niña viajara sin inconvenientes. Al llegar al aeropuerto, un coche ya la esperaba para llevarla inmediatamente al hospital donde se haría la intervención. En el trayecto, de cerca de media hora, fue escoltada por un segundo coche, por el temor a los grupos radicales. Llegaron, finalmente, al lugar, y entraron por la puerta de atrás. En el frente del centro médico se concentraban decenas de militantes, incentivados por la ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos de Jair Bolsonaro, la pastora evangélica Damares Alves.

Una vez ingresada en el Centro Integrado de Salud Amaury de Medeiros (CISAM), en Recife, fue acosada nuevamente, pero en este caso porun obstetra y una pediatra que trataron de hacerla cambiar de idea. Pero tanto ella como su abuela, responsable legal de la niña, continuaron firmes y seguras con la decisión.

En 2018, fecha de los datos más recientes del Ministerio de Salud brasilero, 21.172 niñas con edades entre 10 y 14 años dieron a luz en el país. De ese total, 15.851 eran negras, como la niña de esta historia. Ella, sin embargo, estaba decidida a no formar parte de esa estadística.Desde que acudió por primera vez al hospital, la niña ya manifestaba claramente su deseo de interrumpir el embarazo. Su tío, de 33 años, está acusado por violación de menores y amenazas, y fue detenido este martes.

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20 AGO 2020 - 19:38

La pequeña fue víctima de los abusos de su tío, desde sus 6 años, y accedió al aborto ya que para casos como el de ella, la intervención está prevista por la ley, más allá del acoso y las presiones sufridas por activistas y médicos ultraconservadores de la corriente "pro-vida".

La pequeña viajó desde la ciudad de Vitória hasta Recife, en plena pandemia, una distancia de unos 1.500 kilómetros, para lograr ser asistida. Pero la extensión del viaje no fue tanta, como los contratiempos que tuvieron que sufrir en su peregrinación.La intensa reacción de grupos radicales iniciada en las redes sociales, llevó a la niña y a su causa a una carrera contrarreloj.

Una red de mujeres tuvo que montar un esquema de seguridad para garantizar que la niña viajara sin inconvenientes. Al llegar al aeropuerto, un coche ya la esperaba para llevarla inmediatamente al hospital donde se haría la intervención. En el trayecto, de cerca de media hora, fue escoltada por un segundo coche, por el temor a los grupos radicales. Llegaron, finalmente, al lugar, y entraron por la puerta de atrás. En el frente del centro médico se concentraban decenas de militantes, incentivados por la ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos de Jair Bolsonaro, la pastora evangélica Damares Alves.

Una vez ingresada en el Centro Integrado de Salud Amaury de Medeiros (CISAM), en Recife, fue acosada nuevamente, pero en este caso porun obstetra y una pediatra que trataron de hacerla cambiar de idea. Pero tanto ella como su abuela, responsable legal de la niña, continuaron firmes y seguras con la decisión.

En 2018, fecha de los datos más recientes del Ministerio de Salud brasilero, 21.172 niñas con edades entre 10 y 14 años dieron a luz en el país. De ese total, 15.851 eran negras, como la niña de esta historia. Ella, sin embargo, estaba decidida a no formar parte de esa estadística.Desde que acudió por primera vez al hospital, la niña ya manifestaba claramente su deseo de interrumpir el embarazo. Su tío, de 33 años, está acusado por violación de menores y amenazas, y fue detenido este martes.


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