Pospandemia, el agro y la oportunidad para exportar una lana sustentable desde Chubut

Con la temporada de esquila en marcha, se prevén importantes complicaciones para colocar la producción en el mercado externo, ante el cierre de los mercados por el coronavirus. Las técnicas que se estudian para agrandar el stock ovino y generar un mayor agregado en toda la cadena.

Desde Chubut se exporta prácticamente toda la producción, pero el desafío es llegar a nuevos mercados con el agregado de valor en diferentes eslabones de la actividad.
29 AGO 2020 - 18:13 | Actualizado

Por estos días ha comenzado la temporada de esquila en Chubut, con muchas particularidades. Algunas zonas de la provincia golpeadas por la pérdida de ganando ante la histórica caída de nieve que generó una importante mortandad. Y, por otro lado, un mercado que permanece cerrado para la lana por la pandemia.

Desde el agro del campo, aseguran que la gran caída de nieve y lluvias también puede ser un aliciente tras muchos años de sequía en los campos. Las realidades para gran parte de los productores (en su mayoría pequeños) es compleja en cuanto a la rentabilidad. Hoy la cantidad de ovinos se estima en 3.200.000, según los últimos relevamientos del Senasa.

Frente a este panorama, en el sector impulsan algunos cambios que modifiquen el actual esquema exportador de lana con poco valor agregado en Chubut. Apuntan a un plan para generar valor agregado, con mayor cantidad de puestos de trabajo, un tratamiento distinto de los campos y la posibilidad de la certificación ambiental, con el sello patagónico.

Ricardo Irianni es titular de la Sociedad Rural del Valle. En diálogo con Suban el Volumen, detalló el estado de situaciones para los ruralistas: “Cuando hablamos en términos generales, hay gente mejor y otra peor. El año de la producción lanera la pasada zafra fue buena en cuanto a precios. El año pasado en precios la zafra fue buena, y este año no se van a repetir. Los productores con hacienda adecuada, instalaciones funcionando en equipamiento, esas personas que previeron podrán hacer la zafra con normalidad. Lo que viene es preocupante, porque un efecto secundario de esta pandemia a nivel global es que la demanda global de la lana se ha retraído mucho y los precios están prácticamente a la mitad”.

El campo en el mundo

Irianni analizó cómo hoy se maneja el mundo frente al sector lanero: “Esto se entiende viendo Se exporta la lana, es fina, se exporta para terminar siendo prenda en Europa, Estados Unidos. Pero con la retracción de la demanda global, lo primero que dejan de hacer las personas es comprar bienes de lujo. No decimos que la lana es algo suntuoso, pero si la calidad de la fibra de la lana de Chubut. Esa demanda esa que la lana se demande poco y valga muy poco. China se ha reactivado y esa es la esperanza. Tenemos optimismo que en septiembre-octubre se puedan recuperar los precios”.

Coyuntura y mediano plazo

Con una mirada de mediano y corto plazo, expresó que “en muchos campos despues de 6 años de sequía, hubo lluvias. Hay mucha variabilidad en cuanto al estado de los campos en el Valle y la parte centro. La idea es aumentar la producción de lana, tener más ovejas en Chubut y el plan es producir lana de manera que el comprador del exterior sepa que las ovejas son bien tratadas y con carácter de sustentabilidad”.

“También hablamos de la lana orgánica. Adecuando técnicas se puede certificar orgánicos. El óptimo sería que los animales son bien tratados, que el ambiente no es degradado, no se desertifica, trabajo con los profesionales para adecuar las cargas. Algunos campos de Península lo hacen, también en Camarones”.

Describió que “en Chubut llego a haber 7 millones de ovjeas. Eso no va a volver más. Si somos optimistas en mejorar porque las nuevas generaciones de productores para que se hagan nuevas prácticas. Cuidar el medio ambiente. Una meta ambiciosa son 5 millones de cabezas de ganado. Hay mucho por crecer y eso va a dar empleo genuino, y otra cosa en consideración que hacemos con la lana. Es una lástima que se vaya en bruto, porque desde Chubut hay 3.500 establecimientos rurales registrados, con 6.000 o 7.000 productores. Es muy importante para que la gente no se venga a las ciudades. Apuntar a producir más lana por oveja, más corderos por cada ovejam, y que esa lana sea procesada en Chubut”.

“Tenemos que generar esas condiciones para el valor agregado, por ejemplo, con trabajos químicos. El tema que la lana no haga las pelotitas. Hay empresas de Estados Unidos o Europa con prendas deportivas de muy alta calidad. Que la lana salga con ese tratamiento. En el Parque Industrial hay empresas que lo hacen. Esa lana con ese más valor agregado, puede dejar de 1 a 1,5 dólares más de valor agregado. Ya con eso quedarían 20 millones de dólares más a la producción anual”.

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Desde Chubut se exporta prácticamente toda la producción, pero el desafío es llegar a nuevos mercados con el agregado de valor en diferentes eslabones de la actividad.
29 AGO 2020 - 18:13

Por estos días ha comenzado la temporada de esquila en Chubut, con muchas particularidades. Algunas zonas de la provincia golpeadas por la pérdida de ganando ante la histórica caída de nieve que generó una importante mortandad. Y, por otro lado, un mercado que permanece cerrado para la lana por la pandemia.

Desde el agro del campo, aseguran que la gran caída de nieve y lluvias también puede ser un aliciente tras muchos años de sequía en los campos. Las realidades para gran parte de los productores (en su mayoría pequeños) es compleja en cuanto a la rentabilidad. Hoy la cantidad de ovinos se estima en 3.200.000, según los últimos relevamientos del Senasa.

Frente a este panorama, en el sector impulsan algunos cambios que modifiquen el actual esquema exportador de lana con poco valor agregado en Chubut. Apuntan a un plan para generar valor agregado, con mayor cantidad de puestos de trabajo, un tratamiento distinto de los campos y la posibilidad de la certificación ambiental, con el sello patagónico.

Ricardo Irianni es titular de la Sociedad Rural del Valle. En diálogo con Suban el Volumen, detalló el estado de situaciones para los ruralistas: “Cuando hablamos en términos generales, hay gente mejor y otra peor. El año de la producción lanera la pasada zafra fue buena en cuanto a precios. El año pasado en precios la zafra fue buena, y este año no se van a repetir. Los productores con hacienda adecuada, instalaciones funcionando en equipamiento, esas personas que previeron podrán hacer la zafra con normalidad. Lo que viene es preocupante, porque un efecto secundario de esta pandemia a nivel global es que la demanda global de la lana se ha retraído mucho y los precios están prácticamente a la mitad”.

El campo en el mundo

Irianni analizó cómo hoy se maneja el mundo frente al sector lanero: “Esto se entiende viendo Se exporta la lana, es fina, se exporta para terminar siendo prenda en Europa, Estados Unidos. Pero con la retracción de la demanda global, lo primero que dejan de hacer las personas es comprar bienes de lujo. No decimos que la lana es algo suntuoso, pero si la calidad de la fibra de la lana de Chubut. Esa demanda esa que la lana se demande poco y valga muy poco. China se ha reactivado y esa es la esperanza. Tenemos optimismo que en septiembre-octubre se puedan recuperar los precios”.

Coyuntura y mediano plazo

Con una mirada de mediano y corto plazo, expresó que “en muchos campos despues de 6 años de sequía, hubo lluvias. Hay mucha variabilidad en cuanto al estado de los campos en el Valle y la parte centro. La idea es aumentar la producción de lana, tener más ovejas en Chubut y el plan es producir lana de manera que el comprador del exterior sepa que las ovejas son bien tratadas y con carácter de sustentabilidad”.

“También hablamos de la lana orgánica. Adecuando técnicas se puede certificar orgánicos. El óptimo sería que los animales son bien tratados, que el ambiente no es degradado, no se desertifica, trabajo con los profesionales para adecuar las cargas. Algunos campos de Península lo hacen, también en Camarones”.

Describió que “en Chubut llego a haber 7 millones de ovjeas. Eso no va a volver más. Si somos optimistas en mejorar porque las nuevas generaciones de productores para que se hagan nuevas prácticas. Cuidar el medio ambiente. Una meta ambiciosa son 5 millones de cabezas de ganado. Hay mucho por crecer y eso va a dar empleo genuino, y otra cosa en consideración que hacemos con la lana. Es una lástima que se vaya en bruto, porque desde Chubut hay 3.500 establecimientos rurales registrados, con 6.000 o 7.000 productores. Es muy importante para que la gente no se venga a las ciudades. Apuntar a producir más lana por oveja, más corderos por cada ovejam, y que esa lana sea procesada en Chubut”.

“Tenemos que generar esas condiciones para el valor agregado, por ejemplo, con trabajos químicos. El tema que la lana no haga las pelotitas. Hay empresas de Estados Unidos o Europa con prendas deportivas de muy alta calidad. Que la lana salga con ese tratamiento. En el Parque Industrial hay empresas que lo hacen. Esa lana con ese más valor agregado, puede dejar de 1 a 1,5 dólares más de valor agregado. Ya con eso quedarían 20 millones de dólares más a la producción anual”.


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