"Cuando una no quiere tienen que respetar, y eso es lo que pasó conmigo”

Una de las víctimas del maltrato del mayor del Ejército, Matías Castro Ramos se atrevió a contar su padecimiento en la Unidad de esa fuerza armada de Esquel. Confía en la decisión de la Justicia. Su abogada solicitó la elevación a juicio oral.

03 SEP 2020 - 21:06 | Actualizado

Una de las jóvenes que en abril del 2018 - cuyas iniciales son A.L.- denunció maltrato del por entonces segundo Jefe del Regimiento de Caballería de Exploración 3, con asiento en Esquel, el oficial jefe Matías Castro Ramos, procesado por coacción y maltrato arbitrario contra tres soldados voluntarias de Esquel,accedió a dar su testimonio de lo sucedido, y cómo vivió esa situación que afrontó con valentía llevando al imputado a la Justicia. Ella con sus 24 años, aún revista en la Unidad Militar.

. ¿Cuándo ingresaste como voluntaria al Ejército?

A.L.: Ingresé en el año 2017, y ahí empezó todo. Me asignaron un puesto de trabajo; yo no sabía nada, era tímida, y él ya me había visto y me fue directo. Esto les pasó a otras chicas. Pero, una se fue a Comodoro Rivadavia y otra no dijo nada.

. Después de todo lo que sucedió, ¿te sentís bien cuidada en la Unidad Militar?

A.L.: Si, todo cambió porque le puse punto final al tema con la denuncia. Conmigo no se meten.

. ¿Y en tu vida que cambió a partir de ese episodio?

A.L.: Hubo cambios, porque entré para tener un trabajo y un futuro para mi hijo. Pero, me estoy llevando una experiencia horrible. No obstante el psicólogo me dijo que tenía que seguir porque hice algo valiente, que otras chicas no tuvieron la voluntad de hacer, por miedo a él.

Con el inicio del proceso judicial, me asignaron horario reducido por un tiempo en el Regimiento. El (por Castro Ramos), continuó un tiempo y luego se retiró del Ejército.

. Las autoridades de la Unidad de ese tiempo y las posteriores, ¿mantuvieron charlas con vos para darte las garantías como corresponde?

A.L.: No. Pero mis actividades son otras; cambié de puesto de trabajo allí. Si lo viera a él nuevamente, no le diría nada de nada; no tengo nada que hablar.

. ¿Qué esperás de la Justicia ahora?

A.L.: Espero que lo saquen de la fuerza en serio, porque sólo fue un retiro. Temo que lo llamen de nuevo y esté en el Regimiento en cualquier momento. Su familia está en Esquel, pero nadie me llamó. No fue sólo conmigo, fue con muchas; tenía una mala costumbre. Hacer esas cosas para él era natural.

. ¿Quiénes te han acompañado en este tiempo?

A.L.: Mi familia; algunas compañeras y otras no.

. ¿Tenés conocimiento que hayan ocurrido cosas similares en el Regimiento?

A.L.: Si…, pasaron anteriormente, pasaron después. Pero no los sacan del Ejército, los corren a otro lugar para que siga en una determinada Unidad. La manzana podrida no se saca, sino se corre. Es un abuso de poder.

. ¿Era duro el oficial para bajar órdenes?

A.L.: Si; llegaba él y un poco más había que esconderse y los voluntarios le tenían miedo. Yo voy a seguir hasta que se me termine el voluntariado, pero no quiero continuar con gente así, porque se que hay más igual que él en el Regimiento. Cuando una no quiere, tienen que respetar, y eso es lo que pasó conmigo; yo no quería y él seguía.

. ¿Un mensaje para quiénes te ayudaron y te ayudan en esta situación?

A.L.: Estoy muy agradecida a mi abogada (Mariela Llanquinao), que a pesar de todo me sigue acompañando, porque si ella no estuviera tal vez no seguiría el tema, porque cansa esto. También me acompañó el Consejo de la Mujer; me hablaron, porque sino, él se iba o yo pedía la baja porque tenía miedo. Estoy muy orgullosa de mi familia también.

No a la probation

Es importante recordar que Matías Castro Ramos ofreció pagarles a las víctimas 30 mil pesos y donar otros 10 mil a la Cooperadora del Hospital Zonal de Esquel, para no ser sometido a juicio oral y público.

La abogada de A.L., la doctora Mariela Llanquinao, consideró que el imputado con su defensor, pueden apelar a todos los recursos legales, y pedir los pasos procesales que crean convenientes, porque así no se violaría el derecho de defensa en juicio, ni las garantías constitucionales.

Pero ahora, con el planteo de la suspensión del juicio a prueba en la Cámara Federal de Casación Penal, “estoy disconforme porque para pedir medidas, hay que cumplir requisitos, y al ser funcionario público, no podría pedir ese recurso”, explicó la letrada.

Indicó que tuvieron una audiencia virtual en el ámbito del Tribunal Orel Federal de Comodoro Rivadavia, y “se pidió la elevación a juicio” el caso del militar.

Llanquinao sugirió que hasta el juicio oral y público, obviamente las partes recurrirán a todas las herramientas posibles, e insistió en su oposición a la probation, más cuando se está encuadrado en un delito de violencia de género.

Los hechos

Los episodios ocurrieron durante los años 2017 y 2018. Matías Castro Ramos ostentaba la jerarquía de mayor del Ejército Argentino y vivía en el barrio de Oficiales del Regimiento de Caballería de Exploración 3 “Coraceros General Pacheco” de esa fuerza armada nacional, en Esquel. Era el Segundo jefe de la Unidad Militar mencionada.

Castro Ramos está retirado del Ejército. Pero la querellante aseguró que no deja de ser funcionario público, porque de acuerdo a la reglamentación militar su pertenencia a la fuerza queda en suspenso y si ocurre una cuestión extraordinaria, vuelve a ser parte.

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03 SEP 2020 - 21:06

Una de las jóvenes que en abril del 2018 - cuyas iniciales son A.L.- denunció maltrato del por entonces segundo Jefe del Regimiento de Caballería de Exploración 3, con asiento en Esquel, el oficial jefe Matías Castro Ramos, procesado por coacción y maltrato arbitrario contra tres soldados voluntarias de Esquel,accedió a dar su testimonio de lo sucedido, y cómo vivió esa situación que afrontó con valentía llevando al imputado a la Justicia. Ella con sus 24 años, aún revista en la Unidad Militar.

. ¿Cuándo ingresaste como voluntaria al Ejército?

A.L.: Ingresé en el año 2017, y ahí empezó todo. Me asignaron un puesto de trabajo; yo no sabía nada, era tímida, y él ya me había visto y me fue directo. Esto les pasó a otras chicas. Pero, una se fue a Comodoro Rivadavia y otra no dijo nada.

. Después de todo lo que sucedió, ¿te sentís bien cuidada en la Unidad Militar?

A.L.: Si, todo cambió porque le puse punto final al tema con la denuncia. Conmigo no se meten.

. ¿Y en tu vida que cambió a partir de ese episodio?

A.L.: Hubo cambios, porque entré para tener un trabajo y un futuro para mi hijo. Pero, me estoy llevando una experiencia horrible. No obstante el psicólogo me dijo que tenía que seguir porque hice algo valiente, que otras chicas no tuvieron la voluntad de hacer, por miedo a él.

Con el inicio del proceso judicial, me asignaron horario reducido por un tiempo en el Regimiento. El (por Castro Ramos), continuó un tiempo y luego se retiró del Ejército.

. Las autoridades de la Unidad de ese tiempo y las posteriores, ¿mantuvieron charlas con vos para darte las garantías como corresponde?

A.L.: No. Pero mis actividades son otras; cambié de puesto de trabajo allí. Si lo viera a él nuevamente, no le diría nada de nada; no tengo nada que hablar.

. ¿Qué esperás de la Justicia ahora?

A.L.: Espero que lo saquen de la fuerza en serio, porque sólo fue un retiro. Temo que lo llamen de nuevo y esté en el Regimiento en cualquier momento. Su familia está en Esquel, pero nadie me llamó. No fue sólo conmigo, fue con muchas; tenía una mala costumbre. Hacer esas cosas para él era natural.

. ¿Quiénes te han acompañado en este tiempo?

A.L.: Mi familia; algunas compañeras y otras no.

. ¿Tenés conocimiento que hayan ocurrido cosas similares en el Regimiento?

A.L.: Si…, pasaron anteriormente, pasaron después. Pero no los sacan del Ejército, los corren a otro lugar para que siga en una determinada Unidad. La manzana podrida no se saca, sino se corre. Es un abuso de poder.

. ¿Era duro el oficial para bajar órdenes?

A.L.: Si; llegaba él y un poco más había que esconderse y los voluntarios le tenían miedo. Yo voy a seguir hasta que se me termine el voluntariado, pero no quiero continuar con gente así, porque se que hay más igual que él en el Regimiento. Cuando una no quiere, tienen que respetar, y eso es lo que pasó conmigo; yo no quería y él seguía.

. ¿Un mensaje para quiénes te ayudaron y te ayudan en esta situación?

A.L.: Estoy muy agradecida a mi abogada (Mariela Llanquinao), que a pesar de todo me sigue acompañando, porque si ella no estuviera tal vez no seguiría el tema, porque cansa esto. También me acompañó el Consejo de la Mujer; me hablaron, porque sino, él se iba o yo pedía la baja porque tenía miedo. Estoy muy orgullosa de mi familia también.

No a la probation

Es importante recordar que Matías Castro Ramos ofreció pagarles a las víctimas 30 mil pesos y donar otros 10 mil a la Cooperadora del Hospital Zonal de Esquel, para no ser sometido a juicio oral y público.

La abogada de A.L., la doctora Mariela Llanquinao, consideró que el imputado con su defensor, pueden apelar a todos los recursos legales, y pedir los pasos procesales que crean convenientes, porque así no se violaría el derecho de defensa en juicio, ni las garantías constitucionales.

Pero ahora, con el planteo de la suspensión del juicio a prueba en la Cámara Federal de Casación Penal, “estoy disconforme porque para pedir medidas, hay que cumplir requisitos, y al ser funcionario público, no podría pedir ese recurso”, explicó la letrada.

Indicó que tuvieron una audiencia virtual en el ámbito del Tribunal Orel Federal de Comodoro Rivadavia, y “se pidió la elevación a juicio” el caso del militar.

Llanquinao sugirió que hasta el juicio oral y público, obviamente las partes recurrirán a todas las herramientas posibles, e insistió en su oposición a la probation, más cuando se está encuadrado en un delito de violencia de género.

Los hechos

Los episodios ocurrieron durante los años 2017 y 2018. Matías Castro Ramos ostentaba la jerarquía de mayor del Ejército Argentino y vivía en el barrio de Oficiales del Regimiento de Caballería de Exploración 3 “Coraceros General Pacheco” de esa fuerza armada nacional, en Esquel. Era el Segundo jefe de la Unidad Militar mencionada.

Castro Ramos está retirado del Ejército. Pero la querellante aseguró que no deja de ser funcionario público, porque de acuerdo a la reglamentación militar su pertenencia a la fuerza queda en suspenso y si ocurre una cuestión extraordinaria, vuelve a ser parte.


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