El inusual episodio ocurrió durante las primeras horas del viernes en la Comisaría Cuarta de Puerto Madryn.
Según indicaron fuentes policiales, un hombre en evidente estado de ebriedad, se presentó en la Seccional, gritando e insultando a los uniformados. Manifestaba que él era “testigo” y que quería ver a sus amigos, a los que minutos atrás los habían trasladado a la dependencia junto a su primo.
Los agentes le explicaron que debía retirase del recinto, pero dado su grado de intoxicación, insistía en querer verlo. Finalmente el sujeto fue demorado y al momento de ser palpado encontraron un cuchillo escondido debajo de su vestimenta, a la altura de la cintura.
Debido a ello y para resguardar su integridad física, como la de terceros, es que se procedió a su demora, ingresándolo a la zona de calabozos, donde permaneció hasta que recuperó la lucidez.
El inusual episodio ocurrió durante las primeras horas del viernes en la Comisaría Cuarta de Puerto Madryn.
Según indicaron fuentes policiales, un hombre en evidente estado de ebriedad, se presentó en la Seccional, gritando e insultando a los uniformados. Manifestaba que él era “testigo” y que quería ver a sus amigos, a los que minutos atrás los habían trasladado a la dependencia junto a su primo.
Los agentes le explicaron que debía retirase del recinto, pero dado su grado de intoxicación, insistía en querer verlo. Finalmente el sujeto fue demorado y al momento de ser palpado encontraron un cuchillo escondido debajo de su vestimenta, a la altura de la cintura.
Debido a ello y para resguardar su integridad física, como la de terceros, es que se procedió a su demora, ingresándolo a la zona de calabozos, donde permaneció hasta que recuperó la lucidez.