Registro Único de Demanda Habitacional, una esperanza para cientos de familias de El Bolsón

Al completar la primera semana de inscripción al Registro Único de Demanda Habitacional, la Secretaría de Planificación Territorial y Hábitat cargó al sistema de más de 300 personas. Se estima que superará las dos mil familias.

06 SEP 2020 - 19:52 | Actualizado

“Es un problema muy grave y profundo desde hace muchos años y solos no lo podemos resolver, necesitamos del concurso de otros niveles del Estado, desde nos piden actualizar los registros y tener la información precisa con la demanda real de familias de El Bolsón que necesitan un techo para evaluar alternativas de solución”, graficó ayer Juliana Ortega, la referente del municipio.

Recordó que “el último censo disponible en la comuna tenía 1.200 anotados, pero esta inscripción nos va a arrojar un número mucho mayor, toda vez que el crecimiento poblacional es exponencial con la cantidad de nuevas familias que se han conformado, sumado a la radicación permanente de gente en la zona”.

Por las restricciones propias de la pandemia y “para que los vecinos no tengan que esperar tanto, establecimos un cupo de 50 inscripciones diarias. El primer día sobrepasamos las 100 atenciones y notamos que se complicaba tanto para los interesados como para la logística municipal. Para que haya más distanciamiento entre las personas, resolvimos achicar el número. Pedimos que sólo se presente una persona del grupo familiar para aportar los datos de los convivientes. No hay una fecha de cierre y también estableceremos un horario de tarde”, señaló.

Acerca de las posibilidades de respuesta con que cuenta la comuna para adjudicar terrenos en el corto plazo, la funcionaria detalló que “primero hay que evaluar la necesidad habitacional real”.

Sobre la transferencia de las 8 hectáreas del Escuadrón 35° de Gendarmería Nacional (en gestión desde hace dos décadas y varias veces anunciada), puntualizó que “quizás no alcance para tantas familias demandantes. Habría que evaluar alternativas sobre tierras que están en manos de estamentos del Gobierno. Hay que proyectar una política de Estado a 20 años en función del crecimiento demográfico, porque no podemos impedir que la gente nos elija para radicarse”, subrayó.

En referencia a las familias que ocuparon recientemente un predio de 60 hectáreas en el Mirador del Azul, Ortega aclaró que “también pueden anotarse en este relevamiento. Con ellos se hizo un acuerdo, que después rompieron, donde el compromiso del municipio era la apertura de este registro y lo estamos cumpliendo”.

Valoró el relanzamiento del programa habitacional nacional Procrear. “Es una alternativa válida para muchas familias, aunque el condicionante siempre en El Bolsón es la titularidad de la tierra”.

En la inscripción al Registro Único, junto al personal municipal de la Secretaría de Planificación Territorial y Hábitat, colabora la Secretaría de Desarrollo Social e integrantes del RENABAP.

Tomas

Se estima que un 20% de la población total de El Bolsón vive en las urbanizaciones surgidas a partir de la toma irregular de tierras, con un proceso que ya lleva al menos unos 20 años.

Son unas 35 ocupaciones caracterizadas al principio por espacios cercanos a la costa del río Quemquemtreu, aunque luego se extendieron hacia los cuatro puntos cardinales. Las condiciones de precariedad después han puesto en apuros al municipio para la provisión de los servicios básicos. A la fecha, todavía quedan barrios enteros sin agua potable o energía eléctrica.

La toma más significativa fueron unas 200 hectáreas de Loma del Medio, donde se han delimitado unos mil lotes, aunque en realidad viven unas 600 familias. Se trata de una reserva forestal administrada por el Inta, que ahora está en proceso de ser transferida a la comuna. De concretarse, también habilitaría a la Dirección de Bosques de Río Negro a controlar la tala ilegal de árboles.

En medio, por continuar bajo jurisdicción del Gobierno nacional y con competencias de intervención múltiples, 160 familias aprovecharon para tomar el sector conocido como Mirador del Azul y Cabeza del Indio, dos de los puntos turísticos por excelencia de la ciudad.

A criterio del secretario de Turismo, Bruno Helrriegel, “genera un impacto catastrófico a nivel turístico y ambiental”, toda vez que “es sumamente dañino para la promoción del destino, la conservación del entorno y el prestigio del producto, con consecuencias que aún no las podemos medir”.

Agregó que “son las postales de El Bolsón que ahora se ven opacadas y en riesgo de no poder disfrutarlas nunca más. No podemos permitirnos perder estos espacios, son parte de nuestra identidad como destino”, sostuvo. Resta ahora aguardar cómo se desarrollará el escenario con este tema.

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06 SEP 2020 - 19:52

“Es un problema muy grave y profundo desde hace muchos años y solos no lo podemos resolver, necesitamos del concurso de otros niveles del Estado, desde nos piden actualizar los registros y tener la información precisa con la demanda real de familias de El Bolsón que necesitan un techo para evaluar alternativas de solución”, graficó ayer Juliana Ortega, la referente del municipio.

Recordó que “el último censo disponible en la comuna tenía 1.200 anotados, pero esta inscripción nos va a arrojar un número mucho mayor, toda vez que el crecimiento poblacional es exponencial con la cantidad de nuevas familias que se han conformado, sumado a la radicación permanente de gente en la zona”.

Por las restricciones propias de la pandemia y “para que los vecinos no tengan que esperar tanto, establecimos un cupo de 50 inscripciones diarias. El primer día sobrepasamos las 100 atenciones y notamos que se complicaba tanto para los interesados como para la logística municipal. Para que haya más distanciamiento entre las personas, resolvimos achicar el número. Pedimos que sólo se presente una persona del grupo familiar para aportar los datos de los convivientes. No hay una fecha de cierre y también estableceremos un horario de tarde”, señaló.

Acerca de las posibilidades de respuesta con que cuenta la comuna para adjudicar terrenos en el corto plazo, la funcionaria detalló que “primero hay que evaluar la necesidad habitacional real”.

Sobre la transferencia de las 8 hectáreas del Escuadrón 35° de Gendarmería Nacional (en gestión desde hace dos décadas y varias veces anunciada), puntualizó que “quizás no alcance para tantas familias demandantes. Habría que evaluar alternativas sobre tierras que están en manos de estamentos del Gobierno. Hay que proyectar una política de Estado a 20 años en función del crecimiento demográfico, porque no podemos impedir que la gente nos elija para radicarse”, subrayó.

En referencia a las familias que ocuparon recientemente un predio de 60 hectáreas en el Mirador del Azul, Ortega aclaró que “también pueden anotarse en este relevamiento. Con ellos se hizo un acuerdo, que después rompieron, donde el compromiso del municipio era la apertura de este registro y lo estamos cumpliendo”.

Valoró el relanzamiento del programa habitacional nacional Procrear. “Es una alternativa válida para muchas familias, aunque el condicionante siempre en El Bolsón es la titularidad de la tierra”.

En la inscripción al Registro Único, junto al personal municipal de la Secretaría de Planificación Territorial y Hábitat, colabora la Secretaría de Desarrollo Social e integrantes del RENABAP.

Tomas

Se estima que un 20% de la población total de El Bolsón vive en las urbanizaciones surgidas a partir de la toma irregular de tierras, con un proceso que ya lleva al menos unos 20 años.

Son unas 35 ocupaciones caracterizadas al principio por espacios cercanos a la costa del río Quemquemtreu, aunque luego se extendieron hacia los cuatro puntos cardinales. Las condiciones de precariedad después han puesto en apuros al municipio para la provisión de los servicios básicos. A la fecha, todavía quedan barrios enteros sin agua potable o energía eléctrica.

La toma más significativa fueron unas 200 hectáreas de Loma del Medio, donde se han delimitado unos mil lotes, aunque en realidad viven unas 600 familias. Se trata de una reserva forestal administrada por el Inta, que ahora está en proceso de ser transferida a la comuna. De concretarse, también habilitaría a la Dirección de Bosques de Río Negro a controlar la tala ilegal de árboles.

En medio, por continuar bajo jurisdicción del Gobierno nacional y con competencias de intervención múltiples, 160 familias aprovecharon para tomar el sector conocido como Mirador del Azul y Cabeza del Indio, dos de los puntos turísticos por excelencia de la ciudad.

A criterio del secretario de Turismo, Bruno Helrriegel, “genera un impacto catastrófico a nivel turístico y ambiental”, toda vez que “es sumamente dañino para la promoción del destino, la conservación del entorno y el prestigio del producto, con consecuencias que aún no las podemos medir”.

Agregó que “son las postales de El Bolsón que ahora se ven opacadas y en riesgo de no poder disfrutarlas nunca más. No podemos permitirnos perder estos espacios, son parte de nuestra identidad como destino”, sostuvo. Resta ahora aguardar cómo se desarrollará el escenario con este tema.


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