De Salta a Caleta: una historia de despecho
Una joven oriunda de Orán, Salta, cruzó el país para encontrarse con un hombre de Caleta Olivia, Santa Cruz. La historia, nacida en las redes sociales, parecía dispuesta a tener un final feliz pese a las dificultades: la falta de recursos y la pandemia, que dificulta el tránsito por todo el país.
La joven, dispuesta a la aventura y preparada para iniciar una nueva vida en la Patagonia, no midió riesgos y portando sólo una mochila viajó a dedo desde el norte; se subió a camiones y realizó un insólito raid “gasolero”. Se expuso a situaciones de riesgo y sobre todo, a los controles interprovinciales que en muchos casos bloquean el ingreso a personas que no acrediten su condición de Salud o deban afrontar la cuarentena forzada.
Nada frenó el entusiasmo de la mujer. Después de varios días, finalmente llegó al puesto “Ramón Santos” desde donde se comunicó con el hombre que la aguardaba en Santa Cruz Norte. Éste le envió un remis que la trasladara hacia la última etapa de su viaje pero llegada al acceso de la Ciudad del Gorosito, la mujer contó a las autoridades su situación.
La Policía de Santa Cruz le labró un acta por incumplimiento de las normas sanitarias y transitar sin permiso. Finalmente el personal del Comité Operativo de Emergencia le impidió ingresar a Caleta por la falta de información respecto al propósito del viaje y al eventual domicilio en el que cumpliría con el aislamiento obligatorio por catorce días.
Ante la falta de respuestas de la joven se le impidió el ingreso y ante su insistencia, se requirió en el lugar la presencia de su “novio virtual”. Ante la consulta, descartó ofrecer su domicilio para alojar a la mujer el tiempo requerido.
La inesperada respuesta provocó una nerviosa situación en el lugar y la joven despechada, que nunca descendió del remis, debió ser asistida por Policía e interiorizada respecto a su situación. Debió ser trasladada hasta el puesto interprovincial y desde allí, buscar los medios para poder retornar a su provincia.
La historia de raro desamor tuvo el peor de los cierres: Sabrina (32) debió afrontar la más cruel de las negativas y el despecho de Luis (29) quien la había tentado para radicarse en el sur e iniciar una relación amorosa, con proyecto de familia incluido.
En el medio hubo un periplo inusual, “escondida” en camiones y transitando por más de ocho provincias con casos explotados, burlando los más férreos controles policiales inclusive el de Chubut. Sin un certificado que acredite su situación de Salud; sin más recursos económicos que las promesas y en un momento inapropiado quizás movida por la necesidad. Creyendo en una persona que no parecía conocer y en una tierra desconocida.
Para el hombre no se quedará en una simple aventura mal programada: deberá afrontar denuncias del Comité, la autoridad de control, por la manera en que trajo a la mujer a la ciudad considerando que sería posible foco de contagio de Covid-19. También sería denunciado por violencia de género, por haberse “burlado” de la mujer quien, con la decepción a cuestas, emprendió el regreso por la misma vía en la que llegó. Eso sí, con un gesto que lavó el honor del caballero: gestionó los permisos nacionales y acompañó a la joven hasta su provincia natal con muchos kilómetros para dar explicaciones.
La joven, dispuesta a la aventura y preparada para iniciar una nueva vida en la Patagonia, no midió riesgos y portando sólo una mochila viajó a dedo desde el norte; se subió a camiones y realizó un insólito raid “gasolero”. Se expuso a situaciones de riesgo y sobre todo, a los controles interprovinciales que en muchos casos bloquean el ingreso a personas que no acrediten su condición de Salud o deban afrontar la cuarentena forzada.
Nada frenó el entusiasmo de la mujer. Después de varios días, finalmente llegó al puesto “Ramón Santos” desde donde se comunicó con el hombre que la aguardaba en Santa Cruz Norte. Éste le envió un remis que la trasladara hacia la última etapa de su viaje pero llegada al acceso de la Ciudad del Gorosito, la mujer contó a las autoridades su situación.
La Policía de Santa Cruz le labró un acta por incumplimiento de las normas sanitarias y transitar sin permiso. Finalmente el personal del Comité Operativo de Emergencia le impidió ingresar a Caleta por la falta de información respecto al propósito del viaje y al eventual domicilio en el que cumpliría con el aislamiento obligatorio por catorce días.
Ante la falta de respuestas de la joven se le impidió el ingreso y ante su insistencia, se requirió en el lugar la presencia de su “novio virtual”. Ante la consulta, descartó ofrecer su domicilio para alojar a la mujer el tiempo requerido.
La inesperada respuesta provocó una nerviosa situación en el lugar y la joven despechada, que nunca descendió del remis, debió ser asistida por Policía e interiorizada respecto a su situación. Debió ser trasladada hasta el puesto interprovincial y desde allí, buscar los medios para poder retornar a su provincia.
La historia de raro desamor tuvo el peor de los cierres: Sabrina (32) debió afrontar la más cruel de las negativas y el despecho de Luis (29) quien la había tentado para radicarse en el sur e iniciar una relación amorosa, con proyecto de familia incluido.
En el medio hubo un periplo inusual, “escondida” en camiones y transitando por más de ocho provincias con casos explotados, burlando los más férreos controles policiales inclusive el de Chubut. Sin un certificado que acredite su situación de Salud; sin más recursos económicos que las promesas y en un momento inapropiado quizás movida por la necesidad. Creyendo en una persona que no parecía conocer y en una tierra desconocida.
Para el hombre no se quedará en una simple aventura mal programada: deberá afrontar denuncias del Comité, la autoridad de control, por la manera en que trajo a la mujer a la ciudad considerando que sería posible foco de contagio de Covid-19. También sería denunciado por violencia de género, por haberse “burlado” de la mujer quien, con la decepción a cuestas, emprendió el regreso por la misma vía en la que llegó. Eso sí, con un gesto que lavó el honor del caballero: gestionó los permisos nacionales y acompañó a la joven hasta su provincia natal con muchos kilómetros para dar explicaciones.