Comodoro: volver a Fase 1

Miryiám Monasterolo, directora del Área Programática Sur: “nunca vi tanta gente corriendo y paseando”.

20 SEP 2020 - 20:16 | Actualizado

Por Ismael Tebes

-¿Salud seguirá planteando volver a Fase 1 en Comodoro Rivadavia?

-Lo venimos planteando hace más de 28 días. Veíamos que se incrementaba la curva y no la podíamos frenar si no evitábamos el contagio. Nos parecía que la única manera efectiva con una actividad casi “normal” es que quien tenga síntomas se quedara en su casa. No lo estamos logrando. Que las personas hisopadas se aíslen hasta que tengan resultados o que los contactos estrechos hagan lo mismo pero hemos encontrado hasta casos positivos trabajando. La gente está cansada que restrinjan cuestiones de la vida cotidiana pero hace cuatro meses a excepción de la escuela, tenemos vida “normal”. La gente sigue caminando o circulando. Es más, nunca vi tanta gente corriendo, haciendo deportes o sacando a pasear al perro como en estos últimos tiempos. Primero se restringió la circulación por la noche, después de las 21 y los domingos donde se habían detectado “juntadas” de amigos; asados y reuniones familiares. Cuando subió la curva de contagios y aumentaron los fallecimientos, se puso en agenda otra restricción. Debe volverse a Fase 1 solamente con guardias en las actividades productivas y esenciales pero se decidió lo del DNI para bajar en un 50%, que no es real. Los esenciales ya tenemos un 70% de circulación.

-Si no se toma conciencia, ¿qué es lo peor a esperar?

-Que empecemos a no poder controlar a la cantidad de casos que lleguen, no diagnosticar en tiempo y forma y no tener camas en el sistema o recurso humano disponible. Eso sería lo más grave. Independientemente de las medidas que se tomen, el impacto es en la salud y la vida de las personas. El jueves hubo 12 internados en terapia, 15 al día siguiente y después, un total de 20. Ese incremento en la gravedad de los casos incluye a jóvenes que la están pasando muy mal. Hay un enfermero de 39 años con respirador, otro de 47 y gente que en esa misma franja de edad, falleció. Como sociedad es lo peor que nos puede pasar.

-¿Por qué la gente minimiza la gravedad del virus?

-Porque creen que la mayoría de los casos son leves; que es como una gripe o un resfrío. Se cree que no es preocupante o que si les toca la “van a pasar bien”. Hay falta de empatía y de consideración a las personas que uno quiere. Cuando se contagia a un abuelo; a un sobrino o a una hermana embarazada todos se empiezan a preocupar. El resto no lo ve, no lo vive y siente que es un invento de los chinos para poder controlarnos o de los gobernantes para que nos quedemos encerrados. Los equipos la pasan mal, no está bueno trabajar y recibir a los pacientes como lo estamos haciendo; teniéndolos muchas horas en la guardia o en la ambulancia para conseguirles una cama.

-¿Hay desgaste y sobrecarga del personal?

-Tenemos un recurso muy “finito”. Ya estábamos limitados antes de la pandemia; nos escucharon hasta el hartazgo decir que había pocos enfermeros y que se jubilaban más de los que podían ingresar. Hay recursos que no existen en la zona como los terapistas con solo 21 para las 4 terapias y 40 para toda la provincia. Tenemos que recurrir a los profesionales que se han ido formando recientemente para prepararlos a que puedan atender a pacientes críticos. Tenemos que incorporar a estos profesionales de segunda y tercera línea para darle un descanso a quienes dan batalla en las guardias y las terapias que sufren un desgaste por la cantidad de horas y de pacientes. Emocionalmente es feo tener un muerto cada día y ver tan mal a la gente e inclusive tener que dar los informes por teléfono porque hay personal aislado. Lo veo en la Salud pública como privada; muchos casos positivos porque también somos personas y el virus no selecciona. Puede estar en la tienda, en el supermercado y en las oficinas públicas. Hay muchos policías aislados lo cual afecta la posibilidad de control y la seguridad de la población. Estamos buscando casos asintomáticos en instituciones cerradas de salud mental y geriátricos porque hay personal e internos contagiados. A esto no queríamos llegar porque si hay un brote en estos lugares la situación se agravaría. La gente se enoja y no sabe dónde llamar pero ocurre que los teléfonos están tan ocupados que es una lotería conseguir atención. Tenemos más de 600 personas sospechosas a la espera de un resultado y 740 positivas activas a quienes hay que hacerle un seguimiento, a ellos y todos sus contactos estrechos. Por más que el Municipio y la Universidad nos aporten personas para atender el call center, no damos abasto para atender como quisiéramos.

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20 SEP 2020 - 20:16

Por Ismael Tebes

-¿Salud seguirá planteando volver a Fase 1 en Comodoro Rivadavia?

-Lo venimos planteando hace más de 28 días. Veíamos que se incrementaba la curva y no la podíamos frenar si no evitábamos el contagio. Nos parecía que la única manera efectiva con una actividad casi “normal” es que quien tenga síntomas se quedara en su casa. No lo estamos logrando. Que las personas hisopadas se aíslen hasta que tengan resultados o que los contactos estrechos hagan lo mismo pero hemos encontrado hasta casos positivos trabajando. La gente está cansada que restrinjan cuestiones de la vida cotidiana pero hace cuatro meses a excepción de la escuela, tenemos vida “normal”. La gente sigue caminando o circulando. Es más, nunca vi tanta gente corriendo, haciendo deportes o sacando a pasear al perro como en estos últimos tiempos. Primero se restringió la circulación por la noche, después de las 21 y los domingos donde se habían detectado “juntadas” de amigos; asados y reuniones familiares. Cuando subió la curva de contagios y aumentaron los fallecimientos, se puso en agenda otra restricción. Debe volverse a Fase 1 solamente con guardias en las actividades productivas y esenciales pero se decidió lo del DNI para bajar en un 50%, que no es real. Los esenciales ya tenemos un 70% de circulación.

-Si no se toma conciencia, ¿qué es lo peor a esperar?

-Que empecemos a no poder controlar a la cantidad de casos que lleguen, no diagnosticar en tiempo y forma y no tener camas en el sistema o recurso humano disponible. Eso sería lo más grave. Independientemente de las medidas que se tomen, el impacto es en la salud y la vida de las personas. El jueves hubo 12 internados en terapia, 15 al día siguiente y después, un total de 20. Ese incremento en la gravedad de los casos incluye a jóvenes que la están pasando muy mal. Hay un enfermero de 39 años con respirador, otro de 47 y gente que en esa misma franja de edad, falleció. Como sociedad es lo peor que nos puede pasar.

-¿Por qué la gente minimiza la gravedad del virus?

-Porque creen que la mayoría de los casos son leves; que es como una gripe o un resfrío. Se cree que no es preocupante o que si les toca la “van a pasar bien”. Hay falta de empatía y de consideración a las personas que uno quiere. Cuando se contagia a un abuelo; a un sobrino o a una hermana embarazada todos se empiezan a preocupar. El resto no lo ve, no lo vive y siente que es un invento de los chinos para poder controlarnos o de los gobernantes para que nos quedemos encerrados. Los equipos la pasan mal, no está bueno trabajar y recibir a los pacientes como lo estamos haciendo; teniéndolos muchas horas en la guardia o en la ambulancia para conseguirles una cama.

-¿Hay desgaste y sobrecarga del personal?

-Tenemos un recurso muy “finito”. Ya estábamos limitados antes de la pandemia; nos escucharon hasta el hartazgo decir que había pocos enfermeros y que se jubilaban más de los que podían ingresar. Hay recursos que no existen en la zona como los terapistas con solo 21 para las 4 terapias y 40 para toda la provincia. Tenemos que recurrir a los profesionales que se han ido formando recientemente para prepararlos a que puedan atender a pacientes críticos. Tenemos que incorporar a estos profesionales de segunda y tercera línea para darle un descanso a quienes dan batalla en las guardias y las terapias que sufren un desgaste por la cantidad de horas y de pacientes. Emocionalmente es feo tener un muerto cada día y ver tan mal a la gente e inclusive tener que dar los informes por teléfono porque hay personal aislado. Lo veo en la Salud pública como privada; muchos casos positivos porque también somos personas y el virus no selecciona. Puede estar en la tienda, en el supermercado y en las oficinas públicas. Hay muchos policías aislados lo cual afecta la posibilidad de control y la seguridad de la población. Estamos buscando casos asintomáticos en instituciones cerradas de salud mental y geriátricos porque hay personal e internos contagiados. A esto no queríamos llegar porque si hay un brote en estos lugares la situación se agravaría. La gente se enoja y no sabe dónde llamar pero ocurre que los teléfonos están tan ocupados que es una lotería conseguir atención. Tenemos más de 600 personas sospechosas a la espera de un resultado y 740 positivas activas a quienes hay que hacerle un seguimiento, a ellos y todos sus contactos estrechos. Por más que el Municipio y la Universidad nos aporten personas para atender el call center, no damos abasto para atender como quisiéramos.


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