Ese hecho generó una profundización de la lucha de distintos sectores de la comunidad, encabezados por colectivos feministas, para generar una política de capacitación para funcionarios y empleados de los organismos públicos, en perspectiva de género y violencia contra las mujeres, sin importar jerarquía, forma de contratación, ni el ámbito en el que desempeñe sus funciones en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación.
En la Hora de Preferencia, de la sesión del pasado jueves, la concejal Emilia Méndez resaltó que “gracias al movimiento feminista y a la enorme lucha de las mujeres, hemos sido capaces de reconocer la falta de capacitación en perspectiva de género de muchos profesionales que trabajan en la temática, y de los diversos organismos estatales”.
Explicó que la implementación de esta normativa “implica por un lado, prevenir y promover la adecuada intervención frente a situaciones de violencias, por razones de género en los ámbitos laborales, donde funcionarios y funcionarias no sean quienes revictimicen, estigmaticen o violenten aún más a las víctimas y sus familias”.
Ese hecho generó una profundización de la lucha de distintos sectores de la comunidad, encabezados por colectivos feministas, para generar una política de capacitación para funcionarios y empleados de los organismos públicos, en perspectiva de género y violencia contra las mujeres, sin importar jerarquía, forma de contratación, ni el ámbito en el que desempeñe sus funciones en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación.
En la Hora de Preferencia, de la sesión del pasado jueves, la concejal Emilia Méndez resaltó que “gracias al movimiento feminista y a la enorme lucha de las mujeres, hemos sido capaces de reconocer la falta de capacitación en perspectiva de género de muchos profesionales que trabajan en la temática, y de los diversos organismos estatales”.
Explicó que la implementación de esta normativa “implica por un lado, prevenir y promover la adecuada intervención frente a situaciones de violencias, por razones de género en los ámbitos laborales, donde funcionarios y funcionarias no sean quienes revictimicen, estigmaticen o violenten aún más a las víctimas y sus familias”.