Sepúlveda quedó retrasado en la 3ra etapa del Giro de Italia
El chubutense llegó lejos de líder en el tercer día de competencia en Siclia. El pedalista del Movistar Team llegó en el puesto 89 a 1.32 minuto del ganador, el colombiano Jonathan Caicedo. Y quedó ubicado 85 a 17.55 del nuevo líder, el portugués Joao Almeida.
Jonathan Caicedo tuvo una actuación excepcional en la tercera etapa del Giro de Italia 2020. El ecuatoriano se impuso en el final en alto en el Etna y, a pesar de que no le alcanzó para alcanzar la ‘maglia rosa’, sí logró tomar el liderato de la montaña.
El día había comenzado con una tonta caída (un bidón el el asfalto la provocó) que sufrió Geraint Thomas mientras el pelotón rodaba tranquilo en el tramo neutralizado, incluso tuvieron que esperarlo para empezar la etapa. Esperemos que no le pase factura al galés conceder ventajas no forzadas. El guion de los valientes aventureros que formaron desde temprano la escapada del día se cumplió esta vez con: Mikkel Bjerg (UAE), Lawson Craddock y Jonathan Caicedo (EF), Victor Campenaerts (NTT), Matthew Holmes (Lotto), Francesco Romano (Bardiani), Josip Rumas (Androni) y Giovanni Visconti (Vini-Zabu). A falta de 50 km para meta tenían 5 minutos a su favor.
Con 30 km por recorrer y a falta de la parte más complicada, Trek-Segafredo y Bora-Hansgrohe endurecieron el ritmo en el pelotón. Todos los damnificados por la crono inicial tenían intereses en desgastar al INEOS-Grenadiers, y probar el alcance de las lesiones de su líder Thomas. Los fugados conservaban apenas 3 minutos y medio.
Malas sensaciones para Geraint Thomas, se esfumaba su sueño de ganar el Giro de Italia. En efecto, sin siquiera empezar el último premio de montaña, a 28 km de meta, el galés perdió el contacto con el lote. Aún quedaba el duro ascenso final de 18 km, pero tenía muy mala pinta. 2020 va camino de ser una temporada catastrófica para el equipo más rico del mundo y con mayor acumulación de figuras con diferencia.
De manera desesperada Rohan Dennis y Filippo Ganna le ponían paso a un lacerado y magullado Geraint que se dejaba 1 minuto a falta de 14 km de subida. Adelante el Trek tiraba a bloque para distanciarlo, y entre los fugados solo aguantaban los escaladores más fuertes Caicedo y Visconti con 2:30 sobre el lote puntero.
Fiel a esa argucia que cuando un corredor nos simpatiza es llamado “astucia” Visconti, zorro viejo, le dejaba toda la responsabilidad al joven ecuatoriano, apenas pasaba con relevos muy cortos e insignificantes y Caicedo llevaba todo el peso de continuidad en la aventura. Ser tacañoo, en un esfuerzo que debería ser solidario entre escapados, es una magnífica forma de conservar energías siempre y cuando el corredor sea compatriota o nos caiga bien. Si no, de manera imparcial es bastante mezquino. A 10 km del arribo ya el líder del Ineos-Grenadiers marchaba a 3 minutos, adiós Giro.
Bora-Hansgrohe tiraba del grupo que iba demasiado numeroso para deducir que se estaba yendo a un ritmo exagerado, no parecía haber demasiado fuelle entre los favoritos tampoco, de momento. Mal de muchos consuelo de… grandes aspirantes que se funden. A falta de 8 km el segundo favorito -tras Thomas-, el también británico Simon Yates se le atragantó el Etna y perdió contacto con el lote, mala pinta también para el gemelo. A Este paso el Giro lo va a ganar alguien inspirado completamente anónimo hasta ahora. Difícil encontrar otra gran vuelta con tan pocos nombres ilustres como rivales. En solo tres jornadas perdieron opciones dos de los tres con más jerarquía para ganar la general. Solo sobrevivía el local Nibali.
A 5 km de meta, entre los dos punteros vino el esperado ataque delahorrativoVisconti, pero el ecuatoriano Caicedo aguantó, lo contraatacó y se fue en solitario. Un lote muy reducido ahora si con algunos hombres como Castroviejo flotando delante le perseguían a 1 minuto. El corredor acostumbrado a entrenar en Carchi en inmediaciones del volcán Chiles, estaba brillando en el más mítico de todos los volcanes, el Etna.
A 3 km de la cima entre el grupo de favoritos atacó Kelderman, la carrera se había puesto dramática y preciosa por la falta de control, ningún equipo tenía la fuerza y superioridad para imponer condiciones, cada uno se defendía con lo que podía. Para concederle más épica llovía. En el grupo principal aguantaba Nibali, Majka y Almeida. Thomas ya venía a 9 minutos y Yates casi a dos.
Con dos km por recorrer Nibali, Majka, Kruijswijk y Fuglsang atacaron junto a un admirable Pozzovivo y se separaron de sus rivales. Caicedo iba rumbo a ganar la etapa y quizás vestirse de Líder, necesitaba 1:03 sobre Almeida.
El ecuatoriano aguantó y hace historia se lleva una bonita etapa, aunque no consiguió la maglia rosa por muy poco, centésimas de segundos. Con el mismo tiempo el liderato recayó en Almeida que ahora es el nuevo patrón de la carrera. Vibrante jornada con mucho más emoción y consecuencias en la lucha por el título de las esperadas. Por cierto, Yates que llegaba pletórico se dejó cuatro minutos y medio en un Giro que se antoja negado a sus ambiciones, siempre le quedará buscar etapas que no se le da nada mal. Se abre la carrera de forma maravillosa para aspirantes anónimos.
Jonathan Caicedo tuvo una actuación excepcional en la tercera etapa del Giro de Italia 2020. El ecuatoriano se impuso en el final en alto en el Etna y, a pesar de que no le alcanzó para alcanzar la ‘maglia rosa’, sí logró tomar el liderato de la montaña.
El día había comenzado con una tonta caída (un bidón el el asfalto la provocó) que sufrió Geraint Thomas mientras el pelotón rodaba tranquilo en el tramo neutralizado, incluso tuvieron que esperarlo para empezar la etapa. Esperemos que no le pase factura al galés conceder ventajas no forzadas. El guion de los valientes aventureros que formaron desde temprano la escapada del día se cumplió esta vez con: Mikkel Bjerg (UAE), Lawson Craddock y Jonathan Caicedo (EF), Victor Campenaerts (NTT), Matthew Holmes (Lotto), Francesco Romano (Bardiani), Josip Rumas (Androni) y Giovanni Visconti (Vini-Zabu). A falta de 50 km para meta tenían 5 minutos a su favor.
Con 30 km por recorrer y a falta de la parte más complicada, Trek-Segafredo y Bora-Hansgrohe endurecieron el ritmo en el pelotón. Todos los damnificados por la crono inicial tenían intereses en desgastar al INEOS-Grenadiers, y probar el alcance de las lesiones de su líder Thomas. Los fugados conservaban apenas 3 minutos y medio.
Malas sensaciones para Geraint Thomas, se esfumaba su sueño de ganar el Giro de Italia. En efecto, sin siquiera empezar el último premio de montaña, a 28 km de meta, el galés perdió el contacto con el lote. Aún quedaba el duro ascenso final de 18 km, pero tenía muy mala pinta. 2020 va camino de ser una temporada catastrófica para el equipo más rico del mundo y con mayor acumulación de figuras con diferencia.
De manera desesperada Rohan Dennis y Filippo Ganna le ponían paso a un lacerado y magullado Geraint que se dejaba 1 minuto a falta de 14 km de subida. Adelante el Trek tiraba a bloque para distanciarlo, y entre los fugados solo aguantaban los escaladores más fuertes Caicedo y Visconti con 2:30 sobre el lote puntero.
Fiel a esa argucia que cuando un corredor nos simpatiza es llamado “astucia” Visconti, zorro viejo, le dejaba toda la responsabilidad al joven ecuatoriano, apenas pasaba con relevos muy cortos e insignificantes y Caicedo llevaba todo el peso de continuidad en la aventura. Ser tacañoo, en un esfuerzo que debería ser solidario entre escapados, es una magnífica forma de conservar energías siempre y cuando el corredor sea compatriota o nos caiga bien. Si no, de manera imparcial es bastante mezquino. A 10 km del arribo ya el líder del Ineos-Grenadiers marchaba a 3 minutos, adiós Giro.
Bora-Hansgrohe tiraba del grupo que iba demasiado numeroso para deducir que se estaba yendo a un ritmo exagerado, no parecía haber demasiado fuelle entre los favoritos tampoco, de momento. Mal de muchos consuelo de… grandes aspirantes que se funden. A falta de 8 km el segundo favorito -tras Thomas-, el también británico Simon Yates se le atragantó el Etna y perdió contacto con el lote, mala pinta también para el gemelo. A Este paso el Giro lo va a ganar alguien inspirado completamente anónimo hasta ahora. Difícil encontrar otra gran vuelta con tan pocos nombres ilustres como rivales. En solo tres jornadas perdieron opciones dos de los tres con más jerarquía para ganar la general. Solo sobrevivía el local Nibali.
A 5 km de meta, entre los dos punteros vino el esperado ataque delahorrativoVisconti, pero el ecuatoriano Caicedo aguantó, lo contraatacó y se fue en solitario. Un lote muy reducido ahora si con algunos hombres como Castroviejo flotando delante le perseguían a 1 minuto. El corredor acostumbrado a entrenar en Carchi en inmediaciones del volcán Chiles, estaba brillando en el más mítico de todos los volcanes, el Etna.
A 3 km de la cima entre el grupo de favoritos atacó Kelderman, la carrera se había puesto dramática y preciosa por la falta de control, ningún equipo tenía la fuerza y superioridad para imponer condiciones, cada uno se defendía con lo que podía. Para concederle más épica llovía. En el grupo principal aguantaba Nibali, Majka y Almeida. Thomas ya venía a 9 minutos y Yates casi a dos.
Con dos km por recorrer Nibali, Majka, Kruijswijk y Fuglsang atacaron junto a un admirable Pozzovivo y se separaron de sus rivales. Caicedo iba rumbo a ganar la etapa y quizás vestirse de Líder, necesitaba 1:03 sobre Almeida.
El ecuatoriano aguantó y hace historia se lleva una bonita etapa, aunque no consiguió la maglia rosa por muy poco, centésimas de segundos. Con el mismo tiempo el liderato recayó en Almeida que ahora es el nuevo patrón de la carrera. Vibrante jornada con mucho más emoción y consecuencias en la lucha por el título de las esperadas. Por cierto, Yates que llegaba pletórico se dejó cuatro minutos y medio en un Giro que se antoja negado a sus ambiciones, siempre le quedará buscar etapas que no se le da nada mal. Se abre la carrera de forma maravillosa para aspirantes anónimos.