Comarca Andina: una bodega y una cooperativa para desarrollar la ruta de los vinos chubutenses

De buena cepa. Las viñas cordilleranas en pleno desarrollo.
09 OCT 2020 - 20:30 | Actualizado

Definitivamente, el valle cordillerano de El Hoyo es “la cuna de los vinos chubutenses” a partir de los viñedos y la bodega fundada por Bernardo Weinert entre 1999 y 2000, con su sueño de transformar esta zona de la Patagonia en “una nueva California”, mientras plantaba las primeras cepas de merlot, pinot noir, chardonnay, gewürztraminer y riesling.

20 años después, el tiempo parece darle la razón ya que los vinos “más australes del mundo” han obtenido premios nacionales y han ganado su espacio de prestigio en las cavas de los restaurantes más distinguidos de Buenos Aires.

Con todo, hay que destacar que “el verdadero padre de la criatura” es el enólogo Darío González Maldonado, quien es el director técnico de la mayoría de los emprendimientos vitivinícolas de la zona andina y la meseta y actualmente encabeza el proyecto de viñedos traspatio, desarrollado con vecinos de la Comarca Andina y de otras localidades para fomentar la actividad.

En tanto, desde el ámbito privado también hubo inversiones y para este verano se espera contar en El Hoyo con tres bodegas abiertas al turismo para mostrar todo el potencial de la región.

En correspondencia, unos 60 micro emprendedores se han ido sumando a la propuesta y ya comienzan a mostrar los resultados. Ulises Neculman es uno de ellos: “Arrancamos en octubre de 2018, entusiasmados por la pasión que siempre le pone Darío González y que hoy está dando sus frutos. En marzo de este año tuvimos la primera vendimia, con 120 kilos de uva chardonnay, que nos permitió elaborar las primeras botellas de nuestro propio vino”, graficó ayer entre los brotes de primavera de su pequeña viña.

Agregó que “la uva tuvo muy buena predisposición al suelo y se adaptó perfectamente al lugar. Los cultivos vitivinícolas en la zona nos abren grandes expectativas, lo ideal es comenzar la experiencia con unas 200 plantas, que se pueden manejar en el ámbito familiar aunque llevan mucho trabajo cultural”, advirtió.

En coincidencia, detalló “la compra reciente y en conjunto de otras 10 mil plantas para 15 productores que se incorporaron en esta etapa, con emprendimientos en Gualjaina, El Bolsón, Lago Puelo, Las Golondrinas, El Hoyo y Epuyén. Las variedades que predominan son chardonnay, pinot noir, pinot gris, sauvignon blanc y merlot”.

Neculman tiene una chacra de una hectárea frente al casco urbano de El Hoyo, donde además hace capones de cerdo que engorda con alimento balanceado que él mismo elabora. También cuenta con invernáculos para verduras, fabrica jugos de sus propios frutales y ofrece un par de cabañas a los turistas. “Vemos el parral como una alternativa más para diversificar nuestra economía y completar un circuito productivo que en principio no tiene un fin comercial, aunque permite que la familia se auto sustente durante buena parte del año”, señaló.

A su lado, Aluminé Honik (una de las terapeutas más reconocidas del país, además de dirigente de Gestur), recordó que “desde hace 25 años me dedico a la producción orgánica. Sin embargo, hace poco pasé por Cafayate (Salta), donde en un suelo seco y rocoso observé un viñedo alucinante. Desde entonces, como vivo en un lugar alto y que tiene un mirador hermoso con una gran roca, me dediqué a armar mi propio emprendimiento. Acabo de instalar el riego y vengo con toda la emoción de ver las plantas creciendo”.

Enseguida resaltó que “está buenísimo que hoy seamos 60 productores dedicados a la viña, apostando a la soberanía alimentaria y dándonos cuenta que en los tiempos actuales el valor del dinero es efímero. Lo importante es poder garantizar nuestra alimentación y poder cultivar con nuestros hijos, con toda la magia que conlleva”.

Cooperativa

A su turno, Elisa Bernadas adelantó la conformación “de una cooperativa de emprendedores vitivinícolas y ante el desafío de contar con una bodega comunitaria, conjuntamente con el municipio de Lago Puelo, donde los productores tendríamos la administración”.

“Su lugar de emplazamiento será en el paraje Las Golondrinas, en un terreno asignado por el gobierno provincial (anexo al edificio de Defensa Civil), sobre la ruta nacional 40, y estará diseñada para recibir a los viajeros como un atractivo singular para el turismo”, puntualizó.

“También queremos hacer allí cursos de capacitación y armar un vivero con cepas propias, apostando a la formación de los estudiantes de las escuelas técnicas de Cerro Radal y de El Hoyo”, remarcó.

Filosofía

Con 60 productores, “pasamos a ser la región del Chubut con mayor superficie cultivada con uvas, incluso por encima de Sarmiento”, aseveró el ingeniero Darío González. No obstante, recalcó que “lo más significativo es la filosofía que manejamos para promover estos minifundios, apuntando a la auto sustentabilidad, la diversificación y a incorporar valor agregado a las chacras”.

Acerca de la fundación de la bodega comunitaria, detalló que la premisa “es hacer todo más justo, donde los pequeños productores tengan la oportunidad de nuclearse y puedan elaborar sus vinos pagando un canon mínimo para cubrir los gastos”.

Amplió con que “contará con un sector social amplio para captar al turista y ya estamos trabajando para incorporarnos en el producto ‘Ruta 40’, además de las rutas del enoturismo y gastronómicas”.

De buena cepa. Las viñas cordilleranas en pleno desarrollo.
09 OCT 2020 - 20:30

Definitivamente, el valle cordillerano de El Hoyo es “la cuna de los vinos chubutenses” a partir de los viñedos y la bodega fundada por Bernardo Weinert entre 1999 y 2000, con su sueño de transformar esta zona de la Patagonia en “una nueva California”, mientras plantaba las primeras cepas de merlot, pinot noir, chardonnay, gewürztraminer y riesling.

20 años después, el tiempo parece darle la razón ya que los vinos “más australes del mundo” han obtenido premios nacionales y han ganado su espacio de prestigio en las cavas de los restaurantes más distinguidos de Buenos Aires.

Con todo, hay que destacar que “el verdadero padre de la criatura” es el enólogo Darío González Maldonado, quien es el director técnico de la mayoría de los emprendimientos vitivinícolas de la zona andina y la meseta y actualmente encabeza el proyecto de viñedos traspatio, desarrollado con vecinos de la Comarca Andina y de otras localidades para fomentar la actividad.

En tanto, desde el ámbito privado también hubo inversiones y para este verano se espera contar en El Hoyo con tres bodegas abiertas al turismo para mostrar todo el potencial de la región.

En correspondencia, unos 60 micro emprendedores se han ido sumando a la propuesta y ya comienzan a mostrar los resultados. Ulises Neculman es uno de ellos: “Arrancamos en octubre de 2018, entusiasmados por la pasión que siempre le pone Darío González y que hoy está dando sus frutos. En marzo de este año tuvimos la primera vendimia, con 120 kilos de uva chardonnay, que nos permitió elaborar las primeras botellas de nuestro propio vino”, graficó ayer entre los brotes de primavera de su pequeña viña.

Agregó que “la uva tuvo muy buena predisposición al suelo y se adaptó perfectamente al lugar. Los cultivos vitivinícolas en la zona nos abren grandes expectativas, lo ideal es comenzar la experiencia con unas 200 plantas, que se pueden manejar en el ámbito familiar aunque llevan mucho trabajo cultural”, advirtió.

En coincidencia, detalló “la compra reciente y en conjunto de otras 10 mil plantas para 15 productores que se incorporaron en esta etapa, con emprendimientos en Gualjaina, El Bolsón, Lago Puelo, Las Golondrinas, El Hoyo y Epuyén. Las variedades que predominan son chardonnay, pinot noir, pinot gris, sauvignon blanc y merlot”.

Neculman tiene una chacra de una hectárea frente al casco urbano de El Hoyo, donde además hace capones de cerdo que engorda con alimento balanceado que él mismo elabora. También cuenta con invernáculos para verduras, fabrica jugos de sus propios frutales y ofrece un par de cabañas a los turistas. “Vemos el parral como una alternativa más para diversificar nuestra economía y completar un circuito productivo que en principio no tiene un fin comercial, aunque permite que la familia se auto sustente durante buena parte del año”, señaló.

A su lado, Aluminé Honik (una de las terapeutas más reconocidas del país, además de dirigente de Gestur), recordó que “desde hace 25 años me dedico a la producción orgánica. Sin embargo, hace poco pasé por Cafayate (Salta), donde en un suelo seco y rocoso observé un viñedo alucinante. Desde entonces, como vivo en un lugar alto y que tiene un mirador hermoso con una gran roca, me dediqué a armar mi propio emprendimiento. Acabo de instalar el riego y vengo con toda la emoción de ver las plantas creciendo”.

Enseguida resaltó que “está buenísimo que hoy seamos 60 productores dedicados a la viña, apostando a la soberanía alimentaria y dándonos cuenta que en los tiempos actuales el valor del dinero es efímero. Lo importante es poder garantizar nuestra alimentación y poder cultivar con nuestros hijos, con toda la magia que conlleva”.

Cooperativa

A su turno, Elisa Bernadas adelantó la conformación “de una cooperativa de emprendedores vitivinícolas y ante el desafío de contar con una bodega comunitaria, conjuntamente con el municipio de Lago Puelo, donde los productores tendríamos la administración”.

“Su lugar de emplazamiento será en el paraje Las Golondrinas, en un terreno asignado por el gobierno provincial (anexo al edificio de Defensa Civil), sobre la ruta nacional 40, y estará diseñada para recibir a los viajeros como un atractivo singular para el turismo”, puntualizó.

“También queremos hacer allí cursos de capacitación y armar un vivero con cepas propias, apostando a la formación de los estudiantes de las escuelas técnicas de Cerro Radal y de El Hoyo”, remarcó.

Filosofía

Con 60 productores, “pasamos a ser la región del Chubut con mayor superficie cultivada con uvas, incluso por encima de Sarmiento”, aseveró el ingeniero Darío González. No obstante, recalcó que “lo más significativo es la filosofía que manejamos para promover estos minifundios, apuntando a la auto sustentabilidad, la diversificación y a incorporar valor agregado a las chacras”.

Acerca de la fundación de la bodega comunitaria, detalló que la premisa “es hacer todo más justo, donde los pequeños productores tengan la oportunidad de nuclearse y puedan elaborar sus vinos pagando un canon mínimo para cubrir los gastos”.

Amplió con que “contará con un sector social amplio para captar al turista y ya estamos trabajando para incorporarnos en el producto ‘Ruta 40’, además de las rutas del enoturismo y gastronómicas”.


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