El Foyel: la Justicia ordenó medidas contra un grupo mapuche que ocupó un campo
Haciendo lugar al pedido del Ministerio Público Fiscal, se dispuso la rebeldía y captura de las dos personas identificadas como ocupantes de un predio privado en la zona de El Foyel.
La acusación había requerido además el “urgente desalojo del campo”, que no fue otorgado ante la ausencia de los acusados.
El fiscal jefe Martín Lozada, desde San Carlos de Bariloche, marcó que “es claro que no puede mantenerse esta ocupación ilegal en un sitio que, ocasiona un perjuicio real, actual y manifiesto a los titulares del inmueble”. Permitir la continuidad de los ocupantes “sería un desatino procesal”.
Los imputados no se hicieron presentes en la audiencia que tuvo sendos retrasos por el cambio de defensoro. Su presencia, vía Zoom, se había dispuesto en la sede del Juzgado de Paz de El Bolsón. El fiscal del caso, Francisco Arrien, subrayó que ambos “están notificados y pueden perfectamente acercarse al edificio del Poder Judicial de Río Negro en El Bolsón. Es una dilación de la defensa y no se ajusta a la realidad, por lo que solicitaré se rebeldía y captura, no hay otra manera que comparezcan. Hay intencionalidad de no ajustarse a Derecho”.
El juez Ricardo Calcagno consideró que “no alcanzaron los argumentos de la defensa para justificar tal ausencia, haciendo lugar a la medida”, aunque aclaró que “una medida cautelar como el desalojo requiere de la presencia de los imputados y su permanencia en la audiencia”.
Antes de finalizar la instancia procesal, Lozada adelantó que el Ministerio Público Fiscal apelará tal decisión que había sostenido con la adhesión de la querella, en la convicción de que permitir la ocupación ilegítima “agravaría aún más la muy delicada situación” de las víctimas a quienes, además “se los perpetuará en tal condición”. “La presencia inicialmente subrepticia y actualmente amenazante de los imputados en el lugar, es el núcleo duro de la restricción de derechos sufridos por las víctimas”, graficó. “Una ocupación así no debe continuar pues atenta contra quien ya es víctima de un proceder ilícito y carente de todos sustento legal”, expresó el fiscal jefe.
La Fiscalía tuvo adhesión de la querella. La defensa hizo reserva de impugnación a la rebeldía y captura.
El propietario del campo, Miguel Soriani, recordó que está en Bariloche desde hace 20 días por un problema cardíaco. “Se aprovecharon que no estábamos allá para ir a tomar. No es ninguna recuperación de tierra ancestral. Son una manga de sinvergüenzas que se han juntado desde El Bolsón y algunos de Bariloche para tomar tierras apoyados por unos cuantos malos políticos que tenemos en la zona y que alientan esta porquería que está pasando con los propietarios de campos”.
Se mostró indignado porque “han tomado un montón de campos y están apoyados por estos señores que le llevan comida y grupos electrógenos”, según denunció.
El ingreso de unas 40 personas se produjo el jueves, en el marco de un plan de “reivindicación” y dijeron desconocer la titularidad del propietario sobre el sitio ocupado. Hubo momentos de extrema tensión, debido a que los usurpadores violentaron candados y dañaron tranqueras para poder entrar al campo, donde instalaron carpas para alojar a los integrantes del grupo, distribuidas de manera estratégica sobre los caminos de acceso para evitar la circulación de personas por el lugar.
En un comunicado, desde la Lof Gallardo Calfú confirmaron que “hemos vuelto a nuestro territorio ancestral ubicado entre el arroyo Coronel, el cerro Fortaleza y el río Foyel, parte de la tierra del wallmapu en la zona del hoy llamado paraje El Foyel”.
Explicaron que “hace 40 años, en 1980, nos despojaron del territorio mediante una estafa por parte de Miguel Arturo Soriani (proveniente de Bariloche), quien trabajaba en un aserradero del lugar, donde conoce a Sixto Gallardo Calfú”.
En esas circunstancias, “Soriani se ofrece y se autoproclama como encargado y administrador de dichas tierras. Por medio de engaños, logra que Calfú firme documentación del campo a su favor ya que en aquel momento se encontraba solo con su hijo menor, quien viajaba a la zona por trabajos temporarios en el campo”.
“La estafa estaba hecha con el respaldo político de la administración del estado provincial. De esta forma, solicitó la aprobación y transferencia de las mismas tierras a su nombre, pasando a ser comprador inmediato sobre una parte del territorio de una superficie alrededor de 600 hectáreas a cambio de un supuesto terreno pequeño en un barrio en la localidad de El Bolsón, permuta que nunca fue comprobada”, detallan.
En tanto, “el único integrante de la familia que se quedó dentro del territorio, Elías Gallardo, se niega en 1985 a firmar un deslinde de las tierras y evitó así el despojo total de la familia del lugar. Se encuentra hoy en día todavía dentro del territorio, arrinconado en una parte pequeña”.
En concreto, “con la documentación que da cuenta de la clara estafa, y habiendo esperado demasiado tiempo, hemos decidido retornar al territorio donde ancestralmente vivía nuestra familia Gallardo Calfú”.
De igual forma, argumentan que “como mapuches conscientes de nuestro origen, tenemos la necesidad de rehabitar y desarrollarnos dignamente en nuestra tierra, fortaleciéndonos desde nuestra espiritualidad con las fuerzas del lugar que siempre estuvieron. Resistiremos ante la embestida terrateniente y cualquier atropello por parte del estado, que nos ignora como pueblo preexistente”, anticiparon.
Una de sus referentes, Rosa Gallardo Calfu, también pidió que “la gente de los Derechos Humanos puedan estar cerca de nosotros, ahora que estamos en la recuperación territorial”, al tiempo que convocó a “algún abogado que luche por tierra y por las cosas nuestras, porque queremos presentar todos los papeles que legalmente tenemos”.#
La acusación había requerido además el “urgente desalojo del campo”, que no fue otorgado ante la ausencia de los acusados.
El fiscal jefe Martín Lozada, desde San Carlos de Bariloche, marcó que “es claro que no puede mantenerse esta ocupación ilegal en un sitio que, ocasiona un perjuicio real, actual y manifiesto a los titulares del inmueble”. Permitir la continuidad de los ocupantes “sería un desatino procesal”.
Los imputados no se hicieron presentes en la audiencia que tuvo sendos retrasos por el cambio de defensoro. Su presencia, vía Zoom, se había dispuesto en la sede del Juzgado de Paz de El Bolsón. El fiscal del caso, Francisco Arrien, subrayó que ambos “están notificados y pueden perfectamente acercarse al edificio del Poder Judicial de Río Negro en El Bolsón. Es una dilación de la defensa y no se ajusta a la realidad, por lo que solicitaré se rebeldía y captura, no hay otra manera que comparezcan. Hay intencionalidad de no ajustarse a Derecho”.
El juez Ricardo Calcagno consideró que “no alcanzaron los argumentos de la defensa para justificar tal ausencia, haciendo lugar a la medida”, aunque aclaró que “una medida cautelar como el desalojo requiere de la presencia de los imputados y su permanencia en la audiencia”.
Antes de finalizar la instancia procesal, Lozada adelantó que el Ministerio Público Fiscal apelará tal decisión que había sostenido con la adhesión de la querella, en la convicción de que permitir la ocupación ilegítima “agravaría aún más la muy delicada situación” de las víctimas a quienes, además “se los perpetuará en tal condición”. “La presencia inicialmente subrepticia y actualmente amenazante de los imputados en el lugar, es el núcleo duro de la restricción de derechos sufridos por las víctimas”, graficó. “Una ocupación así no debe continuar pues atenta contra quien ya es víctima de un proceder ilícito y carente de todos sustento legal”, expresó el fiscal jefe.
La Fiscalía tuvo adhesión de la querella. La defensa hizo reserva de impugnación a la rebeldía y captura.
El propietario del campo, Miguel Soriani, recordó que está en Bariloche desde hace 20 días por un problema cardíaco. “Se aprovecharon que no estábamos allá para ir a tomar. No es ninguna recuperación de tierra ancestral. Son una manga de sinvergüenzas que se han juntado desde El Bolsón y algunos de Bariloche para tomar tierras apoyados por unos cuantos malos políticos que tenemos en la zona y que alientan esta porquería que está pasando con los propietarios de campos”.
Se mostró indignado porque “han tomado un montón de campos y están apoyados por estos señores que le llevan comida y grupos electrógenos”, según denunció.
El ingreso de unas 40 personas se produjo el jueves, en el marco de un plan de “reivindicación” y dijeron desconocer la titularidad del propietario sobre el sitio ocupado. Hubo momentos de extrema tensión, debido a que los usurpadores violentaron candados y dañaron tranqueras para poder entrar al campo, donde instalaron carpas para alojar a los integrantes del grupo, distribuidas de manera estratégica sobre los caminos de acceso para evitar la circulación de personas por el lugar.
En un comunicado, desde la Lof Gallardo Calfú confirmaron que “hemos vuelto a nuestro territorio ancestral ubicado entre el arroyo Coronel, el cerro Fortaleza y el río Foyel, parte de la tierra del wallmapu en la zona del hoy llamado paraje El Foyel”.
Explicaron que “hace 40 años, en 1980, nos despojaron del territorio mediante una estafa por parte de Miguel Arturo Soriani (proveniente de Bariloche), quien trabajaba en un aserradero del lugar, donde conoce a Sixto Gallardo Calfú”.
En esas circunstancias, “Soriani se ofrece y se autoproclama como encargado y administrador de dichas tierras. Por medio de engaños, logra que Calfú firme documentación del campo a su favor ya que en aquel momento se encontraba solo con su hijo menor, quien viajaba a la zona por trabajos temporarios en el campo”.
“La estafa estaba hecha con el respaldo político de la administración del estado provincial. De esta forma, solicitó la aprobación y transferencia de las mismas tierras a su nombre, pasando a ser comprador inmediato sobre una parte del territorio de una superficie alrededor de 600 hectáreas a cambio de un supuesto terreno pequeño en un barrio en la localidad de El Bolsón, permuta que nunca fue comprobada”, detallan.
En tanto, “el único integrante de la familia que se quedó dentro del territorio, Elías Gallardo, se niega en 1985 a firmar un deslinde de las tierras y evitó así el despojo total de la familia del lugar. Se encuentra hoy en día todavía dentro del territorio, arrinconado en una parte pequeña”.
En concreto, “con la documentación que da cuenta de la clara estafa, y habiendo esperado demasiado tiempo, hemos decidido retornar al territorio donde ancestralmente vivía nuestra familia Gallardo Calfú”.
De igual forma, argumentan que “como mapuches conscientes de nuestro origen, tenemos la necesidad de rehabitar y desarrollarnos dignamente en nuestra tierra, fortaleciéndonos desde nuestra espiritualidad con las fuerzas del lugar que siempre estuvieron. Resistiremos ante la embestida terrateniente y cualquier atropello por parte del estado, que nos ignora como pueblo preexistente”, anticiparon.
Una de sus referentes, Rosa Gallardo Calfu, también pidió que “la gente de los Derechos Humanos puedan estar cerca de nosotros, ahora que estamos en la recuperación territorial”, al tiempo que convocó a “algún abogado que luche por tierra y por las cosas nuestras, porque queremos presentar todos los papeles que legalmente tenemos”.#