En diálogo con Cadena Tiempo, María Belén Murúa, una de las víctimas de Juan Luis Ale, quien fuera condenado a 8 años de prisión por abuso sexual gravemente ultrajante, informó acerca de la situación actual del caso que, a más de un mes de la condena, aún no termina de resolverse.
El pasado 15 de sepriembre, el exdiputado y exjefe de la Policía de Chubut fue condenado a 8 años de prisión por el Tribunal, tras ser hallado culpable de abuso desonesto y abuso sexual gravemente ultrajante. Luego de esta instancia, la fiscalía solicitó la prisión preventiva para Ale y, tras una serie de ideas y vueltas y declaraciones de incompetencias de jueces, se conforma un tribunal que, hasta el momento, no ha tomado una resolución al respecto.
“Tengo una sensación total de desolación. Estamos a más de un mes del primer pedido que realizamos de prisión preventiva y todavía no tenemos ningun tipo de respuestas. Esto es un paso clave que difine si Ale va a prisión preventiva o no. Hoy Ale está libre, como cualquier persona, y vive en su casa normalmente. No quiero, pero tengo que caer en la decepción de la justicia”, sintetizó Murúa.
Y consideró: “Me gustaría que a este señor se lo juzgue como a cualquier hijo de vecino. Yo tengo la esperanza de que todo este proceso haya valido la pena. Si quieren cansarnos no lo van a logra, seguimos trabajando mucho, y ayudar a la gente nos está dando el empuje para salir adelante, con este caso y muchos otros”.
A modo de conclusión, Murúa reflexionó: “Es increíble como una persona con una condena por abuso puda estar en la calle y goce de los mismos derechos que la gente que no ha hecho nada”.
En diálogo con Cadena Tiempo, María Belén Murúa, una de las víctimas de Juan Luis Ale, quien fuera condenado a 8 años de prisión por abuso sexual gravemente ultrajante, informó acerca de la situación actual del caso que, a más de un mes de la condena, aún no termina de resolverse.
El pasado 15 de sepriembre, el exdiputado y exjefe de la Policía de Chubut fue condenado a 8 años de prisión por el Tribunal, tras ser hallado culpable de abuso desonesto y abuso sexual gravemente ultrajante. Luego de esta instancia, la fiscalía solicitó la prisión preventiva para Ale y, tras una serie de ideas y vueltas y declaraciones de incompetencias de jueces, se conforma un tribunal que, hasta el momento, no ha tomado una resolución al respecto.
“Tengo una sensación total de desolación. Estamos a más de un mes del primer pedido que realizamos de prisión preventiva y todavía no tenemos ningun tipo de respuestas. Esto es un paso clave que difine si Ale va a prisión preventiva o no. Hoy Ale está libre, como cualquier persona, y vive en su casa normalmente. No quiero, pero tengo que caer en la decepción de la justicia”, sintetizó Murúa.
Y consideró: “Me gustaría que a este señor se lo juzgue como a cualquier hijo de vecino. Yo tengo la esperanza de que todo este proceso haya valido la pena. Si quieren cansarnos no lo van a logra, seguimos trabajando mucho, y ayudar a la gente nos está dando el empuje para salir adelante, con este caso y muchos otros”.
A modo de conclusión, Murúa reflexionó: “Es increíble como una persona con una condena por abuso puda estar en la calle y goce de los mismos derechos que la gente que no ha hecho nada”.