Devolvió cheques por casi $ 500.000 y la recompensaron con un vino que estaba picado
Norma Noriega, una vecina de la localidad pampeana de Conhello, viajó hasta Eduardo Castex para retirar dinero de un cajero automático del Banco de La Pampa y, para su sorpresa, encontró dos cheques por más de 450 mil pesos tirados en el piso.
“Fui a sacar dinero porque tenía que comprar remedios para mi hija y encontré los cheques en el piso. Localizamos a la persona por internet y se los pudimos devolver porque era suya la plata“,le dijo Noriega a Radio Don, explicando que cada cheque era de aproximadamente 240 mil pesos.
-¿Si hubiera querido, podía depositar o cobrar esos cheques?
-Sí. Lo podía cobrar cualquiera, pero ese dinero no era mío. Busqué el dueño y se lo devolví. Si no lo encontraba, lo iba a entregar en la comisaria de Eduardo Castex. Cuando lo localizamos, lo esperamos un rato y los vino a buscar.
-Norma, tuvo un muy buen gesto.
-Sí. Pero en ningún momento tuve intención de quedarme con eso. No me corresponde.
-¿Es cierto que usted le entregó los cheques y la persona le dió una botella de vino que estaba vencida?
-¿Quién le dijo eso?
-Me contaron.
-Así parece… (risas).
-¿Usted conocía al dueño de los cheques?
-Es un comerciante, pero no lo conozco. Yo tengo la conciencia tranquila que le devolví los cheques para que no los pierda. Lo único que me interesa es que se los devolví, y tengo la conciencia tranquila que no me quedé con nada que no fuera mío.
-Ahora, él no debe tener la conciencia muy tranquila porque le dio un vino vencido.
-No, eso no me interesa porque hice lo que tenía que hacer. Tengo la conciencia muy tranquila. No sé si esto es para publicar porque para mí es algo normal. Hice lo que correspondía y nada más.
(Vía País)
“Fui a sacar dinero porque tenía que comprar remedios para mi hija y encontré los cheques en el piso. Localizamos a la persona por internet y se los pudimos devolver porque era suya la plata“,le dijo Noriega a Radio Don, explicando que cada cheque era de aproximadamente 240 mil pesos.
-¿Si hubiera querido, podía depositar o cobrar esos cheques?
-Sí. Lo podía cobrar cualquiera, pero ese dinero no era mío. Busqué el dueño y se lo devolví. Si no lo encontraba, lo iba a entregar en la comisaria de Eduardo Castex. Cuando lo localizamos, lo esperamos un rato y los vino a buscar.
-Norma, tuvo un muy buen gesto.
-Sí. Pero en ningún momento tuve intención de quedarme con eso. No me corresponde.
-¿Es cierto que usted le entregó los cheques y la persona le dió una botella de vino que estaba vencida?
-¿Quién le dijo eso?
-Me contaron.
-Así parece… (risas).
-¿Usted conocía al dueño de los cheques?
-Es un comerciante, pero no lo conozco. Yo tengo la conciencia tranquila que le devolví los cheques para que no los pierda. Lo único que me interesa es que se los devolví, y tengo la conciencia tranquila que no me quedé con nada que no fuera mío.
-Ahora, él no debe tener la conciencia muy tranquila porque le dio un vino vencido.
-No, eso no me interesa porque hice lo que tenía que hacer. Tengo la conciencia muy tranquila. No sé si esto es para publicar porque para mí es algo normal. Hice lo que correspondía y nada más.
(Vía País)