El río Paraná mantiene un nivel bajo en varias ciudades de Entre Ríos

El río Paraná se mantiene estable desde este fin de semana con una altura de 20 centímetros frente a la capital de Entre Ríos, pero 2,10 metros por debajo del límite de aguas bajas (2,30 metros), al igual que en otras ciudades del este entrerriano como La Paz, Diamante y Victoria.

23 NOV 2020 - 15:48 | Actualizado 30 SEP 2022 - 17:56

El intendente de Paraná, Adán Bahl, pidió al Gobierno nacional que interceda ante el Comité Interjurisdiccional de la Cuenca del Plata y se determinen medidas internacionales para paliar la histórica y prolongada bajante del río Paraná.

El pedido fue remitido a la Cancillería, al Ministerio del Interior y a los legisladores nacionales entrerrianos, para que "se dispongan las medidas ya concretadas" entre Brasil, Argentina y Paraguay, para garantizar el caudal a lo largo de todo el curso del río Paraná.

"Esta situación trae gravísimos inconvenientes con las bombas tomadoras de agua cruda para proveer de agua potable a la ciudad", advirtió Bahl.

En un comunicado, el intendente dijo que la baja altura sostenida "pone en riesgo la infraestructura de captación", que actualmente "se encuentra sobreexigida".

Por su parte, el Instituto Nacional del Agua (INA) destacó las conversaciones formales con los países vecinos para "elevar los caudales" desde las altas cuencas, que dependerán "fuertemente de las lluvias sobre las áreas de respuesta hidrológica más rápida".

La tendencia climática "sigue siendo desfavorable" hasta al menos el 31 de enero de 2021, aseguró el INA, que resaltó que los pronósticos "no permiten esperar una recuperación franca" en los próximos tres meses.

En ese sentido, el organismo consideró que "no se esperan eventos que puedan aliviar sensiblemente la situación de escasez y bajante" de la región.

El INA destacó las conversaciones formales con los países vecinos, que buscan elevar los caudales provenientes de las altas cuencas, que dependerán "fuertemente de las lluvias sobre las áreas de respuesta hidrológica más rápida".

Si bien a fines de agosto pasado tuvo un muy leve repunte, el río Paraná continúa desde febrero con niveles muy por debajo del de aguas bajas y cerca de la altura de menor caudal, que fue de cero metros detectado en 1970 en la capital entrerriana.

A raíz de la bajante, embarcaciones quedaron encalladas en barro seco, salieron a la luz numerosos bancos de arena, anclas antiguas y los municipios debieron trabajar para mantener el servicio de agua potable en diferentes localidades de Entre Ríos.

También se mantiene sobre la superficie la manta protectora del túnel subfluvial que une las capitales de Entre Ríos y Santa Fe.

La población de peces del Paraná depende de los ciclos hidrológicos y climáticos, por lo que el río bajo perjudica la reproducción y el crecimiento natural de ciertas especies.

Por eso, pescadores y comerciantes aseguraron que la pesca bajó notablemente respecto a años anteriores, al igual que las ventas.

El ministro de Producción, Turismo y Desarrollo Económico de Entre Ríos, Juan José Bahillo, dijo que diariamente se realizan "operativos en distintos ambientes (acuáticos, bordes costeros, rutas y empresas)" relacionadas a la actividad pesquera.

Además, la Prefectura Naval Argentina (PNA) no pudo, entre abril y junio, medir la altura en Victoria y Diamante, ya que el sistema de medición no permitía registros menores al metro de altura.

También en Diamante, la altura del río se mantiene hoy por debajo del metro de altura (0,48), por debajo de los 2,40 metros de límite de aguas bajas; al igual que en la localidad entrerriana de La Paz (0,91).

En tanto, en Victoria continúa descendiendo y posee una altura de 1,05 metros, lejos de los 2,60 metros que marcan las aguas bajas.

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23 NOV 2020 - 15:48

El intendente de Paraná, Adán Bahl, pidió al Gobierno nacional que interceda ante el Comité Interjurisdiccional de la Cuenca del Plata y se determinen medidas internacionales para paliar la histórica y prolongada bajante del río Paraná.

El pedido fue remitido a la Cancillería, al Ministerio del Interior y a los legisladores nacionales entrerrianos, para que "se dispongan las medidas ya concretadas" entre Brasil, Argentina y Paraguay, para garantizar el caudal a lo largo de todo el curso del río Paraná.

"Esta situación trae gravísimos inconvenientes con las bombas tomadoras de agua cruda para proveer de agua potable a la ciudad", advirtió Bahl.

En un comunicado, el intendente dijo que la baja altura sostenida "pone en riesgo la infraestructura de captación", que actualmente "se encuentra sobreexigida".

Por su parte, el Instituto Nacional del Agua (INA) destacó las conversaciones formales con los países vecinos para "elevar los caudales" desde las altas cuencas, que dependerán "fuertemente de las lluvias sobre las áreas de respuesta hidrológica más rápida".

La tendencia climática "sigue siendo desfavorable" hasta al menos el 31 de enero de 2021, aseguró el INA, que resaltó que los pronósticos "no permiten esperar una recuperación franca" en los próximos tres meses.

En ese sentido, el organismo consideró que "no se esperan eventos que puedan aliviar sensiblemente la situación de escasez y bajante" de la región.

El INA destacó las conversaciones formales con los países vecinos, que buscan elevar los caudales provenientes de las altas cuencas, que dependerán "fuertemente de las lluvias sobre las áreas de respuesta hidrológica más rápida".

Si bien a fines de agosto pasado tuvo un muy leve repunte, el río Paraná continúa desde febrero con niveles muy por debajo del de aguas bajas y cerca de la altura de menor caudal, que fue de cero metros detectado en 1970 en la capital entrerriana.

A raíz de la bajante, embarcaciones quedaron encalladas en barro seco, salieron a la luz numerosos bancos de arena, anclas antiguas y los municipios debieron trabajar para mantener el servicio de agua potable en diferentes localidades de Entre Ríos.

También se mantiene sobre la superficie la manta protectora del túnel subfluvial que une las capitales de Entre Ríos y Santa Fe.

La población de peces del Paraná depende de los ciclos hidrológicos y climáticos, por lo que el río bajo perjudica la reproducción y el crecimiento natural de ciertas especies.

Por eso, pescadores y comerciantes aseguraron que la pesca bajó notablemente respecto a años anteriores, al igual que las ventas.

El ministro de Producción, Turismo y Desarrollo Económico de Entre Ríos, Juan José Bahillo, dijo que diariamente se realizan "operativos en distintos ambientes (acuáticos, bordes costeros, rutas y empresas)" relacionadas a la actividad pesquera.

Además, la Prefectura Naval Argentina (PNA) no pudo, entre abril y junio, medir la altura en Victoria y Diamante, ya que el sistema de medición no permitía registros menores al metro de altura.

También en Diamante, la altura del río se mantiene hoy por debajo del metro de altura (0,48), por debajo de los 2,40 metros de límite de aguas bajas; al igual que en la localidad entrerriana de La Paz (0,91).

En tanto, en Victoria continúa descendiendo y posee una altura de 1,05 metros, lejos de los 2,60 metros que marcan las aguas bajas.


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